miprimita.com

Nunca Jamás

en Sexo con maduras

Pareja desnuda dándose un escarceo sexual en medio del bosque

 

 

Sevilla tiene un color especial y en primavera, en mi barrio donde los patios llenos de flores largan su perfume, huele a rosas, claveles y jazmines. La boda tiene algo inusual. El padre del novio es el padrino de la novia y yo, la madre de esta,  la madrina. Lo que ocurre es que tanto Andrés, que le gusta que le llamen Andy, como yo somos viudos , así que intercambiamos los roles convencionales. Mi nombre es Belén.

 

La ceremonia ha terminado, salgo del brazo de Andy, mi consuegro, un cubano guapo, con el pelo negro con alguna pequeña cana que le hace más interesante, tiene una mirada dulce, aunque sé que es un hombre duro. Sólo siendo muy duro se consigue tener la fortuna que él tiene y más siendo segunda generación de exiliados, su padre de España y luego de Cuba, donde salió  muy niño.

 

Estamos fuera de la iglesia. Mi hija Amanda está preciosa, rubia, con su carita de ángel en la que los ojos azules, brillantes de emoción parecen dos cachos de cielo que han bajado a posarse en la tierra. Tiene los mismos ojos que su difunto padre , mi Alfredo , que Dios tenga en la Gloria. Me da un abrazo y un beso de plena felicidad.

 

- ¡Cómo te quiero! . Gracias por todo. Por ser como eres, por cuidarme , por …

Se le quiebra la voz y unas lágrimas le empañan la mirada.

 

- ¿ Cómo quieres que te llame ahora?. Mamá, suegra...- pregunta su marido.

 

- Llámame como siempre Belén.

 

Ahora es mi yerno Jon el que me abraza. Nos miramos a los ojos y sabemos que no podremos olvidar lo que pasamos juntos, aunque nos conjuramos a no hablar nunca de ello. Andy me separa de su hijo y me aprieta contra él. Me da un beso en los labios y sonríe alegre.

 

- No sólo se debe besar a la novia, también a la madrina , sobre todo si es tan guapa como tú.

 

Me río feliz. Está bien , lo que bien acaba. Aunque la vida es un caminar hacia adelante sin saber lo que nos deparará el destino.

 

- Sabes Belén, que me dejaste impresionado cuando te conocí.

 

- Yo más que impresionada, fui feliz. Me recataste de ser una Robinsona Crusoe.  Te vi como al Séptimo de caballería que llega a salvar  a los que están en las últimas.

 

- La verdad es que ¡ pasaste una odisea....!

 

- Pero yo no soy Ulises. Fue un día duro aunque tranquilo. Exactamente quince horas. Sabíamos que nos vendrías a buscar.

 

Me pasa el brazo por el hombro, quizás debíamos ir del brazo camino del salón donde se va a celebrar la fiesta, pero me gusta ir así, junto a ese tipo que me cae fenomenal desde que le conocí. Y eso que le conocí bien jodida......

 

Me había invitado a pasar unas semanas en su casa en una isla del Caribe. Nuestros hijos estaban saliendo, se habían enamorado como locos, habían decidido que querían casarse y era el momento que los padres se conocieran. Jon había pasado algunos días en mi casa de Sevilla , cuando estudiaba en España y más tarde vino con mi hija  desde Estados Unidos en Semana Santa y la Feria , ya como novios. Era un chico que me encantaba.

 

Mi hija me pidió que fuera a  conocer a su padre, según ella un personaje. Amanda estaba acabando el segundo curso de un postgrado en el MIT y  decidió  pasar las vacaciones en la casa de Jon y que yo fuera a conocer a su futuro suegro.  Éste me llamó e insistió a que fuera con ellos. No podía negarme y además me apetecía. Me mandó los billetes en clase business Sevilla – Madrid- Puerto Rico. Así que acepté, hice una maleta pequeña, como me indicaron, con un par de vestidos, cuatro bikinis y la ropa interior y partí para el Caribe. Me puse un vestido tipo saco, ligero, suelto para aguantar tantas horas de avión, de un beige claro que destacaba el bronceado de mi piel. Unas sandalias de taco acto me hacían parecer más alta de mi 1,68. Y emprendí la travesía.

 

Dormí casi todo el vuelo, me despertó la azafata con el desayuno. Apenas lo acabé nos dieron las instrucciones para el aterrizaje y ¡zas!  en tierra.

