miprimita.com

El apagón

en Otros Textos

LOS RELATOS FANTÁSTICOS DE LOS AUTORES DE TR. LA BILIOTECA

 

El apagón – por Lydia

Otra vez la lluvia, pero no cualquier tipo de lluvia sino una cortina incesante de agua que desbordaba las aceras y provocaba un colapso monumental. Todo estaba encharcado,… inundado…

Pareceré tonta, pero en los días lluviosos, me gusta resguardarme en la biblioteca de la universidad y sumergirme en la lectura.

Llegué empapada. El hecho de que fuera verano hacía que las ropas propias de esa época no fueran precisamente impermeables y al entrar no pude evitar que algunos de mis encantos se mostraran bajo la tela y que todas las miradas se dirigieran hacia mí.

Atravesé la sala de lectura y me dirigí directamente hacia la mesa de Verónica, la bibliotecaria más amable y simpática que he conocido… Toda una amiga. Ella me echaría un cable.

Cómo vienes hija… ¡estás empapada!

Sí, Vero, me pilló de lleno la tormenta.

Sabía que ibas a venir, no fallas nunca en días como estos. Eres única.

Sí, creo que es una manía. Como siempre,  no me ha dado tiempo a cobijarme en ningún sitio, por eso quería pedirte un favor…

Claro guapa, ¿el secador?

Eres un solete ¡Qué haría yo sin ti!

Claro mujer, pasa a mi cuarto, está junto al lavabo. Bueno, tú ya sabes…

 

El sonido del secador en aquel reducido cuarto era bastante elevado y me hacía sentir incómoda ante la posibilidad de molestar a los ocupantes de la sala contigua, que estaba repleta de gente enredada entre diversos tipos de lectura… y eso me hizo pensar mientras tanto en qué libro podía sumergirme yo: pensé en algo romántico quizás, al fin y al cabo ese era un día para la melancolía y la tristeza, quizás también una novela dramática,…algo de suspense…

De pronto la luz de la habitación se apagó, el ruido del secador cesó de inmediato y todo quedó en el más absoluto silencio… y en la más completa oscuridad.

Esperé unos segundos, intentando vislumbrar algo de luz en aquel cuarto oscuro, para al menos poder encontrar la puerta. Debía estar ridícula con el secador en la mano y estirando los brazos todo cuanto podía intentando alcanzar algo a lo que agarrarme,  el sentirme sola en aquella habitación, a oscuras y en ese respetuoso silencio, me incomodaba bastante. Sentí miedo.

Al fin pude acercarme hasta la pared, ayudada por el cable del secador que me servía de guía. Abrí la puerta y me percaté que la oscuridad en el pasillo también era imponente, aunque se vislumbraba algún rayo de luz.

¿Vero?… ¡Verónica!  – grité, pero no hubo respuesta.

 

Pensé que si no recibía respuesta de ella es porque habría abandonado su mesa en busca de velas o de alguna solución ante aquel repentino apagón. Así que, a oscuras, avancé por el pasillo, siempre apoyándome en la pared con miedo a tropezar con algo.

Cuando llegué a la sala principal de la biblioteca tampoco vi iluminación alguna, además de darme cuenta que por las ventanas de la calle tampoco entraba luz… ¡era de noche a las cinco de la tarde! Lo más curioso de todo es que nadie hablaba, el silencio seguía dominándolo todo de una forma inaudita. En ese momento recordé que en el bolsillo de mi vaquero siempre llevaba un pequeño mechero para esos cigarrillos de emergencia. Cuando lo encendí, sentí un cierto alivio.

Levanté aquel pequeño encendedor por encima de mí para poder alumbrar todo lo posible, y lo que vi… era increíble. La sala de lectura, siempre abarrotada de innumerables estanterías repletas de libros, de mesas, de sillas y de gente a todas horas, estaba…. ¡completamente vacía! El corazón me latía aceleradamente, parecía quererse salir por mi boca, lo notaba en mi garganta y eso no me permitía casi tragar saliva, el miedo se fue apoderando de mí, a medida que mis pasos avanzaban por aquella sala vacía. Aceleré el paso, pues esa oscuridad, ese silencio y esa situación estaban poniéndome más que nerviosa Notaba un temblor por todo el cuerpo, un sudor frío que me invadía y cierto mareo, lo que inequívocamente me llevaba a perder el control. Busqué a duras penas una salida hacia la calle… corrí por los pasillos, incluso con el riesgo de tropezar, pero el pánico me estaba acechando.

Llegué a la calle y volví a sorprenderme, las nubes en aquella fría noche avanzaban lentamente y dejaban tras de sí la cara de una luna que no conocía,… una cara diferente, con otras manchas… Sentí un escalofrío por todo el cuerpo cuando al llegar al jardín contiguo a la biblioteca un hombre con un estrafalario sombrero azul me detuvo, sujetando con fuerza mi brazo izquierdo:

¿Dónde vas niña?

¿Qué?

Tú no puedes salir del recinto, está prohibido.

Oiga, suélteme, pero que…

Bueno, ya basta,  no debes abandonar la zona 3, no hay más que hablar.

 

El hombre del sombrero azul acercaba su dedo pulgar a la boca y relataba palabras y números incomprensibles para mi atormentada mente.

