Estaba en la cama con mi mujer, y bueno empezamos a acariciarnos, yo tocaba sus tetas, su nalgas, sus piernas, todo; ella me agarraba las nalgas, las bolas y toqueteaba mi verga. Yo ya estaba más que listo y en cuanto me dispuse a sacarle las bragas y entrar en acción viene ella y me dice:
- "Ahorita no tengo ganas de hacer el amor mi vida, solo quiero que me abraces".
Cuando le respondí QUEEEEEE? ella se limitó a decirme:
- "No sabes conectarte con mis necesidades como mujer".
Bueno, me levanté guardé los aceites, apagué las velas, quité la música romántica, me metí a bañar con agua helada para tratar de calmar a "La bestia", y me acosté a dormir.
Al día siguiente, la invité a pasear por el Centro Comercial, entramos a una tienda y ella se enamoró de un vestido que estaba en la vitrina, así que le dije:
- "Amor, si te gusta agárralo, yo tengo la tarjeta de crédito".
Emocionadísima se midió el vestido, pero luego se dió cuenta de que necesitaba los zaptos para combinar el look, entonces volví a decirle:
-"Mami agarra lo que quieras no te preocupes".
Se volvió como loca y agarró zapatos, carteras, y otras cositas que le gustaron, esa mujer estaba excitada sexualmente con todas esas cosas nuevas. Me dijo con una ternura casi exagerada:
- Vente amorcito, papi bello, vamos a la caja a pagar todo".
Allá nos fuimos, hicimos la cola y cuando faltaba solo una persona para pagar le dije:
- "Ahorita no tengo ganas de comprar todo esto mi vida, solo quiero que me abraces".
Se quedó pálida, con cara de desmayo, le dio un tic nervioso en el ojo, se le subieron los colores a las mejillas, y justo cuando iba a ponerse a llorar le agregué:
- "No sabes conectarte con mis necesidades financieras como hombre".
Moraleja: Nada más rico que hacer el amor con un marido con ganas. Además está comprobado que un hombre bien satisfecho suele tener la billetera más floja jejeje.