 

Hacía un calor húmedo, el cielo estaba nublado, hice los trámites rápidamente y al no tener que recoger equipaje en pocos minutos estaba fuera. Allí mi primera sorpresa, sólo estaba Jon, que me recibió con un abrazo que casi me rompe. Antes de que yo dijera nada, me aclaró que Amanda no había podido venir porque estaba descompuesta, y cuando preocupada le pregunté qué le pasaba, se rió y en voz baja me dijo:

 

- Tiene cagalera, creo que lo decís así. Y para venir en barco es un pequeño lío. Tranquila que en cinco horas estás con tu hijita.

 

Usó su móvil para que pudiera hablar con ella, me quedé tranquila,  no tenía ni fiebre ni problemas, no era más que un frío al vientre. Mientras, Jon  había agarrado mi maletín y me llevó hasta un taxi que le esperaba, cargó y fuimos al puerto. No vi nada de la ciudad, Jon tenía razón, ya volveríamos,  lo que me apetecía era abrazar a mi hija.

 

No sé mucho de barcos, pero el de mi futuro consuegro tenía buena pinta, de unos 10 metros, blanco, con una cabina en la que pensé debían estar los camarotes, y con unas cañas enormes atrás.

 

- A mi padre le encanta pescar. Cuanto antes salgamos antes llegamos. Que va a llover, y acá es jodido........No te asustes , no hay problema....sólo un poco molesto.

 

Puso los motores en marcha y enseguida embocamos hacia la isla. Íbamos en la cabina superior, tranquilos, rápidos , rompiendo las olas. Me dijo donde estaban las bebidas y le llevé unas Cocas que compartimos. El cielo estaba cada más negro.

 

- Creo que está preparándose una buena. Queda lo mismo hasta casa que volver  a Puerto Rico. Así que vamos y prepárate a pasar un pequeño temporal. No hay problema pero agárrate bien.

 

Decir eso y comenzó a caer agua a mares. Las gotas frías de mi tierra no eran nada ante aquella  lluvia tropical. No me atrevía a moverme, daba gracias a Dios que los laterales estuvieran cubiertos, pese a ello, algo me estaba mojando.

 

Y de pronto a la lluvia se añadieron los rayos. Jon llamó a su padre, le dijo donde estaba. La contestación no fue tranquilizadora. La tormenta iba a aumentar. Le dijo que se dirigiera a Nunca Jamás aunque se tuviera que joder un poco el yate, que lo encallara en la playa. Era un lugar seguro y en el peor de los casos nos iría a buscar en cuanto pasara la tormenta.

 

Yo estaba cagada de miedo, pero ellos parecían tranquilos.

 

La nave fue hacia la derecha, desviándose de su rumbo inicial.

 

- Belén. ¡ Estate tranquila! Nunca Jamás es un buen sitio para pasar esta tormenta. - Sonrió y su rostro se convirtió en el de un niño- Es un islote coralino donde he ido con mi padre desde niño. Lo llamamos así porque era nuestro paraíso como la isla de Peter Pan. Allí estaremos seguros.

 

Como si los cielos quisieran llevar la contraria un rayo cayó sobre nosotros, el yate dio un salto y un ruido a roto y olor a quemado salió de la radio.

 

Me di cuenta que a Jon se le cambió la cara, estaba preocupado. Aceleró la marcha de  la embarcación.  A través de la cortina de agua pude ver las sombras de un islote. No paró cuando se oyó el rasgar del casco contra las rocas, siguió hasta que el barco chocó contra la arena.

 

- Salta y sígueme.

 

 Le obedecí metiéndome en el agua que me cubría hasta las pantorrillas. Me había quitado las sandalias de taco. ¡ Lo que me faltaba era quedarme clava en la arena!.

 

Me cogió de la mano y corrió por la playa. Sabía a donde  iba. Subimos un pequeño montículo y fuimos hacia unas rocas. Había una cueva. Entramos. A obscuras Jon tanteó el suelo. Y de pronto se hizo un poco de luz , había encendido una rama. Pude ver donde me encontraba. Era una gruta, parecía bastante limpia, vi una pila de leña.

 

- Haz una hoguera con esas ramas mientras voy a la lancha a por tus cosas y de paso traigo algo para beber y pasar el tiempo.

