miprimita.com

El placer de viajar (12)

en Hetero: Infidelidad

EL PLACER DE VIAJAR - 12

SALVADOR - 1

Casi el último sitio que pudimos visitar de este maravilloso país fue San Carlos de Bariloche, en donde estuvimos también varios días por motivo de trabajo.

Fuimos en un avión de hélice, parecía militar, aunque era una compañía civil y tardamos una enormidad en llegar porque hicimos varias escalas, pero nos dio oportunidad de ver desde el aire la Patagonia con sus interminables llanuras, la zona petrolífera y minera y por fin los Andes a un paso de nuestro destino.

Nos recogió en el aeropuerto un señor mayor, que nos llevó en un vehículo hasta el hotel, cerca del centro de la ciudad, con todas las comodidades y desde el que se divisaba un lago de un color azul tan intenso como yo no había visto nunca ni creí que pudiera existir, con la superficie lisa como un espejo.

Las chicas estaban encantadas, en el hotel había mucha gente, turistas sobre todo y decían que era el mejor sitio y la mejor época para ligar. Yo no compartía esas ideas. Dar media vuelta al mundo para eso era una pérdida de tiempo. Había miles de sitios para visitar y tan poco tiempo…

Cenamos todos juntos esa noche y el marido de Lydia nos presentó al chofer. Era un técnico de la compañía, ya jubilado y a veces hacia algunos trabajos logísticos, por breves periodos de tiempo. Vivía en Chile y vino expresamente para acompañarnos y hacerse cargo de los informes que enviasen cada día, así como atender las necesidades de los ingenieros.

Estábamos juntos en la mesa y cuando acabaron los temas laborales se le veía tan callado que consideré que debía hablar con él, ya que aunque me miraba de vez en cuando, parecía indeciso en empezar la conversación.

- ¿y como es que vive en Chile? ¿no le gusta vivir aquí, en este sitio maravilloso?

- es muy sencillo: soy chileno aunque he trabajado algunas temporadas acá, a este lado. Tenga en cuenta que Chile está a un paso.

- nosotras estuvimos hace unos días en Santiago, pero fue muy breve, apenas nos dio tiempo a visitar la capital y Valparaíso.

- vaya, que coincidencia. Yo nací en Santiago, pero mi madre es de Valparaíso y mi padre de Viña del Mar ¿no visitaron mas?

- pues comimos en Viña del Mar precisamente, pero solo estuvimos dos días. Donde nos llevaron…

- tiene que conocer la isla de Chiloe, un poco al sur de de donde estamos, muy próxima al continente. Yo tengo allá una casita y es donde vivimos mi mujer y yo todo el año.

En ese momento nos levantamos para tomar el café en el bar, ya era un poco tarde y nosotras nos retiramos a nuestras habitaciones. Me despedí de mi contertulio y caí en un detalle tonto:

- perdone, seguro que me han dicho su nombre, pero no me acuerdo.

- Salvador, me llamo Salvador y estoy encantado de conocerla.

- lo mismo digo. Buenas noches Salvador

Lo dijo en un tono algo así como, Bond, me llamo Bond. Tenían trabajo al día siguiente y mi marido volvió pronto. Hablamos antes de dormirnos y yo le comenté que mi idea de Bariloche era otra que la de estar todo el día tumbada en la piscina del Hotel.

- no hay problema, háblalo con Salvador. Él conoce todo por aquí y os puede recomendar alguna excursión y visitas por los alrededores. Hay sitios preciosos.

- es que no se si las chicas querrán venir.

- da igual. Primero lo hablas con ellas y con lo que decidáis no tenéis mas que consultarle.

Como siempre que él madrugaba nos dormíamos enseguida y como también era habitual ni me enteré cuando se fue. Bajé a desayunar y no vi a ninguna de las dos así que pensé que irían a la piscina y me dirigí allí con una revista a esperarlas. El que apareció poco después fue el técnico chileno.

- buenos días, veo que le gusta madrugar.

- hola Salvador, buenos días. Es que me da pena quedarme en la cama en una mañana tan esplendida.

Estuvimos casi una hora hablando hasta que aparecieron las chicas. Me contó maravillas de su país, le dije que me gustaría conocerlo mas, pero que ahora lo que quería ver era la zona de Bariloche, los glaciares, los bosques, esos sitios tan preciosos que estaban allí, a mano. Le pregunté por alguna agencia para contratar excursiones y me prometió que me buscaría folletos y precios.

