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Naufragios: Háblame del mar, marinero

en Grandes Series

Los relatos que publicamos bajo el título genérico de NAUFRAGIOS, son fruto de un ejercicio de creación literaria en el que se han embarcado varios de los habituales autores de TODORELATOS. El ejercicio consiste en crear un relato que contenga los elementos "compañeros de empresa mal avenidos", "viaje en barco organizado por la empresa", "naufragio" y "isla desierta". En esta primera entrega podréis, además de disfrutar de la lectura, demostrar vuestra capacidad de reconocer a los autores que se esconden detrás de cada una de las obras. Para hacerlo más fácil, os diremos que en esta aventura se han embarcado: Carletto, Horny, ElEscribidor, AlienaDelValle, Navegante, Escorpiona, Kenwood, Lidia, Erotika y Trazada30.

 

 

NAUFRAGIOS: HABLAME DEL MAR, MARINERO.

 

1. La tripulación.

Estás dictándole a Gloria el escrito de demanda de un pleito particularmente enrevesado. Entra Ana:

He localizado las sentencias del Supremo que me pediste.

Gracias, cielo.

Es un "gracias, cielo" maquinal, producto de la costumbre de años. Ana sigue en pie, frente a tu mesa de despacho, observando a Gloria. Si las miradas matasen…

¿Sí? –la interrogas.

No es nada- tuerce el gesto.

Se va.

Gloria y Ana. Ana y Gloria. Ana, alta, rubia, delgada. Gloria, rellenita, morena, menuda. Ana, ojos azules, pechos breves, caderas estrechas. Gloria, mujer guitarra con la noche en los ojos. Ana, chapada a la antigua, fría, calculadora. Gloria, espontánea, una mujer de hoy. Ana, blusa blanca y pantalón gris. Gloria, muslos, muslos, muslos, muslos gloriosos, muslos apetecibles, muslos morenos, muslos de mujer-mujer emergiendo de la brevísima mini azul marino, y pechos llenos, redondos, rebeldes, mal contenidos en el top ajustado. Ana, huesos. Gloria, carne. Sabe mucho la Iglesia. No hay un pecado de los huesos. Sí hay un pecado de la carne. Ana asexuada. Gloria, supersexo. Ana, el ying. Gloria el yang. Tú en medio y los tres en el mismo despacho. Ana, abogada. Gloria, administrativa. Ana, tu legítima, tu esposa en Cristo Jesús, lo que Dios ha unido no lo desate nadie. Gloria, tu secretaria, el caramelo que nunca te llevaste a la boca aunque te mueres por hacerlo. Ana sospecha. Observa. Espía. Tiene celos. Presiente, adivina una rival. Si las miradas matasen…

"Samaniego abogados". Un buen bufete, especializado en Derecho Mercantil. Tres letrados: Carlos Samaniego, el socio más antiguo que da nombre al despacho, su sobrina preferida, que es precisamente tu mujer, y tú. También tres administrativas, aunque solo tienes ojos para Gloria. Pasas de las otras. No existen para ti. Ana huele tu devoción por Gloria. Hay tensión. En el despacho. En casa. Allá donde estéis. Incluso ha intentado que despidierais a "tu chica". Los celos son así. Samaniego, pese a que Ana es la niña de sus ojos, se ha opuesto. Es una simple tregua. Las espadas siguen en lo alto.

Acabas de dictar.

Gracias, Gloria. Luego te llamo.

¡Cómo camina la condenada! ¡Cómo mueve el trasero a un lado y otro! Pam, pam, pam, pam. Cuatro pasos escasos hasta la puerta del despacho, pero en ellos cabe la esencia del universo, se aviva el fuego del infierno, se anuncia la belleza del amanecer. Entra Ana. El mundo se hace chato y la realidad vuelve a ser aburrida.

Reunión en la Sala de Juntas.

Y allá que vais.

