miprimita.com

El pecado de lesbos: Final.

en Lésbicos

- Hola hermosa.

- Liliam? no lo puedo creer! hace tanto tiempo que no nos vemos, pasa.

En mi vida, como en la de cualquier otra persona han existido seres especiales, esos que se cruzan en tu camino y marcan un punto de referencia, esos que siempre recuerdas, y Liliam Suárez era una de esas personas.

Nos conocimos cuando tenía yo 16 años y ella 21, era hija de uno de los colegas de mi papá y también era lesbiana. Hicimos buena amistad desde el principio. En aquel entonces si bien yo sabía que me gustaban las chicas, jamás había tenido una relación con nadie y mucho menos sexo. A esa edad las chicas suelen ser bastante crueles para criticar, sentía temor de ser rechazada si me acercaba a una de ellas, de que me excluyeran las demás, de ser víctima de los cotilleos, en fin no resultaba sencillo.

Pero con Liliam las cosas fueron distintas, siempre fue amigable conmigo, incluso me mandaba regalitos a través de nuestros padres o me llamaba por teléfono, yo que en aquel entonces no sabía sobre su orientación me sentía muy a gusto con su amistad. Debo decirles que no la veía como una posible pareja, para comenzar era mayor que yo, por lo que a mi parecer era obvio que buscaría gente de su edad, además si bien era bonita no sentía una atracción en especial por ella.

En una oportunidad estábamos en su casa escuchando música, cuando me dijo que era lesbiana, tuve el chance de contarle lo que me pasaba y de hacerle muchas preguntas, esa era la primera vez que hablaba en confianza con una chica que tuviera mi misma orientación. Liliam me mostró un blog personal que tenía en internet en donde subía fotografías suyas y ligaba con otras chicas, debo confesarles que verla en aquellas fotografías con esos hilos diminutos, sus pechos al aire y aquellas poses tan provocativas me pusieron a sudar frío, ella notó lo mucho que me habían "inquietado" las fotografías y no dudó decirme que yo le gustaba y que le excitaba mucho estar ahí conmigo.

- Estás excitada Arianna?

Quise mentirle a decir verdad, más por verguenza que por otra cosa, pero sabía que era bastante obvio lo mucho que me había gustado verla, asi que le respondí que si.

- Alguna vez has tenido sexo?

- No

- Oye no te pongas nerviosa, todos en la vida tenemos una primera vez.

Seguimos conversando sobre el tema, me sentí tan en confianza con ella que le pude contar sobre mis fantasías, sobre la forma en que me masturbaba, en fin sobre mis experiencias. Liliam me escuchaba con atención mientras me tomaba de la mano, debo admitir que si verla en aquel blog fue realmente excitante, hablar con ella de estas cosas no hizo sino calentarme más todavía.

- Uff esta conversación contigo me tiene muy excitada Ari.

En ese momento Liliam se puso de pie frente a mi y comenzó a desnudarse hasta quedar con un pequeño hilo rojo de encajes, yo la miraba con la respiración a millón entre el morbo y los nervios sin atreverme a hacer nada. Luego se puso de rodillas y comenzó a desnudarme lentamente, luego se dedicó a acariciar todo mi cuerpo desde los pies hasta la cabeza, haciendome temblar como nunca, entonces me pidó que me tendiera boca abajo sobre su cama con una almohada bajo mi vientre y una pierna flexionada -ella me iba indicando como debía colocarme- poco a poco fue succionando mis nalgas, bajando a través de la abertura entre ellas hasta llegar a mi cuquita que brillaba de humedad, se fue abriendo paso entre sus pliegues con su lengua, moviendose con habilidad, mamando mis labios, masajeándome en cada punto de placer, mientras yo hundía la cabeza entre las almohadas para ahogar los gemidos que en ese punto eran realmente gritos producto sacudida que estaba sintiendo.

Todavía temblando y excitadísima me incorporé para besarla, era tan extraño y tan morboso sentir el sabor de mis flujos aún en su boca; me animé a tocarla, a recorrer sus senos, sus nalgas a acariciar el exterior de su vulva, verla tan excitada me estaba volviendo loca. Liliam abrió las piernas y arqueó su rodilla para darme acceso total a su sexo y llevó mi pierna para colocarla sobre la suya, de esta forma ambas estábamos abiertas una frente a la otra. Comenzamos a explorarnos, a meternos los dedos, acariciándo nuestros clítoris, masturbándonos una a la otra sin parar de besarnos, me encantaba sentir sus pechos frotándose contra los míos, nuevamente Liliam me regaló un orgasmo delicioso a la vez que ella misma se corría en mi mano mojándola completamente. El flujo de mi cuquita se salía de los labios todavía cuando finalmente terminamos, había tenido mi primera vez.

