Hola de nuevo, sigo contándoos como mi jefe me convirtió en su zorrita. Cada día me gustaba más serlo, ese hombre me proporcionaba más placer del que nunca soñé siquiera.

A veces me deja sin habla, es como si dentro de él hubiera dos personas, totalmente diferentes, cuando estamos solos, soy su puta aunque no me folle y cuando salimos fuera me trata como a una princesa.

Siempre hay regalos para mí sobre el escritorio. Ropa, zapatos, ropa interior, cheques de tiendas y a veces para que me sienta más puta, cuando acaba de follarme, me tira un par de billetes y me dice “cómprate algo bonito” eso me excita muchísimo.

Hemos reajustado la rutina, por la mañana pasamos varias horas en la oficina y luego me marcho, si no como con mi madre, el me lleva a comer y por la tarde voy un par de horas a su casa.

Como siempre llego a mi hora puntual, como siempre voy vestida ligeramente, pero con decoro, a él le encanta que parezca que no he roto un plato por fuera y una puta bajo la ropa y a mí me encanta complacerlo.

Cuando entro al despacho, tras saludar a las chicas de abajo, me encuentro al gerente, que sonríe al verme entrar, seguro que recordando alguna de las últimas folladas que me ha dado.

Mi jefe me ha entregado varias veces a él y yo como buena zorrita que soy me he dejado follar en silencio como él quiere, aunque me corra no lo demuestro él no quiere que se me note. Solo puedo gritar y jadear o gemir con él.

El gerente se va y me quedo a solas con mi jefe.

-estas realmente preciosa zorrita mía

Hoy llevo un vestido largo de verano, hasta los tobillos, escotado y con parte de la espalda al aire, es de tela muy fina y el estampado de minúsculas flores lo hace muy veraniego, llevo el pelo suelto y sandalias planas. Debajo del vestido nada. Me excita que la fina tela roce continuamente mi sexo, mi culito y mis pechos. Que por cierto estas duros.

Le doy las gracias por el cumplido, cuando noto que se arrodilla ante mí, se mete bajo la tela del vestido y me hace abrir los muslos, allí de pie en medio del despacho lame mi coñito y lo mordisquea, yo abro mis piernas y el profundiza más con su lengua dentro de mi vulva hasta que me corro en su boca. Como siempre no para de lamer tras mis orgasmos hasta que lame todos mis jugos. Me coloca el vestido de nuevo y dice:

-tu coño está buenísimo siempre zorrita, vamos a trabajar un ratito, luego a lo mejor te follo.

Su indiferencia ante el hecho de follarme me encachondece mas y él lo sabe, le encanta jugar conmigo. Le gusta saber que siempre deseo que me folle. Ese día no lo hace y al salir del trabajo mi novio me lleva en coche a las afueras, me sube el vestido y me folla, pero no es su polla la que deseo, ni sus caricias, ni nada.

A pesar de mi calentura no consigo correrme con él, que no empuja dentro de mi más de cinco minutos y se corre en su preservativo. Yo finjo disfrutar y cundo me deja en la puerta de casa, sé que no volveremos a vernos, el regresa y yo no deseo que se quede

Por fin estoy libre de dedicarme en cuerpo y alma a mi jefe adorado. Se lo cuento al día siguiente.

-ya estoy completamente libre

-tu noviete se ha ido?

-sí, hoy

-ayer te follo?

-si

Nunca había demostrado celos, pero si curiosidad. Le cuento lo que paso y mientras le relato el polvo con mi novio el acaricia mi coño, lo frota con maestría, como alguien que estudia cada gesto tuyo y comprende que caricias te gustan más. Agarra mi clítoris entre dos de sus dedos y lo fricciona, mientras tres dedos de la otra mano me penetran sin piedad, me corro en dos segundos jadeando como una posesa. El sí que sabe darme placer, adoro am ese hombre.

-vamos a organizar una fiesta aquí, con mis empleados, quiero que te encargues de todo.