 

2. Embarque y travesía.

A Carlos Samaniego le encanta convocar reuniones. Lo hace cada dos por tres. Aprovecha los motivos más nimios. Le gusta sentirse importante. ¿Acaso no es el fundador de la firma? Es un abogado magnífico, nadie se lo discute. Un águila para las fusiones de sociedades. Un lince en materia de quiebras. Pero también es muy pesado con las cosas del mar. Tiene barco –"Un barco ¿eh? Nada de barca. Un barco" presume- y consiguió el título de Capitán de Yate –"Cualquiera es Patrón de Yate. Capitán es ya harina de otro costal" sigue dando la vara. Se pierde por los símiles marineros. Los encadena. Cuando entraste en el despacho –tú mujer ya estaba- te dijo: "Bienvenido a bordo". Para él no hay sino singladuras y timones de nave. ¿Ganamos un pleito? Supimos llevar el buque a buen puerto. ¿No lo ganamos? Hemos perdido el rumbo. O la brújula. O el cuaderno de bitácora. O Dios sabe qué. Resulta gracioso oírle unos minutos. Soportarlo día tras día es toda una cruz.

Y bueno, ahí está con la vieja murga de que el despacho es el navío que ha de fondear en el puerto del éxito. Ahí está con la repetida obviedad de que vosotros sois sus tripulantes y tenéis que estar en permanente ojo avizor para sortear calmas chichas y temporales, para afrontar la maldición del escorbuto, la crueldad de los tiburones asesinos –los abogados contrarios, por supuesto- y la astucia de los calamares gigantes. Sigue diciendo tonterías y te arrullan sus palabras, te sumergen en un estado casi hipnótico, y, de rondón, ya no estás en la Sala de Juntas sino en cubierta, y huele a brea y a salitre, y el barco parece salido de una película de piratas, "Jalad la mayor". Gloria trepa por las jarcias. Se detiene justo sobre ti, a un par de metros por encima, ofreciéndote el mejor de los panoramas: sus braguitas blancas –te has decidido por imaginarlas después de desechar el tanga. Las braguitas, sobre todo si son blancas, te ponen más-, sus braguitas, sí, y los muslos morenos, y los pliegues de carne en que el nacimiento de las piernas muda de textura y de sustancia y se convierte en trasero y el mínimo bultillo del monte de Venus que sombrea el blanco de la íntima prenda. Te corren gaviotas por las venas. Gloria sobre tu cabeza. ¿Es ella quien huele a mar o es el mar quien huele a ella? Y Carlos Samaniego dale que te pego, Ana quedaría bien de mascarón de proa, Asia a un lado, al otro Europa, y allá a su frente Estambul, sí, Ana sería un buen mascarón de proa con traje chaqueta y ojos azules y fríos como peces, Carlos Samaniego, a sus órdenes mi Capitán, avante un tercio y que ruede la rueda del timón, y las otras dos chicas del despacho, guardiamarinas o grumetes o lo que mejor les cuadre, es ésta una buena travesía, navegamos de bolina, no te digo más, y con esto –termina el socio más antiguo del despacho- queda claro que el pleito de Tartancosa va viento en popa ¿no os parece?

Os parece. Es tarde ya. Ana no hace más que consultar su reloj. Cena con amigas. Tienes el campo libre. Si fueras Carlos, dirías que no hay moros en la costa. Estaría bien tomar unas copas con Gloria. Cuando Ana sale con las amigas, vuelve muy tarde a casa. Puedes tomar unas copas…y lo que surja luego. Es bueno dejarse llevar por el viento.

 

3. El naufragio.

Te mira Gloria. La miras. Os miráis. Le tomas una mano. La abandona en las tuyas.

Habéis cenado en un pequeño restaurante de velas encendidas en las mesas y manteles a cuadros. Habéis hablado de lo divino y de lo humano. Ahora tomáis una copa en un pub discreto.

Gloria…

¿Sí?

Tragas saliva. Ni te lo crees, pero estás nervioso. Un flan. Quizá Gloria te importa más de lo que piensas. Suena, surgido del túnel del tiempo, un viejo éxito de Marisol adolescente:" Háblame del mar, marinero". "Dicen que hay toros azules en la primavera del mar…" La música se hace íntima y sugerente, de banda sonora de película de amor. Acaricias la barbilla de Gloria. Te deja hacer. Acercas tus labios a los suyos. Es el minuto mágico de los violines y de los besos. Lástima que, por uno de esos absurdos caprichos del destino, hoy vuelva a repetirse a microescala lo sucedido el 14 de abril de 1912, precisamente a las 23 horas y 40 minutos.