 

Salió corriendo, yo me dediqué a montar una fogata, fue fácil. Cuando Jon volvió las llamas chisporroteaban dando calor y luz. Dejó mi maletín y una bolsa, después volvió a salir camino del barco varado. El agua seguía cayendo a mares. Trajo otras dos bolsas . De una de ellas sacó dos toallas enormes.

 

- Belén, quítate la ropa y sécate. No es cosa que te pongas mala.

 

Me di cuenta que tenía razón, estaba empapada. Le di la espalda y me desnudé a la carrera, me sequé. Eché una ojeada a mis espaldas, él estaba haciendo lo mismo. Cuando nos volvimos a mirar ambos estábamos envueltos en los toallones. Nos sentamos junto al fuego.

 

- ¿ Cuándo vendrán por nosotros? Y ¿ donde estamos?

 

- Este islote es el refugio donde venía con mis padres a jugar a piratas, a robinsones. No hay nadie, es muy seguro, la barrera de corales que ha roto la nave, tiene la ventaja que no permite la entrada de tiburones, hay a su alrededor como una gran y maravillosa piscina. Y cuando vendrán. Cuando pare la tormenta. Mi padre sabe que estamos seguros . Todo consiste en esperar. Lo mismo tienes hambre , he traído unas latas y algo de beber. He puesto tu maleta al lado del fuego para que se vaya secando, creo que se ha calado todo. Ahora sólo queda esperar y estar tranquilos.

 

No había nada que hacer y yo no tenía muchas ganas de hablar. Jon abrió una lata de jamón cocido y me ofreció. Me di cuenta que iba a tener que comer con las manos, no había cubiertos ni nada parecido. Lo agarré y le di un bocado, él hizo lo mismo, una ronda más y no quedaba nada. Tenía sed.

 

Me ofreció una botella semi vacía.

 

- Es ron, nos viene bien para entrar en calor y cuando la acabemos, podemos llenarla de agua de la lluvia.

 

La agarré y eché un trago. Me quemó la garganta pero enseguida me entró un calor gratificante. Jon me imitó, repetimos la ronda dos veces.

 

- ¿ Me crees si te digo que tengo más hambre?- comenté más alegre.

 

El alcohol me había relajado, pasado el miedo ahora me sentía viviendo una aventura.

 

- Hay latas de mejillones y sardinas. No las he abierto porque he pensado que te ibas a poner perdida.

 

- Perdida no estoy, que dices que tu padre nos vendrá a buscar. Y con hambre. Me pongo a tu lado, abres las latas y cerquita, seguro que no nos manchamos más que las manos.

 

Fue lo que hice, me levanté y me senté pegada a él. Abrió los mejillones, eran en escabeche, enseguida tuvimos las manos rojas. Abrió otra botella de ron, le dimos otro trago mientras acabábamos la lata.

 

- Vamos a tener que llenar la otra botella con agua. Como sigamos así agarraremos un pedo como una catedral- me asombré de lo grosera que me había vuelto, liberada por el alcohol.- Aunque ...ahora recuerdo que de pequeña me decían que si bebía agua con las sardinas , te podía dar una cagalera.

 

- ¡Joder|! eso le pasó a tu hija. Sigamos con el ron , pero con moderación.

 

Y abrió la lata de sardinas. Ahora al escabeche se unió el aceite, estaban un poco saladas , así que volvimos a darle a la bebida espirituosa.

 

Estaba un poco borracha, por eso al intentar limpiarme las manos en el toallón, éste se soltó, quedé con las tetas al aire. No hice ademán de cubrirme, nunca supe por qué. Quizás fue el sentirme una niña jugando a piratas, o la aventura en sí, o la proximidad de un cuerpo joven como el del novio de mi hija.

 

Jon se quedó con la mirada fija en mis senos, los tengo bonitos para mi edad. Una corriente recorrió mi columna y sentí como los pezones se endurecían y se ponían enhiestos.

 

La luz de un rayo iluminó aún más la cueva, cuando sonó el trueno estábamos abrazados, devorándonos las bocas. Las lenguas, los dientes  los labios se unían con lujuria salvaje. Tiré de su toalla, tenía una polla enorme, dura. No había visto nada igual en mis relativamente corta colección de amantes. Era una maravilla.

 

Me desnudé entera , arrojé las toallas al suelo, me tumbé y abrí mis muslos para recibirle. No se hizo esperar. Me penetró de un golpe, como la estocada mortal de un torero a un Mihura. Me llenó, sólo lo mojada que estaba impidió que me doliera semejante árbol.

