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Threesome II

en Trios

Esa noche cuando mi marido llegó del trabajo yo estaba más contenta que de costumbre, lo sentí estacionar el auto y también cuando los niños corrieron a saludarlo mientras el les entregaba golosinas y regalitos que siempre les traía a esa hora. Creo que se dió cuenta enseguida, cuando entró en la cocina y mordí sus labios junto con el beso de recibimiento, no sin antes frotarle disimuladamente mis pechos contra el torso.

 

- Mmmmmmm hola nena, te encuentro de muy buen humor, eh?

- Un poco.

 

Como de costumbre, el se dedicó a ayudarme a poner la mesa y a contarme sobre su día mientras los niños volvieron a la televisión, durante todo ese tiempo yo no dejaba de coquetearle, me colocaba de espaldas frente a el y lo rozaba con mis nalgas e incluso le daba palmaditas en la entrepierna de forma juguetona.

 

- Hey, cuidado nena, mira que vamos a cenar con los niños y no quisiera que me preguntaran qué llevo escondido en el pantalón.

- Jajajajajajajajaja, tienes razón, es que a veces no me aguanto las ganas.

 

El resto de la noche transcurrió normalmente, luego cuando ya los niños estaban acostados bajé a la cocina para preparar un trago, podía escuchar a Diego en la ducha, no tardé mucho en subir y encontrarlo en la habitación. Casi me tumba el trago cuando me tomó por el brazo y me haló hacia adentro del cuarto cerrando la puerta tras de mi, enseguida comenzó a besarme y a tantear por encima de mi ropa.

 

- ¿Ahora si me vas a contar qué te tiene de tan caliente humor cielo?

- Encontré a la chica que buscamos.

- ¿En serio? (mi marido me miraba casi con incredulidad mientras tomaba del trago que había traído)

- Si, siéntate y te cuento. Se llama Tania, tiene 23 años, la conocí a través de la red social, tengo ya algún tiempo hablando con ella.

- ¿Y no es demasiado jovencita? Digo ¿Se sentirá cómoda con nosotros?

- Al principio, tuve la misma duda que tu pero no, es una chica bastante madura cuando la escuchas hablar, además tiene experiencia ha estado en varios tríos; hablamos por la cámara y le gusté mucho.

- Pero eso no significa que le guste yo, total soy mayor que ambas.

- Le mostré tu foto y dice que le gustas, además es muy caliente. Tanto, que al observarme en cámara se sintió muy excitada.

- Wow, todo esto que me cuentas me pone muy caliente a mi también.

- Me gustaría presentártela, primero por cámara y ver que te parece, luego podemos arreglar un encuentro y ver si realmente hay química cuando estemos frente a frente.

- Me encanta la idea linda ¿Y cuándo podría ser?

- Hoy mismo si quieres, ella me dijo que estaría conectada.

 

Al cabo de unos minutos estábamos hablando los tres, básicamente los dejé que hablaran, que se conocieran, al cabo de un rato la conversación era bastante amena.

 

- Estefanie no mintió, en realidad estás muy bien Diego.

- Muchas gracias preciosa, tu tampoco estás nada mal. Entonces ¿qué piensas de la idea de hacer una travesura con nosotros?

 

Diego estaba sentado a mi lado, todavía llevaba puesta la toalla con la que había salido del baño y podía verse lo crecida que estaba su verga mientras conversaba con Tania. Verlo excitado con aquella chica me hacía mojar las bragas.

 

- Mira Tania, mira lo que vas a probar esa noche.

 

Enseguida abrí la toalla de Diego y tomé su verga entre mis dedos, al principio se sintió cortado, como sorprendido, los ojos de Tania se abrieron como platos.

 

- Ufff estás muy bien armado querido, anda amiga acarícialo un poco, quiero ver como crece.

 

Comencé a masturbar a Diego lentamente, la adrenalina de verse morboseado por Tania y por mi hicieron que su verga se endureciera como un palo. Tania comenzó a abrir su blusa, dejando sus pechos a la vista de mi marido que no apartaba la mirada de la cámara mientras mordía sus labios.

 

- Ahhhh mira como me tiene tu verga Diego, no veo la hora de ponerla entre este par de tetas.

- Uff me matan ese par de pezocitos duros nena, si, tócatelos así, que ricoooo.