Diego…

No tienes perdón. Ni siquiera nos has dicho todavía tu nombre. Diego. Te llamas Diego.

Tu mujer acaba de entrar en el pub y nos ha visto.

Ana. La fría Ana. Cubitos de hielo Ana. El témpano Ana. Fue a las 23 horas 40 minutos cuando el vigía Fleet, de guardia en el "Titanic", avistó un gran témpano por proa y a estribor.

No me gastes bromas, mujer.

El primer oficial William Murdoch no dio importancia al aviso del vigía Fleet hasta que vio el iceberg con sus propios ojos. La historia se repite. Gloria no bromea. Es Ana. Está frente a ti. Las personas son mucho más altas cuando está sentado quien las mira. El iceberg del "Titanic" se elevaba sesenta metros sobre el agua. Ana, sesenta kilómetros sobre ti.

¡Hijo de puta!

Es su única y rotunda salida de tono. Ana suele ser educada. Tremendamente educada, como buena señora chapada a la antigua. Parece no tener sangre en las venas. La mujer de hielo. El témpano. El iceberg. Se saca el anillo del dedo y lo arroja al suelo.

Hemos acabado. No vuelvas por casa ni siquiera a recoger la ropa. No tienes nada ¿entiendes? Nada. Ni un céntimo. Tampoco trabajo. Ni se te ocurra ir al despacho. No quiero veros por allí ni a ti ni a tu putita.

Ana, espera…

Sabes que Ana dice verdad. Es suyo el dinero y suya la casa. Su tío es el amo del despacho. Trabajas –trabajabas- en él porque eres –porque eras- su marido.

A las dos horas y veinte minutos del lunes 15 de abril de 1912, el "Titanic" se hundió en el mar como una piedra. No te hace falta consultar el reloj. Deben ser las dos y veintiuno.

Ana se fue. Quedáis Gloria y tú. En silencio. Buscas en los bolsillos. Quinientos quince euros y la Visa oro. Aun en el peor de los naufragios, siempre queda un leño al que agarrarse.

 

4. ¿Supervivientes?

¿Quiénes son los vivos? ¿Quiénes son los muertos? ¿En qué lado del muro habita la verdad? Si no vuelves a ver a alguien nunca jamás, muere para ti. En justa correspondencia, dado que la moneda tiene dos caras, también mueres para él si no te ve de nuevo. Ambos vivos y muertos ambos. Todo es según el color del cristal con que se mira, muchacho.

Según el color de vuestro cristal, solo Gloria y tú sobrevivisteis al naufragio. Carlos Samaniego, Ana y las dos chicas que a veces son administrativas y a veces grumetes, han desaparecido de vuestro presente y de vuestro futuro. No están. Se esfumaron. Murieron aunque gocen de buena salud. Cayeron al océano envuelto y envueltas en sendas banderas. No lo saben, pero sucedió así. Vuestra vida sigue solo para vosotros.

¿Vamos a mi casa? - pregunta Gloria.

Claro que vais. No hay otro lugar. Uno va donde le lleva la marea. Puede acabar ahogado. O en una casa. O en una isla desierta. Depende de las corrientes. De los vientos. De la suerte. De lo que sea. Vosotros acabáis en casa de Gloria y os apercibís que es tan absurdo lamentarse por el pasado como inquietarse por el futuro. Solo el presente existe. El presente es pastel que ha de engullirse de un bocado. No queda otro remedio para seguir viviendo sin volveros locos.

 

5. La isla desierta.

¿Sabes qué pienso, Gloria? La tuya es piel de mar. Es suave y calma. También bravía. Depende del viento de mis manos. Nado en el mar de tu cintura. Chapoteo en la poza de tu ombligo. Te acaricio los pechos en dulce zambullida. Ahora me envuelve la espuma de tu carne. Siento tu embrujo de sol y tiburones. Cuentan que las sirenas seducen con sus cantos a los viejos marinos. Dicen que los escollos afilan sus cuchillos en cuadernas y baos. Tu voz roja y densísima da entre mis mismos muslos. Y heme aquí. Desvalido.

Chapoteo en la poza de tu ombligo.

