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Dragones y mazmorras

en Parodias

Grupo de dungeons nº 22

Nombre: Héroes del placer venéreo

Composición:

Onan el bárbaro

Una mole de músculos, con un cuerpo perfecto, salvo por un detalle: bajo su taparrabos de piel de león, esconde una micropolla de apenas 6 centímetros de largo.

Esta tara le ha creado un complejo tal que no es capaz de tener relaciones con mujeres, y por ello se dedica en pleno a la autosatisfacción.

Morgasma la hechicera

Bella, seductora, y definitivamente malvada.

Los hombres sólo la miran para imaginar lo que tiene que ser follársela, y eso la fastidia mortalmente, pero a la vez se convierte en su arma más efectiva, pues es capaz con una sonrisa y una caída de ojos lograr que hasta el más aguerrido caballero se arrastre a sus pies.

Nano el enano

Un macarra, quinqui, borrachín y fulero, el mejor individuo que se puede uno encontrar en un juerga, y el peor después de ella.

Gasta una cacho de polla impresionante, que le impide andar con normalidad. El día menos pensado, según afirma, le reventará el ojete a algún dragón.

Pizpi la elfa

Una rubia mimada y estúpida, que sólo hace bien dos cosas, encontrar puertas secretas por las que su grupo se cuela sin pagar en los lupanares, y menear el culito enfundada en su mallas verdes. Es una pija insoportable, pero como últimamente está bien visto el fetichismo de las orejas puntiagudas, tiene bastante éxito.

Empezáis en la posada del "Alimoche en celo", en la bella y ajetreada ciudad de Sog-doma. Todos os conocéis de antes, se puede decir que sois colegas de pillerías. La posada está a medio llenar, son las doce de la mañana. Tirad un dado a ver quien se ha levantado con resaca y quien tiene ladillas.

-Yo un cinco.-

-Por el culo te la hinco. ¿Vosotros?-

-Un tres.-

-Uyyyy... que cerca estuvo. Ahora tú, Pizpi.-

-¡Vale!...¡Un seis!-

-Bueno, pero le aplicamos el modificador de -5 por ser tonta y nos sale un 1, conque ¡enhorabuena! Te va a estar picando el chete el resto de la mañana. Quítate un punto a todas las habilidades activas.-

-Yo he sacado un 4.-

-Bien, todos os recuperáis de la borrachera y miráis alrededor, intentando percibir algún chisme o el rumor de alguna aventura... Así a bote pronto, hay un viejo mendigo con un mapa que pone "TESORO" y una fulana que está provocando a Onan enseñándole uno de sus jugosos (probablemente por las babas de sus clientes) pechos por debajo del... ¿velo? que le sirve como única vestimenta.-

-¿Se le transparenta el chochillo? ¿Lo tiene negro?-

-Voy a por ella. Me levanto y...-

-¡Alto ahí, grandullón! No puedes hacer eso, recuerda tu trasfondo. La tienes más corta que una mosca de Dimolandia.-

-Joder, que mierda.-

-Se siente. ¿O es que creías que después de darte chopocientos puntos de vida, armas mágicas a saco y resistencia incluso a enfermedades de otras ambientaciones no tendrías algún handicap oculto para compensar? ¡Craso error!-

-Estáaaaaa bien. Le lanzo una bola de fuego a la zorrita esa y vamos a hablar con el viejo mendigo.-

-El tipo dice llamarse Uarrog (no quiero bromas sobre el nombre, es el que salió en el generador de inet), acaba de llegar de las montañas, donde al parecer habita un clan de trasgoblins y porcos. Ocultan un tesoro enorme en una caverna, de la cual tiene él el mapa.-

-Le apuñalo antes de que vaya con el cuento a otro.-

-Éxito automático. Está desprevenido...y yo también. Pero como eres bajito le aciertas en los cojones y se pone a maldeciros en todas las lenguas que sabe y algunas más que inventa. Será mejor que os vayáis.-

-Joder. Es el primer mendigo con mapa que no está moribundo. Y yo que pensaba hacerle un favor... Cojo el mapa y salimos por patas.-

-Dedico un beso a mis fans.-

-Tira... Bien, tres vejetes mueren con sólo imaginar que tus labios sugerentes podrían estar succionando sus experimentadas trancas.-

-Cerdos, se lo tienen bien merecidos. ¡Vámonos! -

...

