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Crónicas de una imaginación peligrosa 1

en Lésbicos

Capítulo 1

Es bien conocida por todos aquella frase que dice:” Ten cuidado con lo que deseas”; pero jamás se nos advierte sobre el peligro de lo que imaginamos. Para todos, nuestra imaginación es un lugar seguro, aislado del resto del mundo; donde podemos crear un mundo de fantasía perfecto, imaginar las peores situaciones posibles, evaluar riesgos, divertirnos un poco, refugiarnos del mundo que nos rodea, de la realidad. Pero… ¿Qué pasaría si lo que imagináramos se volviera realidad? No,  ya no sería  un lugar tan seguro.

 

Era una tarde soleada y hermosa en las costas de Cancún, México. Cuando una mujer, muy hermosa, se bronceaba plácidamente sobre un camastro.

Su piel, de una blancura inigualable, casi se perdía entre la arena de aquella paradisíaca playa; solo manchada por unos cuantos cientos de pecas que le daban ese toque inocente a sus pómulos, nariz, espalda y hombros… aunque debo confesarles que aquellas pecas en los hombros eran la ocasión de pecado para más de un vacacionista. No era muy alta, apenas alcanzaba el metro con cincuenta y cuatro centímetros; delgada pero con los músculos bien tonificados;  su cabello era lacio y de un precioso color chocolate rojizo. y todo se remataba en unos  cautivadores ojos  cafés que hacían a cualquiera sentir una calidez en el corazón. El nombre de la joven mujer era Natalie Adams.

 

En el bar de ese lujoso hotel, se encontraba su esposo: Gustave McGrath. Un hombre que se podría describir como el cliché de los Irlandeses. Guapo, cabello rubio rojizo, una barba de tres días que lo hacía ver interesante, ojos verdes, 1.80 de altura y apariencia de surfer.

Con un vaso de whisky en la mano y muchas mujeres rodeandolo, alardeaba de su apellido, de  su dinero, de su trabajo y de cuantas cosas podía. No, no era un deportista famoso ni un modelo de una marca de diseñador. Era un arqueólogo; y si le hubieran dado un sombrero y un látigo, él felizmente hubiera interpretado a Indiana Jones.

 

Natalie y Gustave se habían conocido en la preparatoria. Él, obviamente, era el típico jugador de futbol americano, galán y bully que salia con las porristas más bonitas de la escuela. Y Nat, era una niña poco desarrollada para su edad que siempre tenía la nariz metida en un libro de la biblioteca; sin muchos amigos, no muy bonita; e incluso, varias veces fue blanco de burlas por parte del mismo Gustave. Se han de preguntar que ¿Cómo llegaron a estar juntos siendo tan diferentes? Bueno, la razón son varios ceros hacia la derecha en la cuenta del banco de sus respectivos padres.

 

Elliot y Stephanie Adams eran poseedores una  fama y la clase social intachables en Londres. Pero por malos negocios de Elliot y muchos gastos de Stephanie; pronto su cuenta de banco se vio reducida notablemente. No era que ya no tuvieran que comer, solo que ya no podrían vacacionar en  Dubai, sino que lo tendrían que hacer en París.

 

Por su parte, Taylor y Susan McGrath habían sabido hacerse de contactos, y negocios productivos; por lo que se habían convertido en poco tiempo en los dueños de las principales editoriales de todo Reino Unido. Lo que les hacía falta, era ser aceptados en la elite de la sociedad y dejar de ser vistos como los “nuevos ricos”.

Ambas situaciones, orillaron a éstas familias a unir fuerzas, o mejor dicho, a sus hijos. Gustave se casaría con Natalie. Ahora tendrian el apellido y el dinero necesarios y sus padres podrian seguir llevando el nivel de vida al que estaban acostumbrados.

 

Pero volvamos al tiempo real y luego les contare de ese doloroso episodio. El viaje de Gustave no era de placer sino de trabajo. Se acababa de descubrir en uno de los cenotes más profundos de México, una serie de cavernas y pasadizos que llevaban a un templo Maya sumergido.

Gustave no era cualquier niño rico inútil y tonto; no, era nada más y nada menos que el primer lugar de su generación; dotado con inteligencia, rostro, verbo, cuerpo y fortuna. Para todas era el hombre perfecto.

Natalie, al escuchar que era cerca de Cancún, quiso unírsele, aparte de que últimamente estaba en busca de aventuras que la sacaran del letargo literario en el que se encontraba desde su última publicación.

 

Al día siguiente, el equipo de arqueólogos bajarian al cenote con el equipo adecuado para realizar una exploración. Planeaban entrar por primera vez al templo; y con sus influencias, Gustave logro que Nat pudiera acompañarlos.

 

Aquella era una mañana común, pero la chica no la sentia asi. Algo andaba mal.

Se dice que las mujeres tenemos la capacidad para sentir el peligro inminente; pues bien, el sentido arácnido de Natalie estaba funcionando en “modo paranoico”. Incluso estuvo a punto de decirle a Gustave que no iria, pero algo dentro de si, algo superior a ese sexto sentido la hizo pararse de la cama, meterse a bañar, arreglarse y empacar su mochila.

 

-¿Segura que te encuentras bien?- le preguntaba preocupado a Nat.

-Si amor. Estoy segura, son solo nervios por la aventura- le contestó mirándolo con ternura y acariciando su rostro

-Ya te dije que no es una aventura nena, es una expedición con fines científicos. Podre parecer Harrison Ford pero no pienso destruir ese templo-

 

A ambos los habían casado por conveniencia, pero eso no quería decir que no se quisieran. En 9 años de matrimonio habían aprendido a quererse. Aunque Gus fuera un patán con absolutamente todas las personas que lo rodearan; con Natalie era tierno, cariñoso y comprensivo; a ella le tenía un respeto inquebrantable e incluso la admiraba. Habian pasado juntos por mucho y se habian convertido en compañeros inseparables.

 

-Bueno, Indiana, se que tú me protejerás- le decía coquetamente mientras pasaba su mano por su pecho.

- Espero que tu no seas la chica linda que termina por traicionarme con el malo de la película- y ahora caminaba hacia ella para acorralarla contra la pared.

- Si el malo me jura fama y fortuna, mucho oro, muchas joyas… tu sabes… tendré que llamar a mi madre-

-jajajajajajajajaja tienes razón-

 

Por si tenian la duda, las películas favoritas de ambos eran la saga de Indiana Jones. Fue por él por quien Gustave quiso ser arqueólogo; y fue por él por quien Natalie amaba la historia.

-Oye…-

-Dime-

-¿A qué hora tenemos que estar alla?-

-Mmm… digamos que aun tenemos tiempo-

 

Pronto Natalie sintió la enorme erección que presionaba contra su pelvis; y solo bastó mover un poco los boxers de su esposo para que apareciera ante ella. Él se encontraba desnudo del torso dejando ver lo bien trabajado de su cuerpo; unos músculos bien definidos con hombros, pectorales y abdomen bien marcados y duros.