Calixto, Gras, veintiuno. Rail, ocho.

 

Definitivamente pensé que estaba volviéndome loca.

El hombre, sin soltar mi brazo y apretándome hasta hacerme daño volvió a llevarme casi en volandas de vuelta a la biblioteca, mientras yo trataba de zafarme de su prisión y de buscar una escapatoria inútilmente. Me empujó violentamente hacia el interior del pasillo principal del edificio,  haciéndome caer de bruces contra el suelo. Me volví, pero la puerta se cerró con fuerza tras de mi.

Intenté reponerme, sentándome en el suelo de aquel pasillo y buscando la manera de colocar en mi cabeza las piezas de un puzzle que me estaba amargando la existencia incomprensiblemente.

No sé cuanto tiempo permanecí así, sentada sobre el frío suelo y abrazada a las rodillas de mis piernas encogidas. Poco a poco la luz de la extraña luna fue abriéndose paso entre las nubes hasta que alumbró considerablemente la sala de lectura de la vacía biblioteca a través de los grandes ventanales. Me levanté rauda y me situé en medio de aquella enorme habitación mirando a mi alrededor. Observé más detenidamente la estancia y de nuevo me percaté de la falta de todo mobiliario en la sala. Ninguna mesa, ninguna silla, ninguna estantería, ningún cuadro en la pared,… era todo tan extraño.

La azulada luz de la luna me recordó la luz del display de mi teléfono móvil. Salí corriendo de la sala y de vuelta al pasillo hasta el cuartito donde minutos antes me estaba secando el cabello y donde había dejado mi bolso y mi móvil… mi querido e imprescindible móvil.

Encontré el bolso donde lo dejé, tomé el móvil y marqué el número de teléfono de mi padre. No sé porque marqué ese número, pero en ese momento me sentía como una niña perdida que necesita desesperadamente la ayuda de su padre… Tras unos segundos, un pitido de error y unos símbolos indescifrables indicaban que el teléfono no estaba operativo.

Me quedé mirando a la pantalla azul intentando descifrar ese mensaje que nunca antes había visto. Mi desesperación iba en aumento a medida que todo se estaba poniendo contra mí. Por más que intentaba atar cabos, no conseguía entender nada de lo que ocurría a mi alrededor. Volví a mirar al display: mi perplejidad fue aún mayor… la fecha marcaba 17 de enero… ¡de 9128! Sonreí creyendo adivinar que todo aquello era fruto de una broma, una cámara oculta o algo así,… pero lejos de mis ilusiones, la realidad era otra, mucho más contundente, tanto que todas mis suposiciones se desmoronaban en aquel silencioso lugar por su propio peso.

Una lágrima recorrió lentamente mi mejilla hasta que el salado sabor llegó a la comisura de mis labios. Estaba indefensa. Me senté en el suelo de nuevo en aquella oscura habitación, intentando desconectarme de esa realidad. No puedo precisar el tiempo que me quedé inmóvil, presa de mis torturadores pensamientos, cuando oí unos pasos acercarse por el pasillo principal. Salí apresuradamente de aquel cuartito esperando que alguien me explicara todo de una vez por todas o incluso "liarme a tortas" con mis carceleros  si fuera necesario…

La que salió a mi paso era una mujer de mediana edad, vestida con una especie de abrigo hasta los pies, botas y un sombrero azul idéntico al de mi anterior encuentro con ese hombre que me encerró a empujones en la biblioteca. La mujer avanzaba por el pasillo hasta llegar a mi altura y detenerse a pocos centímetros frente a mí. No me sentí tan asustada como la vez anterior, su sola presencia era tranquilizadora, más todavía cuando ella me sonrió amablemente y ofreciéndome sin palabras una explicación:

Hola. Relájate. No tienes por qué preocuparte por nada…

 

Aquella frase me tranquilizó mucho más, pero quería saber, estaba angustiada:

¿Qué está ocurriendo?, ¿dónde estoy? ¿Dónde está todo el mundo?

 

Volvió a sonreírme. Sus ojos negros resplandecían.

Mira, la situación no es fácil de explicar, sucede muy pocas veces, pero sucede.

Ya lo creo, esto no me parece muy normal, desde luego, si es una broma, está tornándose muy desagradable para mi.

No, no es una broma, se trata de algo extraordinario que ha sucedido en el momento en el que estabas en la biblioteca.

Lo último que recuerdo es que estaba empapada y que me estaba secando el pelo, cuando…

Exacto. Ese ha sido el momento…. Te estabas secando el pelo con un secador, tus manos estaban mojadas y se ha producido un cortocircuito.

Entonces… ¿estoy muerta?

No, jajaja… No exactamente.

 

Las lágrimas aparecieron de nuevo en mis ojos y mi nueva interlocutora estaba intentando apaciguar mis nervios apoyando su mano sobre mi mejilla y secando mi lágrima con su dedo pulgar.

¿Pero que está ocurriendo? ¿Dónde estoy? ¿Estoy loca?

No. Mira, has entrado en una especie de, ¿cómo llamarlo?... ¿"Universo paralelo"?… sí, algo así.

Sí… ¿y?

Bueno en condiciones normales, no hubiera pasado esto, pero esta biblioteca que lleva aquí más de 500 años y tiene… como una sensorización especial. Es difícil de explicar.