 

Empezamos a movernos muy rápido como dos animales que follan cegados por sus instintos. Yo había levantado las piernas para que pudiera entrar entero. Me lamía el cuello, me mordía los lóbulos de las orejas.

 

Yo le agarré la cara y le besé en los labios. Abrió los ojos, salió de su ciclón y me miró, sonrió tierno, me volvió a besar. Su ritmo cambió, se hizo lento, sabio, me llevó al orgasmo. Uní mi boca a la suya para que sintiera mis olas.

 

Él siguió, y volvimos a entrar en una nube de sexo y dulzura. Fue un polvo muy largo, cuando yo volvía a naufragar por tercera vez él aceleró para llenarme con su leche.

 

Nos quedamos abrazados. Todo el mundo éramos nosotros dos. No hablábamos, sólo nos sentíamos unidos. Me separé de él salí de la cueva, dejé que el agua me empapara. Jon fue a acompañarme. Me cogió la mano. Cuando entramos , nos miramos, no sabíamos qué decir.

 

- Esto ha ocurrido aquí, en la isla de nunca jamás....Nunca diremos nada a nadie, será nuestro secreto. Cuando vengan a buscarnos esto no habrá ocurrido.

 

- Pero nos queda tiempo hasta que vengan.

 

Y nos besamos y volvimos a hacer el amor. No sé cuantas veces repetí la suerte, cegados de pasión, incansables hasta que paró la tormenta.

 

- Mi padre ya ha salido a buscarnos.

 

Le di un beso, sonreí tierna, le agarré por última vez su verga poderosa , me agaché y la lamí mimosa hasta que volvió a estar dura y le ordeñé con la boca. Mis labios le dejaron el sabor de su semen.

 

- Por los piratas y los niños perdidos.- brindó echando un trago de ron. Le imité.

 

El sol lucía en el amanecer, nos dimos un baño desnudos, después me puse el bikini , él el bañador. Nos sentamos en la arena a esperar el rescate.

 

Vimos el velero, apenas ancló en la parte exterior de la corona de corales, bajaron un gomón y en apenas unos minutos mi hija corría a abrazarme. Andando, tras echar una ojeada al yate encallado , el padre de Jon hizo lo mismo con su hijo.

 

Mientras Amanda besaba a su novio, Andy me daba la mano, saludándome de forma educada.

 

- Belén, siento lo que ha pasado. Espero que ….

 

- No te preocupes, consuegro, creo que ha sido una aventura digna de recordar. Al principio sí estuve asustada, pero en cuanto llegamos a la isla y supe que ibas a venir por nosotros, me quedé tranquila.

 

Bailo con mi yerno el vals, mi hija con su suegro, después somos los mayores los que lo hacemos a la par que los jóvenes casados. Me gusta sentirme abrazada por Andy, me gusta su virilidad tranquila y posesiva.

 

- ¿De verdad que no te importa quedarte unos días en mi casa?

 

- Belén, primero la Semana Santa , que empieza ya, luego la Feria . ¡ Cómo me va a importar! Y además estás tú.

 

- Bobo- le suelto mimosa mientras me apoyo más en él para que siente mi cuerpo pegado al suyo.

 

- Lo que no estoy seguro es que pueda estarme quieto y no verte como una presa a pescar.

 

Le doy un beso pícaro en la mejilla, me esponjo, me dejó llevar por él y sonrío recordando lo que me dijo su hijo cuando le pregunté cómo tenía la polla tan grande y me contestó que era de familia, no por la parte española, sino cubana, y que, según decían, su padre la tenía más enorme.

 

Nos han contado la historia de Wendy y Peter Pan, pero ¿ y el capitán Garfio?

Mas de EJERCICIO

La asombrosa historia de la Thermo mix

La verdadera historia del Inquisidor Ortuño

Vengándome de Sara

He visto el futuro

La tormenta

El Monasterio del Tiempo

La cuenta atrás

Bucle

Ejercicio XIXX: Cambio de fecha.

Ejercicio XXIX: Viajes en el tiempo

Ejercicio XXIX

Redención

Los pecados capitales de una madre

Manos

El poder de Natacha

El toro por los cuernos

El hombre que me excita

Valentina

Pulsión maternal

XXVIII Ejercicio: Los siete pecados capitales

La hormiga

Masturbación fugaz

Las musas (¡y su puta madre!)

Asmodeo

Querido Carlos...

