miprimita.com

Spanish slipper - capítulo final

en Amor filial

Genoveva llegó a casa con la carpeta bajo el brazo. Su tía estaba sentada en su sillón, al calor del fuego de la chimenea, con el pelo suelto. Vestia una falda azul, una blusa blanca y calzaba unas zapatillas azules. Genoveva, le dijo:

-¡Qué guapa está, tía!

La tía, seria, le respondió:

-¿Qué te dije que te pasaría si no te comportabas en el colegio?

-¿Zapatillazo que te crió?

Berta se quitó del pie una zapatilla.

-Ven aquí.

Genoveva posó la carpeta en un sillón y fue junto a su tía.

-Échate boca abajo en mi regazo.

Genoveva ya no tenía miedo. Se echó en el regazo de su tía dispuesta a disfrutar. Berta cogió el rubio cabello de su sobrina y lo echó hacia un lado para poder ver su cara mientras la azotaba. La azotó como Sor Piedad. Por encima de la falda. Paf, paf, paf, paf, paf, paf, paf... Le levantó la falda y la azotó por encima de las bragas. Paf, paf, paf, paf, paf, paf, paf... Le quitó las bragas, que le quedaron encima de los calcetines, y le dio. ¡Plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas...! Genoveva abrió las piernas, Berta vio como se le abrieron los labios del chochito y vio la mucosidad que había en él y la humedad de los muslos. Con la cara más colorada que el culo de su sobrina y tan mojada como ella, dejó de azotarla y le dijo, mientras se calzaba la zapatilla:

-Espero que no te tenga que volver a azotar.

Genoveva no iba a dejar que las cosas acabaran así.

-¿Están en casa Dorotea y Celia?

-No, tienen el día libre.

Genoveva se agachó. Le quitó a su tía la zapatilla que se acababa de calzar y la dejó en el piso. Besó sus rodillas. Berta abrió las piernas. Le levantó la falda y fue besando y lamiendo sus muslos. Al legar arriba, le besó su chocho mojado por encima de las bragas, y le dijo:

-Levántate y date la vuelta.

Se acabara el tratamienti de "usted". Berta creía que la iba a azotarar con la zapatilla, pero Genoveva, que de la timidez había pasado al descaro, tenía otras ideas. Berta se dio la vuelta. Genoveva quitó de la carpeta un cutter. Le volvió a dar la vuelta a su tía. Berta, al ver aquella especie de navaja se asustó. Berta cortó los hilos de un botón de la blusa de su tía y la besó en los labios, sin lengua. Repitió el beso con cinco de los botones restates. Con el último le metió la lengua en la boca y su tía se la devoró. Le cortó el sujetador. Las grandes tetas de Berta salieron disparadas como muelles. Le cortó la bragas por los dos lados mientras le lamía y chupaba tetas y pezones. Las bragas cayeron sin ofrecer resistencia. Se agachó y le comió un ratito el coño empapado. Berta, gimiendo como una perra, se quitó de encima la blusa y el sujetador... Genoveva cogió la zapatilla del piso, se sentó en el sillón de su  tía, y le dijo:

-Ven y échate en mi regazo.

Berta se echó en el regazo de su sobrina, diciendo:

-Hemos creado un animal sexual.

Genoveva separó las piernas de su tía, le metió dos dedos en el coño y comenzó a masturbarla y a azotarla. ¡Zas zas zas zas zas zas zas zas zas zas...!

Berta, al ritmo de los zapatillazos, acabó diciendo:

-¡¡Me corro me corro me corro me corro. ¡¡¡Me corro!!!

Berta se corrió empapando la falda de su sobrina, que no era ni la cuarta parte de la mitad de dura de lo que quiso aparentar, ya que al ver temblar a su tía en su regazo y sentiir sus gemidos de placer, sin tocarse, se corrió con ella.

Cuando se recuperaron, le dijo Berta a Genoveva. Voy a cambiarme. Echa mi ropa al fuego de la chimenea.

Poco después estaban tía y sobrina en bata de casa sentadas en dos sillones. Berta había decidido cambiar su vestuario del siglo XIX, donde llevaba años encerrada.

-Te dije que un día hablariamos de tu madre. Hoy es el día.

-No sé yo si después de lo que hemos hecho le gustará mucho a mi madre que le des más cera

-Los muertos no siente ni padecen. No hay cielo ni infierno. Y no le voy a dar cera a tu madre.

-¿Y ese cambio?

-Esta mañana leí la carta que me dejó el día que se marchó.

-¿Y que te decía?

-Que se acostó con nuestro padre con la condición de que no siguiera abusando de mí...

-¡¿El viejo abusaba de ti?!

-Desde los trece años y con el consentimiento de mi madre.

-¡Que cabrones !