Con el tiempo Liliam se fue a estudiar al extranjero, no tuvimos una relación como tal -jamás la vi como mi novia- pero si tuvimos sexo en varias ocasiones, lo que para mi fue un inicio maravilloso. Desde entonces habíamos pasado mucho tiempo sin vernos y apenas nos leíamos una que otra vez en internet.

- Wow Liliam, ha pasado mucho tiempo, hace cuánto no venías a la ciudad?

- Uff la verdad si tenía tiempo, pero cuéntame cómo has estado?

Comenzamos a conversar de todo un poco, de nuestros padres, de las cosas que estábamos haciendo ahora, en realidad hacía mucho que nos nos veíamos. Me contó que se había graduado en artes plásticas y museología, que estaba trabajando como asistente del curador en una importante galería en España y que hacía poco había comprado su primer departamento.

- Es pequeñito, pero para comenzar es algó, está muy bien ubicado además, espera y te lo muestro.

Sacó su celular y comenzó a mostrarme las fotografías, en una de ellas estaba tomada de la mano con un hombre rubio muy bien parecido.

- Este de aquí es Ernesto, mi prometido.

- Tu prometido???

- Si, nos vamos a casar en abril del año que viene, mira este que cargo es el anillo de compromiso, no es precioso?

- Lo es...pero no comprendo Liliam, tu eras...

- Arianna, yo tenía apenas 21 años, no sabía que era lo que quería, experimenté muchas cosas como es normal, pero en realidad no tenía madurez suficiente como para hablar de una orientación, de estar definida.

Comencé a contarle entonces todo lo que me había estado sucediendo en los últimos meses y toda la confusión que esto me representaba.

- Arianna, lo único que puedo aconsejarte como amiga es que no precipites las cosas.

- Pero es que yo no estoy pretendiendo nada con Javier.

- No me refiero a las cosas con él, sino a lo que pienses tú. Mira, para algunas personas es sencillo elegir una orientación, decidirse por algo, podría decirse que es automático y hasta que lo dan por sentado, pero no es igual para todos, a veces pasamos por etapas y experimentamos cosas antes de decidirnos por algo. A eso me refiero con que no te precipites, es cierto que hasta ahora tus gustos han sido hacia las mujeres, pero ahora se te está presentando esta otra oportunidad, no dejes que los prejucios te impidan vivir esto que te está ocurriendo.

- Pero dime algo, no fue complicado para ti salir de las chicas y comenzar ahora con Ernesto?

- Como yo veo las cosas Arianna, no se trata de salir de un lado para entrar en otro, simplemente vas conociendo personas y también te vas conociendo a ti misma, descubres qué es lo que esperas de una relación, qué es lo que tienes para ofrecer, cuáles son tus expectativas, hasta que llegas a un punto en donde puedes decir que estás en una relación en donde sigues siendo tu misma, el otro también y ambos se sienten a gusto; así que en todo caso se trata de personas que llegan a nuestras vidas y nos dejan un aprendizaje, independientemente de si son hombres o mujeres.

Esa noche cuando Liliam se fue me quedé pensando ¿Y si dejara de pensar en una orientación sexual y simplemente viviera esta experiencia? ¿Por qué tengo que amoldarme a un parámetro definido? Hay todo tipo de relaciones en el mundo, los que se casan y se mantienen juntos por cuidar las apariencias, mientras por debajo de la mesa pasan todo tipo de cosas, personas que se mantienen juntas por años sin firmar un papel porque dicen no necesitarlo, gente que se enfrenta a los prejuicios de los demás por ser del mismo sexo, por tener distinta clase social y hasta por razas distintas; cada quien al final termina acomodándose según sus propias circunstancias y necesidades, y la fulana "pareja ideal" termina siendo un concepto tan diverso como inverosímil.

Unos días después invité a Javier a cenar, una cena con derecho a desayuno, lo esperé con una sonrisa de oreja a oreja, con el vestidito más cortito y transparente que puedan imaginar, la cara de Javi era un poema cuando entró y me miró vestida así. Le dije, "no digas nada, déjame saciar el antojo que tengo de disfrutarte".