-Bueno, estáis en camino. Habéis pasado ya dos aldeas que afirman haber sido atacadas por los trasgoblins y porcos.-

-¿Nos hemos tirado a alguna bella aldeana?-

-¿O aldeano?-

-No, haberlo pedido antes.-

-Que máster más cabrón.-

-Se hace de noche...¡ahora! Como ninguno tenéis infravisión menos Pizpi, tendréis que seguirla.-

-Será un placer. Nada como ver ese precioso culete bamboleándose a escasos centímetros, listo para ser percutido en cuanto...-

-¡Imbécil! Es de noche, no vas a ver una mierda.-

-Llegáis al siguiente pueblo, el último antes de las montañas. Se llama "Falaxcia".-

-¿Otro nombre del generador?-

-No, éste es de cosecha.-

-Pues es una mierda. ¿Qué vemos?-

-Falaxcia es un pueblo de unas veinte cabañas apiñadas alrededor del camino. Algunas de las cabañas ¡están ardiendo!-

-Joder, ¿y eso no lo hemos visto según nos acercábamos?-

-Fallo mío. El caso es que al menos cinco de las chozas son pasto de las llamas. Hay gritos y maldiciones por doquier, y se oye el entrechocar del acero. Huele a muerte y destrucción.-

-Cojonudo, desenvaino.-

-Bonito espectáculo. Lanzo mi grito de guerra y preparo el hacha de filetear bugbears.-

-Yo saco el arco...¡y le pongo una flecha!-

-¡Guau, que miedo! ¿Y tú, Morgasma?-

-Me pongo a leer el Cosmopolitan, ¿no te jode? ¡Saco mi libro de hechizos!-

-Bien. El camino sigue hasta el otro extremo del pueblo. Según os vais aproximando a lo que parece ser el almacén principal, comienzan a aparecer cadáveres, la mayoría con los pantalones bajados.-

-Oh, oh. Trasgoblins Petadores. Los odio.-

-Remato a los moribundos. Pobrecillos.-

-Alguno te agradece la piedad que demuestras al rebanarle la cabeza con tu hacha, porque es comprensible que, después de que te haya reventado el ñajillas un bicho que apenas levanta un par de palmos del suelo, se le queda a uno la autoestima aún más baja si cabe.-

-Bueno, ¿pero dónde están los bichos? ¡Quiero sangre!-

-Vale, aparecen cinco trasgoblins por el camino a todo correr. Llevan, como es natural en su raza, sólo la camisa, y van enseñando su terrorífica pilila. Incluso hay uno que la tiene bífida. Es asqueroso.-

-Cargo contra el de las dos pichas gritando "¡Te voy a hacer picadillo, abyecto ser deforme!"

-Disparo.-

-¿A quién, preciosa?-

-Pues... pues... ¡al de las dos colillas!-

-Yo me ocupo de otro.

-Yo hipnotizo al otro enseñando muslo. Y si eso no surte efecto, bolazo de fuego al canto.-

-Estupendo. Tirad... Bien, Nano acaba con el de la hidra bifálica de un sólo golpe, con lo cual el tiro de Pizpi se va a clavar...veamos, sí, en el pandero de nuestro pobre enano. Pierdes el siguiente turno y un par de puntos de vida.-

-¡Ay! ¡Zorra elfa! -

-¡Lo siento, lo siento, lo siento!-

-Más lo vas a sentir. De los otros cuatro, Onan le da un ridículo tajo a uno, mientras que el otro empieza a babear al ver las turgentes y sedosas carnes de Morgasma. Deja caer el arma y eso, en el siguiente turno, será su perdición.-

