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Cambio de carpas

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Cambio de carpas.

Cuando entramos en mi carpa, Massiel temblaba, pero sabía que no había marcha atrás, ya la había besado y tocado al punto en el que una mujer no puede resistirse. Suavemente la conduje de la mano al colchón de aire que tendido en la arena nos esperaba. De rodillas ante ella comencé a quitarle el vestidito playero mientras con palabras tiernas la tranquilizaba.

-Tranquila mi niña, no te forzaré a nada, sólo haremos lo que tú quieras.

Acariciando su cabello con mis manos llegué a su cuello y comencé a desatar el lazo de su traje de baño, lo sostuve por un momento para lentamente dejarlo caer hasta descubrir sus preciosos senos pequeñitos, blancos, de pezones rosados. Llevé mis manos hasta ellos y con la palma comencé a hacer circulitos, con lo que los pezones se irguieron más de lo que estaban. Acerqué mi boca y los lamí despacio, succionándolos, para luego darle pequeños mordisquitos.

Mis manos estaban ya en su cintura, paseaban de su vientre a sus caderas preparándola para el contacto que se avecinaba. Fui sacando el bikini poco a poco mientras mi boca volvía a la suya.

Terminé de quitarle el bikini y me encontré un pubis delicioso, con poquito vello, lo palpé y estaba chorreando flujos mezclados con arena, y mientras la acariciaba en su intimidad continué besándola sin dejar que se enfriara o se arrepintiera. Fui descendiendo hasta su vagina, tomé una toalla, la sequé un poco y retiré los restos de arena, acerqué mi boca y comencé a lamerla degustando esa cuquita que aún estaba salada por el agua del mar mientras mis manos estaban en sus pezones, frotándolos. Cuando sentí que estaba a punto de tener un orgasmo subí mi cara a la altura de la suya, y mientras la besaba la penetré.

Comencé a bombearla despacio, haciendo círculos con mis caderas, tomé sus muñecas con mis manos como para que no se me escapara, cosa que de todos modos sabía que ella no haría.

Estaba como loco cojiéndome a esa jovencita, hacía mucho tiempo que no estaba con una mujer que me hiciera sentir lo que sentía con ella. A los pocos minutos noté por sus movimientos y su respiración que estaba teniendo un orgasmo y no pude más o no quise seguir conteniéndome.

Cuando estaba por acabar le dije al oído: "voy a acabar, reina, te voy a llenar tu cuquita". Y descargué toda mi leche en su interior.

***

Mi esposa y yo siempre fuimos una pareja muy abierta, desde que la conocí por unos amigos en común supe que había encontrado a la mujer con la que quería pasar el resto de mi vida, que me permitiría disfrutar de otras mujeres y que ella a su vez también tendría otras parejas sexuales. Rosaly, para ese entonces tenía 29 años y yo, Mauricio, 34. Al año de conocernos nos casamos y hemos sido muy felices, éxito profesional y económico, viajes, juegos de azar, y lo que más nos gusta a ambos: intercambio de parejas. Lo único que nos ha sido imposible es tener un hijo, mi amada esposa es infértil o estéril, aún no lo sabemos. Hemos estado tan entretenidos en nuestra divertida vida que no nos hemos propuesto lo que ambos sabemos que nos falta. Hoy contamos con 41 y 36 años, y yo cada vez veo la posibilidad más lejana.

Cansados ya de tantos excesos decidimos irnos un fin de semana a aventurar a la playa. Emprendimos nuestro paseo a Tucacas, en el hermoso estado Falcón, aquí en Venezuela. Pasando de largo por los hoteles y Casinos lujosos, seguimos hasta el Parque Nacional Morrocoy, a pasarnos un sencillo fin de semana, tomándonos nuestro güisquicito y durmiendo en carpa.

Allí los conocimos, era una joven pareja que andaba al igual que nosotros, intentando reavivar su matrimonio. Su carpa estaba al lado de la nuestra, y pidiéndonos favores y nosotros a ellos, comenzamos a entablar una conversación cargada de sinceridad y espontaneidad.