En la oscuridad

La maldición

El desquite de Érica

Eva Marina

La viuda

Noche de copas

La despedida

La llamada

Cine de madrugada

La pareja de moda

Testigo 85-C

Diez minutos

Las tetas de Tatiana

Por el cuello o por los cojones

Fisioterapeuta

Guapo, rico y tengo un pollón

Inmóvil

¡Siéntate bien!

La obsesión de Diana

El Cuerpo

Descenso

Mía (Ejercicio)

Serrvirr de ejemplo

La espera

Despatarrada

Primera infidelidad

Caricias

Mi amante, Pascual

Sexogenaria

La heteroxesual confundida.

La ira viste de cuero

Homenaje

Indefensa

Reencuentro

XXVII Ejercicio: relación de relatos

XXVII Ejercicio de Autores: microrrelatos

El principio del fin

Como Cristiano Ronaldo

Supercalientes

Paso del noroeste

Pérdida personal

Naufraghost

Marinos y caballeros

La manzana, fruta de pasiones y venganzas

El naufragio del Te Erre

En un mundo salvaje

La última travesía del “Tsimtsum

Sentinelî

Me llamaban Viernes.

Naufragio del Trintia: Selena y Philip

La isla

El huracán Francine

Fin

La sirena del Báltico

El Último Vuelo del Electra

Relatos XXVI Ejercicio

Naufragios: Namori se está ahogando

Naufragios: amantes en potencia

Naufragios: Libertad

Naufragios: Outdoor Training

Naufragios: Naufragio

Naufragios: Crucero de Empresa

Naufragios: Háblame del mar, marinero

Naufragios: Enemigos

Naufragios: La Invitación

Naufragios: El naufragio del Zamboanga

Homenaje a todos

XXVI Ejercicio de Autores

Final del Ejercicio XXV

Sus ojos

Vecinos de dúplex en la costa

Pauline o la lascivia del poder

¡No hay huevos!

La hermana mayor que todos compartimos

Ana y la pausa de los anuncios

Moonlight

Guerrera en celo

Aburridas

El canalla

Y todo por una apuesta

Un gol por la escuadra

Dos primos muy primos

Mi hija apuesta por nuestro futuro

La puerta oscura del transexual

Relación de relatos del Ejercicio XXV

Ejercicio XXV

Final del ejercicio XXIV

El fin del racionamiento

Amores eternos

La clínica

Halley

La mujer más guapa del mundo

Cuatro años y un día

El hombre de mi vida

Algo muy especial.

Marcha atrás

El friki

El payaso y la preñada

Justicia o venganza

Noche de cuernos

Velocidad de escape

Mi adorable desconocida

Accidente a plena luz

Relación del relatos del XXIV Ejercicio de Autores

XXIV Ejercicio de Autores

Votación temas XXIV Ejercicio de Autores

Convocatoria ejercicio XXIV

Final del XXIII Ejercicio

El holandés errante

El Pirata

El torero

En el cielo

Campanilla y el sexo

Ser Paco Payne

Príncipe azul

Silvia salió del armario

Cambio

Mátame suavemente

Un divertido juego

Tres palabras

El semen del padre

Salvajes

Día de la marmota

Los tres Eduardos

Sheena es una punker

El legendario guerrillero de Simauria

El converso y la mujer adúltera

Órdago a todo

La bicicleta

Janies got a gun

Difurciada

Relación de relatos del XXIII Ejercicio

XXIII Ejercicio de autores de Todorelatos

Votación de las propuestas para el XXIII Ejercicio

Convocatoria del XXIII Ejercicio de Autores

La historia del monaguillo o el final del XXII

La reducción

Es palabra de Dios

Tren de medianoche

Hermana mayor

Una historia inmoral

Venceremos... venceremos... algún día

El vicario

Cielo e infierno

Reencuentros en la tercera fase

La Señora Eulalia

La pregunta

Juguetes rotos

Génesis 1,27

La entrevista

La mafia de los mantos blancos

Las cosas no son tan simples

XXII Ejercicio: lista de relatos

XXII Ejercicio de Autores de TodoRelatos

Votación de las propuestas para el XXII Ejercicio

Convocatoria del XXII Ejercicio de autores

Avance del XXII Ejercicio

Resultado del XXI Ejercicio de Autores

Con su blanca palidez

Adios mundo cruel

Tribal

Mi sueño del Fin del Mundo

El Pianista Virtuoso

A ciegas

La Ceremonia

Blanca del Segundo Origen

Hotel California

El tren del fin del mundo

100 años después

El fin del mundo. La tormenta solar perfecta.