Y ahora ¿qué hago yo aquí? ¿Esto es un sueño o algo parecido? ¿Quizás una pesadilla?

No, tranquilízate, es solo una percepción mental, algo que te ha trasladado de lugar, a una materia diferente, nueva... tu mente está aquí.

Pero entonces… ¿es una alucinación mía?

No, definitivamente no estás alucinando. Sería difícil explicarlo así en cuatro palabras y menos todavía en tu situación y en el tiempo que queda…

¿El tiempo que queda?

Sí, no tengo suficiente tiempo para hacerlo, tu estancia aquí será relativamente corta.

 

Comprendía sus palabras pero por más que lo intentaba no lograba entender la situación en sí misma, perdida y desamparada en un extraño mundo… La mujer puso sus manos sobre mis hombros e intentó aclarar mis dudas…

Debido a la descarga por tus manos húmedas y a la situación espacial transitoria de esta biblioteca, te has trasladado en un viaje extradimensional hasta un mundo que no te parece familiar, pero que es tuyo, te corresponde igualmente...

¿Te refieres a que he realizado un viaje astral o algo así?

Sí, sí... jajaja… Algo así. No es una definición muy exacta, pero puede ser algo parecido.

Por lo tanto, estoy viva en mi mundo y soñando en este ¿no?

No, no exactamente. La descarga te ha hecho viajar, tú solo puedes estar en un mundo, no hay dos como tú, solo eres tú, lo que ocurre es que tu tiempo de allá, está detenido, digamos… en pausa. Y ahora tu mente está "trabajando" aquí.

Y ¿yo? ¿Dónde estoy yo? ¿Aquí? ¿Allí?

Bien, tú estás aquí y allí, no te lo puedo detallar, pero es tu mente la que ahora esta aquí, intenta olvidar tu verdadero mundo, pronto volverás a él.

Entonces, si voy a volver pronto a mi mundo… ¿qué hago en este?

Has venido en una misión especial. Has sido "elegida".

¿Sois extraterrestres? ¿Estoy abducida?

 

De nuevo su sonrisa y sus ojos brillantes me tranquilizaron.

No, soy humana como tú. Yo también he sido elegida, como todos, venimos al mundo a cumplir una misión y tenemos que desarrollarla de la mejor manera posible.

¿Todos venimos al mundo a cumplir una misión?

 

Me sentía ridícula repitiéndome a mi misma las preguntas a sus afirmaciones, pero cada frase me confundía más y más.

Tú has sido elegida para alcanzar este transitorio episodio, tan importante que es vital, primordial para la humanidad…

Definitivamente, he muerto y estoy en el cielo o el infierno o lo que sea… por favor, te lo ruego, dime la verdad.

No…  Te prometo que no estás muerta, estás viva y muy viva, solo es tu mente la que está fuera de ti, durante unos breves instantes, no te lo puedo explicar…

Bien, entonces explícame al menos,  ¿por qué? ¿Qué demonios hago aquí?

 

Me acompañó a lo largo del pasillo dándome su mano, me sentía muy bien con ella, era una gran anfitriona en ese nuevo mundo en el que me encontraba. Subimos a la planta superior de la biblioteca y allí también había muchos espacios vacíos, salvo una pequeña sala, donde se encontraban muchos otros "vigilantes" con sus sombreros azules horribles y acompañados cada uno de ellos por personas aparentemente "normales" como yo. A pesar de mis temores, mis miedos o mis dudas, la mano firme de mi acompañante impregnaba mi cuerpo de serenidad y de sobretodo de paz, mucha paz.

Nos sentamos en un pequeño banco, al igual que toda aquella gente, parejas de hombrecitos o mujeres de sombrero verde y personas "normales" entre las que había hombres, mujeres, ancianos, niños…

¿Quién es toda esa gente? ¿Por qué me has subido aquí?

Mira, cada uno de ellos está aquí en la misma situación que tú. Y todos están en esa misión especial. Su mente ha viajado hasta aquí.

¿Quieres decir que todos los seres humanos tenemos que venir aquí?

No, jajaja, no, todos no. Solo los "elegidos".

¿Y por qué yo? ¿Por qué soy una elegida?

Pues porque sí, no puedo detallarte tanto, solo piensa que esta biblioteca es el nexo de unión entre dos mundos y es nuestra única fuente de intercambio con vosotros. Todas estas personas han sido elegidas igual que tú, en la misma biblioteca, que lleva aquí suministrando una energía muy particular entre tu mundo y el mío. Todos han sido captados de una forma similar a la tuya.

Pero, yo no les reconozco, no me suenan sus caras…

Claro, porque han salido de la biblioteca… en distintas épocas, en fechas diferentes…

No entiendo nada, entonces ¿Qué año es ahora?

¿No recuerdas haberlo visto en tu teléfono?

Sí, 9128… Acaso… ¿estamos en ese año?

Sí y no. Para hacerte una idea, nosotros hemos regresado a ese año para adaptarnos a vuestro mundo, pero estamos mucho mas alejados todavía.

O sea que venís del futuro lejano.

Sí, lo estas entendiendo, aunque no es tan simple, es más o menos así.