Pedro, joven apuesto y con muy buen cuerpo, nos contó que tenía 25 años, y su esposa Massiel tenía 20. Apenas la vi me fascinó aquella tímida y menuda chica, blanca, delgadita, con su cabello castaño muy largo, y sus preciosos ojos verdes. Pude ver como también los ojos de Pedro se posaron sobre el cuerpazo moreno y macizo de mi mujer, con sus esculturales piernas, su enorme culo y sus tetas operadas.

Ya entrada la noche, cuando se han ido la mayoría de carros y solo quedan los turistas que van a dormir allí, estábamos sentados los cuatro conversando animadamente afuera de nuestra carpa. Ellos tomaban sus cervezas Solera verde, nosotros Whisky. No muy lejos un grupo de jóvenes cantaba mientras uno de ellos tocaba la guitarra a la luz de una fogata. Todo esto era infinitamente mejor que cualquiera de nuestras mejores noches en el hotel SunWay.

Desnudaron sus almas, nos contaron los problemas que tenían con apenas un año de matrimonio, y que éste era un viaje de reconciliación, luego de haber estado dos meses separados. Ambos eran muy celosos, y no por causa de infidelidad de ninguno de ellos, sino debido a sus propias inseguridades. Nosotros también nos sinceramos con ellos, les hicimos ver cuan importante era la confianza en una pareja, y que el amor era lo que realmente imperaba sobre el sexo, contándoles cuanto disfrutábamos en nuestras experiencias con los intercambios de parejas. Mientras mi esposa hablaba, los ojos de Pedro brillaban, y yo que conozco tan bien a Rosaly, sabía que esa era su intención: seducir y tirarse al jovencito que también le había gustado desde que lo vio, mientras yo sonreía a Massiel, quien me devolvía una sonrisita tímida.

Varias horas después, cuando ya el guitarrista y sus amigos muy borrachos no cantaban, la fogata estaba por extinguirse, y en mi camioneta sonaba Alpha Blondie -había yo colocado para seguir teniendo fondo musical- que les propusimos jugar un rato para que sintieran en carne propia el placer de disfrutar con otra persona que no fuera tu pareja, y ver disfrutarla en brazos de otra persona.

El alcohol ayudaba mucho, y la calentura que se le notaba al joven Pedro en la propia "carpa" que se formaba en su entrepierna, me llevó a tomar la iniciativa.

Tomé a Pedro de la mano, llevándolo hasta mi mujer. Le dije que si le apetecía tocarla lo hiciera. El nervioso volteó a mirar a su esposa que ya borracha y no queriendo ser menos asintió con la cabeza dando a su esposo la aprobación que este requería. Pedro comenzó a tocar las enormes tetas de Rosaly por encima de su traje de baño rojo, mientras yo me arrimaba a Massiel para comenzar a acariciar su cabello con un gesto de dulzura. Sus ojos brillaban con la luz de nuestra lámpara de propano, sabía que estaba muy excitada por la conversación, y que aunque estaba muy nerviosa, el temor no la detendría. Me dijo que no le molestaba ver a su esposo disfrutando con Rosaly, que ella también me deseaba, pero que no le gustaría mirar a su esposo ni que él la viera conmigo, no ahora, no la primera vez que vivían esta experiencia.

Se lo hice saber a Rosaly y a Pedro, tomé de la mano a Massiel, y comencé a caminar por la playa cogido de la mano de ella.

Por boca de mi mujer supe como se desarrollaron las cosas entre ellos: entraron a la carpa de la joven pareja, ambos estaban como locos del deseo.