-Si que lo fueron.  Encima, mi madre se muere de pena porque el cerdo se va con mi hermana y yo me quedo sola a los 15 años. Tengo que meterme en un convento y paso las de de Cristo en la cruz. Me volví dura como una piedra, y si no llega a ser por una monja que miró por mí..

-¿Spanish slipper?

-Si oíste la leyenda no es como la cuentan.

-¿Y cómo es?

-Fui yo la que seduje la pobre mujer. Ella era una santa. 

-¿Hace mucho tiempo que no ves a Sor Piedad?

-Sí,  pero el jueves viene a darme una visita. Por cierto, ¿Conoces varón?

-No.

El jueves, si quieres, lo puedes conocer.

-¿El cura?

-Parece que estás puesta en mi vida amorosa.

-La ama de llaves, la sirvienta, la monja, el cura y yo.

-Te falta una, pero estás puesta, estás.

Lámaron a la puerta, Berta fue a abrir. Era Lucía, su mensajera, una joven, digamos que era una joven nuy joven. Berta miró para atrás, como su sobrina no la veía, beso a la joven en los labios. La muchacha le dio la nota con la respuesta del cura, y le preguntó:

-¿Cobraré el domingo?

-Sí, en el sitio de siempre.

El jueves a las 5 de la tarde,  fueron a tomar el té a la casa señorial el cura y SPANISH SLIPPER. El té lo tomaron la monja, Berta y Genoveva.  El cura, que era andaluz, se tomó unos cuantos finos, y fino estaba cuando le preguntó a Genoveva:

-¿Cuánto tiempo hace que no te confiesas, hija?

-Nunca me he confesado. No creo en Dios.

-¿Atea?

-Gallega, pero sé si subo o bajo. ¿Subimos?

-¿Adónde?

-A mi habitación.

-Subimos, hija, subimos.

El cura se levantó y siguió a Genoveva a su habitación.

Sor Piedad le preguntó a Berta:

-¿Aún conservas la zapatilla que te regalé?

-La tengo en mi habitación en la caja fuerte. ¿Quieres verla?

-Claro.

Al irse todos, Dorotea mandó a Celia recoger la mesa.

En la habitación de Genoveva el cura ya se había desnudado y estaba tumbado boca arriba en la cama. (estaba cachas el cabronazo) Tenía la polla morcillona... Genoveva tenía sobre la mesita de noche una tarrina de leche condensada y una botella de aceite de oliva, le echó la mano a la tarrina de leche condensada. Agarró la polla del cura con una mano, la pringó con la leche y actó seguido se la chupo hasta dejarla limpita. Al cura se le puso tiesa como una estaca...

En la cocina, Dorotea besaba a Celia en el cuello. Le quitó el delantal y después el vestido. No llevaba sujetador. Le metió dos dedos en el coño. Le chupó y lamió tetas y pezones. Celia comenzó a gemir...

En la habitación de Berta, de pie, junto a la puerta, la monja y ella se comían a besos, la monja le decía:

-Te quiero, te quiero, te quiero...

Genoveva ya estaba desnuda. El cura le comía las pequeñas tetas. La joven lo masturbaba... Se untó el chocho con leche condensada y se lo dio a comer al cura. Al rato, Genoveva le quitó el chocho de la boca y le dió el culo. El cura le folló el ojete con la punta de la lengua. Genoveva le cogió la polla y puso el glande en la entrada del ojete...

Berta y la monja ya estaban desnudas en la cama. Berta le comió el coño. La monja llevava tantos años sin que se lo comieran que, en un par de munutos se corrió en la boca de Berta, diciendo:

-¡¡¡Me corro, amor mío!!!

En la cocina, a Celia se le comenzó a ir la vida.

-¡¡Me voy a correr, Dora, me voy a correr!! ¡¡¡Me corro!!!

Genoveva acarició el ojete con la polla mojada de aguadilla... Le dio las tetas a chupar al cura... El hombre estaba caliente como una brasa. Haría lo que Genoveva le mandase. La joven se sentó en el borde de la cama, y le dijo:

-Échate boca abajo en mi regazo, pecador.

El cura hizo lo que le dijo. Genoveba cogió la botella de aceite y le echó un chorro en cada nalga. Se las masajeó. Después le folló el culo con un dedo. Acto seguido lo azotó con su mano derecha, suave al principio. Pin, plas, pin, plas... y más fuerte cuando comenzó a gemir. ¡¡Pin plas, pin plas, pìn plas...!!

SPANISH SLIPPER en la habitación y Celia en la cocina, tenían a Berta y Dorotea en sus rodillas con el culo al aire. Dos zapatillas andaban a cien. ¡Plas, plas, plas, plas, plas, plas...! Berta estaba con las piernas abiertas y  Sor Piedad le masturbaba el chocho con dos dedos.  Dorotea se masturbaba ella misma... Al correrse  chillaron como dos cerda en el momento de la matanza, sólo que ellas chillaban de placer.