Ella ya se había duchado y estaba vestida con unos diminutos shorts de mezclilla y una fresca camisa blanca y holgada.

Se besaban apasionadamente, como si se quisieran devorar en ese mismo instante, como si estuvieran desesperados por poseer al otro; y aquello asemejaba más a una batalla que a una danza, una lucha por ver quien obtenía el control.  Pero Natalie al ser tan pequeña llevaba las de perder.

Pronto Gustave no pudo contenerse más, le quitó el short con brusquedad, la cargo por las piernas, y con la ayuda del muro de ese hotel 5 estrellas que en ese momento presenciaba escenas de motel, la penetró lo más profundo que pudo.

Natalie soltó un grito que Gustave no supo distinguir si era dolor o placer, pero en realidad no le importó. Le encantaba tener sexo con su esposa, era tan hermosa,   y con un cuerpo de infarto, pero lo que más le gustaba era lo estrecho que era ese pequeño lugar que tanto le daba placer invadir.

 

Después de un casi orgasmo de Nat, y uno descomunal por parte él, Gus se metió a bañar dejando a su chica recostada en la cama, medio vestida y medio satisfecha. No era que Gustave lo hiciera mal, en realidad era un gran amante; era algo que ella aun no lograba descifrar, algo dentro de si que no le permitía estar concentrada en el momento al 100%; que, aunque estuviera excitada y deseara que sucediera, no ocurría. Habian sido contadas las veces que habia llegado al orgasmo con su esposo, aunque bueno… en realidad nunca había estado con otra persona, así que la chica no conocía muy bien el significado de “satisfacción sexual”. En cambio, cada día que pasaba se convertía en una bomba de tiempo de hormonas acomuladas apunto de estallar.  

No le gustaba mucho autosatisfacerse, se le hacía un poco impersonal y de todos modos, no la llenaba del todo. Era como si a un león se le diese a comer lechuga; por más cantidad que comiera, nunca llenaria; y nunca se saciaría esa fuerza dentro de él que rogaba por carne fresca.

 

Para cuando Gustave salió de la ducha, Natalie ya había bajado al restaurante del hotel y tomaba un jugo de naranja. En su mente rondaban mil cosas, como siempre. recordaba a su madre diciéndole que debía ser diferente, más extrovertida y segura de si misma, sacar la nariz de los libros y convivir con chicas de su edad, unirse a las porristas, conocer chicos, ir a bailes; pero nada de eso llamaba su atención. Ella amaba los libros, amaba poder sumergirse en universos diferentes donde monstruos más poderosos que un Dios habitaban las profundidades de los abismos; poder irse a vivir a mundos donde todo era posible, príncipes, princesas, hadas, duendes, asesinos seriales más listos que cualquier detective, entes maléficos que acechaban bajo la cama de algún niño, amores eternos que iban más allá de la muerte; y todo esto, con su imaginación.

Pero no era cualquier imaginación como la tuya o la mia, Natalie Adams tenía la capacidad de ver gráficamente las imágenes en su cabeza y podía decirse que casi sentirlas, esa era la razón por la cual siempre estaba enajenada con sus pensamientos e ignoraba el mundo que la rodeaba.

Cuando era niña, se limitaba a sus amigos imaginarios, pero mientras ella crecía, también lo hacía su mente. Comenzó a leer a los 4 y medio, y eso le abrió un mundo de posibilidades; pero pronto esto no fue suficiente, en su mente había demasiadas cosas que tenían que salir de alguna manera, y fue como conoció la maravilla de la escritura. Su primer cuento lo hizo a los 14, donde relataba su mayor miedo, y después de eso nada la detuvo.

 

-¿Ya estas lista, mi amor?- la abrazó por la espalda un extremadamente meloso Gustave.

-Lista, vámonos-

 

Tomaron sus mochilas, Gustave su equipo y partieron hacia el cenote. Después de una viaje de dos horas en una camioneta vieja, finalmente llegaron a una parte espesa de la selva, donde incluso era difícil ver más allá de unos metros a la redonda por la densidad de la hierba que crecía a sus alrededores.  Un lugareño lo guió hasta donde se encontraban los compañeros de Gustave preparándose para el descenso.

 

Aldo era el guía que comandaría la misión. No era arqueólogo, pero tenía experiencia en la exploración y reconocimiento de cavernas, aparte de que era un buzo excelente. Él llevaría a los 4 arqueólogos y a Natalie hasta el templo y los sacaría vivos de ahí. Ese era su trabajo.

A Natalie le agradaba, era un hombre tosco y recio, de piel morena y curtida por el sol; pero sus ojos eran amables y cálidos; inspiraban confianza.

El grupo de científicos estaba a cargo de Albert Smith, jefe directo de Gustave. Un viejo de aproximadamente sesenta y muchos que no se había jubilado porque se negaba a envejecer; sin embargo, a pesar de su edad, seguía manteniendo esa energía y vitalidad que le permitían hacer ese tipo de expediciones. A Nat también le caía bien, era un viejo simpático que contaba buenas bromas y sabia de cualquier tema del que le preguntaras; pero  Gustave no lo soportaba, pues en cuanto él se retirara, Gus pasaría a tomar su puesto; el problema era que Albert no tenía intención alguna de hacerlo.

 

Los otros dos científicos eran Clarise, una mujer tosca de 36 años, con dos hijos, una hipoteca y  nadie que la ayudara a pagarla; y Lucas, un chico de 25 recien egresado de la universidad que estaba haciendo sus prácticas con ellos, brillante pero algo torpe.

 

 

 

El primer cilindro del cenote media 21 metros de altura, los que desenderian a rappel; una vez en el agua, recorrerían 16 metros hasta la base donde se pondrian el equipo de buceo, luego serían 20 minutos hasta la siguiente base, a diez metros de profundidad. Una vez en la segunda base,resibirían órdenes e instrucciones de como llegar al templo.

 

-¿Te sientes bien, amor?-  le preguntaba Gustave a Nat, al ver la cara de preocupación de esta.

-Si amor, estoy bien. Es solo que estoy algo nerviosa-

-tranquila nena, no tienes porque estarlo. Ya has buceado antes, aparte tenemos equipo de primera, un guía profesional y me tienes a mi para cuidarte-

-lo se, jaja ya sabes… es solo mi imaginación- Gus besó su frente con cariño, pues sabía lo que eso significaba.

- vamos, sabes que esa cabecita tuya es la que inventa todos tus temores. No pasara nada. Lo que pasa en tu cabeza se queda ahi, no es real-

-lo se- y le sonrió solo para que dejara de intentar consolarla. Ella odiaba cuando Gus le decía cosas sobre su imaginación hiperactiva, pues se sentía como si estuviese loca.