-¿Y los otros dos?-

-Jejeje. Se lanzan sobre la elfa y en menos de un turno le arrancan la camisa y le desgarran las mallas con sus cuchillos. Empiezan a sorberte los pezones, a sobarte los pechos y el culo, y el más atrevido, que también es el más feo y el más verde, te va a penetrar si tus compañeros no hacen algo. ¿Qué hacéis en este turno?-

-¡Aaaaaayyyyy que asco! Quitádmelos de encima, por lo que más queráis.-

-Anda y púdrete, mamona, que yo aun tengo tu flecha en las nalgas.-

-Yo sigo con el trasgoblin peleando.-

-Venga, te ayudaré en cuanto le corte el pescuezo a este infeliz.-

-Bien. Nano por fin se arranca la saeta del trasero. Morgasma tiene éxito en degollar al trasgoblin que ya se abalanzaba, completamente erecto, sobre su delicado muslo de hechicera, con tatuajes rituales y fashion para más morbo. Tú, Onan, tira otra vez.

-Un 1. Hoy no es mi día.-

-El trasgoblin demuestra más hombría que tú y te hace un par de cortes en el taparrabos, intentando seccionarte el miembro viril, pero el reducido tamaño de éste impide que consiga su objetivo. Quítate tres puntitos de vida.-

-¿Y yo? ¡Y yo?-

-Pues tú, querida, sigues sufriendo las vejaciones de la pareja de trasgoblins, que ya han conseguido vencer tu resistencia, y mientras uno te tiene bien sujeta, el otro ha empezado...¡oh sí! ¡Te está penetrando!-

-¿Por dónde? Recuerda que son trasgoblins petadores.-

-Sí, pero no idiotas. Lo de petadores es para dar miedo a los aventureros, no a las aventureras.-

-Aaahmmm... Que cosas.-

-¡Buaaaaaaa! ¡Ayudadme, canallas, que me van a dejar preñada!-

-Está bien, pero sólo para que no digan que los elfos y los enanos no podemos ser amigos. ¡Cargo...con mucho cuidado de no herir a Pizpi... contra esas sabandijas!-

-Yo dale que te pego con el renacuajo éste, que anda que no aguanta.-

-¿Y tú, Morgasma?-

-Registro el cadáver del mío, le corto la polla y se la meto en la boca... ¿Qué pasa? Es mi firma.-

-Ya, ya. En fin, veamos qué opinan los dados... ¡Por fin! Nano consigue reducir a puré de trasgoblin a los asaltantes de Pizpi.-

-¡Oh, gracias! Pídeme lo que quieras.-

-Pues ahora que lo dices, ya que tienes el chete al aire, no te digo yo que uno rápido no se me apetezca.-

-¡Guarro!-

-Sigamos, que se me hace tarde. El goblin que sigue peleando con Onan termina hartándose y se va jurando que más tarde o más temprano sentiréis el peso de su bajo vientre en do más pecado hayáis.-

-Joe, que bien habla el pijotero.-

-Será que es el soguilla de un hechicerdo erudito. Los nigromantes de la última hornada se dan el lujo de alfabetizar a sus tropas de descerebrados.-

-¡Sigámosle!-

-¿Y las viudas y huérfanos del pueblo?-

-Sí hombre, para follar estoy yo ahora.-

-Onan, quítate un punto de moral por inútil. ¡Adelante, aventureros!-

...

-Habéis llegado, siguiendo los restos de lencería de cuero que coleccionan los porcos cada vez que asaltan un poblado, a lo que parece ser una iglesia. Es bastante tétrica, y su silueta recortándose al lado del camino, pendiendo sobre un acantilado, hace que os recorra un escalofrío de terror y...-

-Llamo a la puerta y pregunto si hay putas y camas donde usarlas.-

-Otra borricada más como esa y te meto una bola de fuego en el orto.-

-Os abre un clérigo con un hábito negro algo grasiento y una sonrisa maliciosa.-

-Cuidado con los clérigos, que gastan unos manubrios de impresión.-

-Bah, como le enseñe al viejo "cachipote" se pone pálida hasta la librea.-

-¡Hoooola aventureros! ¿Habéis viajado mucho esta noche? ¡En esta humilde capilla podréis reposar, cobijados por la fé! Adelante, pasad, nada habéis de temer.-

-¿No habrá visto usted unos tragobli...-

-¡Calla, jilipollas! Disculpe a mi amiga, padre, ha tomado algo que no la ha sentado bien esta mañana, ¿verdad?-

-El clérigo sonríe...-

-Ya estaba sonriendo.-

-Pues sonríe más y aprovecha esta interrupción para darle un cachete en el pompis a Pizpi.-

-¡Sin pasarse, señor cura!-

-Venga, chicos, ¿no van a dejarme un rato con las señoras a cambio de mi hospitalidad?