No apartaba su vista de mí, muy educadamente, pero observé que miraba más a mis piernas que a mi cara. Mi marido dice que no tengo malicia, que no soy consciente de ello, porque efectivamente, lo que miraba eran mis piernas desnudas y mis bragas totalmente expuestas ante él. Cerré las piernas despacio, para que no le fuera tan violento y me coloqué la falda, pero a su edad debía saber de todo y no se le escapó el detalle.

- perdone, a lo mejor la he molestado con mis miradas, pero la encontré tan natural y encantadora que se me fue la vista.

- no, no se preocupe, es que no me doy cuenta, soy demasiado despreocupada y no caigo en que hay gente que le molesta.

- ¿molestar? De ninguna manera, además no hace falta que enseñe nada para que las miradas de los hombres se dirijan hacia usted.

- es muy amable, pero me da apuro cuando me doy cuenta. Pueden creer cualquier cosa de mí.

- ¿y a usted que le importa lo que piense nadie? Siga siendo natural y disculpe a este pobre viejo por recrearse un poco la vista.

Procuré no ser demasiado natural; cuando le veía mirando en lo hondo de mi falda abierta me tapaba, pero acabé como siempre, olvidándome de sus miradas, de las miradas de los demás hombres que pasaban por allí y me concentré en la agradable conversación.

 

Cuando llegaron las chicas, todos sus planes eran visitar el lago, juergas nocturnas cuando no estuviesen los maridos y levantarse a mediodía o media tarde.

Así lo hicimos el primer día. Esa tarde Salvador nos dejó el coche y nos fuimos a ver el lago por un montón de sitios conducidas por Lydia. Ella ya lo conocía, había estado muchas veces y Maite era mas de ciudad.

Regresamos pronto, avisamos a Salvador que ya estábamos de vuelta y me vi sola para cenar en el inmenso restaurante. Le llamaría mas tarde para ver si me había conseguido algo, quería empezar al día siguiente.

Estaba dudando ante la mesa del buffet, desorientada con un plato en la mano y su voz me sobresaltó por detrás, recomendándome dos o tres cosas. No me había conseguido ningún papel de información, pero venía con otra propuesta.

- Verá. Le he preguntado al marido de la señora Lydia si me necesitaban durante el día, porque podía yo acompañarlas en nuestro coche. no encontraran a nadie que conozca mejor estos lugares y solo me ha exigido que esté localizado y que a las diez de la noche esté al teléfono para recibir la información o transmitirles los mensaje o las ordenes , si las hubiera, así que estoy a su disposición.

- bueno, hay un problema. Las chicas no quieren venir. Dicen que no van a madrugar para ver montes y árboles. Estoy yo sola.

- pues mucho mejor, mas comodidad y menos estorbos.

- Ya… pero ¿Cómo voy a ir yo sola por ahí con un hombre todo el día.

Se rió todo lo que quiso y más. Tuvo que beber del excelente vino chileno que había pedido para la cena porque si no le da una congestión allí mismo.

- bien, bien. Analicemos el problema ¿Cuántos años tiene?

- treinta y pocos.

- pues yo tengo sesenta y algunos, podría ser su padre ¿cree que está en peligro conmigo?

- no, disculpe, es una observación tonta. Lo siento.

- mire niña, le prometo portarme bien y no violarla. ¿de acuerdo?

Ahora me reí yo y tuve que beber también un poco de vino.

- de acuerdo ¿Dónde vamos mañana?

Cuando me dijo la hora de partida para ver el parque, las montañas próximas de los Andes y un glaciar al otro lado del lago, acabé de cenar a toda velocidad y me fui a dormir enseguida. Dio igual. A las seis de la mañana, unos golpes en la puerta resonaron en toda la habitación. Tardé dos o tres minutos en saber donde estaba y en darme cuenta de la hora. Encendí la luz, cogí mi camisa, me tapé como pude y salí a abrir.

- venga niña, que se nos hace tarde.

- lo siento, me he dormido, me visto y nos vamos.

- no tenga prisa, da igual media hora mas o menos.

- espere desayunando, enseguida bajo.

- es muy temprano, la cafetería está aun cerrada, desayunaremos de camino.

- pues siéntese y espere un momento, me arreglo a todo correr.

Se sentó en una silla mirando todo el ajetreo y precipitación. Me lavé rápidamente, a la noche me ducharía, me peiné un poco y salí con la toalla enrollada, hurgando en mi ropa.

- ¿Qué me pongo? ¿Cómo hará de calor hoy?