Quisiera que tu vientre fuera playa ofrecida y reposar en ella, mi cabeza en tu arena. Que fueras una isla sin sendas ni caminos. Enteramente mía. Tú todo mi horizonte, yo todo tu presente. Si fueras una isla… Chica. Virgen. Desierta. Playas de arenas blancas en que el mar languidece entre conchas rosadas. Tu piel nácar moreno. Espesos palmerales, promesa y antesala, son las negras guedejas de vello ensortijado en que mis dedos buscan la gloria de tu centro y el centro de mi Gloria. Tus muslos dulces, llenos, colinas torneadas. Un precipicio oscuro, manantial, pozo, gruta, herida de amor tierno, profundidad que late, boca hambrienta de carne, torbellino que llama, volcán, ansia, sirena. Yo el único marino. Pondré en tu hoyo caliente mi tótem palpitante. Seré tumi. Moai. Acaso mástil. Clavo. Te entraré en las entrañas en dura zambullida. Seré estaca. Barreno. Taladro infatigable. Los dos, tú y yo, por siempre, isla y tótem unidos, hechos uno en milagro, sobre un colchón tejido de sol y siete mares.

Así es como te veo, amor y Amor. Dulzura. Un abrazo redondo que ni empieza ni acaba. Tu sexo. Tu mirada. Tus pechos. Tu sonrisa. Tus caderas rotundas. Ese gesto tan tuyo de apartarte el cabello que te cae a la cara. Mañana… ¿Habrá mañana? Tal vez tengamos suerte y nunca haya una vela en todo el horizonte. Solo unos pocos euros y una tarjeta Visa. Los restos del naufragio. Bésame, cielo mío. Mi mar. Mi sol. Mi isla. Bésame, mi futuro. Mañana… ¿Y qué importancia tiene el que haya un mañana? Hoy. Hoy. Hoy. Hoy por siempre.

Robinsón. Tú, mi isla.

Nada más en redondo.

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Velocidad de escape

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Relación del relatos del XXIV Ejercicio de Autores

XXIV Ejercicio de Autores

Votación temas XXIV Ejercicio de Autores

Convocatoria ejercicio XXIV

Final del XXIII Ejercicio

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El Pirata

El torero

En el cielo

Campanilla y el sexo

Ser Paco Payne

Príncipe azul

Silvia salió del armario

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Mátame suavemente

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Los tres Eduardos

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El legendario guerrillero de Simauria

El converso y la mujer adúltera

Órdago a todo

La bicicleta

Janies got a gun

Difurciada

Relación de relatos del XXIII Ejercicio

XXIII Ejercicio de autores de Todorelatos

Votación de las propuestas para el XXIII Ejercicio

Convocatoria del XXIII Ejercicio de Autores

La historia del monaguillo o el final del XXII

La reducción

Es palabra de Dios

Tren de medianoche

Hermana mayor

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XXII Ejercicio: lista de relatos

XXII Ejercicio de Autores de TodoRelatos

Votación de las propuestas para el XXII Ejercicio

Convocatoria del XXII Ejercicio de autores

Avance del XXII Ejercicio

Resultado del XXI Ejercicio de Autores

Con su blanca palidez

Adios mundo cruel

Tribal

Mi sueño del Fin del Mundo

El Pianista Virtuoso

A ciegas

La Ceremonia

Blanca del Segundo Origen

Hotel California

El tren del fin del mundo

100 años después

El fin del mundo. La tormenta solar perfecta.

Un último deseo

El convite

Demiurgo

Diario

El Gato de Chesire

Relacion relatos XXI Ejercicio

XXI Ejercicio de Autores

Votaciones para el XXI Ejercicio de Autores

Propuesta de ideas para el XXI Ejercicio Autores

Revisión de las normas

Gracias por participar del XX Ejercicio de Autores

Aprender a contracorriente [gatacolorada]

Vida estropeada [Estela Plateada]

En las crisis ganan los banqueros[ana del alba 20]

El rescate de Benilde [voralamar]

Se alquila habitación [Ginés Linares]

Sin tetas no hay trabajo [doctorbp]

El Préstamo [Lydia]

Liberar tensiones [Bubu]

Parásito [SideShift]

El Sacrificio de mi Mamá [Garganta de Cuero]

Ladrona [Neón]

Maldita Crisis [EROTIKA]

Las ventajas del poder [gatacolorada]

La crisis del coño [ana del alba 20]