 

-¿todo listo, señorita?-  preguntó Aldo

-si-

-bien. - y se dirigió a todo el equipo con gritos de mando- ¡bajaremos todos al mismo tiempo! ¡si alguien se retrasa, lo esperamos, si alguien se atora, lo salvamos! ¡recuerden, bajo nosotros hay varios metros de agua sin rocas, en caso de que se enreden o caigan, no se preocupen, no les pasara nada. Aun asi, tengan cuidado; y si llega a pasar, tengan en mente la posición que les indiqué antes para caer! ¡si siguen mis órdenes, todo saldrá bien!-

 

Aldo era un hombre precavido y con mucha experiencia, justo por eso, fue el único que se opuso a que Natalie descendiera. Consideraba que no tenía el entrenamiento necesario para hacer una inmersión de ese tipo, y más aún, en un lugar tan poco explorado como lo eran esa serie de cavernas.

Cuando Gustave amenazó con despedirlo si no le permitía bajar, Aldo no pudo hacer más que resignarse; pero dentro de él había algo que le decía que no. Tenía una hija un poco menor que Nat, y veía en su timidez algo que se la recordaba a cada instante, por eso, se juró a si mismo protegerla a toda costa durante la expedición.

 

Todos comenzaron a descender por las sogas, con sus cascos y equipo de rappel necesarios. Aldo se situó al lado de Nat, e iba asesorándola de cómo descender. Mientras, ella tenía toda su atención puesta en el paisaje que la rodeaba.

Era un perfecto cilindro, de diez metros de diámetro, enterrado en el calizo suelo yucateco, por donde colgaban cientos de lianas, raíces y ramas de todos aquellos árboles que rodeaban y ocultaban ese secreto arqueológico. La luz del día se colaba por entre las copas de los árboles alumbrando solo lo necesario y dándole ese toque mágico al momento. Algunos de los rayos de sol, esos que eran los más ágiles y alcanzaban a llegar al agua, permitían  que Natalie, fascinada, contemplara el azul ,turquesa de las aguas que se encontraban debajo de ella.  

Era un paisaje que sin duda alguna hacía que hasta la mente más cerrada se sumergiera en un mar de fantasias.

Al descender un poco más, pudo ver como el agua que había debajo era de varios tonos de azul. Un precioso turquesa en las orillas, donde ella suponía eran las partes menos profundas; y conforme se acercaba al centro del ojo de agua, iba cambiando hasta llegar a un azul marino bastante oscuro. ¿Cuántos metros de profundidad tenía ese lugar? Era lo que cruzaba por la cabeza de la chica.  Así… su imaginación comenzó a volar.

“¿Qué vivirá ahí abajo? vaya… apuesto a que tiene al menos otros diez metros hacia abajo. Fácilmente algo podría esconderse ahí… algo como una criatura; digo, se supone que este lugar estuvo oculto por cientos de años; aparte recuerdo bien que los mayas creían que los cenotes eran el paso al inframundo… tal vez lo creían así porque había algo aquí abajo.También recuerdo que hacían sacrificios en estos lugares pensando que saciarian la sed de sangre de su Dios… ¿Y si lo que hacían era darle de comer a esa cosa? ¡Rayos! Y yo tengo que nadar ahi…”

 

-Señorita Adams, deje de moverse así ¿quiere? esta haciendo que la cuerda talle en la roca-

-lo siento Aldo- dijo ruborizada al verse interrumpida de sus pensamientos.

 

A veces, agradecía que hubiera personas que la sacaran de sus ensoñaciones, porque a veces, su mente la aterraba. De pequeña, a ella no le daban miedo las peliculas de terror, a ella la asustaba y le causaba insomnio aquello que imaginaba a partir de esas películas.

Tal vez aquella pieza de cine barato relatara la historia de una niña accidentada cuyo fantasma acechaba a una familia… pero la pequeña Nat imaginaba como el fantasma de esa niña ensangrentada, con la cara llena de vidrios y unos ojos perdidos subía de espaldas la pared de su habitación, moviendo bruscamente la cabeza dislocada hacia ambos lados; y se quedaba mirándola mientras dormía desde un rincón en aquella oscuridad.

De dia, su mente era su mejor amigo; de noche, el peor de los enemigos.

 

-Hey, vamos Nat no tenemos todo el día. Nos esperan en la base- le decía Gustave a su esposa mientras le lanzaba agua a la cara para hacerla reaccionar, pues esta estaba flotando en medio del círculo de agua viendo hacia abajo, como si tratase de encontrara algo.

- ya voy amor, ya voy-

 

Cabe decir, que todos en el equipo, Incluida Natalie, tenian una excelente condición física; por lo que no batallaron en llegar, nadando,  a la primera base.

Ahi  les colocaron un tanque de 80 pies cúbicos, el cual les duraría 30 minutos a diez metros de profundidad, aproximadamente. Como el trayecto hacia la segunda base era de 20 minutos o menos, no habría problema en que llegaran hasta alla, pero no podrian regresar.

También les pusieron un traje de neopreno seco, que los ayudarÍa a controlar la flotabilidad y a mantenerse calientes en esas aguas. pues, aunque los primeros metros que habían nadado eran de agua tibia; mientras más se adentraran en el cenote, y más descendieran, más gélidas se volverían las aguas. .

-¿ya sabe como usar todo?- le preguntaba Aldo a Nat mientras le ataba el lastre a la cintura y le ponía las pesas de plomo.

- Si, Aldo. Tranquilo, tengo más de 20 inmersiones; se lo que hago-

-Pero me dijo el señor McGrath que era su primera vez en un cenote-

-Si, pero no creo que cambien mucho las medidas de seguridad ¿O si?-

-Cada medio es diferente señorita. Aquí su enemigo será la oscuridad. En este tramo se han colocado algunas linternas y un carrete, pero cuando nos dirijamos al templo estaremos por nuestra cuenta. Aparte estas cavernas son muy engañosas, las estalactitas pueden confundirla y hacer que se pierda. Procure no separarse del cable guía,  y revise constantemente su ordenador para que ver…-

-Si, ya se Aldo, para ver cuánto aire me queda y a cuanta profundidad puedo continuar. Ya te lo dije, tranquilo-  le decía pacientemente para intentar calmar al hombre que se veía notablemente perturbado de que ella bajara.

“Vaya, parezco un pato con estas cosas jajaja” pensaba Nat mientras movía graciosamente sus aletas abiertas que se sujetaban a los escarpines.

-¡muy bien, atencion todos!- otra vez Aldo les gritaba para dar indicaciones y nuestra chica no lograba entender porque tenía que gritar -¡ la mayoría de ustedes ya han realizado arqueología submarina, por eso saben perfectamente lo que deben de hacer, para los que no -y volteó a ver a Nat que aún jugueteaba con sus aletas- recuerden no nadar muy bajo, no deben mover el sedimento porque harán más difícil la visión, tampoco toquen nada. Este sistema de cavernas se ha creado en miles de años y no queremos que por un error todo se arruine! ¿la interrumpo señorita Adams?-  le dijo acercándose a ella de forma amedrentadora.