Mi mujer fue directo al grano, sacando el miembro del muchacho de la prisión de su traje de baño, llevándolo de inmediato a su boca. Comenzó a lamerle el glande, a ensalivarlo por completo y luego a llevarlo hasta su garganta proporcionándole la más sabia de sus mamadas. Ella reía al ver la cara del muchacho, parecía que no aguantaría y acabaría enseguida, pero se equivocó. El joven, quien por cierto estaba muy bien dotado, tomó a mi mujer por los hombros, la arrojó al "sleeping", le arrancó la parte de arriba del traje de baño para comenzar a chupar sus pezones con desenfreno, mientras con sus dedos hurgaba ya en su cuca húmeda. Cuando sintió la vulva depilada de Rosaly, le dijo:

-Sssss… como me gusta, depiladita por completo.

Bajó con su boca hecha agua a mamarle la cuca a mi mujer. Dice ella que estaba como loco, como poseído. Comenzó aspirando su olor, y enseguida metió la lengua en su vulva. Ascendío al clítoris con movimientos de sube y baja con la lengua, luego bajaba a la entrada vaginal a recoger su fluidos y degustarlos. Luego bajaba a lamerle el culo y a intentar introducir su lengua allí. Cuando la tuvo bien lubricada, comenzó a introducir dos dedos en su vagina, mientras continuaba con el lengüeteo en su clítoris. Luego sumó un tercer dedo y lo metió en su culo. Fue ella quien sí tuvo un orgasmo con apenas el chico trabajarla un rato.

Cuando la sintió venirse no quiso aguantarse más, subió, y de un solo golpe la penetró. Aunque Rosaly está acostumbrada a recibir penes de diferentes tamaños, le dolía muchísimo.

Encima de ella la embestía sin compasión, es más, mi mujer le animaba a que le diera más duro. De pronto ella le hizo saber que quería cabalgarlo, con lo que Pedro, sin sacarlo, la volteó para que fuera ella quien se castigara meneándose sobre él. Allí mi esposita acabó de nuevo. Cuando escuchó sus gemidos y sintió sus fluidos saliendo, volvió a colocarla en la posición del misionero, unas cuantas embestidas más, y le descargó toda su leche en la vagina de mi esposita.

Bajó de encima de ella, se recostó a su lado. Ambos descansaban de la sesión de sexo salvaje que acababan de tirarse.

Mientras tanto, Massiel y yo apenas nos besábamos en la orilla de la playa, sentados en la arena sentíamos las olas mojando nuestros pies. Alternábamos las caricias y besos con una conversación muy íntima.

-Mauricio, cómo crees que será mi relación con mi esposo luego de haber hecho esta locura?

-Seguirá igual princesa, continuarán amándose como hasta ahora, solo que habrá más confianza y complicidad.

Continué besándola hasta el cansancio, y así fue como la conduje a mi carpa y se desarrolló toda la escena que relato al inicio.

***

Al levantarnos por la mañana, la cara de Massiel era todo un poema: se notaba a distancia que estaba avergonzada, aunque intentaba disimularlo. Como si nada, compartimos todo ese día sin siquiera hablar de lo acontecido la noche anterior.

Ya en la tarde partimos al mismo tiempo, intercambiando números de teléfono, prometiendo volver a vernos aunque fuera para saludarnos y contarnos como iban las cosas en nuestras parejas.

Ya de regreso en la carretera, conversaba con Rosaly sobre todo lo que experimentamos ese fin de semana, en esa noche en la playa tan excitante. Me dijo "creo que no nos contactarán".

***

Un día, después de un par de meses, me llamó Pedro para citarnos con él y su esposa. Quedamos en vernos esa tarde. Cuando lo dije a mi mujer, emocionada se puso bellísima con la intención de gustarle al chico.

Llegamos al lugar donde ellos nos esperaban en una mesa apartada. Cuando les vimos nos sorprendió sus caras de tragedia. Les saludamos amigablemente, Pedro nos dio la mano a ambos y Massiel apenas levantó su cara para mirarnos.

Mientras tomábamos asiento junto a ellos, dije a manera de iniciar la conversación:

-Y bien? Cómo han estado? Qué han hecho en todo este tiempo?

Pedro fue quien tomó la palabra, dirigiéndose a mí.

-Nada bien, se ha presentado un problema.

-Qué les pasa, Pedro? -Dijo mi mujer.

