miprimita.com

El Juego de la Perversión (04)

en Dominación

El Juego de la Perversión

04

Aura María lanzó los dados, y avanzó. Luego Jorge. Fredi no pudo, casi se estaba orgasmeando con el pepino metido entre el culo. Mariana, ella ni se movió de donde la dejé, en 4 y con el pepino entre su culo también.

Tiré yo, y luego Aura otra vez. Ella buscaba pelear conmigo en la arena y lo consiguió. Nos enfrascamos en una lucha en donde ella atacó primero. Sin embargo, defendió mal a su Templario, pues yo sabía que tenía una capa de plata, que aumenta en 2 puntos el poder de defensa de su escudo, pero no la usó. Y usó un escodo de mala calidad. Al final, mi chamán la venció. Peleó tan mal, que era obvio que lo que buscaba era ser derrotada… y yo le di gusto.

Te toca sacar una tarjeta. – le dije.

Si… – me contestó melosa y caliente.

Tomó una tarjeta rosada y me la dio sin leerla. Me extrañó su actitud, pues era una muestra de ternura y calor, cuando ella por lo general no era demasiado tierna, más bien tosca, casi macha. "Siéntate encima del pene del jugador que vaya ganando y cabálgalo 3 minutos hasta hacerlo acabar". Yo era el jugador que iba ganando.

Por un momento dudé de obligarla a cumplir con la prueba, era mi hermana después de todo. Pero ella se levantó, desnuda como estaba, con la pusa brillosa destilando líquidos, abierta, enrojecida palpitante en busca de hombre. Mi pene estaba más que parado, más que preparado para barrenar la suave carne de una mujer.

Aura caminó hacia mí, con la mirada encendida de pasión y deseo, una sonrisa discreta y silenciosa se dibujaba en mi rostro. Miraba fijamente mi pene, sus 18 cm. y su gran grueso la hipnotizaban, la hacían babear. Llegó hasta mi altura, y abrió sus piernas. Poco a poco se fue sentando sobre mi falo, que entraba deslizándose suavemente entre la empapada ranura amatoria de mi hermana, no sin que ella hiciese esfuerzo alguno, porque, como dije antes, mi pene es muy grueso.

Se sentó hasta los huevos, no se como le cupieron mis 18 cm. su respiración se aceleró mientras la ensartaba, jadeaba, sus pechotes se mecían arriba abajo. Sus ojos azules se perdieron en los míos, grises, hermosos. No aguanté más su cercanía, y le estampé un beso profundo. Nuestras lenguas se acariciaban mutuamente, se entrelazaban y enredaban al ritmo de la cabalgata de mi hermanita.

Fredi se masturbaba frenéticamente. Sus 17 cm. de masculinidad estallaron en un sonoro orgasmo que fue recogido en el vaso, en ese en que metí su primer eyaculación. Gimió y se convulsionó al compás de la pajeada y de los movimientos ondulatorios que hacía con el pepino dentro de su ano. Mariana también llegó a otro clímax. Puesta en 4 sobre la mesa de la sala, totalmente desnuda y cubierta de sudor, restregaba vigorosamente su vulva, mientras que con la otra mano meneaba el pepino que ella tenía también entre el culo. Jorge llegó un momentito después, masturbándose una bonita tranca de 16 cm. También eyaculó dentro del vaso, no se por qué.

Los 3 minutos pasaron y Aura no consiguió hacerme terminar. Saltó y rebotó como una loca sobre mi verga. Se la metía hasta el fondo y luego se la sacaba para volver a caer violentamente sobre ella. Sus senos rebotaban en cada golpe se estremecían y rebotaban de una lado a otro. Eran tremendos melones los que ella se estaba echando. Blancos, firmes y muy grandes (94 cm.), una delicia para cualquier buen chupador de chiches. Llegó al un orgasmo así, pero no me pudo llevar a mi. Y mucho no le faltaba para conseguir su objetivo, pero me mantuve firme.

Perdiste… – le dije.

Si… ¿qué me va a hacer ahora amo?

Sacá una tarjeta y miramos.

Solo quedaba una celeste y ella la tomó. "Chúpale el ano a la mujer que saque el número mayor en los dados": aparte de ella, solo Mariana estaba allí, así que no hubo necesidad de los dados.

Aura se acercó a ella, que aun seguía en la misma posición en que la dejé. Mientras caminaba, gruesas gotas de viscoso líquido incoloro resbalaba por sus muslos. Acarició un poco sus nalgas, y comenzó a sacarle el pepino, pero Mariana la tomó de la mano y le pidió que no.

No…n-no… Aura…no… – pero Aura insistió – Aura… el amo lo metió allí… Aura… no…

Aura y Mariana me voltearon a ver, luego jorge y por último Fredi, que se recuperaba de su orgasmo. Yo no sabía qué hacer, ¿acaso esperaban que yo autorizara que le sacaran el pepino del culo a mi prima? "Guayo… amo, ¿puedo?". Si, eso esperaban, y yo con un simple ademán le decía que procediera. Me quedé pensando lo en serio que se tomaron el juego. Es cierto, el juego dice que el que pierda es esclavo del que ganó, pero es solo un juego. Una vez terminada la prueba o castigo, todo vuelve a la normalidad. Pero ellos no, ellos seguían metidos en su papel de esclavos. Mariana no se movió de donde la dejé, ni se atrevió a sacarse el pepino del culo. Lo mismo con Fredi, que todavía lo tenía allí y lo movía en círculos para darse placer. Y Jorge, ni pío dijo cuando sodomicé con esa verdura a su mujer.