Me encanta la organización de la fiesta, todo lo que le comento le parece bien, incluso los precios de todo. Lo encargo lo dispongo y ayudo con el montaje. La noche antes le digo a mi madre que me quedare a dormir en el caserón, la noche antes y el día de la fiesta, para estar al día siguiente y organizar todo el montaje y el desmontaje después. Le parece lógico.

La noche antes en que me quedo por primera vez en su casa, espero follar toda la noche, pero nada, me hace ir desnuda, me toca, me sienta sobre sus rodillas, pero no me permite un solo orgasmo.

Estoy frustradisima, lleva días sin follarme. Aunque él no me folla cada día, se las apaña para que yo si me corra varias veces cada día con lo que sea, o me folla con consoladores, o me entrega al gerente, o me lame y acaricia hasta darme mil orgasmos. Pero esa semana no, estoy que me subo por las paredes, mi enfado va en aumento, hasta que veo la caja con el precioso vestido rojo que me ha comprado, vaporoso, suelto, escotado, precioso.

Me manda a dormir y a media noche viene a mi habitación, me despierta.

-zorrita necesito que me comas la polla, estoy viendo una película y me he puesto cachondo y no quiero meneármela, quiero que me sacies tú. Ven a mi cuarto

Me siento menospreciada, él sabe que estoy cachonda y en vez de follarme ve una peli y luego me pide a mí que se la chupe, es asqueroso, es mezquino y lo más excitante que he vivido.

Chupo su polla como sé que le gusta durante más de media hora, el sigue mirando la película, donde a una chica se la follan un montón de hombres, miro de reojo mientras chupo.

-te gustaría zorrita que te follaran tantos hombres, uno tras otro?

-si

-pues chúpame bien la polla, hazme una buena mamada y te regalare eso.

Me llena la boca de leche y no la saca hasta que mi boca está vacía de semen, lamo hasta dejársela limpia y me dice:

-quédate a dormir si quieres zorrita, pero no puedes correrte hoy.

Si quiero quedarme, esa habitación toda blanca impoluta es preciosa, esa cama enorme es súper cómoda y el aire la mantiene fresca y además dormiré con mi jefe, me encanta la idea. Me tumbo a su lado y al momento me duermo.

Al día siguiente me visto y arreglamos todo, por la noche me ducho y cuando salgo de la ducha me visto y bajo, él está esperándome.

-preciosa niña, estas arrebatadora. No puedo parar de darle gracias a quien te pusiera en mi camino.

La noche va estupendamente bien, son treinta personas. Todos beben y se divierten a lo grande después de la barbacoa, han sacado cosas dulces en una gran mesa y el jardín está lleno de mesas redondas donde se sientan en grupos. Los hombres hablan entre ellos y las mujeres entre ellas, también hay grupos mixtos, todos beben y se divierten.

-hola zorrita, ve y dile a tu madre que te ha llamado una amiga que tienes que irte un rato, pero que luego vuelves.

Voy y se lo digo a mi madre, esta lo comprende y sigue entretenida con las amigas. Regreso al lado de mi jefe.

-ahora sube a mi habitación, ponte lo que encuentres y baja al garaje.

Subo excitadísima y veo sobre la cama un precioso corsé negro y rojo, unas braguitas y unas medias de liga. Me lo pongo todo, me engancho las medias en el liguero del corsé y me pongo los tacones, me pongo la máscara veneciana que cubre mi cara por completo y me miro en el espejo, el efecto es de lo más excitante, cojo la bata de seda roja y bajo al garaje.

En la puerta está el gerente, que me agarra y mete su lengua en mi boca, mi coñito esta mojadisimo, estoy súper cachonda, este me entra en el garaje, sorteamos un par de coches y hay una puerta, una habitación y me hace entrar. Él se va.

La habitación está vacía, solo un somier en el centro de la habitación con sabanas de raso rojas. Me siento en el borde y al momento entra mi jefe.

-zorrita mira como esta mi polla solo con verte

El bulto de su pantalón delata su excitación, se lo toca por encima.