¿Por Qué Lloras? [Silvade]

del amor. La máquina [erostres]

Los viajeros temporales [Estela Plateada]

Relato casi erótico [Alba_longa]

Grande y felicísimamente armado [voralamar]

El Fotógrafo [Vieri32]

¿Algo para reír o para llorar? [MilkaMousse]

Nyotaimori [Ginés Linares]

Muñecos Rotos [pokovirgen]

Relación de relatos del XX Ejercicio de Autores

XX Ejercicio de Autores

XX Ejercicio de Autores: Votación de tema

Propuesta de ideas para XX Ejercicio de Autores

Gracias por participar en el XIX ejercicio

Legión de Ángeles

Eva al desnudo

En el fondo de su mente

Las viejas tamaleras

Una canción en 100 años

Del amor, la guerra y otras lindezas

Canción de despedida

Noches de luna llena

Almas

El sobre azul

Nunca subas a la chica de la curva

Aunque tu no lo sepas

El Cid

La puta de mi novia y su despedida

Por toda la casa

El suicidio del Samurai

Causa y efecto

La fiesta de Navidad

Diálogos para un ejercicio

La barbería

Por los beneficios

Cenizas del deseo

M & M… y sí, son unos bombones adictivos

Lazos oscuros y desconocidos

Relación de relatos del XIX ejercicio

XIX Ejercicio de autores

XIX Ejercicio de autores: Votación de tema

Propuesta de ideas para XIX Ejercicio de Autores

Brevísimo balance del XVIII Ejercicio de Autores

Pínchame, amor (Segunda parte)

Noche mágica

Con todos ustedes....¡el increíble bebé barbudo!

Extraños en la noche

Noche de suerte

Por fin pude ver a mi esposa montada en un joven

La chica de la revista

Vida de casado

Una manera de sentir

Trovadores de la noche

Después de la feria según Lucas

Después de la feria según Marcos

La morochita villera

Cómo recuerdo el día en que llegó a mi casa

Amo las mujeres que desagradan a otros

¡Pínchame, amor! (1)

La primera noche de mi nueva vida

La mejor noche de un actor porno

La prueba

Paparazzi

Ivette, mi princesa árabe

El montoncillo y la gata

Pasión y lujuria en la Barceloneta

Relación de relatos del XVIII Ejercicio de Autores

Noticias sobre el XVIII Ejercicio de Autores

XVIII Ejercicio de autores

XVIII Ejercicio: Votación del tema

Propuesta de ideas. XVIII Ejercicio de Autores

Crucigrama. GatitaKarabo.

Flores. Dark Silver.

¡Maldita sea! Izar

Fugados. Dark Silver.

Superbotellón. MariCruz29

El Pelao. GatitaKarabo.

Raquelísima. Moonlight.

Oración. Masulokunoxo

El despertar. GatitaKarabo

Media tarde. Trazada.

La noche es bella. Lydia

Apetecible. Paul Sheldon.

Play. Un Típico Sobi.

Zanahorias de Haití. Masulokunoxo.

Charla de alcoba. Trazada.

XVII. Ejercicio de autores.

XVII Ejercicio. Votación del tema.

Propuesta de ideas. XVII ejercicio de autores

PsicóTRico.

Mi primer día.

Desde el fondo de la pecera

Un chico normal

La increíble historia de Mandy y su locura felina

Carta blanca

Amigo mío, ¿qué hice mal?

La psicología del miedo

El diablo nunca

El salto atrás de Paco.

Contacto humano

Identidad

Una muñeca vestida de azul.

AVISO - XVI Ejercicio - RELATO PSIQUIÁTRICO

XVI. Ejercicio de autores. Relato psiquiátrico

Votación del tema. XVI Ejercicio

Propuesta de ideas. XVI ejercicio de autores

¿Qué es el ejercicio?

La leyenda del demoniaco jinete sodomizador

¿Por qué las ancianas tienen obsesión...?

El visitante

Amantes en apuros

El hotel

El cementerio

La leyenda urbana de TR, ¿Quién es el Calavera?