- Le gustan Estefanie, como le gustan un par de tetas, mmmmmm lo que irás hacer con dos pares jajajajajajajajaj, vamos desnúdate que tengo ganas de disfrutar de las tuyas.

 

Yo estaba excitadísima con todo lo que ocurría, me levanté y comencé a desnudarme poco a poco, Diego nos miraba a Tania acariciándose los pechos, a mi contonéandome mientras me desnudaba, lo hacía sin parar se sobarse la verga. Le pedí a Diego que le levantará, quedando de lado a la cámara, me puse de rodillas y comencé a mamarlo, del otro lado escuchaba la voz de Tania cada vez más caliente.

 

- Ahhh que ricooooo, eso trágatelo todo amiga.

- Vamos Tania, te quiero ver desnuda mami, anda que te estás gozando esta mamada que me están dando, vamos, quiero verte.

- Si me quieres mirar te la tienes que coger para mi.

 

Diego me levantó enseguida, me coloqué de espaldas a él, con las piernas bien abiertas y los codos apoyados en una mesa que teníamos cerca. Tania se habia bajado la falda y el hilo y ahora le decía a mi marido que me metiera el dedo.

 

- Métele el dedo en la cuca Diego, metéselo así como me lo estoy metiendo yo, ahhh ahhh, ese guevo tuyo cada vez está más grande, estoy loca por que me cojas.

 

Yo cerraba los ojos, me sentía tan mojada que los flujos bajaban entre mis piernas en cada movimiento de los dedos de Diego. Al principio solo temblaba y jadeaba, pero luego de un rato ya no podía parar de gemir y casi enseguida Tania comenzó a gemir también.

 

- Ahhhhhh no aguanto más (gritó Diego y me insertó el guevo hasta las bolas embistiéndome con fuerza).

 

Tania estaba acostada sobre su cama, con una mano halaba sus pezones y con la otra se hundía varios dedos entre la cuca meneando sus caderas con más y más ritmo y dejar de gemir.

 

No puedo saber quien de las dos se vino primero, pero se que pude sentir la leche de Diego llenádome las entrañas casi al compás de mi propio orgasmo.

 

- Yo también me muero por cogerte Tania, Estefanie tenía razón eres la indicada.

- Yo también me muero de ganas por cogérmelos a los dos jajajajajajaja.

 

Poco después nos despedimos, quedamos en acordar los detalles para ese encuentro. Diego y yo subimos a la habitación, todavía estaba muy empalmado.

 

- Mmmmmm ha sido tan rico y tan morboso que todavia estoy excitado.

- No me imagino lo rico que será cuando al fin estemos los tres.

 

En cuanto llegamos a la habitación me recosté de lado y Diego se coloco tras de mi, subí mi pierna sobre la suya dejándole abierto el paso a mi cuquita, esta vez el comenzó penetrarme suavemente.

 

- Mmmmmmm ¿Sabes una cosa? Esta no es la primera vez.

- ¿Cómo la primera vez cielo?

- Hace poco días Tania y yo ahhhhh nos masturbamos juntas ahhhhhhh.

- ¿Ah, si? ¿Entonces has andado de puta sin mi permiso? Cuéntame que hiciste putita, vamos.

 

Poco a poco entre jadeos le fui contando lo que pasó, como comenzamos a desnudarnos frente a la cámara, cómo nos calentamos y terminamos tocándonos una frente a la otra, Diego me embestía cada vez con mayor fuerza.

 

- Ahhhh cuidado papi, con calma.

- No, nada de calma hay que castigarte por gozar solita. Vamos sigue contando.

- Tania estaba abierta frente a mi....sus pechos se bambleaban suavemente al ritmo de sus caderas...no dejaba de meterse los dedos....ahhhhhhh yo estaba totalmente excitada.....los dedos se me resbalaban entre la cuquita...

 

Casi no podía hablar, sentía la tensión en todo el cuerpo de Diego deseoso por venirse dentro de mi otra vez. Cuando vi que estaba a punto de hacerlo tomé su mano y comencé a frotarme el clítoris con ella, casi enseguida me corrí de nuevo junto con el.

 

Tuvimos que meternos en la ducha de nuevo, Diego me dijo que no le molestaba lo que había pasado antes, todo lo contrario, saber que no deséabamos lo ponía a millón y era la promesa de que ese día sería genial para ambos. Quedaba entonces acordar un primer encuentro, vernos personalmente y conversar sobre lo que haríamos, ya les contaré como sigue.