Lo llevé a mi habitación y le saqué toda la ropa, lo metí en mi cama, acaricié cada rincón de su cuerpo, disfruté muchísimo de ver su tremenda erección mientras me dejaba explorarlo a placer, comencé a recorrerlo con mis dedos, a acariciar sus detalles y las venas que se le marcaban, como una chiquilla que revisa un juguete nuevo, él se mantenía con los ojos cerrados, mordiendo sus labios y suspirando cada vez con más agitación.

No fue algo que pensé en hacer, simplemente me dejé llevar por el deseo, así que poco después de tocarle como quise, bajé mi cabeza y comencé a lamerlo, a chuparlo con un placer infinito y sin parar.

- Mmmmm peque ya no aguanto más, tengo que correrme.

Solo le hice un guiño y disfruté de seguir mamándolo hasta que el sabor de su semen impregnó mis labios y él emitía un gruñido largo de satisfacción. Javier se incorporó como loco y me atrajo hacia él, estaba más excitado que nunca, ya no era aquel chico dulce y sexy que me había hecho el amor antes, sino más bien un hombre morboso y lleno de ganas. No paraba de chuparme, morderme y tocarme por todas partes, así que le di acceso a todo lo que quiso, fue delicioso sentir sus manos grandes masajeandome el ano y penetrando mi cuquita, ambas cosas a la vez, logrando que me estremeciera en el orgasmo. Luego me tumbé de espaldas sobre la cama y puse mis pies sobre sus hombros dejándole penetrarme con aquella fuerza que me mecía en cada nuevo empuje haciendo que me corriera de nuevo, hasta que finalmente caimos rendidos y me quedé dormida sobre su pecho ya bien entrada la madrugada.

Le dije a Javier que no quería seguir debatiéndome como lesbiana o cualquier otra cosa. "De momento no se trata de que me gusten las mujeres o los hombres, me gustas tú y quiero ver qué más puede pasar".

Al principio lo mantuvimos solo entre nosotros, pero una tarde nos reunimos con el grupo para comer algo como hacíamos siempre y cuando llegó Javier fue directamente hasta donde estaba yo y me saludó con un beso en la boca con toda naturalidad, luego se sentó a mi lado, me tomó de la mano y continuó conversando como si nada, pude ver la cara de "aquí que pasó?" que pusieron los muchachos, pero al final nadie hizo comentarios.

Cuando fuimos al baño Sofía me abrazó muy contenta.

- Te dije que las cosas se iban a arreglar, recuerdas?

- Y tu...sabías algo?

- No se los demás Ari, pero Esteban y yo los vimos muy raros en esos días, sabíamos que estaban pasando por un momento complicado, pero sinceramente me alegra que las cosas estén mejorando, se les nota en la cara que están tranquilos y felices.

Ese ha sido el único comentario hecho hasta ahora, los muchachos con el tiempo se acostumbraron a que ahora "somos" Javier y yo. Si se lo están preguntando, no hemos querido darle un nombre a lo que nos pasa, no nos llamamos novios, ni amantes, ni los demás calificativos que se usan para estos casos, simplemente estamos, ni él sale con nadie más ni yo tampoco. Sería falsa si les digo que ahora veo a las mujeres con otra mentalidad -estoy muy a gusto con Javier pero no me cambiaron el cerebro- pero de momento no tengo interés en ocuparme de nadie más.

Esta samana vamos a viajar a los Ándes, mis padres saben que voy a llegar con un amigo que quiero presentarles, Isabel se muere por conocerlo; no estamos tratando de formalizar algo, sencillamente él forma parte de mi vida ahora (una muy importante) y por lo tanto no puede estar ajeno al resto de mis afectos.

- Te pone nervioso lo del viaje? (Le dije mientras me estiraba en la cama como un gato).

- Mmmm, mi desempeño te indicó que estoy nervioso?

- Jajajajajajaja para nada, tu desempeño estuvo tan rico como de costumbre...pero vas a conocer a mis papás.

- Y qué es lo peor que puede pasar? Que se den cuenta de que te amo? Eso lo van a notar en los primeros 5 minutos, pero algo me tranquiliza al respecto.

- Ah si? y que será?

- Que también van a notar que no estoy enamorado solo...

Qué otra cosa más puedo decirles? a veces las barreras que se nos atraviesan no vienen puestas por la sociedad, sino que nosotros mismos nos encargamos de bloquearnos las salidas, pero a partir de ahora voto ser honesta conmigo misma, por cometer mis propios errores, pero sobre todo por trazar mis caminos a mi manera.

 

Fin.

P.D.: No fue sencillo elegir en qué categoría colocar este capítulo, en realidad da para más de una, igualmente espero que les haya gustado este trabajo y que me sigan apoyando.