- póngase algo cómodo. Un pantalón corto o ligero, camisa de algodón y una chaqueta hasta que caliente el sol, ah… y calzado cómodo.

Busqué mi ropa interior, con la toalla ya por el suelo, crucé la habitación dos o tres veces en bragas hasta qué encontré un short amplio y que me pareció un poco corto sin encontrar nada mejor y la camisa de algodón, sin mangas. Recogí la chaqueta de explorador y la cámara y me planté delante de él. Quince minutos tardé solamente.

- sabes niña, ya no estoy muy seguro de que estés fuera de peligro conmigo.

Me reí con su salida. Supongo que después de verme desnuda, pasear delante de él como loca en bragas y vestirme ante sus narices le debió de resultar agradable y además me gustó su sentido del humor.

Mas de Pepijo

Como pasé del sexo virtual al real - 2

Como pasé del sexo virtual al real - 1

Mi camion o mi novia?

Complicidad familiar para follar 2

Complicidad familiar para follar 1

La culpa fue de ella - 6

La culpa fue de ella - 5

La culpa fue de ella - 4

La culpa fue de ella - 3

La culpa fue de ella - 2

La culpa fue de ella - 1

Mi hermano me desea – 04

Mi hermano me desea – 03

Mi hermano me desea – 02

Mi hermano me desea – 01

Manuela y su complaciente marido (y 4)

Manuela y su complaciente marido (3)

Manuela y su complaciente marido (2)

Manuela y su complaciente marido (1)

La vecina del sexto

Un marido muy generoso

Vacaciones calientes

Alojamiento feliz

El sexo, una aventura cotidiana

El sexo en las vacaciones

Mis queridos primos

La máscara del machismo

Exhibicionista por obligacion

Décima Cita

Novena Cita

Octava Cita

Séptima cita

Sexta cita

Quinta cita

Cuarta cita

Tercera cita

Segunda Cita

La cita

Mi camión o mi novia?

Como pasé del sexo virtual al real (y 18)

Como pasé del sexo virtual al real (17)

Como pasé del sexo virtual al real (16)

Como pasé del sexo virtual al real (15)

Como pasé del sexo virtual al real (14)

Como pasé del sexo virtual al real (13)

Como pasé del sexo virtual al real (12)

Como pasé del sexo virtual al real (11)

Como pasé del sexo virtual al real (10)

Como pasé del sexo virtual al real (9)

Como pasé del sexo virtual al real (8)

Como pasé del sexo virtual al real (7)

Como pasé del sexo virtual al real (6)

Como pasé del sexo virtual al real (5)

Como pasé del sexo virtual al real (4)

Como pasé del sexo virtual al real (3)

Como pasé del sexo virtual al real (2)

Como pasé del sexo virtual al real (1)

La culpa fue de ella (y 6)

La culpa fue de ella (5)

La culpa fue de ella (4)

La culpa fue de ella (3)

La culpa fue de ella (2)

La culpa fue de ella (1)

El placer de viajar (18)

El placer de viajar (17)

El placer de viajar (16)

El placer de viajar (15)

El placer de viajar (14)

El placer de viajar (13)

El placer de viajar (11)

El placer de viajar (10)

El placer de viajar (9)

El placer de viajar (7)

Mi hermano me desea (y 4)

El placer de viajar (5)

Mi hermano me desea (3)

El placer de viajar (4)

Mi hermano me desea (2)

Mi hermano me desea (1)

El placer de viajar (3)

El placer de viajar (2)

El placer de viajar (1)

Loco verano de sexo (15 - Final)

Loco verano de sexo (14)

Complicidad familiar para follar (2)

Loco verano de sexo (13)

Loco verano de sexo (12)

Loco verano de sexo (11)

Loco verano de sexo (10)

Loco verano de sexo (9)

Loco verano de sexo (8)

Loco verano de sexo (6)

Loco verano de sexo (7)

Loco verano de sexo (5)

Loco verano de sexo (4)

Loco verano de sexo (3)

Loco verano de sexo (2)

Loco verano de sexo (1)

¿Queremos calidad o basura?

Aventura de verano (16)

Aventura de verano (15)

Aventura de verano (14)

Aventura de verano (13)

Aventura de verano (12)

Aventura de verano (11)

Aventura de verano (10)

Aventura de verano (9)

Aventura de verano (8)

Aventura de verano (7)

Aventura de verano (5) (Italia 2)

Aventura de verano (5)

Aventura de verano (4)

Aventura de verano (3)

Aventura de verano (2)

Aventura de verano (1)