- ¡entendido Aldo!- y se cuadró como militar ante el guia que no pudo evitar sentir ternura al ver a esa pequeña y delgada chica cargando el pesado equipo de buseo, con las aletas abiertas como pato y con la mano incorrecta en la frente.

- no es esa mano- le susurró Lucas; y ella rápidamente la cambió

Aldo ya no le dijo nada, solo se encomendó a todos los dioses que existian y rogó de que nada le ocurriera a esa despistada chica.

 

Al sumergirse la imaginación de Natalie viajó. Seguían el cable guía y eran pobremente alumbrados por grandes lámparas  a prueba de agua… “vaya… que magnifico lugar” Nat se quedaba sin aliento al contemplar las perfectas formaciones rocosas hechas con el constante escurrir de una gota. “Las que van hacia abajo son estalagmitas y las que van hacia arriba estalactitas… no no no, era al revés. Esas de ahi parecen una cara… esa de alla un águila… jaja esa se parece a calamardo jajajaja”. y mientras más avanzaban, la oscuridad se volvía más y más profunda; hasta que los otros compañeros se convirtieron en solo puntos luminosos.

“que oscuro esta todo… rayos, si hubiera algo viviendo aquí abajo ni siquiera lo veríamos venir” pensaba mientras dirigía su linterna hacia algunas columnas de piedra que formaban escondites perfectos para criaturas submarinas. “Maldición… ¿y si es como en las peliculas de terror? ahí siempre hay una extraña especie de criaturas asesinas y sedientas de sangre que habita en la profundidad de alguna caverna y espera a que algunos inocentes exploradores lleguen… ¿Quién sería el primero en morir? apuesto a que Lucas… el chico tonto e inexperto siempre muere primero, despues seria Albert… luego Clarice, de ley solo puede sobrevivir una chica y siempre es la mas bonita y torpe… ¡rayos! ¡esa soy yo!... apuesto a que Aldo daría su vida por nosotros, así que al final solo quedaríamos Gustave y yo… ¿Donde estan todos?”

Y asi, Natalie se encontró a si misma nadando en medio de la oscuridad con solo rocas y penumbras a su alrededor, y sin ver el cable guia ni a sus compañeros. Sabía que no podía darse el lujo de entrar en pánico, pues comenzaría a hiperventilar y consumiría más del preciado aire de su tanque; asi que solo se dió la vuelta y tratando de mantener la calma, regresó por donde vino, al menos por donde ella creia que habia llegado.

 

“por favor encuentrenme, por favor encuentrenme, por favor encuéntrame. ¡¿que fue eso?! uff… estupido pececito...por favor encuentrenme…” Pensaba mientras nadaba hacia la nada Cuando de repente una mano larga y un tanto huesuda le tocó el hombro haciéndola perder la cordura por un momento, hasta que vió que se trataba de Aldo que había regresado por ella y la veía con cara de querer matarla a través del visor. Con movimientos obvios le indicó que lo siguiera y tras unos minutos llegaron sanos y salvos a la segunda base donde los esperaba un desesperado Gustave y unos fastidiados arqueólogos.

-¡Amor!¡ maldita sea, no me vuelvas a hacer eso!- le decía mientras la abrazaba con fuerza,

ella se sacó la boquilla y la máscara

- lo siento, cuando menos acordé ya no estaban…-

-¡esto es su culpa!- le gritaba Aldo a Gus -¡le dije que este no es un paseo en el parque, es algo peligroso¡ ¿que hubiera pasado si yo no la hubiera encontrado, si ella hubiera seguido en vez de regresar? !ustedes niños ricos no saben lo que es el peligro, creen que todo se compra con dinero¡- Aldo estaba verdaderamente furioso, y gritaba mientras se colocaba el equipo para la siguiente inmersión- ¡y usted!- ahora se dirigía a Natalie - ni siquiera piense que irá con nosotros al templo. Se quedará aquí y nos esperará. ¡fin de la discusión!

-no me mires a mi Nat, creo que es la mejor opción-

Ya con la decisión tomada, el resto del equipo se colocó las botellas nuevas; ahora serían dos de 80 pies que soportaran 300 bares de presión. La escafandra tendría un comunicador; llevarían más cyalumes para poder detectarse entre si y focos para ir dejando en el camino, y poder regresar sin tantos problemas.

-Andando, no querrán regresar a sus hoteles estando oscuro- y todos se sumergieron por el pequeño pozos lleno de agua que estaba en medio de aquella roca lisa y seca. Al parecer el sistema de cuevas imitaba a una tubería. Había partes en las que era todo más angosto, partes donde había burbujas enormes de aire; como en la que se encontraba en ese momento, y partes que se podrían llamar erróneamente “la desembocadura”. Verdaderas catedrales sumergidas, tan altas y anchas que causaban una terrible sensación de insignificancia; y era en uno de esos lugares donde se encontraba el templo.

“¡maldición! no llegué hasta aquí para quedarme de brazos cruzados… !al carajo¡ yo voy a ir, a fin de cuentas mi familia ayuda a financiar esta expedición; aparte mi esposo es el segundo al mando… nada me pasará, son solo imaginaciones de Aldo, estaré bien. No existen las criaturas submarinas, esa es solo mi mente jugándome tretas” Con la desaprobación de los técnicos y de una parte de su cabeza, cambió las botellas de aire y se colocó el chaleco, la escafandra y el resto del traje; y sin dudarlo ni detenerse a pensar correctamente, saltó al estrecho y vertical tunel.

No pudo mover los brazos para descender, por lo que debió  desinflar algunas vejigas de su chaleco y de su traje para que los lastres hicieran su trabajo. Así se fue hundiendo mientras frente a ella solo había piedra, gris y simple piedra. Finalmente, salió de esa larga tubería y llegó a un área grande o al menos eso supuso por la oscuridad que la rodeaba y porque ya no ve más rocas, las añoraba, e imaginó que eso es lo más parecido a ser un astronauta. Cuando empezaba a desesperar, ve una de las cyalume al fondo; y a lo que parecen ser 10 metros más, hay otra.

 

-wow, vean eso muchachos. Ese es nuestro trabajo finalmente recompensado- Natalie los pudo escuchar por los comunicadores; al parecer ellos ya habían llegado al templo.

-Es enorme, deben ser al menos 40 metros-

-Es extraño, estos signos no parecen ser mayas-

 

Hay veces que nuestra imaginación nos juega bromas macabras. ¿Han notado esos momentos en los que pareciera que algo se mueve a nuestro alrededor y solo lo podemos distinguir con el rabillo del ojo? bueno, imaginen que eso les ocurre en medio de la total oscuridad, y que solo notan su presencia por el nada tranquilizador hecho de que “eso” es más oscuro que el fondo.  Bueno, esa fue la sensación que experimentó Natalie cuando su hiperactiva imaginación comenzó a jugar con ella.