-Ni hablar. Vámonos de aquí o le haré un orificio nuevo a este bujarrón.-

-Joe Pizpi, por una vez has hablado con propiedad.-

-Es que cuando ya me toman como mujer objeto tan descaradamente, despierta el tigre que hay en mí y me olvido de que soy una señorita elfa.-

-A mí lo que me has puesto cachondo, guarra. Ven pacá que te voy a dar un tiento.-

-¡A mí las legiones de la oscuridad! Invoco a los espíritus de los condenados para que moren una vez más en sus decrépitos cuerpos. ¡Empezáis a oír lamentos y gemidos de ultratumba por todas partes, y golpes en las paredes y suelos.-

-Este imbécil es capaz de haber resucitado a los emparedados...-

-...-

-...-

-¡Ja, ja, ja!-

-Vaya... Venga, para hacerlo más interesante digamos que aparecen como una docena de zombis...-

-Dios, qué tópicazo.-

-...sangrando por los nudillos tras haber roto a golpes los sarcófagos donde habitaban.-

-¿Doce? Creo que voy a por tabaco.-

-En esta ambientación está demasiado caro, compañero, y aún no hemos encontrado ni una triste moneda de cobre...falsa. ¡Resiste!

-Lanzo mi grito de guerra, otra vez, aunque me quede afónico, y empiezo a rebanar pescuezos.-

-Tocáis a tres zombis por barba o chete pelón. Imposible que ganéis. Tendríais que haber dejado que el clérigo se quedara con Pizpi.-

-O mierda... Supongo que tendré que despachar yo sola a este nigromante y sus huestes de fiambres calientes. ¡Huid, huid compañeros! ¡No miréis atrás!-

-¿Qué dice? Yo esta orgía necrófila no me la pierdo.-

-¡Venga, coño, a correr tocan!-

-De acuerdo, todos menos Pizpi salís como alma que llevara el diablo.-

-Voy a pedir las pizzas.-

-... Ey, ahora que Pizpi se ha ido, cuéntanos lo que le hace el clérigo oscuro.-

-Eso, eso.-

-Por mí te lo puedes ahorrar.-

Veréis, cuando un clérigo oscuro, por lo normal acomplejado y neurasténico (y no pocas veces con complejo de Edipo), puede desfogarse con una hembra humanoide viva, le llena los orificios de báculos, cetros, varas y varitas de todos los tamaños y formas posibles. Pues no se atreve a penetrarla personalmente, o quizás se le olvida al escuchar, embelesado, fascinado, los gemidos de placer que emiten las hembras al ser poseídas por los artefactos antes mencionados. No se sabe bien por qué extraña razón, aunque todo apunta a que se trata del morbo puro y duro, las hembras encuentran extremadamente excitante el entregar sus orificios sexuales a objetos mágicos capaces de reducir a pulpa a un gigante de las colinas (siempre y cuando falle el tiro de salvación)

-¡Ya he vuelto! ¿Qué decíais de mí?.-

-Anda, échame una mano (y no te diré a dónde) con las tiradas mientras el resto del grupo sigue la aventura.-

-¿Dónde hemos ido a parar? Con el susto imagino que nos habremos perdido.-

-Ni mucho menos. Hay una regla no escrita que dice "todos los caminos llevan al mismo destino".-

-Muy bonito, pero no me impresiona lo suficiente como para hacerte una mamada. ¿Dónde estamos?-