Genoveva untó la polla del cura de aceite. La puso en la entrada del ojete y empujó con el culo hasta meterla toda. Después metió dos dedos en el coño... Se masturbó y se folló el culo... El cura  le llenó el culo de leche, y poco después, soltando un torrente de flujo que empapó su mano, excamó:

-¡¡¡Me vooooooooy aaaaaaaaaaaaaaa moriiiiiiiiiiiiiiiir!!!

FIN.

Mas de QUIQUE

Adela

Bar de carretera

Un incesto muy peculiar

Orgía en el colegio

Jaqui

Virgos fuera.

Los ocho orgasmos de Ariadna

Aprendiendo a follar al marido de su prima

La joven venezolana

El obispo, el monaguillo y la monja albina

La Zurda, una guarra de cuidado

La cabrera y su hermano

Una historia diferente a todo lo que has leído

La bañera

Cuatro días de agosto

Jaqueline cumple una de sus fantasías

Pervirtiendo a Ángela

Mi obra más larga

La mudita

A ti, mujer.

Amor de padre, amor sin límites

Desvirgando a Sarita en el camposanto

Volver

Una virgen con tremendas ganas de ser desvirgada

Una tía necesitada y un sobrino complaciente

Bañada de semen en el cementerio (bien escrito)

De honrada a putón llegó con un calentón

No era un chalet, era una casa de putas

Era, es... y seguirá siendo preciosa

Laurita, el san bernardo y yo

Katiuska

Dos bombones de honduras

Mariel

La recatada, la chismosa y los pajilleros

Maricarmen

La media santa

Muñequita

Viciosas

Dos extraños

Sor anabel, pilar y el cura

Mi hermano, mi amante

Fin de semana en londres

El crucero

Trío inesperado

La francesa

De corrida en corrida a la hija se le iba la vida

¡que bonito es soñar, coño, qué bonito es soñar!

Fina

Llámame j

Monjas calientes 2

Dos curas, un monaguillo y un viejo cura

Monjas calientes

El secuestro de rosa la mimosa

Esther, casada y mal follada

Carolina

El ladrón

Julia

El padre sabía de rectitud, la hija sabía latín

Viendo y hablando se puede acabar follando

Hacer el amor y follar todo es empezar

Sarita

La hija rebelde

Bañada de semen en el cementerio

Dos cuñadas y un destino

Dos vampiras mexicanas

María

Esther y su padre... un incesto inevitable

La trampa

Una noche movidita

Lina maría

Jugando con fuego

Eva - la osa

Un trío de sueño

Pablo y la obsesión por las tetas de su madre

La princesita de los dedos de oro

Una burra y un caballo para tres

Follando a bordo en el yate britania

La encerrona

El relato de los relatos

El fantasma

Riadna

Eusebio, su madre y sus perversiones

Mini orgía en el monte

Una noche inolvidable

Incesto tras incesto

Roxi

La roja, la rojita y la chochona

De orgasmo en orgasmo

La monja

La muerta de la curva

Greta y concha

¡¿no sabes meter con más ímpetu, capullo?!

Historia de un incesto

El encanto de los juegos de rol

Un encuentro en la isla de la toja

La viuda

El primer orgasmo de la tía verónica

Mi cuñada teresa y mi hermana lola

Incestos a pares

Del polvo en el cementerio a los polvos en mi cama

Desvirgando a mi sobrina nina

La morena

Dos historias paralelas

Violeta

Bajo los cerezos

Ocurrió en Venecia

Dulce

Fantasía

Princesa

Ella y él

Chiquita

Diana

La peregrina

Fin de semana en Caracas

Las 24 fantasías eróticas de rosa

Samanta, Hugo y sor piedad

Bella

La tía, el sobrino, la criada y el jardinero

De incesto en incesto

La cabaña

Angelita

Gordi 2

Gordi

Tigresa blanca

De chapero de aldea a gigoló de capital

La noche de las confesiones incestuosas

Yenny , la historia de un incesto

Atilana

El sueño

La cama de helechos y hojas de roble

Chus y cholo

Gigoló y pintor

Roxana

Lorena y gerardo, más que hermana y hermano

Estrella

Úrsula

Desvirgando a la hermana del cura

Chiquita

Marisa

Eva maría y enrique

Leonor

Mamba negra

La orgía

El cura vicioso

Adelita

Mimitos

Claudia. andrea. vicenta y mónica g t.

Tita

Virgen y cuarentona

Bibi

Las testigos de jehová

María

Incestos en la noche

Polvazos incestuosos

Don rubén ríos

Alma - belén el bomboncito y la yogurina

Lobas (el ermitaño 2)

El ermitaño

Juliana

Hace más de cuarenta años... 2

Hace más de cuarenta años...