Un último deseo

El convite

Demiurgo

Diario

Relacion relatos XXI Ejercicio

El Gato de Chesire

XXI Ejercicio de Autores

Votaciones para el XXI Ejercicio de Autores

Propuesta de ideas para el XXI Ejercicio Autores

Revisión de las normas

Gracias por participar del XX Ejercicio de Autores

Aprender a contracorriente [gatacolorada]

Vida estropeada [Estela Plateada]

En las crisis ganan los banqueros[ana del alba 20]

El rescate de Benilde [voralamar]

Se alquila habitación [Ginés Linares]

Sin tetas no hay trabajo [doctorbp]

El Préstamo [Lydia]

Liberar tensiones [Bubu]

Parásito [SideShift]

El Sacrificio de mi Mamá [Garganta de Cuero]

Ladrona [Neón]

Maldita Crisis [EROTIKA]

Las ventajas del poder [gatacolorada]

La crisis del coño [ana del alba 20]

¿Por Qué Lloras? [Silvade]

del amor. La máquina [erostres]

Los viajeros temporales [Estela Plateada]

Relato casi erótico [Alba_longa]

Grande y felicísimamente armado [voralamar]

El Fotógrafo [Vieri32]

¿Algo para reír o para llorar? [MilkaMousse]

Nyotaimori [Ginés Linares]

Muñecos Rotos [pokovirgen]

Relación de relatos del XX Ejercicio de Autores

XX Ejercicio de Autores

XX Ejercicio de Autores: Votación de tema

Propuesta de ideas para XX Ejercicio de Autores

Gracias por participar en el XIX ejercicio

Legión de Ángeles

Eva al desnudo

En el fondo de su mente

Las viejas tamaleras

Una canción en 100 años

Del amor, la guerra y otras lindezas

Canción de despedida

Noches de luna llena

Almas

El sobre azul

Nunca subas a la chica de la curva

Aunque tu no lo sepas

El Cid

La puta de mi novia y su despedida

Por toda la casa

El suicidio del Samurai

Causa y efecto

La fiesta de Navidad

Diálogos para un ejercicio

La barbería

Por los beneficios

Cenizas del deseo

M & M… y sí, son unos bombones adictivos

Lazos oscuros y desconocidos

Relación de relatos del XIX ejercicio

XIX Ejercicio de autores

XIX Ejercicio de autores: Votación de tema

Propuesta de ideas para XIX Ejercicio de Autores

Brevísimo balance del XVIII Ejercicio de Autores

Noche mágica

Pínchame, amor (Segunda parte)

Con todos ustedes....¡el increíble bebé barbudo!

Extraños en la noche

Noche de suerte

Por fin pude ver a mi esposa montada en un joven

La chica de la revista

Vida de casado

Una manera de sentir

Trovadores de la noche

Después de la feria según Lucas

Después de la feria según Marcos

La morochita villera

Cómo recuerdo el día en que llegó a mi casa

Amo las mujeres que desagradan a otros

¡Pínchame, amor! (1)

La primera noche de mi nueva vida

La prueba

La mejor noche de un actor porno

Ivette, mi princesa árabe

Paparazzi

Pasión y lujuria en la Barceloneta

El montoncillo y la gata

Relación de relatos del XVIII Ejercicio de Autores

Noticias sobre el XVIII Ejercicio de Autores

XVIII Ejercicio de autores

XVIII Ejercicio: Votación del tema

Propuesta de ideas. XVIII Ejercicio de Autores

Crucigrama. GatitaKarabo.

Flores. Dark Silver.

¡Maldita sea! Izar

Fugados. Dark Silver.

Superbotellón. MariCruz29

El Pelao. GatitaKarabo.

Raquelísima. Moonlight.

Oración. Masulokunoxo

El despertar. GatitaKarabo

Media tarde. Trazada.

La noche es bella. Lydia

Play. Un Típico Sobi.

Apetecible. Paul Sheldon.

Zanahorias de Haití. Masulokunoxo.

Charla de alcoba. Trazada.

XVII. Ejercicio de autores.

XVII Ejercicio. Votación del tema.

Propuesta de ideas. XVII ejercicio de autores

PsicóTRico.

Mi primer día.