Mascherata a Venezia

La cadena

Mujer sola

Electo ateneo

La Dama de los Siguanes

Libertina libertad

Máscaras

El engaño del Cadejo

Los veintiún gramos del alma

Examen oral

En el espejo

El Greenpalace

Una leyenda urbana

Sorpresa, sorpresa

Gotitas milagrosas

Información del XV ejercicio

XV Ejercicio de autores - Leyendas urbanas

Propuestas e ideas para el XV ejercicio de autores

Cambio de carpas

Con mi pa en la playa

Con sabor a mar

La luna, único testigo

Duna

Selene

Acheron

Una noche en la playa

¿Dónde está Fred?

Fin de semana en la playa

La noche del sacrificio

Nuestra playa

Aquella noche en la playa

La indígena

Sacrificio a la luna

El Círculo de Therion

Hijo de puta

Como olas de pasión

Hija de la luna

XIV ejercicio de autores – ampliación de plazo

La noche de los cuernos

Citas Playeras S.A.

XIV Ejercicio de Relatos Una noche en la playa

Yo quería y no quería

Información sobre el XIV Ejercicio de Relatos

La soledad y la mujer

Una oración por Rivas

Inocente ¿de qué?

El te amo menos cotizado de la Internet

Esquizos

Ella

Pesadilla 2

Dios, el puto y la monja

Mi recuerdo

Nada es completo

Pesadilla (1)

Remembranzas

Pimpollo

Un momento (3)

Hodie mihi cras tibi

Hastío

La sonrisa

Tu camino

Duelo de titanes

La madre de Nadia Lerma

XIII ejercicio sobre microrelatos

Mujer Amante - Vieri32

No tengo tiempo para olvidar - Lymaryn

Un ramito de violetas - Lydia

Palabras de amor - Trazada

Bend and break - GatitaKarabo

Tú me acostumbraste - Avizor

Por cincuenta talentos de plata - Estado Virgen

Äalborg [Sywyn]

El peor pirata de la Historia [Caronte]

Mi encuentro con el placer [Apasionada29]

El pirata que robó mi corazón [Lydia]

Trailer [Zesna]

A 1000 pies de altura [Lymarim]

Me aburrí muchísimo [Parisién]

En el océano de la noche [Kosuke]

U-331 [Solharis]

Sansón y Dalila

Kitsune

El sueño de Inocencia

La esencia de Zeus

Ángeles y demonios

Lilith

Hércules y las hijas del rey Tespio

Invitación para el X Ejercicio: Mitología Erótica

Tren nocturno a Bilbao

Aun no te conozco... pero ya te deseo

He encontrado tu foto en Internet

Entre tres y cuatro me hicieron mujer

Memorias de un sanitario

Sex-appeal

Sexo, anillos y marihuana

Talla XXL

Goth

Cayendo al vacío

Afilándome los cuernos

Plumas y cuchillas

IX Ejercicio: 2ª Invitación

IX Ejercicio de relatos eróticos

Pesadillas de robot

Promethea

Mi dulce mascota

Involución

Déjà vu

Eros vence a Tanatos

El instrumento de Data

El corazón de Zobe

Fuga de la torre del placer

Comer, beber, follar y ser feliz

El caminante

Pecado

Maldito destino

Madre

Decisión mortal

Yo te vi morir

Angelo da morte

Azul intenso

Pecado y redención

Mátame

Cuando suena el timbre

El purificador

El último beso

Mi instinto básico

Ella quería tener más

Hospital

Fábula de la viuda negra

Por una buena causa

Seven years

El opositor

¿Tanto te apetece morir?