-En la entrada de la caverna de los tragoblins y los porcos.-

-¡Qué suerte! Entro a saco con el arma bien erguida.-

-Me temo que eso es imposible, a no ser que seas capaz de atravesar corpóreamente la carne sedosa de una chamanesa porca que parece estar esperándoos.-

-¿Está buena?-

-Depende de los gustos. Tiene un poco de barriga y los colmillos algo amarillentos, pero el resto no está del todo mal. Un tragoblin petador que os resulta familiar está detrás de ella.-

-Es mi tipo. ¡Dejádmela! Le voy a enseñar lo que es bueno. Avanzo hacia ella con mi jacha en ristre.-

-La chamana sonríe, chasquea los dedos y en menos que canta un pimiento (tira los dados... bien) te ves transformado en un lindo conejito blanco.-

-¡Ouch!-

-Mierda, es una buena hechicera. Morgasma, ¿podrás con ella?-

-Por favor, que no sólo tengo 90-60-90. Soy una maga experta. Y por muy verde que sea esa tipa, no podrá conmigo. Preparo toda la antimagia que pueda para evitar que embruje a Onan.-

-De acuerdo, Morgasma podrá contrahechizar los sortilegios de la chamanesa. Onan, ¿qué haces?-

-Supongo que con lo cabrón que eres como master, si la ataco, sacarás a toda la jodida nación trasgoblin de la cueva, aunque no quepan, o media docena de porcos rabiosos por defender a su líder sexual, o a un dragón o qué sé yo.-

-Tú mismo lo has dicho. ¿A qué vas a recurrir entonces?-

-A la suerte. Me quito el taparrabos.-

-¿Qué?-

-Sí. He acumulado yo creo la suficiente mala suerte en esta partida como para intentar una locura completa. Quiero que la chamanesa me vez empalmado.-

-Esto es...del todo absurdo.-

-Por eso. Tiene que salir bien.-

-De acuerdo, tira los dados, pero va a dar igual...6, bah, vaya cosa, eso lo puede sacar cualquiera. Tira otra vez...6 de nuevo. Jodeeer. Bueno, una tirada más. Si sacas 6, te dejo que narres el final.-

-¡Sí, lo sabía, 6 otra vez!-

-Qué puto... En fin, ya me has jodido el desenlace que tenía pensado y que incluía como media hora en descripciones de tormentos y sodomía pasiva por vuestra parte. ¿Qué quieres?-

Onan se quitó el pellejo y ante los asombrados ojos de sus compañeros y sobre todo de la chamanesa, apareció una cacho tranca de un pie y dos pulgadas de largo por 10 de ancho. Lo que habitualmente se llama "un señor cipote". La chamaesa masculló algo y luego miró a los ojos de Onán, completamente extasiada. Se tiró a sus brazos y se jaló por la sonrisa vertical los 35 centímetros de salchicha. Rugió como una posesa a sus deidades malditas y cabalgó al bárbaro durante casi media hora. Y después de eso vivieron felices y comieron perdices para siempre...o hasta que subamos de nivel.

-¿Y yo?-

Morgasma se pasó por la piedra a todos los trasgoblins y porcos de las montañas, extrayendo de sus cuerpos la suficiente energía mágica como para crear una dimensión alternativa feminista donde se fue a vivir, rodeada de cientos de guerreros en constante disputa por ganarse el derecho a acostarse con ella.-

-Pschee... Podía haber sido peor.-

-¿Y yo?-

Nano logró escapar hasta la aldea más cercana, donde una doncella virgen lo encontró, lo apretó contra su amoroso regazo y...

-¿Lo sirvió con ajo y perejil?-

¡No! Lo cuidó como a su mascota favorita, con la que siempre jugaba, se bañaba denuda con ella, la dejaba corretear entre sus delicadas piernas, y permitía que se comiera las zanahorias que se metía en el chete.-

-Caramba. ¿Quién lo hubiera imaginado?-

-¿Y yo?-

Pizpi se fue a la cama con el master, le hizo el amor a lo bestia y ¡ding dong! bajó a por las pizzas para que sus compañeros roleros pudieran continuar sus locas aventuras.

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