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Historias de morbo I

en Fantasías Eróticas

Cuando llegué a la capital para estudiar en la universidad sabìa que muchas cosas iban a cambiar; para comenzar esta sería la primera vez que viviría sola y en una ciudad a la que habìa ido pocas veces, no conocía a nadie y estaba poco familiarizada con el estilo de vida que tiene la gente este lugar mucho más grande y agitado que el pueblo en donde crecí.

Alquilé un departamento pequeñito, comencé a asistir a clases, fui conociendo gente, en fin me iba adaptando a mi nueva realidad. Al poco tiempo hice a amistad con Roxana una de mis compañeras de clase, es una chica alegre, espontánea y extrovertida, prácticamente lo opuesto a mi que me caracterizo por ser bastante tímida. Como ella misma lo dice, tiene "sangre dulce para los hombres", pues los chicos la buscan como abejas a la miel y entiendo por qué, Roxana es muy bonita -peliroja, ojos verdes, alta, buena figura- además tiene esa confianza que le permite moverse con soltura en donde sea.

En una oportunidad, nos quedamos ambas en mi departamento preparando un informe que deberíamos entregar pronto, estuvimos trabajando hasta muy tarde y cuando finalmente terminamos estábamos cansadas y con hambre, así que nos fuimos a la cocina para comer algo y comenzamos a conversar.

- Sabes qué Sofi? tengo ganas de hacer el amor.

- De qué hablas? Le respondí sorprendida.

- Jajajajajajaja no te asustes, no estoy hablando de ti, es solo que tengo tiempo sin hacerlo y comienza a hacerme falta, tu sabes.

- Y cuánto tiempo llevas sin hacerlo?

- Unas dos semanas más o menos, es que con el montón de trabajos que tenemos no me ha quedado tiempo de divertirme.

- Pero, estás saliendo con alguien de la facultad?

- No propiamente, pero hace poco me acosté con Rafael y con Andrés.

- Ja, con el ego que tiene ese par no me imagino el lío que hacen si se enteran.

- Es que ellos lo saben Sofi.

- En serio?

- Claro, estuvimos los tres juntos.

- Queeeeee?

Casi me ahogo con el sorbo de té mientras Roxana soltaba una sonora carcajada y limpiaba con la servilleta las gotas que yo había derramado en medio de la impresión.

- Mira Sofi, te voy a contar algo de mi que no sabes, y espero que nuestra amistad no cambie por eso.

Me quedé observándola, conciente de que estaba por conocer una faceta de Roxana que jamás me había imaginado.

- Desde hace dos años aproximadamente disfruto del sexo grupal y me encanta.

- Pero... cómo...?

- Verás, siempre he sido muy caliente y me excitan muchísmo las nuevas sensaciones, cuando tienes sexo con varias personas lo haces solo por placer y eso es, placer puro, sin complicaciones.

- Varias personas?

- Si, la gente hace todo tipo de cosas Sofi, incluso las que menos pensamos, cada quien tiene su manera de hacerlo, yo voy a un club swinger, te suena?

- Si, la gente que intercambia parejas.

- Exacto, normalmente cuando quiero disfrutar de esto voy a un club de ese tipo, a veces nos ponemos de acuerdo para ir a la casa de alguien, pero solamente voy si conozco bien a la gente que va a ir.

- Y no te da miedo que te reconozcan o enfermarte de algo?

- Que me reconozcan no, en estos lugares hay discreción. Además si alguien conocido te ve tú también lo ves así que a nadie le interesa que se divulgen cosas.

- Y has visto a gente que conoces de otras partes?

- Claro que si, en algunas ocasiones, pero ahí nadie está pendiente de los demás, la gente va a lo que va y punto, se queda ahí. En cuanto a enfermarme tampoco me preocupa, la política de cuidarse en esos grupos es mucho más estricta de lo se imaginan, todo se hace tomando en cuenta la protección.

- Wow la verdad es que me dejas sin palabras, y cómo encontraste a esa gente?

- En mi caso fue a través de unos amigos, una pareja, pero también puedes encontrar grupos así en Internet. La primera vez que fui a un lugar así estuve con tres chicos, conocí a uno de los muchachos en la barra y me invitó a tomar algo. Estuvimos hablando, le comenté que era nueva y él me presentó a dos amigos con los que había ido, la verdad es que hubo química entre los tres.

- Y qué pasó?

- Pues, nos fuimos a un privado. Comenzamos a bailar y nos sacamos toda la ropa. Mmmmm, imaginate bailar con los tres, pegándoles las caderas y rozándome con ellos como lo hacemos en una disco, pero viéndolos erectos. Uff, recuerdo que me puse de rodillas para mamarme al de la verga más grande mientras que con la mano masturbaba a otro que estaba sentado a su lado y el tercer chico se puso detrás de mi y me comió el coño, tuve varios orgasmos bestiales esa vez. Al final de la noche me puse en cuatro bien abierta sobre una mesa y los chicos iban pasando por turnos y me embestían uno tras otro, cuando uno de los chicos se iba a correr se sacaba el condón y se derramaba sobre mi espalda, me corrí como loca y terminé bañada en leche, y con la experiencia de haber probado tres vergas por todas partes.