Desde el fondo de la pecera

Un chico normal

La increíble historia de Mandy y su locura felina

Carta blanca

Amigo mío, ¿qué hice mal?

La psicología del miedo

El diablo nunca

El salto atrás de Paco.

Contacto humano

Identidad

Una muñeca vestida de azul.

AVISO - XVI Ejercicio - RELATO PSIQUIÁTRICO

XVI. Ejercicio de autores. Relato psiquiátrico

Votación del tema. XVI Ejercicio

Propuesta de ideas. XVI ejercicio de autores

¿Qué es el ejercicio?

La leyenda del demoniaco jinete sodomizador

¿Por qué las ancianas tienen obsesión...?

El visitante

Amantes en apuros

El hotel

El cementerio

La leyenda urbana de TR, ¿Quién es el Calavera?

Mascherata a Venezia

La cadena

Mujer sola

Electo ateneo

La Dama de los Siguanes

Libertina libertad

Máscaras

El engaño del Cadejo

Los veintiún gramos del alma

Examen oral

En el espejo

El Greenpalace

Una leyenda urbana

Sorpresa, sorpresa

Gotitas milagrosas

Información del XV ejercicio

XV Ejercicio de autores - Leyendas urbanas

Propuestas e ideas para el XV ejercicio de autores

Cambio de carpas

Con mi pa en la playa

Con sabor a mar

La luna, único testigo

Duna

Selene

Acheron

Una noche en la playa

¿Dónde está Fred?

Fin de semana en la playa

La noche del sacrificio

Nuestra playa

Aquella noche en la playa

La indígena

Sacrificio a la luna

El Círculo de Therion

Hijo de puta

Como olas de pasión

Hija de la luna

XIV ejercicio de autores – ampliación de plazo

La noche de los cuernos

Citas Playeras S.A.

XIV Ejercicio de Relatos Una noche en la playa

Yo quería y no quería

Información sobre el XIV Ejercicio de Relatos

La soledad y la mujer

Una oración por Rivas

Inocente ¿de qué?

El te amo menos cotizado de la Internet

Esquizos

Dios, el puto y la monja

Pesadilla 2

Ella

Mi recuerdo

Remembranzas

Nada es completo

Pesadilla (1)

Un momento (3)

Hodie mihi cras tibi

Pimpollo

La sonrisa

Hastío

La madre de Nadia Lerma

Duelo de titanes

Tu camino

XIII ejercicio sobre microrelatos

Mujer Amante - Vieri32

No tengo tiempo para olvidar - Lymaryn

Un ramito de violetas - Lydia

Palabras de amor - Trazada

Bend and break - GatitaKarabo

Tú me acostumbraste - Avizor

Por cincuenta talentos de plata - Estado Virgen

Äalborg [Sywyn]

El peor pirata de la Historia [Caronte]

Mi encuentro con el placer [Apasionada29]

El pirata que robó mi corazón [Lydia]

A 1000 pies de altura [Lymarim]

Trailer [Zesna]

Me aburrí muchísimo [Parisién]

U-331 [Solharis]

En el océano de la noche [Kosuke]

Sansón y Dalila

Kitsune

Ángeles y demonios

El sueño de Inocencia

La esencia de Zeus

Lilith

Hércules y las hijas del rey Tespio

Invitación para el X Ejercicio: Mitología Erótica

Aun no te conozco... pero ya te deseo

Tren nocturno a Bilbao

Entre tres y cuatro me hicieron mujer

He encontrado tu foto en Internet

Memorias de un sanitario

Sexo, anillos y marihuana

Sex-appeal

Talla XXL

Goth

Cayendo al vacío

Afilándome los cuernos

Plumas y cuchillas

IX Ejercicio: 2ª Invitación

IX Ejercicio de relatos eróticos

Pesadillas de robot

Mi dulce mascota

Promethea

Déjà vu

Involución

Eros vence a Tanatos

El instrumento de Data

Fuga de la torre del placer

El corazón de Zobe

Comer, beber, follar y ser feliz

Pecado

El caminante

Maldito destino

Decisión mortal

Yo te vi morir

Madre

Angelo da morte

Pecado y redención

Azul intenso

Cuando suena el timbre

Mátame

El último beso

El purificador

Mi instinto básico

Ella quería tener más

Fábula de la viuda negra

Hospital

Seven years

Por una buena causa

El opositor

¿Tanto te apetece morir?