¿Quieres decir que ahora yo he viajado al futuro, es decir al año 9128 y tú has viajado al pasado, al mismo año?

Sí, eso es… con algunas apreciaciones, como que nuestro mundo no es tan "real" como el vuestro, es muy diferente, piensa que es un mundo irreal, virtual… Nosotros no somos del aspecto que tú nos ves, nos hemos adaptado a esta fecha por diversos motivos.

¿Y cuáles son?

Bueno, no puedo explicarte todos, porque algunos no se te pueden desvelar, pero son varios, entre otros porque necesitamos varias fechas anteriores y posteriores a la tuya y todas confluyen en el año 9128. Digamos que hay razones técnicas para que eso sea así.

Y no me las quieres contar…

No, simplemente no estás preparada  porque necesito mucho tiempo para hacerlo, yo vengo de muchos años, por delante de ti, la humanidad ha desarrollado una, mejor dicho varias mutaciones a lo largo de millones de años…

¿No sois humanos? ¿Millones de años? No entiendo nada.

Sí, tranquila… no somos bichos raros, seguimos siendo en el fondo como tú. Te explico: Tú eres humana, vives una vida física más o menos activa, creada por una situación, un momento, una necesidad…. El resto es puramente química.

¿Cuál es mi vida física? ¿Cuál es esa necesidad?

 

Su sonrisa volvía a intentar controlar mis nervios. En condiciones normales no hubiera podido soportar semejante shock, demasiadas emociones juntas para una pobre y desgraciada humana como yo…

Comprendo que tengas un millón de preguntas en la cabeza y me encantaría resolver todas tus dudas, sin embargo no tenemos tiempo.

¿Otra vez el tiempo? ¿Me estás diciendo que has conseguido traerme hasta aquí y no puedes retenerme para explicarme con claridad todo?

Ojalá pudiera, lo voy a intentar, te lo aseguro, pero necesito que lo comprimas todo mucho más de lo que tú quieres, mi misión es explicarlo a millones de personas.

Y ¿a todas en este año?

No exactamente, necesitamos varios miles de años, pero casi, casi a todos en muy poco tiempo ¿Estás preparada? Intenta simplificarlo todo ¿Podrás?

Sí, creo que sí.

 

La respuesta no era convincente, ni siquiera para mí.

Bien, la humanidad tiene una misión igual que la tienes tú, es decir, la parte física, que es principalmente reproducción y supervivencia, esas son las dos bases físicas y casi animales de cada uno de nosotros y después está la aportación al desarrollo propio de nuestra especie, del propio universo… en definitiva de la vida.

¿Sí?... Lo entiendo y entonces… ¿yo que aporto?

Pues aparte de estar aquí, para adelantar ese desarrollo, para seguir procreando, cuidando a tus semejantes y activando el desarrollo, el progreso de cada individuo. En todo el universo esas especies, activan y mueven todo, avanzan y giran sin parar, a veces ese movimiento es inapreciable, imperceptible por muchos, pero vital, te aseguro que primordial para la vida.

¿Vosotros sois unos enviados de Dios?

No, ya te dije que soy igual que tú, en los aspectos de, digamos,… "mente humana". En ese aspecto somos exactamente iguales.

Y ¿Dios? ¿Qué opina Dios de todo esto? ¿Existe? ¿Nos ha creado?

Tampoco tengo tiempo para adelantarte tanto, si fuera tan sencillo te lo diría en cuatro palabras, pero créeme, yo tampoco estoy preparada para tanto. Te puedo decir que Dios es todo, cada cosa que habita en el mundo, lo animal, lo inanimado, Todo. El aire que respiras, las piedras, el cielo, los animales, todo… es la misma naturaleza en sí.

 

Sus palabras aparte de apaciguadoras eran lógicas, pensando que todo aquello era real, muy real y no producto de mi imaginación, evidentemente…

 

Te explicaré que esa humanidad a la que perteneces se está desarrollando, a todos los niveles, tú misma los vas viendo evidentes, como descubrimientos, avances científicos, tecnológicos y cada vez con mayor velocidad.

Es cierto… creo que el avance del mundo va muy rápido, cada vez más, pero creo que está llegando a su fin, no creo que siga a ese ritmo.

Por supuesto que si, seguirá a un ritmo frenético, pero en aceleración continua, no va a parar, nunca. En todas las épocas se ha creído llegar al límite. Solo hay algo que no cambia: nuestra mente.

Pero, si todo avanza, es porque nuestra mente avanza… creo yo…

Sí y no… la mente es la misma, tanto en la prehistoria como en el año en el que estamos, solo han cambiado algunas cosas de su interior. Piensa que la inteligencia de los humanos no va solo en su progreso, sino en una condición propia de si mismo.

No entiendo nada.

Te dije que no iba a ser fácil. Se acaba mi tiempo… no puedo desvelarte más… es todo cuanto puedo detallarte.

Pero, ¿entonces? ¿Mi importante misión? ¿Esa misión para la cual fui elegida?

Ya la has cumplido.

Pero, si no hemos llegado a nada.