Voy a comprar cigarrillos y vuelvo

Satanas Death Show

Días de sangre y de swing

Relatos Históricos: La copa de Dionisios

Invitación para el nuevo Ejercicio sobre CRÍMENES

Relatos Históricos: Al-Andalus

Relatos Históricos: 1968

Relatos Históricos: Qué golfa era Carmela

Relatos Históricos: Franco ha muerto, viva el gay

Relatos Históricos: El beso

Relatos Históricos: El soldado

Relatos Históricos: Campos de Cádiz

Relatos Históricos: 1929 en Wall Street

Relatos Históricos: El primer vuelo

Relatos Históricos: El primer gaucho

Relatos Históricos: Así asesiné al general Prim

Relatos Históricos: En bandeja de plata

Relatos Históricos: La maja y el motín

Relatos Históricos: El niño del Kremlin

Relatos Históricos: Yo, el Rey

Relatos Históricos: Tenno Iga No Ran

Relatos Históricos: Las prisioneras de Argel

Relatos Históricos: Un truhán en las Indias

Relatos Históricos: Mar, mar, mar

Relatos Históricos: Un famoso frustrado

Relatos Históricos: El caballero don Bellido

Relatos Históricos: Clementina

Relatos Históricos: Cantabria indomable

Relatos Históricos: Nerón tal cual

Relatos Históricos: En manos del enemigo

Relatos Históricos: Alejandro en Persia

Relatos Históricos: El juicio de Friné

Relatos de Terror: Ojos violetas

Relatos de Terror: Silencio

Relatos de Terror: Nuria

Relatos de Terror: El bebé de Rosa María

Relatos de Terror: El nivel verde

Relatos de Terror: La puerta negra

Relatos de Terror: Aquella noche

Relatos de Terror: No juegues a la ouija

Relatos de Terror: Sombras

Relatos de Terror: Rojo y diabólico

Relatos de Terror: Lola no puede descansar en paz

Relatos de Terror: Asesino

Relatos de Terror: Aquel ruido

Relatos de Terror: Fotos en tu desván

Relatos de Terror: Estúpido hombre blanco

Relatos de Terror: Confesión

Relatos de Terror: Despertar

Relatos de Terror: No mires nunca atrás

Relatos de Terror: Viaje sin retorno

Relatos de Terror: La pesadilla

Relatos de Terror: La playa

Por un puñado de euros - por Yuste

Trópico - por Trazada30

Registro de tráfico ilegal - por Esther

Llámame si quieres - por Solharis

Una noche de invierno - por Dani

Clásico revisitado - por Desvestida

Lengua bífida - por Alesandra

Obediencia - por Némesis30

Hotmail - por Espir4l

Recuerdos - por Némesis30

Ese día estaba yo muy ansiosa - por Esther

Una noche de primavera - por Dani

La sopa - por Solharis

Diez minutos - por Sasha

Celos - por Scherezade

25 líneas dulcemente apasionadas - por Alesandra

Hay que compartir - por Espir4l

Trescientas palabras - por Trazada30

Esa sonrisa divertida - por Trazada30

Una noche de otoño - por Dani

La mujer de las pulseras - por Yuste

En el coche - por Locutus

Ciber amante - por Scherezade

Despertar - por Espir4l

Mi obra de arte - por Lydia

Los pequeños detalles - por Némesis30

Por el bien común - por Wasabi

La oportunidad llega sola - por Elpintor2

Sola - por Scherezade

La vida en un segundo - por Iván Sanluís

La ciclista - por Genio

16 añitos - por Locutus

45 segundos a euro - por Alesandra

Necesito una verga - por Esther

No soy tuya - por Donnar

Más que sustantivos - por Wasabi

Maldito alcohol - por Lachlainn

El preso - por Doro

De ocho a ocho y media - por Superjaime

Esperando - por Scherezade

Ladrón de coches - por Sociedad

Taxista nocturno,servicio especial - por ElPintor2

No me importa nada más - por Hera

Una noche de verano - por Dani

Vampirillos - por Desvestida

Siempre hay un hombro amigo - por Yuste

En mi interior - por Nemésis30

Almas - por Egraine

El tren de lavado - por Lydia

Despertar placentero - por Lince

Piel de manzana - por Sasha

La cita - por Alesandra

Hace muchos años - por Trazada30

El dragón - por Lobo Nocturno

La fila - por Locutus

Me fascina - por Erotika

Tardes eternas - por Ornella

La realidad supera la imaginación - por Genio

Instinto primario - por Espir4l

La sorpresa - por Solharis

38. La verdad en el fuego

Gönbölyuseg

Carta a un desconocido

Enfrentarse al pasado

Alejandría

La venganza de Aracne

Un relato inquietante

El libro maldito de Bartholomeus Nazarí

El apagón

El pasillo oscuro

Ejercicio 2 Las apariencias engañan - Va la novia

Naufragios: Libertad

Naufragios: Outdoor Training

Naufragios: Naufragio

Naufragios: Crucero de Empresa

Naufragios: Enemigos

Naufragios: La Invitación

Naufragios: El naufragio del Zamboanga