Es por lógica que los buzos no pueden mantener un ritmo de nado muy alto, pues su frecuencia respiratoria aumentaría y con ella el consumo de aire. Pero Nat se olvido de toda regla al sentirse perseguida por “algo”; y nadó tan rápido que no tardó ni diez minutos en estar frente al templo y en que su ordenador le señalara que debia bajar el ritmo y ascender varios metros.

 

Tal vez si su mente no le hubiera jugado esa pequeña broma, no hubiera tenido que nadar tan fuerte; de ser así, su ordenador no le habría dicho que ascendiera, y si esto no hubiese pasado, Natalie Adams hubiera entrado al templo por el mismo lugar que el resto de su equipo y no por la parte más alta… pero si esto hubiese pasado, esta sería una historia de solo un capítulo. bien dicen que el “hubiera” no existe.

Así pues, Nat ascendió hasta donde su ordenador le dijo que era un buen punto, y entró a la negra pirámide por la parte más alta.

 

-Chicos, creo que estamos ante el descubrimiento del siglo- escuchaba hablar a su ilusionado esposo. Pero ella no podía hablarles pues la harían regresar a la base.

“Que piedra tan oscura, jamás había visto templos con este tipo de roca.y que bien conservado esta, pareciera como si fuera muy joven.”

El interior de la pirámide estaba estructurada por niveles que subían en rampas y se transformaban en un verdadero laberinto, uno perfectamente simétrico. Algunos túneles iban a dar hacia cuartos para llevar a cabo rituales desconocidos, otros iban a pequeños templos, otros a ninguna parte, y al parecer, solo uno iba a dar a la parte superior de la pirámide, que era donde se encontraba nuestra chica.

 

-Albert, ¿Cuantos años le calculas al lugar?- preguntaba Gustave con un tono un tanto inquietante.

-No lo se… no estaré seguro hasta hacer pruebas de carbono 14 y…-

-Maldición Albert, ¿cuantos años?- lo interrumpió desesperado.

-Yo diría que no supera los 500. Esto es nuevo-

-¿Y estas conciente de que hace 500 años este lugar ya estaba inundado?- había temor en su voz

-Lo se perfectamente…-

-¿Qué rayos construyó esto?- esa pregunta era más para él mismo que para el resto de su equipo. Todos miraban con asombro y miedo la estructura que los rodeaba.

Las inscripciones  en los muros parecían mayas, pero había variante que les impedía asegurarlo. Parecía más bien como si fuera un derivado del maya; así como el español es derivado del latín  y posee muchas palabras parecidas, así también esa escritura era se asemejaba a la maya.

 

-Sin duda alguna, el descubrimiento del siglo…- afirmó Lucas

 

Eso era lo que ellos creían; pero en realidad quien estaba a escasos metros de ese gran descubrimiento era Natalie, quien sin duda se encontraba aterrada ante la idea de que otra clase de seres hubieran puesto ese templo ahí, y,  lo que más se cuestionaba era el ¿Por qué?.

Mientras continuaba nadando para encontrar a su esposo, pasaban por su mente las imágenes de decenas de películas que tenían ese mismo comienzo, y Alien vs depredador encabezaba la lista. Pero no, quienes construyeron ese templo se habían ido de ahí hacía cientos de años, y en realidad sus motivos no son relevantes en esta historia; después de todo, esta es la historia de una chica y su lucha a muerte contra su mente; lo que sí es relevante, es un objeto que esos seres dejaron atrás, una puerta para ser precisos, una puerta que Natalie Adams estaba a punto de cruzar.

 

.

Al final del pasillo por el que había entrado, encontró una enorme habitación decorada con coloridos dibujos que despertaron su curiosidad, por lo que entró y comenzó a mirarlos; era fácil darse cuenta que narraban una historia. Al parecer un hombre, al que me referiré como A, porque ni yo ni Natalie sabemos maya, entraba a una habitación y se colocaba frente a lo que parecía ser un espejo,  al otro lado un hombre B, igual al hombre A, levantaba su mano en señal de querer tocarlo, y al hacerlo se unían en uno solo; pero a su alrededor aparecían diferentes seres que en realidad Nat no sabía si eran Dioses o demonios.  Lo que más llamó su atención fue que al iluminar el resto de la habitación, se dió cuenta de que al otro lado los dibujos eran iguales, haciendo el lugar perfectamente simétrico, y uniéndose todo a la mitad de esta, justo donde hombre A y B se habían uno solo.

Analizandolo bien, el cuarto estaba dividido en dos partes iguales, ambas con una entrada a la misma altura, ambas con los mismos dibujos; y todo separado perfectamente en dos por un marco de piedra que rodeaba todo, incluso el techo y el piso, simulando una ventana.

 

-Chicos, creo que vi una luz- dijo Clarice

-Es verdad, miren- decía Lucas. y al mismo tiempo, en la otra entrada de dicha habitación, Natalie veía luces acercarse. Eran ellos al fin.

 

-¡Gustave!- gritó para que supieran que era ella.

-¿Natalie? ¡Maldicion Natalie, se te dijo que no vinieras!-

-¡Señorita Adams, crei haberle dicho perfectamente que no podía venir con nosotros!-

-Venga Aldo, dale un poco de crédito, la chica llegó sola hasta aquí- la intentaba defender Lucas

 

Sin pensarlo dos veces, sin meditar sobre el significado de los dibujos y sin hacer caso a su intuición; Natalie atravesó la enorme ventana de piedra, sintiendo como el agua se hacía más densa en esa parte. Pero lo ignoró, siguió nadando y al cruzarla, el agua volvió a ser como era antes, por lo que lo atribuyó a su imaginación. Cuando cruzó por la segunda puerta se encontró con sus compañeros quienes la reprendieron fuertemente, pero a fin de cuentas, ya estaba ahi y no podían hacerla regresar por si sola.

 

Todos continuaron recorriendo la pirámide, recolectando muestras y algunos objetos; y todo ese tiempo Natalie no les mencionó nada sobre la habitación, no porque lo estuviera ocultando, sino porque seguía demasiado asustada con la idea de que ese lugar hubiera sido, lo más probable, construido por seres-no-humanos.

“¿Y si aun estan aqui? Este lugar es muy grande, hay muchos sitios donde esconderse… aparte ellos lo construyeron cuando ya estaba lleno de agua, tal vez nadan, y son rápidos, y pueden respirar bajo el agua… !Tal vez son reptilianos¡ Bueno, no se si los reptilianos respiran bajo el agua, pero que miedo… Apuesto a que en este momento nos están viendo…”

 

Es un mal momento de la historia para explicarles el proceso creativo de Natalie, lo se, pero creo que es algo importante. Desde siempre, la mente de la chica  funcionó de manera hiperactiva, creo que eso ya lo deje bien claro; pero debo especificar que cuando comenzó a escribir, si imaginaba algo, lo hacía a manera de escrito. Así, cuando creció, fue fácil para ella saber que lo suyo sería dedicarse a la redacción.