Te equivocas, has comprendido mucho, has entendido lo primordial. La humanidad no ha desaparecido, sigue durante varios millones de años más, su existencia debe proseguir y procurar que nada rompa esa cadena. El principal enemigo de la humanidad es... ella misma, por eso, tu misión, al igual que la de toda esta gente, es la de mantener esa idea dentro de tu mente y contagiarla a cuantos puedas, esa es tu misión vital.

Pero… yo no puedo hacer nada… ¿por qué no te traes a los presidentes de todo los países del mundo y les explicas que el mundo no debe destruirse?

Si… se podría, pero si no han sido elegidos, es precisamente porque no pueden hacerlo. Tú lo has entendido, como todos los millones de personas que han pasado por aquí. Mi labor es la de instruir esa reseña en tu mente.

¿Tú entonces formas parte de ese Dios?

Sí, pero tú también. No olvides eso nunca.

¿Eres mi ángel de la guarda?

Si quieres que lo sea, lo seré.

 

La voz de mi interlocura, de mi cuidadora, de mi vigilante o lo que fuera, se fue apagando lentamente, al igual que la luz de aquella habitación, hasta que poco a poco volvió a la más profunda oscuridad y el más absoluto silencio.

Cuando desperté fue en una ambulancia camino del hospital y cuando las manos de un ATS estaban aprisionando mi tórax en masajes cardíacos desesperados…

Ya vuelve en sí… - fueron sus palabras tras una dulce sonrisa.

¿Dónde estoy?

Tranquila, has sufrido una descarga eléctrica, pero has tenido muchísima suerte. En otras condiciones no te habrías salvado.

¿Por qué? ¿Qué ha pasado?

La descarga provocó un cortocircuito que hizo saltar el interruptor del suministro eléctrico de la biblioteca.

¿Entonces? ¿Todo lo que me ha sucedido? ¿Los que me "eligieron"…?

 

Los dos enfermeros se miraron y sonrieron levemente y uno de ellos me puso una compresa fría en la frente mientras me decía:

No te preocupes por nada, estás viva, lo demás no importa, solo descansa…

 

 

© Lydia - 2005

Mas de EJERCICIO

La asombrosa historia de la Thermo mix

La verdadera historia del Inquisidor Ortuño

Vengándome de Sara

He visto el futuro

La tormenta

El Monasterio del Tiempo

La cuenta atrás

Bucle

Ejercicio XIXX: Cambio de fecha.

Ejercicio XXIX: Viajes en el tiempo

Ejercicio XXIX

Redención

Los pecados capitales de una madre

Manos

El poder de Natacha

El hombre que me excita

El toro por los cuernos

Valentina

Pulsión maternal

XXVIII Ejercicio: Los siete pecados capitales

La hormiga

Masturbación fugaz

Las musas (¡y su puta madre!)

Querido Carlos...

Asmodeo

En la oscuridad

La maldición

El desquite de Érica

Eva Marina

La viuda

Noche de copas

La despedida

La llamada

Cine de madrugada

La pareja de moda

Testigo 85-C

Diez minutos

Las tetas de Tatiana

Por el cuello o por los cojones

Fisioterapeuta

Guapo, rico y tengo un pollón

Inmóvil

¡Siéntate bien!

La obsesión de Diana

El Cuerpo

Descenso

Mía (Ejercicio)

Serrvirr de ejemplo

La espera

Despatarrada

Primera infidelidad

Caricias

Mi amante, Pascual

Sexogenaria

La heteroxesual confundida.

La ira viste de cuero

Homenaje

Indefensa

Reencuentro

XXVII Ejercicio: relación de relatos

XXVII Ejercicio de Autores: microrrelatos

El principio del fin

Como Cristiano Ronaldo

Supercalientes

Paso del noroeste

Pérdida personal

Naufraghost

Marinos y caballeros

La manzana, fruta de pasiones y venganzas

El naufragio del Te Erre

En un mundo salvaje

La última travesía del “Tsimtsum

Sentinelî

Me llamaban Viernes.

Naufragio del Trintia: Selena y Philip

La isla

El huracán Francine

Fin

La sirena del Báltico

Nunca Jamás

El Último Vuelo del Electra

Relatos XXVI Ejercicio

Naufragios: Namori se está ahogando

Naufragios: amantes en potencia

Naufragios: Libertad

Naufragios: Outdoor Training

Naufragios: Naufragio

Naufragios: Crucero de Empresa

Naufragios: Háblame del mar, marinero

Naufragios: Enemigos

Naufragios: La Invitación

Naufragios: El naufragio del Zamboanga

Homenaje a todos

XXVI Ejercicio de Autores

Final del Ejercicio XXV

Sus ojos

Vecinos de dúplex en la costa

Pauline o la lascivia del poder

¡No hay huevos!

La hermana mayor que todos compartimos

Ana y la pausa de los anuncios

Moonlight

Guerrera en celo

Aburridas

El canalla

Y todo por una apuesta

Un gol por la escuadra

Dos primos muy primos

Mi hija apuesta por nuestro futuro

La puerta oscura del transexual

Relación de relatos del Ejercicio XXV

Ejercicio XXV

Final del ejercicio XXIV

El fin del racionamiento

Amores eternos

La clínica

Halley

La mujer más guapa del mundo

Cuatro años y un día

El hombre de mi vida

Algo muy especial.