Mientras su esposa cabizbaja parecía divagar, Pedro habló:

-Esto… no sé ni por donde empezar. Bueno, como les dijimos esa noche, mi esposa y yo tuvimos problemas y ese viaje que hicimos a la playa era un paseo de reconciliación. Nunca antes habíamos hecho esto de intercambiar parejas, éramos nuevos en esto, no pensamos en cómo nos sentiríamos luego ni en las consecuencias. El caso es que después de esa noche nos sentíamos incómodos, continuamos juntos pero sin tener relaciones. Fue luego de un mes que volvimos a hacer el amor y hemos estado mejor que nunca.

Pero Massiel esperaba la menstruación hace ya bastantes días, creímos que solo era un retraso. Aún así decidimos hacerle el examen... y resulta que está embarazada, y es imposible que sea mío, así que es tuyo Mauricio.

Lo que sentí en ese momento no puedo describirlo. Ha sido la mayor sorpresa de mi vida, mi rostro no pudo ocultarlo, me sentí feliz! El más feliz de los hombres!

Miré a Massiel, quien lloraba profusamente. Y lo que más me asombró fue la cara que puso mi mujer, nunca había visto a mi esposa celosa, y por primera vez vi en sus ojos que estaba muriéndose de los celos.

-QUÉEE? Dijo mi mujer. Y POR QUÉ HA DE SER DE MI ESPOSO?

Pedro continuó:

-Claro que es de tu esposo Rosaly, cuando volví a estar con ella claro que ya debía estar preñada!

Vamos a ser claros, ellos no se protegieron al igual que no lo hicimos nosotros. Acaso nunca habían pensado en ello?

Proseguí yo:

-La verdad es que hemos estado con muchas parejas, casi siempre con condón. Por supuesto que también tenemos algunas parejas amigas, de mucha confianza con quienes no usamos, pero se trata de mujeres que usan DIU al igual que Rosaly lo usaba, aunque ella hace bastante tiempo que se lo retiró y nunca pudo quedar embarazada.

Mi mujer volteó a verme con cara de odio, mientras me decía:

-Y tú? Por qué no te pusiste un puto condón esa noche, eh?

A lo que contesté:

-Creí que ella se cuidaba, y tú tampoco lo hiciste Rosaly. Tú misma me contaste como Pedro te acabó adentro!

-Coño, pero tú sabes que yo no tengo problemas con eso. Y ahora que haremos?

-Pues qué vamos a hacer? -Dije yo- A esperar que nazca el niño! Qué han pensado hacer, Pedro?

Fue Massiel quien contestó:

-Si Pedro decide dejarme lo entenderé, tendré a mi hijo y lo criaré sola.

Su marido dijo que no, que nunca la dejaría, que él permitió todo lo que pasó y que ahora asumiría las consecuencias. Yo por mi parte, mientras intentaba tranquilizar a mi mujer, les decía que siempre contarían con mi apoyo económico, que asumiría todos los gastos durante el embarazo, y que luego me haría cargo en todo lo posible de lo que el niño necesitara. Solo les pedía que me permitieran estar cerca de él y verlo crecer, que me eligieran como padrino. Y que de ser posible me gustaría estar junto a Massiel durante el crecimiento de mi hijo en su vientre, ver crecer su barriga, tocarla, que nada me haría más ilusión que estar durante el alumbramiento y recibir a mi hijo. Por supuesto que allí también estaría Pedro.

Nos despedimos de ellos, Pedro me estrechó la mano, a Massiel pude darle un abrazo fugaz para consolarla, tomé de la mano a Rosaly y salimos de aquella cafetería. En mi mente solo estaba aquella deliciosa noche en la playa donde estuve con la chiquilla que más me ha emocionado en mi vida, y la feliz consecuencia de haberla tenido en mis brazos.