- Wow, que loco.

- Creeme que es una experiencia muy rica.

Roxana se estiró como un gato, como si el solo recuerdo de sus experiencias la hubiesen relajado y al rato nos fuimos a dormir anuque yo descansé poco. No podía dejar de pensar en lo que acababa de confesarme, incluso mis bragas se habían mojado mientras ella me contaba de su experiencia, me había imaginado a mi misma siendo deseada y usada por aquellos tres chicos y el calor me innundaba la piel.

Sabía que este tipo de cosas existían, pero nunca antes había conversado con alguien que las hubiese hecho, era como si ese comentario de oídas se hubiese vuelto una experiencia real que me intrigaba y me causaba morbo. Y ¿Qué pasa cuando algo te llama la atención y la curiosidad? Pues que sigues investigando, tratando de saber más al respecto, y eso era lo que quería ahora ¿Sería capaz de hacer yo algo así? Sinceramente de momento no me planteaba tal cosa, pero no podía negar que todo esto me resultaba muy provocador.

Tiempo después de aquella noche estaba sola en casa sin mucho que hacer, encendi la PC y comencé a navegar por ahí, vi aquella página de vídeos eróticos que había visitado otras veces y me fijé en un enlace que decía "orgías", nunca antes había entrado ahí, pero luego de la curiosidad que me había despertado Roxana por supuesto que queria hacerlo, así que entré y elegí un vídeo al azar.

Enseguida apareció una mujer que montaba a un chico rebotando sobre su pene y un segundo tipo la penetraba por el ano. Mientras ella gritaba como loca de placer se escuchaba la voz bastante excitada de otra chica que gritaba "si, si, dale duro", los dos chicos tenían unas vergas de impacto y embestían con fuerza a la chica que no paraba de gemir, de pronto la segunda chica -una rubia con unas tetas enormes- apareció y comenzó a lamer la base del pene y las bolas del chico que tenía a la otra mujer encima quien comenzó a gemir también sin dejar de empujarse dentro de la otra muchacha. Entonces el chico que estaba cogiendo por el culo se sacó la verga y se la dió a esta quien comenzó a mamarlo mientras los otros dos muchachos seguian cogiendo frenéticamente. Luego este chico se recostó y la rubia se subió de espaldas sobre el empalandose por completo el miembro en el ano; ahora el otro chico se acercó y la penetró por la cuquita haciendo que la rubia gritara de placer y dolor, este tenía unas nalgas deliciosas y se movía de una forma que hacía que cualquiera se mojara solo de verlo, los gritos de la chica se entrecortaban por las sacudidas de ambos hombres. Luego, este segundo chico se incorporó y enseguida la otra mujer comenzó a mamarlo mientras él golpeaba y amasaba con fuerza los senos de la rubia que seguía recibiendo verga por el culo y así siguieron por largo rato, cambiando posturas, haciendo de todo, corriendose entre gritos.

Cuando terminé de ver aquello estaba realmente en celo, loca de ganas. Pensé en tumbarme en la cama con mi consolador, pero justo en ese momento sonó el timbre y resultó ser Felipe, un chico con quien había estado tonteando en la facultad. En cuanto cruzó la puerta me lancé a besarlo mientras le tomaba firme por las nalgas, él me decía...

- Ey, nena pero no me has dejado llegar, no nos vamos a saludar?

- Jajajajajaja considérate saludado. Yo estaba ya abriendo su cierre y palpando su verga que se había despertado enseguida.

- Si hubiera sabido que me ibas a recibir así habría venido a conocer tu departamento mucho antes.

Le pedí que se sentara en el sofá y me arrodillé en el piso para lamer y mamar desde sus bolas hasta la punta de su guevo totalmente endurecido. Sin dejar de mamarlo, me saqué las bragas y comencé a meterme los dedos, cuando he visto que Felipe estaba ya por correrse me aparté, y salí corriendo hasta la habitación mientras le gritaba.

- Alcancameeeee

- Queeee?

Al principio se quedó como helado sin saber que hacer, luego entró corriendo con su guevo parado y me encontró de rodillas inclinada sobre mis manos con las piernas abiertas y la cuca expuesta, enseguida me penetró con fuerza haciéndome gemir, al principio por dolor y luego de placer, yo me chupaba los dedos saboreando mis propios flujos, imaginando que mientras Felipe me penetraba estaba frente al guevo de otro chico mamándole y con todas estas fantasías en la cabeza me corrí varias veces.

- Mmmmmmm

- Qué pasa?

- No, que todavía me estoy preguntando qué fue eso Sofi -Me decía divertido-.

- Pues nada, que te he dado la bienvenida a mi depa.

Como dije antes, no se si me atrevería a estar con varias personas a la vez, pero como fantasía me resultaba muy excitante y me había abierto una nueva puerta para explorar mis deseos.