Marcha atrás

El friki

El payaso y la preñada

Justicia o venganza

Noche de cuernos

Velocidad de escape

Mi adorable desconocida

Accidente a plena luz

Relación del relatos del XXIV Ejercicio de Autores

XXIV Ejercicio de Autores

Votación temas XXIV Ejercicio de Autores

Convocatoria ejercicio XXIV

Final del XXIII Ejercicio

El holandés errante

El Pirata

El torero

En el cielo

Campanilla y el sexo

Ser Paco Payne

Príncipe azul

Silvia salió del armario

Cambio

Mátame suavemente

Un divertido juego

Tres palabras

El semen del padre

Salvajes

Día de la marmota

Los tres Eduardos

Sheena es una punker

El legendario guerrillero de Simauria

El converso y la mujer adúltera

Órdago a todo

La bicicleta

Janies got a gun

Difurciada

Relación de relatos del XXIII Ejercicio

XXIII Ejercicio de autores de Todorelatos

Votación de las propuestas para el XXIII Ejercicio

Convocatoria del XXIII Ejercicio de Autores

La historia del monaguillo o el final del XXII

La reducción

Es palabra de Dios

Tren de medianoche

Hermana mayor

Una historia inmoral

Venceremos... venceremos... algún día

El vicario

Cielo e infierno

Reencuentros en la tercera fase

La Señora Eulalia

La pregunta

Juguetes rotos

Génesis 1,27

La entrevista

La mafia de los mantos blancos

Las cosas no son tan simples

XXII Ejercicio: lista de relatos

XXII Ejercicio de Autores de TodoRelatos

Votación de las propuestas para el XXII Ejercicio

Convocatoria del XXII Ejercicio de autores

Avance del XXII Ejercicio

Resultado del XXI Ejercicio de Autores

Con su blanca palidez

Adios mundo cruel

Tribal

Mi sueño del Fin del Mundo

El Pianista Virtuoso

A ciegas

La Ceremonia

Blanca del Segundo Origen

Hotel California

El tren del fin del mundo

100 años después

El fin del mundo. La tormenta solar perfecta.

Un último deseo

El convite

Demiurgo

Diario

El Gato de Chesire

Relacion relatos XXI Ejercicio

XXI Ejercicio de Autores

Votaciones para el XXI Ejercicio de Autores

Propuesta de ideas para el XXI Ejercicio Autores

Revisión de las normas

Gracias por participar del XX Ejercicio de Autores

Aprender a contracorriente [gatacolorada]

Vida estropeada [Estela Plateada]

En las crisis ganan los banqueros[ana del alba 20]

El rescate de Benilde [voralamar]

Se alquila habitación [Ginés Linares]

Sin tetas no hay trabajo [doctorbp]

El Préstamo [Lydia]

Liberar tensiones [Bubu]

Parásito [SideShift]

El Sacrificio de mi Mamá [Garganta de Cuero]

Ladrona [Neón]

Maldita Crisis [EROTIKA]

Las ventajas del poder [gatacolorada]

La crisis del coño [ana del alba 20]

¿Por Qué Lloras? [Silvade]

del amor. La máquina [erostres]

Los viajeros temporales [Estela Plateada]

Relato casi erótico [Alba_longa]

Grande y felicísimamente armado [voralamar]

El Fotógrafo [Vieri32]

¿Algo para reír o para llorar? [MilkaMousse]

Nyotaimori [Ginés Linares]

Muñecos Rotos [pokovirgen]

Relación de relatos del XX Ejercicio de Autores

XX Ejercicio de Autores

XX Ejercicio de Autores: Votación de tema

Propuesta de ideas para XX Ejercicio de Autores

Gracias por participar en el XIX ejercicio

Legión de Ángeles

Eva al desnudo

En el fondo de su mente

Las viejas tamaleras

Una canción en 100 años

Del amor, la guerra y otras lindezas

Canción de despedida

Noches de luna llena

Almas

El sobre azul

Nunca subas a la chica de la curva

Aunque tu no lo sepas

El Cid

La puta de mi novia y su despedida

Por toda la casa

El suicidio del Samurai

Causa y efecto

La fiesta de Navidad

Diálogos para un ejercicio

La barbería

Por los beneficios

Cenizas del deseo

M & M… y sí, son unos bombones adictivos

Lazos oscuros y desconocidos

Relación de relatos del XIX ejercicio

XIX Ejercicio de autores

XIX Ejercicio de autores: Votación de tema

Propuesta de ideas para XIX Ejercicio de Autores

Brevísimo balance del XVIII Ejercicio de Autores

Pínchame, amor (Segunda parte)

Noche mágica

Con todos ustedes....¡el increíble bebé barbudo!

Extraños en la noche

Noche de suerte

Por fin pude ver a mi esposa montada en un joven

La chica de la revista

Vida de casado

Una manera de sentir

Trovadores de la noche

Después de la feria según Lucas

Después de la feria según Marcos

La morochita villera

Cómo recuerdo el día en que llegó a mi casa

Amo las mujeres que desagradan a otros

¡Pínchame, amor! (1)

La primera noche de mi nueva vida

La mejor noche de un actor porno

La prueba

Paparazzi

Ivette, mi princesa árabe

El montoncillo y la gata

Pasión y lujuria en la Barceloneta

Relación de relatos del XVIII Ejercicio de Autores

Noticias sobre el XVIII Ejercicio de Autores

XVIII Ejercicio de autores

XVIII Ejercicio: Votación del tema

Propuesta de ideas. XVIII Ejercicio de Autores

Crucigrama. GatitaKarabo.