Casilda

Muñequita 3

Muñequita 2

Muñequita

Aura

Mónica galán

Pajas con una lectora

El sonambulo

Trío interracial

Virginia

Emails reales (con la autorización de rita)

Gigoló por un día

Las 10 primeras veces de sara

Abigaíl

Ana

Bea, nina y su tío

Fresita, la lagarta, la bicha, y yo

Cosas de casa

Luisiña

Lidia, rebeca y una sorpresa

Rebeca y lidia - la gorda y la flaca

Venancia

Estefanía pervierte a su tía

Estefanía

La confesión

Leila

De virgen a putón verbenero

Loba ardiente ii

Loba ardiente

Celia

Eran las nueve de la noche

Tasy y zorra plateada ( anastasya y odette)

Berta, cenicienta de aldea

De sueños y brujas

Esperanza y caridad

Albina

Abi

Juana, la princesita de papá

De las pajas de gloria y otros vicios

Sor... presa

Conchita

El primer orgasmo de rocío

Andrés, roncaba

Aida

Agripina

Gloria

¿quién?

Camila -2-

Camila

El sueño de una tarde de verano -9- teatro -telón

El sueño de una tarde de verano - 8 - teatro

Elizabeth

Isidoro, marta, carol y aurora

El sueño de una tarde de verano - 7 - teatro

Jacinta, la mujer del capador

Las hermanastras - 3 -

El sueño de una tarde de verano - 6 - teatro

Las hermanastras - 2 -

Las hermanastras

Sebas y soraya

Don josé y las sumisas

El sueño de una tarde de verano - 5 - teatro

Jennifer

Casilda

El sueño de una tarde de verano - 4 - teatro

Mejillones para seis

Polvo para estrenar el año

Mejillones par seis

El folla abuelas

Marta y rosalía

¿alguna vez has follado así ?

Una novia para tres hermanos... y una hermana

Las trillizas se desmadran

Las trillizas

Alguien voló sobre el nido de arsenio

Andrés las náyades y la arpía

Chelsea

Asunción

Tres días de diciembre

El primer orgasmo lésbico de julieta

La virginidad de la sobrina de mi mujer

Mi tía virginia -6-

Mi tía virginia -5-

Abril -3-

Abril -2.

Mi tía virginia -4-

Mi tía virginia -3-

Mi tía virginia -2-

Mi tía virginia

Salomé -2-

Salomé

Abril

Josefa

El duque, la duquesa, el mayordomo y eva

Mejillones para cuatro -3-

Mejillones para cuatro -2-

Mejillones para cuatro

Carta de toñito a su padre

Susanita

Inés - 2 -

Inés

Las cuñadas

El vampiro vikingo - 3 -

La beata

Las hermanas

El sueño de una tarde de verano - 2- teatro

El sueño de una tarde de verano - 3 - teatro

La pimera vez de rosaura

Obra de teatro - el sueño de una tarde de verano

La noche de halloween

Kristel

Tasy

La jaca

De orgasmo en orgasmo

Muñeca

La puta de lujo

La rusita

Un viaje alucinante -2-

Un viaje alucinante

La vecina - 3 .

Olaf

Tres noches con luz

Rebeca

Cuatro días de primavera

El vampiro vikingo

Las primas - 2 -

La juez del placer (n.o)

Las primas

El tenorio don quijote de la mancha 1

4 días de invierno

La revancha de estrella (nalgadas orgásmicas 2

Historia de una muerte anunciada

Disfrutando del regalo

Ayla

Carmuchiña

Nalgadas orgásmicas

4 noches de veranio

Perdición

Nora

Obsesión

Spanish slipper - 4 -

Spanish slipper -3-

Spanish slipper -2- (zapatilla española -2-)

Spanish slipper

Las hijas de papá -2-

Confesiones entre una hermana y un hermano

Las hijas de papá

La noche de san juan

El hijo y la hija del conde

El maclaren

Lili -2-

La pulga

Lolita -2-

Julián. marta y sus hijos -2-

La putona de mi tia y la calentorra de mi prima

Julián. marta y sus hijos

El enano

Amalia

El eyaculador precoz

Sonia la sumisa -2-

LUISITA (Micro relato)

Sonia la sumisa

Sexo en acapulco

ZORRA PLATEADAo

El ladrón

Odette

Elvirita

Elvirita

Carolina -2.

Sonia -2-

Sonia

Carmiña

Lucrecia

La adivina -3-

Lolita

La vecina (2)

Lili

La vecina

La adivina -2-

Cristina -4- la verdad sobre cristina

Carolina

La adivina

Cristina -3-

Cristina -2-

Sandra

Cristina -1-

La sobrina de mi mujer

A mi amigo lo sedujo su hija