-Zorrita esta noche van a follarte mucho, por eso te he tenido cuatro días sin follar, te quería muy cachonda. -Mientras me habla pasa su mano y nota mi humedad-

Estoy a mil, con esa situación y sin saber que va a pasar.

-no te preocupes yo estaré controlándolo todo, tú no te quites la máscara, va a entrar a follarte todo el que quiera.

Pienso en los trabajadores, todos tienen familia, no hay ni uno solo soltero, todos están además allí con sus mujeres.

Al rato oigo a mi jefe fuera hablando con alguien

-ves lo que te dije de los coches, a mí me da casi tanto placer como un polvo.

-pues sí señor es cierto.

-por cierto el colofón de mi fiesta es eso, si te apetece un polvo allí hay una chica, la he contratado para tener contentos a mis empleados, quien quiera puede entrar.

Veo por una rajilla de la puerta que titubea, se toca el paquete y noto que se doblega al jefe, viene hacia la puerta, mi jefe entra con él.

-solo un requisito, coge un preservativo

El chico se lo pone, se acerca a mí y abriéndome las piernas me la mete, ya está duro, supongo que la excitación de la novedad, bombea en mi coñito con su polla pequeña, entra y sale, entra y sale ante la atenta mirada de mi jefe.

Se corre en diez minutos. Sale de mí y se quita el preservativo lo tira en la papelera y yo me acuerdo de mi novio.

Al momento oigo que la puerta se abre y otro hombre entra, me dijo el gerente…

Luego me entere que el les iba diciendo que el que quisiera follar que discretamente dijera a su pareja que bajaba a ver los coches del jefe.

-si es aquí, sírvete tú mismo, me gusta quedar bien con mis trabajadores, ir con cuidado que no levanteis sospechas

Me mira mientras se saca la polla del pantalón, se coloca el condón y me abre, me la frota y me la hunde fuerte, me agarra de los muslos y bombea dentro, dentro, este no sale solo empuja mi vagina.

-que morbo me da follarte, mientras mi mujer y sus amigas están ahí al lado, toma puta, toma polla

Me excitan sus palabras, su manera de tratarme, me siento una puta y disfruto de ello, antes de que este se corra, ya hay otro sacándose la polla y meneándosela a mi lado, cuando este se corre, rápido sale y el otro entra, mi coño está abierto, mojado y excitadísimo, ahora hay dos más meneándosela mientras el de turno me folla fuerte

Le veo en las sombras, apenas distingo su silueta pero sé que esta, oigo fuera al gerente decir es aquí, por aquí y la puerta se abre de nuevo, no dejo de ver pollas enfundadas en condones y todas ellas me follan sin piedad, entran y salen abriéndome el coño, uno tras otro me follan.

Me corro tantas veces que no soy capaz de llevar la cuenta, hay pollas de todos lo9s grosores y tamaños, ahora me está follando el viejo conserje, tiene la polla gordísima y mi coñito tiene que cederse más.

-que tierna estas nenita, que coño más jovencito para mi vieja polla, que gusto me da follarte, voy a llenar este globito de leche espesa

No se mueve mucho pero su grosor es efectivo y mientras empuja, me mete un dedo en el culo, la impresión me hace gritar y el movimiento de ese dedo más tener el coño llenísimo de polla me lleva de nuevo al orgasmo, de este casi me desmayo.

-no puedo más, me duele el coño

-zorra como no va a dolerte te han follado doce tíos uno tras otro, descansa unos minutos y sube tu vestido está en la puerta.

Descanso unos momentos y me levanto meto el vestido por mi cabeza, apenas puedo andar, me duele el coñito, tengo agujetas. Cuando subo pienso en que menos mal que mi madre vino sola y no me follo su pareja. Por la máscara nadie sabe que me follaba a mí, eso me daba más morbo, ha sido alucinante ser follada y usada así. Antes de salir miro la papelera y la veo llena de condones usados.