Flores. Dark Silver.

¡Maldita sea! Izar

Fugados. Dark Silver.

Superbotellón. MariCruz29

El Pelao. GatitaKarabo.

Raquelísima. Moonlight.

Oración. Masulokunoxo

El despertar. GatitaKarabo

Media tarde. Trazada.

La noche es bella. Lydia

Apetecible. Paul Sheldon.

Play. Un Típico Sobi.

Zanahorias de Haití. Masulokunoxo.

Charla de alcoba. Trazada.

XVII. Ejercicio de autores.

XVII Ejercicio. Votación del tema.

Propuesta de ideas. XVII ejercicio de autores

PsicóTRico.

Mi primer día.

Desde el fondo de la pecera

Un chico normal

La increíble historia de Mandy y su locura felina

Carta blanca

Amigo mío, ¿qué hice mal?

La psicología del miedo

El diablo nunca

El salto atrás de Paco.

Contacto humano

Identidad

Una muñeca vestida de azul.

AVISO - XVI Ejercicio - RELATO PSIQUIÁTRICO

XVI. Ejercicio de autores. Relato psiquiátrico

Votación del tema. XVI Ejercicio

Propuesta de ideas. XVI ejercicio de autores

¿Qué es el ejercicio?

La leyenda del demoniaco jinete sodomizador

¿Por qué las ancianas tienen obsesión...?

El visitante

Amantes en apuros

El hotel

El cementerio

La leyenda urbana de TR, ¿Quién es el Calavera?

Mascherata a Venezia

La cadena

Mujer sola

Electo ateneo

La Dama de los Siguanes

Libertina libertad

Máscaras

El engaño del Cadejo

Los veintiún gramos del alma

Examen oral

En el espejo

El Greenpalace

Una leyenda urbana

Sorpresa, sorpresa

Gotitas milagrosas

Información del XV ejercicio

XV Ejercicio de autores - Leyendas urbanas

Propuestas e ideas para el XV ejercicio de autores

Cambio de carpas

Con mi pa en la playa

Con sabor a mar

La luna, único testigo

Duna

Selene

Acheron

Una noche en la playa

¿Dónde está Fred?

Fin de semana en la playa

La noche del sacrificio

Nuestra playa

Aquella noche en la playa

La indígena

Sacrificio a la luna

El Círculo de Therion

Hijo de puta

Como olas de pasión

Hija de la luna

XIV ejercicio de autores – ampliación de plazo

La noche de los cuernos

Citas Playeras S.A.

XIV Ejercicio de Relatos Una noche en la playa

Yo quería y no quería

Información sobre el XIV Ejercicio de Relatos

La soledad y la mujer

Una oración por Rivas

Inocente ¿de qué?

El te amo menos cotizado de la Internet

Esquizos

Ella

Pesadilla 2

Dios, el puto y la monja

Mi recuerdo

Nada es completo

Pesadilla (1)

Remembranzas

Pimpollo

Un momento (3)

Hodie mihi cras tibi

Hastío

La sonrisa

Tu camino

Duelo de titanes

La madre de Nadia Lerma

XIII ejercicio sobre microrelatos

Mujer Amante - Vieri32

No tengo tiempo para olvidar - Lymaryn

Un ramito de violetas - Lydia

Palabras de amor - Trazada

Bend and break - GatitaKarabo

Tú me acostumbraste - Avizor

Por cincuenta talentos de plata - Estado Virgen

Äalborg [Sywyn]

El peor pirata de la Historia [Caronte]

Mi encuentro con el placer [Apasionada29]

El pirata que robó mi corazón [Lydia]

Trailer [Zesna]

A 1000 pies de altura [Lymarim]

Me aburrí muchísimo [Parisién]

En el océano de la noche [Kosuke]

U-331 [Solharis]

Sansón y Dalila

Kitsune

El sueño de Inocencia

La esencia de Zeus

Ángeles y demonios

Lilith

Hércules y las hijas del rey Tespio

Invitación para el X Ejercicio: Mitología Erótica

Tren nocturno a Bilbao

Aun no te conozco... pero ya te deseo

He encontrado tu foto en Internet

Entre tres y cuatro me hicieron mujer

Memorias de un sanitario

Sex-appeal

Sexo, anillos y marihuana

Talla XXL

Goth

Cayendo al vacío

Afilándome los cuernos

Plumas y cuchillas

IX Ejercicio: 2ª Invitación

IX Ejercicio de relatos eróticos

Pesadillas de robot

Promethea

Mi dulce mascota

Involución

Déjà vu

Eros vence a Tanatos

El instrumento de Data

El corazón de Zobe

Fuga de la torre del placer

Comer, beber, follar y ser feliz

El caminante

Pecado

Maldito destino

Madre

Decisión mortal

Yo te vi morir

Angelo da morte

Azul intenso

Pecado y redención

Mátame

Cuando suena el timbre

El purificador

El último beso

Mi instinto básico

Ella quería tener más

Hospital

Fábula de la viuda negra

Por una buena causa

Seven years

El opositor

¿Tanto te apetece morir?