Aura le sacó el pepino de su culito a Mariana, y se quedó mirando por un momento el ano dilatado, tan abierto y enrojecido. Me volteó a ver buscando aprobación, y tímidamente fue acercando su boca al culo. Posó su lengua sobre el esfínter de Mariana, y empezó a lamer. Como todavía estaba abierta, metió su lengua dentro de su ano y lo lamió de adentro hacia afuera. Mariana sintió las caricias en lo más profundo de su ser, y se comenzó a mover como un gusano, meneando las caderas.

Me excité, me calenté más de lo que ya estaba. Ver a mi hermana allí, totalmente desnuda chupándole el culo a mi prima fue muy morboso y enfermizo. Estaba enfermo de lujuria en ese momento.

La chupada duró como unos 5 minutos. Mariana no pudo llegar al orgasmo, pero gozó como una perra en celo. Pasados los 5 minutos, Aura ya había superado la prueba.

Bueno, bueno, sigamos con el juego. – dije yo.

¿Querés que pare Gua… – Aura se quedó callada después de la primera sílaba de mi nombre, como si no pudiera seguir diciéndolo, pero luego continuó – Amo… ¿Amo, desea que pare? – "¿Amo?", si que se lo tomaron en serio.

Si, ya superaste la prueba, ahora juguemos. – Aura se puso de pié y se devolvió a su lugar.

Amo… ¿me va a meter el pepino entre el culo otra vez? – preguntó mi prima.

No, ya no, ahora vamos a jugar. – le respondí distraído, dándole los dados a Jorge.

¡Pero es tan rico! – y bajándose de la mesa, se me acercó gateando, suplicante, con los ojos mojados – Por favor amo… se lo suplico… métame el pepino entre el culo… por favor… amo…

Me quedé pasmado, ¿en qué había convertido a mi prima? ¿Qué cosa le hice? Me levanté y le metí el pepino entre el culo otra vez y me senté otra vez. Los ojos de Mariana se perdieron en el placer y su cara dibujó una sonrisa retorcida. No volvió a sentarse en la mase, se quedó allí, abrazándome las piernas y mirándome con ternura, sumisión y cariño.

"¿En qué me metí otra vez?" pensé para mi. "Bueno Guayo, a ver si a mi también me metés un pepino entre el culo" me retó Jorge. Pero lo que pensé era un reto sarcástico, era en realidad una pregunta, una solicitud. No me di cuenta allí, pero para ese momento, ya todos eran mis esclavos.

CONTINUARÁ…

Gran Jaguar

Pueden hacer sus comentarios y sugerencias de este relato al correo electrónico de abajo:

hardstone@soloadultosweb.zzn.com

Mas de Gran Jaguar

Yammie

Reflexiones sobre la Literatura Erótica Gay

Depravación (2)

Depravación (1)

Reunión de Trabajo

El Video de Mamá (3)

El Video de Mamá (2)

El Video de Mamá (1)

Mi Esposa es una Ramera

Vicky

Casado con una Esclava

El Burrito (1)

Reflexiones sobre la Literatura Erótica

Beatriz (10) y final

Beatriz (09)

Beatriz (08)

Beatriz (07)

Beatriz (06)

Beatriz (05)

Beatriz (04)

Beatriz (03)

Beatriz (02)

Beatriz (01)

Bendito entre las Mujeres

Amigas Íntimas (05 - Final)

Amigas Íntimas (04)

Amigas Íntimas (03)

Amigas Íntimas (02)

Amigas Íntimas (01)

Mi Vida junto a mi Hijo

El Regalo de Cumpleaños (2)

El Regalo de Cumpleaños (1)

Sandra y Sergio

Cadejo (06: Paola)

Mi Madre

El Legado (14: El Señor de Los Horcones)

El Legado 13, Colmillos y Garras

El Legado (12: Decadencia)

El Legado (11: Negra Mirada)

El Legado (10: Debo Salir de Aquí)

El Legado (09: El Machetero)

El Legado (08: El Diablo menea la Cola)

La Emperatriz

El Legado (07: Perdición)

El Legado (06: El Ladrón de Almas)

El Legado (05: La Batalla de los Chamanes)

El Legado (04: El Viaje)

El Legado (03: Maldito)

El Legado (02: Lujuria)

El Legado (01: El Talismán y la Luna Llena)

Una Novia para toda la Familia

El Juego de la Perversión (07 - Final)

El Juego de la Perversión (06)

El Juego de la Perversión (05)

El Juego de la Perversión (03)

El Juego de la Perversión (02)

El Juego de la Perversión (01)

El Cuarto Azul (2)

El Cuarto Azul (1)

El Semental de las Mayén, Epílogo

El Semental de las Mayén (12 - Final)

El Semental de las Mayén (11)

El Semental de las Mayén (10)

Violada por 3 de mis Alumnos

El Semental de las Mayén (09)

El Semental de las Mayén (08)

El Semental de las Mayén (07)

El Semental de las Mayén (06)

El Semental de las Mayén (05)

El Semental de las Mayén (04)

La Muerte del Gusanito

El Semental de las Mayén (03)

El Semental de las Mayén (02)

El Semental de las Mayén (01)

Juanita de la Bodega

La Marrana

Mi Hijo Disfruta de mi

Hombre para Todas

El Sacrificio de mi Mamá

La Caperucita Roja y el Lobo Feroz

Abnegada Esposa, Madre y Puta (II)

Abnegada Esposa, Madre y Puta (I)

Mi Perrita Faldera

Feliz Cumpleaños

La Caperucita Roja (01: y el Viejo Verde)

Aprendiendo a Portarse Mal

Milo, el Empalador - La Bruja de Druesselshare 03

Milo, el Empalador - La Bruja de Druesselshare 02

Milo, el Empalador - La Bruja de Druesselshare 01

Un Niño Panameño

La Clínica del Hipnotizador