Cuando una idea llegaba a su cabeza, la desarrollaba con puntos, comas, acentos y descripciones, utilizando marcadores de discurso, metáforas, comparaciones, exageraciones y puntos finales. ella pensaba tal y como escribía, y escribía como pensaba.

 

"Mierda, mierda, mierda, no, no, no…” Luchaba contra su cabeza para sacar esas ideas de ella.   “Ellos nadaban hacia la salida del templo, pero no percibieron que estaban siendo acechados por una criatura extraña;  un ser que reinaba bajo las profundidades de aquel abismo. “Eso” los dividiría cual  león  a un ganado  y se lanzaría por el más débil y; quien parecía más débil en ese momento era la chica …”

 

 

 

-Señorita Adams, por favor dese prisa. Me urge salir de aquí. Si lo desean otro día pueden volver a descender, pero no hoy, ya es tarde y el aire se acaba. Aparte no me parece   seguro que usted este aquí. por favor, vaya al lado del señor  McGrath.-

 

Todo el camino de regreso a la segunda base, Natalie no dejó de sentir que algo los seguía, que entre las columnas oscuras había alguna sombra que los acechaba, y a diferencia de cuando  se dirigía al templo, ahora parecía que su cuerpo  presentía el peligro acercándose  cada vez más.

-Al fin llegamos - decía agotado Lucas cuando emergió del túnel .  -no se imaginan  lo que encontramos allá abajo muchachos- les decía emocionado a los técnicos.

Luego siguió Clarice, que se veía más cansada que Lucas. Luego Albert, luego  Natalie y al último Gustave.

-¡Maldición! ¡Estan todos despedidos! creí haberles dado claras órdenes de que mi esposa no descendería con nosotros, incluso Aldo se los dijo-

-Perdón señor, pero la señorita nos dijo que si no le  ayudabamos a colocarse el equipo se sumergiría sin cambiar sus botellas anteriores-  se excusaba uno de los técnicos.

-!No me importa si les dijo que se suicidaría!  mis órdenes fueron claras y ustedes debieron impedirlo, ¿o qué? ¿los intimida una mujer de 1.54?-

-Perdone señor McGrath no volverá a ocurrir.-

-Por supuesto que no volverá a ocurrir, están todos despedidos...-

-amor…-

-Yo no quiero en mi equipo a personas incapaces de seguir una simple orden…-

-amor…-

-Si algo le hubiera sucedido a mi esposa hubiera sido su culpa y agradescan que no fue así porque si no serian sus cabezas las que reclamaría y no solo sus trabajos-

-¡Gustave!-

-¡Qué!-

-Aldo no ha salido- decía preocupada Nat.

-No ha de tardar en llegar, venía justo detrás de mi-

-Amor ya se tardo mucho, haz que bajen por él, por favor-

-tu y tu, ponganse los trajes y bajen a ver -

-pero estamos despedidos- se excusó uno de los técnicos.

 

Gustave furioso, se estaba poniendo la máscara cuando Nat se lo impidió, rogándole que no lo hiciera, con lágrimas en los ojos, e hizo bien.

-Los dos que bajen tienen su trabajo de vuelta.- y esas palabras bastaron para que  dos muchachos jóvenes se colocaran los trajes y bajaran a buscar a Aldo.

 

Pasó una hora de amarga espera hasta que los dos técnicos emergieron sin noticia alguna de Aldo, había desaparecido..

-Gustave, creo que lo más pertinente es que nosotros nos vayamos a descansar mientras los técnicos buscan a Aldo,  mañana enviaremos un equipo de rescate más calificado.- le sugería Albert

-Sólo llevaba dos botellas… No buscamos a Aldo, buscamos un cuerpo…- aquellas palabras eran ciertas, era imposible que el guia siguiera con vida.

 

Con ayuda de un técnico, ahora recontratado, regresaron a la primera base, de ahí al  cilindro y luego los técnicos de superficie les ayudaron a ascender. En todo el camino nadie dijo una palabra, y ni  siquiera  Natalie se atrevió a pensar en posibles situaciones. Era demasiado por un dia para ella.

De camino al hotel Nat se quedó dormida en el hombro de Gus mientras imagenes de esas criaturas devorando a Aldo la atormentaban en sueños.

 

Gustave la cargó hasta su habitacion y ahi la dejó descansar mientras él movilizaba a todos los equipos de rescate posibles con tal de recuperar el cuerpo; al menos  eso le debía a su familia.

A las 9:00 pm Nat despertó con un fuerte dolor de músculos y de cabeza.

 

-Amor, que bueno que despiertas. ¿Cómo te sientes?-

-Cansada, triste, preocupada, paranoica… en fin…- decía mientras se frotaba la cara para alejar los rastros de sueño que aún le quedaban.

-¿No quieres salir? podemos ir por unas copas, bailar un poco, olvidarnos de todo por una noche… ¿Qué te parece? Me dijeron de un buen lugar por aquí cerca, es un antro de  ambiente, pero dicen que se pone muy bien.-

-Gustave, acabamos de estar pasar por mucho, no creo que sea momento de salir a divertirnos. Aparte, ¿Por qué querrías ir tu  “oh gran macho alfa” a un antro de ambiente?-

-Necesitas distraerte amor, me preocupas, y no me gusta que te la pases metida en la cama, aparte si mal no recuerdo este viaje también sería para vacaciones. Venga, olvidate del mundo un poco.-

-¿Y tu quieres ir por…? -

-Chicas sexys, guapas y  con un cuerpo de infarto besándose; eso no me lo pierdo ni loco.-

-¿Eres de lo peor sabias?  son lesbianas, no les interesa un macho-alfa-presumepectorales-

-Uno nunca sabe cuando alguna chica puede necesitar esto- he hizo   unos movimientos de cadera bastante sugerentes que le terminaron por sacar una sonrisa a Natalie. -vamos amor, será divertido-

-Esta bien, pero pobre de ti donde me dejes sola. No le tengo mucha confianza a esa clase de lugares. Y me acompañaras al baño, no quiero que una de esas chicas me siga y me haga cosas.-

-jajajajaja No estaría mal, a ver si asi se te quita lo apretada-

-Si mal no recuerdo, eso es lo que te gusta de mi- le contestó coquetamente y lanzándole una almohada..

 

Media hora después, ya estaba lista para ir a aquel lugar. Sería la primera vez que pisaría uno de esos famosos antros de ambiente, y en realidad no deseaba ir, pero Gus tenía razón, necesitaba dejar de pensar en eso, distraer un poco su mente, y esa era la única razón por la que accedía.

 

Desde que se bajó del taxi de la mano de Gustave, pudo notar como todas las mujeres que estaban esperando entrar la miraban como un trozo de carne; al parecer no sólo los hombres sabían ver de esa manera.

-Vámonos amor- le susurraba al oído haciendo que Gus se agachara hasta su altura.