Me despido de todos incluida mi madre, se la lleva una amiga, todos saben que me quedo a recoger. Tengo tanto calor que me quito el vestido y me tiro a la piscina, ante la atenta mirada de él, que aún no me ha follado, abro las piernas en el agua, quiero enfriar el calor de mi coñito para él. De repente veo tras el al gerente, él tampoco me ha follado.

-aun te faltan dos, zorrita, me dice mi jefe.

Oigo el agua y sé que el otro se ha metido dentro, al momento esta tras de mí y frota su polla en mi culete, él también está desnudo.

-llevo toda la noche pensando en follarte, hasta mi mujer me ha pedido que me pasaba. Menos mal que se ha ido con ellas y le he dicho que me quedaba un rato a ayudar con lo más gordo. No imagina la sosa de mi mujer, que estoy en el agua con la zorra de mi jefe, frotándole la polla en el culo.

Me excitan sus palabras soeces, mi jefe se sienta en el borde de la piscina también desnudo y yo mamo su polla mientras el gerente folla mi coño dolorido, me empuja contra la pared el cuerpo a cada empujón, es duro y despiadado con mi coñito, pero curiosamente ese leve escozor me pone a cien.

-la estas golpeando contra la pared, ayúdala a salir de la piscina.

Me enloquece oír que se preocupa por mí, salimos del agua y me echan en la tumbona, el otro me abre las piernas y va a chuparme cuando yo lo miro a él con cara de pena y le digo solo con mis labios:

-hazlo tú, mi coñito quiere tu lengua

El me entiende, aparta al gerente y lleva su boca a mi coñito, suavemente lame cada recoveco de mi vulva y mete la lengua dentro como sabe que me gusta, mis jadeos ahora salen sin que pueda detenerlos, es el quien me da el placer y puedo hacerlo, me corro gritando, gimiendo y jadeando por primera vez esa noche. El gerente se la menea en la tumbona de al lado y me subo encima clavándome su polla, quiero que se corra rápido y me deje con él.

Muevo las caderas mientras me sorprendo al notar la lengua de mi jefe en el culito, lame mi rajita y muerde los cachetes de mi culo, me muevo y con un dedo me lo penetra, yo no paro de mover mis caderas, el gerente me coge por la cintura intentando que pare pero no quiero, no puedo, su lengua dentro de mí me vuelve loca, su dedo y me quedo parada, su polla pugna por abrir mi culito virgen, otras veces me ha penetrado con hasta dos dedos, pero no su gran polla, empuja y me duele, empuja más y mis mejillas se llenan de lagrimas

-voy a follártelo, te prometo que dejara de doler zorrita, confías en mí?

-si –le digo sin pensarlo-

Entonces empuja fuerte y me la clava del todo, se queda quieto y el gerente se mueve estimulándome, yo empiezo a menear las caderas

-para o me correré -dice el gerente-

-hazlo ahora –le digo seria-

El me obedece y se corre en el condón empujando dentro de mi vagina, mi jefe se agarra a mis caderas y empieza a follarme, a moverme

-voy a llenarte de leche preciosa, que culo más rico, no sabes cómo me ha puesto ver antes como te follaban todos, me enloqueces

Noto sus chorros llenar mi culito y frotándome con la otra polla recién corrida también me sacude un orgasmo devastador, que me hace perder la consciencia unos minutos, cuando regreso el otro se va, nos quedamos solos.

-Me duele el culo, el coño y mañana no poder ni andar, pero ha sido una noche increíble. Gracias

-a ti por regalarme tu cuerpo de esta manera, por dejarme poseerte por completo, en cuerpo y alma.

Me ayuda a levantarme y me mete de nuevo en el agua fría unos minutos, luego me envuelve en una toalla y regresamos a la casa, me sube a su habitación, me acuesta en su cama y se tumba a mi lado, me abraza y antes de quedarme dormida oigo que me dice

-te quiero Sofía, ven a vivir conmigo y se mi zorrita a tiempo completo

-Simón sí, quiero quedarme a tu lado y ser la mejor de las zorritas para ti, para hacerte feliz.

Ahora es mi jefe quien besa la boca dulcemente de SU ZORRITA