Voy a comprar cigarrillos y vuelvo

Satanas Death Show

Días de sangre y de swing

Relatos Históricos: La copa de Dionisios

Invitación para el nuevo Ejercicio sobre CRÍMENES

Relatos Históricos: Al-Andalus

Relatos Históricos: 1968

Relatos Históricos: Qué golfa era Carmela

Relatos Históricos: Franco ha muerto, viva el gay

Relatos Históricos: El beso

Relatos Históricos: El soldado

Relatos Históricos: Campos de Cádiz

Relatos Históricos: 1929 en Wall Street

Relatos Históricos: El primer vuelo

Relatos Históricos: El primer gaucho

Relatos Históricos: Así asesiné al general Prim

Relatos Históricos: En bandeja de plata

Relatos Históricos: La maja y el motín

Relatos Históricos: El niño del Kremlin

Relatos Históricos: Yo, el Rey

Relatos Históricos: Tenno Iga No Ran

Relatos Históricos: Las prisioneras de Argel

Relatos Históricos: Un truhán en las Indias

Relatos Históricos: Mar, mar, mar

Relatos Históricos: Un famoso frustrado

Relatos Históricos: El caballero don Bellido

Relatos Históricos: Clementina

Relatos Históricos: Cantabria indomable

Relatos Históricos: Nerón tal cual

Relatos Históricos: En manos del enemigo

Relatos Históricos: Alejandro en Persia

Relatos Históricos: El juicio de Friné

Relatos de Terror: Ojos violetas

Relatos de Terror: Silencio

Relatos de Terror: Nuria

Relatos de Terror: El bebé de Rosa María

Relatos de Terror: El nivel verde

Relatos de Terror: La puerta negra

Relatos de Terror: Aquella noche

Relatos de Terror: No juegues a la ouija

Relatos de Terror: Sombras

Relatos de Terror: Rojo y diabólico

Relatos de Terror: Lola no puede descansar en paz

Relatos de Terror: Asesino

Relatos de Terror: Aquel ruido

Relatos de Terror: Fotos en tu desván

Relatos de Terror: Estúpido hombre blanco

Relatos de Terror: Confesión

Relatos de Terror: Despertar

Relatos de Terror: No mires nunca atrás

Relatos de Terror: Viaje sin retorno

Relatos de Terror: La pesadilla

Relatos de Terror: La playa

Por un puñado de euros - por Yuste

Trópico - por Trazada30

Registro de tráfico ilegal - por Esther

Llámame si quieres - por Solharis

Una noche de invierno - por Dani

Clásico revisitado - por Desvestida

Lengua bífida - por Alesandra

Obediencia - por Némesis30

Hotmail - por Espir4l

Recuerdos - por Némesis30

Ese día estaba yo muy ansiosa - por Esther

Una noche de primavera - por Dani

La sopa - por Solharis

Diez minutos - por Sasha

Celos - por Scherezade

25 líneas dulcemente apasionadas - por Alesandra

Hay que compartir - por Espir4l

Trescientas palabras - por Trazada30

Esa sonrisa divertida - por Trazada30

Una noche de otoño - por Dani

La mujer de las pulseras - por Yuste

En el coche - por Locutus

Ciber amante - por Scherezade

Despertar - por Espir4l

Mi obra de arte - por Lydia

Los pequeños detalles - por Némesis30

Por el bien común - por Wasabi

Sola - por Scherezade

La oportunidad llega sola - por Elpintor2

La vida en un segundo - por Iván Sanluís

La ciclista - por Genio

16 añitos - por Locutus

45 segundos a euro - por Alesandra

Necesito una verga - por Esther

No soy tuya - por Donnar

Más que sustantivos - por Wasabi

Maldito alcohol - por Lachlainn

El preso - por Doro

De ocho a ocho y media - por Superjaime

Esperando - por Scherezade

Ladrón de coches - por Sociedad

Taxista nocturno,servicio especial - por ElPintor2

No me importa nada más - por Hera

Una noche de verano - por Dani

Vampirillos - por Desvestida

Siempre hay un hombro amigo - por Yuste

En mi interior - por Nemésis30

Almas - por Egraine

El tren de lavado - por Lydia

Despertar placentero - por Lince

Piel de manzana - por Sasha

La cita - por Alesandra

Hace muchos años - por Trazada30

El dragón - por Lobo Nocturno

La fila - por Locutus

Me fascina - por Erotika

Tardes eternas - por Ornella

La realidad supera la imaginación - por Genio

Instinto primario - por Espir4l

La sorpresa - por Solharis

38. La verdad en el fuego

Gönbölyuseg

Carta a un desconocido

Enfrentarse al pasado

Alejandría

La venganza de Aracne

Un relato inquietante

El pasillo oscuro

El libro maldito de Bartholomeus Nazarí

Ejercicio 2 Las apariencias engañan - Va la novia

Naufragios: Libertad

Naufragios: Outdoor Training

Naufragios: Crucero de Empresa

Naufragios: Naufragio

Naufragios: Háblame del mar, marinero

Naufragios: Enemigos

Naufragios: La Invitación

Naufragios: El naufragio del Zamboanga