-Natalie ya estamos aqui, no seas cobarde. Te he visto aguantar la mirada de muchos hombres, y defenderte sola. Solo imagina que son hombres y relajate un poco. Tal vez una de ellas te guste y terminemos haciendo un trio- y lo único que ganó por tal comentario fue un pisotón en la punta del pie con el talón

Llevaba un par de sandalias con pedrería,  un vestido  blanco en corte A y con tirantes,  de una tela muy fresca, que  en realidad no sé de cuál habrá sido, porque no soy experta en telas ni en ropa; su cabello suelto y en ondas flojas que caían por sus hombros. Si, parecía como si ese día hubiera decidido ponerse un letrero que literalmente dijera  “comanme”; pero insisto, era su primera vez en un lugar de ambiente y no tenía ni la menor idea de como funcionaban las cosas. De haber sabido no se habría vestido como trozo de carne en jauría de perros, con esa apariencia tan inocente.

 

No batallaron para entrar pues la cadenera fue la primera en caer a los pies de Natalie, cosa que Gustave agradeció bastante.

La primera imagen que Nat tuvo, fue la de una pareja de hombres, bastante guapos, besándose de manera poco discreta. Luego avanzaron por un pasillo donde había varias parejas tomadas de la mano y algo acarameladas.  Al fondo de la bodega que  finalizaba aquel pasillo, se encontraba la barra, a la derecha lo que ella suponía era el área VIP y, frente a la barra, la pista de baile saturada de personas contoneándose demasiado sensualmente al ritmo de la música.

 

No pasaron ni 20 minutos cuando Gustave dejó sola a Nat para ir a intentar seducir a un par de chicas bastante más jóvenes que él; y ella, se quedó sola con su cerveza oscura  y su cara de amargura.

 

Antes les dije que él la respetaba, ahora se preguntaran que ¿Por qué la engañaba? Pues bien, digamos que era mutuo acuerdo. Al ser un matrimonio arreglado por sus padres, ninguno se juró fidelidad. Gustave consideraba que era injusto y a Nat nunca le importó que él durmiera con otras.

 

-¿Qué hace una barbie heterosexual como tu en un lugar como este?- y esa fue la primer frase barata de seducción de muchas que escucharía a lo largo de la noche; y provenia de una mujer altísima, con un chaleco de cuero y  una playera gris.

-Esperando a mi esposo- y le enseñó el anillo.

-Si tu esposo esta aqui no creo que sea muy hombre, cariño-

-No, la verdad no creo que sea tan hombre como tu- y con esas groseras palabras,  alejó a la mujer.

 

Pasaron dos horas en las que se tomó tres cervezas, dos whiskys,  tres shots de no-se-que-cosa-demasiado-fuerte y seis tequilas; y Gustave finalmente apareció de la mano de una mujer alta morena y guapísimamente despampanante.

-Mi amor, ella es Raquel, es Mexicana tambien esta de vacaciones aquí y cree que soy muy guapo. Me la llevaré al hotel, no te preocupes,  pagaré otra habitación para no molestarte. Suerte y besos.-  le dio un beso en la frente , se giró y se fue.

No le molestaba que estuviera con otra mujer, eso era común, pero le molestaba que la hubiera dejado sola en ese lugar; o no tan sola, pues siempre tenía a su mente.

“Al encontrarse ahí sola, pensó que tal vez era un juego del destino,  Una fuerza superior a ella que la colocaba en esa situación para revivir esos sentimientos alguna vez reprimidos . Tal vez, era tiempo de que conociera lo que era el amor.  Buscó entre todas las mujeres a su alrededor y no encontró alguna que llamara su atención. Pero algo dentro de si le decía que esa noche la conocería…”

 

 

 

 

-Creo que ahi va tu esposo…- se giró para ver quien le hablaba y encontró  a su derecha a una chica bonita, de una belleza discreta; con cabello negro y piel blanca.

-Idiota, me dejó aquí sola-

-¿Lo que te molesta es que te dejara sola?- dijo la  joven algo extrañada

-Tenemos una relación bastante abierta-

-Eso ya lo noté jaja-

-En fin, no es de tu incumbencia y creo que ya es tiempo de irme-

-Eres algo ruda ¿verdad, pecosa? te estuve escuchando como ahuyentabas a las chicas. Eso fue muy grosero.-

-No estoy interesada en probar “cosas nuevas”- dijo marcando las comillas con sus dedos  y notablemente molesta.

-jaja relajate, no eres mi tipo; no me gusta abusar de jovencitas inocentes. Aparte, tengo novia-

-¿En serio?-

-naa, pero piensa eso y tal vez te relajes un poco. Te dire algo, aquí no todas somos unas promiscuas de lo peor, hay niveles. Habemos algunas que buscamos conocer  gente nueva, otras que quieren diversión de una noche, y otras que te quieren cojer hasta por las orejas. Pero insisto, no todas somos iguales-

-Mucho consuelo-

-vamos, ¿Me dirás que nunca fantaseaste con una chica?- la vio con una ceja levantada que de alguna forma le pareció muy atractivo a Natalie.

-Pues si, eso te digo. Soy heterosexual, estoy casada, no me interesa probar y ya me voy-  le dio un el último trago a su tequila, tomó su bolsa y cuando intentó pararse se fue hacia atrás, de manera que se hubiera caído de no ser porque la misteriosa chica  la alcanzó a sujetar.

-Evidentemente, no estas bien. Déjame llevarte a tu hotel.-

-Lo siento, ese es un viejo truco y no caeré, esta noche, en tus garras-

-Vamos, no seas necia, asi no llegaras a ningun lugar; aparte es México, no es seguro que una pecosidad como tu ande sola en la calle-

-¿y a ti qué te importa lo que a mi me pase?- dijo, y ahora arrastraba la lengua al hablar

-no es que me importes tu en particular, no te conozco y en realidad me pareces un tanto molesta y mimada, pero no quiero contribuir con los delitos Mexicanos y mucho menos si puedo evitarlo. Así que deja de comportarte como una niña necia y vamos. No encontraras a alguien aquí que te ofrezca lo mismo sin pedirte sexo a cambio-

-creí que no todas eran iguales…-

-una nunca sabe….-

-esta bien, pero no me vayas a salir con que tienes una moto y tengo que sujetarme de tu cintura ¿ok?-

-jajajajajajajajaja creo que has visto muchas películas, pecosa-

-¿y ahora me negarás que  te gusta tattoo y tegan & sara?- decia mientras intentaban salir del mar de gente que era la pista

-pues para ser tan hetero como dices, sabes demasiado de lesbianas jajajajaja -

-mera cultura general-

-un trago a que en tu playlist hay al menos una canción de ellas-

-no acepto; y callate…. tengo los discos completos, pero eso no indica nada-

-lo que tu digas, pecosa-

 

Salieron del lugar y caminaron una cuadra , o más bien Nat se tambaleaba y la chica intentaba sostenerla, hasta encontrarse con el  Aveo  blanco que las llevaría.