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Gracias por participar en el XIX ejercicio

Legión de Ángeles

Eva al desnudo

En el fondo de su mente

Las viejas tamaleras

Una canción en 100 años

Del amor, la guerra y otras lindezas

Canción de despedida

Noches de luna llena

Almas

El sobre azul

Nunca subas a la chica de la curva

Aunque tu no lo sepas

El Cid

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Relación de relatos del XIX ejercicio

XIX Ejercicio de autores

XIX Ejercicio de autores: Votación de tema

Propuesta de ideas para XIX Ejercicio de Autores

Brevísimo balance del XVIII Ejercicio de Autores

Pínchame, amor (Segunda parte)

Noche mágica

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Extraños en la noche

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Pasión y lujuria en la Barceloneta

Relación de relatos del XVIII Ejercicio de Autores

Noticias sobre el XVIII Ejercicio de Autores

XVIII Ejercicio de autores

XVIII Ejercicio: Votación del tema

Propuesta de ideas. XVIII Ejercicio de Autores

Crucigrama. GatitaKarabo.

Flores. Dark Silver.

¡Maldita sea! Izar

Fugados. Dark Silver.

Superbotellón. MariCruz29

El Pelao. GatitaKarabo.

Raquelísima. Moonlight.

Oración. Masulokunoxo

El despertar. GatitaKarabo

Media tarde. Trazada.

La noche es bella. Lydia

Apetecible. Paul Sheldon.

Play. Un Típico Sobi.

Zanahorias de Haití. Masulokunoxo.

Charla de alcoba. Trazada.

XVII. Ejercicio de autores.

XVII Ejercicio. Votación del tema.

Propuesta de ideas. XVII ejercicio de autores

PsicóTRico.

Mi primer día.

Desde el fondo de la pecera

Un chico normal

La increíble historia de Mandy y su locura felina

Carta blanca

Amigo mío, ¿qué hice mal?

La psicología del miedo

El diablo nunca

El salto atrás de Paco.

Contacto humano

Identidad

Una muñeca vestida de azul.

AVISO - XVI Ejercicio - RELATO PSIQUIÁTRICO

XVI. Ejercicio de autores. Relato psiquiátrico

Votación del tema. XVI Ejercicio

Propuesta de ideas. XVI ejercicio de autores

¿Qué es el ejercicio?

La leyenda del demoniaco jinete sodomizador

¿Por qué las ancianas tienen obsesión...?

El visitante

Amantes en apuros

El hotel

El cementerio

La leyenda urbana de TR, ¿Quién es el Calavera?

Mascherata a Venezia

La cadena

Mujer sola

Electo ateneo

La Dama de los Siguanes

Libertina libertad

Máscaras

El engaño del Cadejo

Los veintiún gramos del alma

Examen oral

En el espejo

El Greenpalace

Una leyenda urbana

Sorpresa, sorpresa

Gotitas milagrosas

Información del XV ejercicio

XV Ejercicio de autores - Leyendas urbanas

Propuestas e ideas para el XV ejercicio de autores

Con mi pa en la playa

Con sabor a mar

La luna, único testigo

Duna

Selene

Acheron

Una noche en la playa

¿Dónde está Fred?

Fin de semana en la playa

La noche del sacrificio

Nuestra playa

Aquella noche en la playa

La indígena

Sacrificio a la luna

El Círculo de Therion

Hijo de puta

Como olas de pasión

Hija de la luna

XIV ejercicio de autores – ampliación de plazo

La noche de los cuernos

Citas Playeras S.A.

Yo quería y no quería

XIV Ejercicio de Relatos Una noche en la playa

Información sobre el XIV Ejercicio de Relatos

Una oración por Rivas

La soledad y la mujer

Inocente ¿de qué?

El te amo menos cotizado de la Internet

Esquizos

Ella

Mi recuerdo

Pesadilla 2

Dios, el puto y la monja

Remembranzas

Nada es completo

Pesadilla (1)

Un momento (3)

Pimpollo

Hodie mihi cras tibi

Hastío

La sonrisa

Tu camino

La madre de Nadia Lerma

Duelo de titanes

XIII ejercicio sobre microrelatos

Mujer Amante - Vieri32

No tengo tiempo para olvidar - Lymaryn

Un ramito de violetas - Lydia

Palabras de amor - Trazada

Bend and break - GatitaKarabo

Tú me acostumbraste - Avizor

Por cincuenta talentos de plata - Estado Virgen

Mi encuentro con el placer [Apasionada29]

El peor pirata de la Historia [Caronte]

Äalborg [Sywyn]

El pirata que robó mi corazón [Lydia]

Trailer [Zesna]

A 1000 pies de altura [Lymarim]

Me aburrí muchísimo [Parisién]

En el océano de la noche [Kosuke]

U-331 [Solharis]

Sansón y Dalila

Kitsune

La esencia de Zeus

El sueño de Inocencia

Ángeles y demonios

Lilith

Hércules y las hijas del rey Tespio

Invitación para el X Ejercicio: Mitología Erótica

Aun no te conozco... pero ya te deseo

Tren nocturno a Bilbao

He encontrado tu foto en Internet

Entre tres y cuatro me hicieron mujer

Memorias de un sanitario

Sex-appeal

Sexo, anillos y marihuana

Talla XXL

Goth

Cayendo al vacío

Afilándome los cuernos

Plumas y cuchillas

IX Ejercicio: 2ª Invitación

IX Ejercicio de relatos eróticos

Pesadillas de robot

Mi dulce mascota

Promethea

Involución

Déjà vu

El instrumento de Data

Eros vence a Tanatos

El corazón de Zobe

Fuga de la torre del placer

Comer, beber, follar y ser feliz

El caminante

Pecado

Maldito destino

Decisión mortal

Madre

Yo te vi morir

Angelo da morte

Azul intenso

Pecado y redención

Mátame

Cuando suena el timbre

El último beso

El purificador

Ella quería tener más

Mi instinto básico

Hospital

Fábula de la viuda negra

Por una buena causa

Seven years

El opositor

¿Tanto te apetece morir?

Satanas Death Show

Días de sangre y de swing

Voy a comprar cigarrillos y vuelvo

Invitación para el nuevo Ejercicio sobre CRÍMENES

Relatos Históricos: La copa de Dionisios

Relatos Históricos: Al-Andalus

Relatos Históricos: 1968

Relatos Históricos: Qué golfa era Carmela

Relatos Históricos: Franco ha muerto, viva el gay

Relatos Históricos: Campos de Cádiz

Relatos Históricos: El soldado

Relatos Históricos: El beso

Relatos Históricos: El primer vuelo

Relatos Históricos: 1929 en Wall Street

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Relatos Históricos: Un truhán en las Indias

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El preso - por Doro

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Esperando - por Scherezade

Ladrón de coches - por Sociedad

Taxista nocturno,servicio especial - por ElPintor2

No me importa nada más - por Hera

Una noche de verano - por Dani

Vampirillos - por Desvestida

Siempre hay un hombro amigo - por Yuste

En mi interior - por Nemésis30

Almas - por Egraine

El tren de lavado - por Lydia

Despertar placentero - por Lince

Piel de manzana - por Sasha

Me fascina - por Erotika

Hace muchos años - por Trazada30

El dragón - por Lobo Nocturno

La fila - por Locutus

La cita - por Alesandra

Tardes eternas - por Ornella

La realidad supera la imaginación - por Genio

Instinto primario - por Espir4l

La sorpresa - por Solharis

38. La verdad en el fuego

Gönbölyuseg

Carta a un desconocido

Enfrentarse al pasado

Alejandría

La venganza de Aracne

Un relato inquietante

El libro maldito de Bartholomeus Nazarí

El apagón

El pasillo oscuro

Ejercicio 2 Las apariencias engañan - Va la novia

Naufragios: Libertad

Naufragios: Outdoor Training

Naufragios: Crucero de Empresa

Naufragios: Naufragio

Naufragios: Háblame del mar, marinero

Naufragios: Enemigos

Naufragios: La Invitación

Naufragios: El naufragio del Zamboanga