 

-¿Ese es tu auto?-

-Si…¿Qué esperabas?-

- No se, un cadillac rojo, o  cualquier clase de deportivos que corran rápido, tal vez un mustang-

-otra vez con los clichés jajajajaja ese es mi auto, y no a todas las lesbianas nos gustan los carros, no todas somos mecánicos con falda. En realidad yo no tengo ni la menor idea de lo que hay abajo del cofre. -

-¿No me abrirás la puerta?-

-am… esta abierta, solo mete tu mano en la ranura y jala.-

-Se como se abre una puerta, solo pense que serias más caballerosa conmigo-

-jajajaja otro cliché, querida- subieron al auto y arrancaron

 

-¿Tu hotel es…?-

-El sun palace adults only-

-Cierto, jaja vienes con tu infiel esposo-

-No es infiel…-

-jajajaja se esta cojiendo a otra en este momento ¿Cómo le llamas a eso? -

-No es infidelidad cuando ambos lo hablamos y estamos de acuerdo-

-¿Entonces no te molesta que se meta con medio Cancún?-

-Se ha metido con medio Londres…-

-¿Inglesa entonces?-

-Irlandesa, en realidad-

-Ni siquiera nos hemos presentado. ¿Cómo te llamas?-

-Natalie, Natalie Adams. Y tu eres… ¿Alex?  ¿Max?  ¿Shane?-

-jajajajaja ¿Esos son los nombres de lesbiana que se te ocurrieron?  jajaja Hagamos algo, olvida todo lo que crees saber sobre las personas con preferencias distintas a las tuyas y abre la mente; porque de no ser yo, y de no ser porque estas estupidamente ebria, me habría ofendido desde hace rato.

-Lo siento, estoy nerviosa. Y creo que lo de estupidamente ebria es muy acertado jajaja-

-¿Y qué es lo que te pone nerviosa?-

-Nunca he estado con una mujer- La chica volteó y pudo ver como la blanca piel de Nat se coloreaba de rojo.

-¿Y quién te dijo que vamos a dormir juntas? te lo dije, solo te estoy llevando a tu hotel; asi que tranquila, nada va a pasar.-

Después de eso se quedaron en silencio varios minutos hasta que se estacionó frente  al hotel.

 

-Llegamos… venga, te ayudo a bajar- salió del auto, lo rodeó y  le abrió la puerta a una aún-muy-ebria Natalie. -apoyate en mi,  yo te ayudo- y asi, tambaleándose, entraron al hotel. -¿Cual es tu habitación?-

-No le daré mi numero de habitacion a una...-

-Y dale con la homofobia… sabes, si en realidad quieres jugar el papel de “soy muy hetero” deberías comenzar a bajarle a tu homofobia; todos saben que los homofóbicos son homosexuales reprimidos-

- Yo no soy ninguna reprimida-

-OK, te dejaré en el lobby. Tal vez confíes más en un botones-

-Señorita Adams ¿Se encuentra bien?- le preguntó preocupado el recepcionista.

-Esta bien, solo que demasiado ebria para funcionar. Vea que la lleven a su habitación, por favor. Y que mañana pongan en su mesa un jugo de tomate y dos aspirinas.-  contestó la chica por ella.

Entre un botones y el recepcionista  tomaron a Natalie por los brazos y rodearon su cintura para que no se cayera.

-Hasta nunca, pecosa- se despidió la chica cuando ellos estaban llamando al ascensor.

-Espera, no se tu nombre-

-Me llamo Ofelia-

-¿Te volveré a ver Ofelia?-

-Como te gustan tanto los clichés, te daré uno. Dejemoslo al destino- le guiñó un ojo y se fue

 

A la mañana siguiente  Natalie despertó con un dolor de cabeza épico y , en general, una cruda monumental.

-Hey, al fin despertaste amor-

-Cállate… no grites- decía con  un tono de voz entre muerta y dormida.

-Escuché que te tuvieron que subir entre dos, y que fue una chica quien te trajo. ¿Me dirás que por fin abriste un poco... la mente?- dijo de manera insinuante.

-No pasó nada entre ella y yo, solo me trajo al hotel porque tu, idiota, me dejaste sola.- le reclamaba mientras se incorporaba y se tomaba las aspirinas y el jugo

-Lo siento, amor. pero no podía desperdiciar la oportunidad con súperRaquel. Debiste verla, esa mujer WOW- le decía como si ella fuera un roomie de la universidad,  mientras hacía señas con sus manos dibujando las curvas de la tal Raquel.

-No, gracias. Recuerda que no comparto tus fantasias.-

-Aburrida- el celular de Gustave sonó -¿Diga?... ¡¿Qué?!....- sin duda eran malas noticias, pues la cara de Gus se puso pálida - ¿Cómo rayos es eso posible? ¡Es una maldita  zona negra!  ahí no hay más que peces chicos y una que otra anguila…. ¡no me importa! ¡quiero que bajen de nuevo y encuentren a lo que sea que hizo eso! …. ¡quiero la zona completamente asegurada para la siguiente inmersión! …. ¡me importa un carajo si se tardan dos meses en asegurarla, no pondré en peligro  a mi equipo!... y quiero despedidos a todos los de la segunda base… si...si. ok, espero noticias… si, mantenme al tanto de todo… hasta luego-  Natalie había escuchado todo, y ahora solo veía como un desesperado y palido Gustave se movía de un lado a otro de la habitación agarrándose el cabello y esperando tranquilizarse un poco.

-Gustave…-dijo con un hilo de voz -¿Qué sucedió?-

-Encontraron el cuerpo de Aldo… mejor dicho, lo que quedó de él. Todo parece indicar que fue un ataque animal; pero debió ser una animal demasiado grande, al menos del tamaño de un humano. Las marcas en los huesos revelan que su mandíbula no es mayor a la de una persona. Ya ordené que bajen y encuentren a lo que sea que lo haya hecho.-

 

Natalie se quedó  paralizada en la cama Había pasado justo lo que ella imaginó. Una criatura si los acechaba; pudo haber sido ella y no Aldo. Gustave lo había dicho, en esa zona y a esa profundidad no era posible que hubiera algo. Mil cosas más pudieron suceder… pero pasó lo que ella imaginó.  ¿Y anoche?  Ofelia le había hablado en el momento en el que ella imaginó que alguien le hablaría. Como si todo lo que pensara, ocurriese...

____________________________________________________________

Nuevo relato, espero que les guste y lo sigan durante todos los capítulos. Prometo publicar minimo una vez al mes, y haré todo lo posible porque sea antes. Por favor, comenten y califiquen; me encanta leer sus comentarios y correos. Dudas, sugerencias, comentarios, chistes, traumas, historias de amor etc etc jaja todo es bien recibido. 

saludos desde Mexico,  y espero que les guste. 

Hel

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