Días de sangre y de swing

Voy a comprar cigarrillos y vuelvo

Satanas Death Show

Relatos Históricos: La copa de Dionisios

Relatos Históricos: Al-Andalus

Invitación para el nuevo Ejercicio sobre CRÍMENES

Relatos Históricos: 1968

Relatos Históricos: Qué golfa era Carmela

Relatos Históricos: Franco ha muerto, viva el gay

Relatos Históricos: El soldado

Relatos Históricos: Campos de Cádiz

Relatos Históricos: El beso

Relatos Históricos: El primer vuelo

Relatos Históricos: 1929 en Wall Street

Relatos Históricos: Así asesiné al general Prim

Relatos Históricos: En bandeja de plata

Relatos Históricos: El primer gaucho

Relatos Históricos: Yo, el Rey

Relatos Históricos: El niño del Kremlin

Relatos Históricos: La maja y el motín

Relatos Históricos: Un truhán en las Indias

Relatos Históricos: Las prisioneras de Argel

Relatos Históricos: Tenno Iga No Ran

Relatos Históricos: Mar, mar, mar

Relatos Históricos: Un famoso frustrado

Relatos Históricos: Cantabria indomable

Relatos Históricos: Clementina

Relatos Históricos: El caballero don Bellido

Relatos Históricos: En manos del enemigo

Relatos Históricos: Nerón tal cual

Relatos Históricos: Alejandro en Persia

Relatos Históricos: El juicio de Friné

Relatos de Terror: Ojos violetas

Relatos de Terror: Silencio

Relatos de Terror: Nuria

Relatos de Terror: El bebé de Rosa María

Relatos de Terror: El nivel verde

Relatos de Terror: La puerta negra

Relatos de Terror: Aquella noche

Relatos de Terror: No juegues a la ouija

Relatos de Terror: Sombras

Relatos de Terror: Lola no puede descansar en paz

Relatos de Terror: Rojo y diabólico

Relatos de Terror: Asesino

Relatos de Terror: Aquel ruido

Relatos de Terror: Estúpido hombre blanco

Relatos de Terror: Fotos en tu desván

Relatos de Terror: Despertar

Relatos de Terror: Confesión

Relatos de Terror: No mires nunca atrás

Relatos de Terror: Viaje sin retorno

Relatos de Terror: La pesadilla

Relatos de Terror: La playa

Lengua bífida - por Alesandra

Trescientas palabras - por Trazada30

Hay que compartir - por Espir4l

25 líneas dulcemente apasionadas - por Alesandra

Celos - por Scherezade

Diez minutos - por Sasha

La sopa - por Solharis

Una noche de primavera - por Dani

Ese día estaba yo muy ansiosa - por Esther

Recuerdos - por Némesis30

Hotmail - por Espir4l

Obediencia - por Némesis30

Por un puñado de euros - por Yuste

Trópico - por Trazada30

Registro de tráfico ilegal - por Esther

Llámame si quieres - por Solharis

Una noche de invierno - por Dani

Clásico revisitado - por Desvestida

Esa sonrisa divertida - por Trazada30

Mi obra de arte - por Lydia

La mujer de las pulseras - por Yuste

En el coche - por Locutus

Despertar - por Espir4l

Ciber amante - por Scherezade

Una noche de otoño - por Dani

45 segundos a euro - por Alesandra

16 añitos - por Locutus

La ciclista - por Genio

La vida en un segundo - por Iván Sanluís

Por el bien común - por Wasabi

La oportunidad llega sola - por Elpintor2

Sola - por Scherezade

Los pequeños detalles - por Némesis30

Ladrón de coches - por Sociedad

Taxista nocturno,servicio especial - por ElPintor2

Necesito una verga - por Esther

No soy tuya - por Donnar

Más que sustantivos - por Wasabi

De ocho a ocho y media - por Superjaime

Esperando - por Scherezade

Maldito alcohol - por Lachlainn

El preso - por Doro

No me importa nada más - por Hera

Una noche de verano - por Dani

Vampirillos - por Desvestida

Siempre hay un hombro amigo - por Yuste

En mi interior - por Nemésis30

Almas - por Egraine

El tren de lavado - por Lydia

Despertar placentero - por Lince

Piel de manzana - por Sasha

Me fascina - por Erotika

Hace muchos años - por Trazada30

El dragón - por Lobo Nocturno

La fila - por Locutus

La cita - por Alesandra

Tardes eternas - por Ornella

La realidad supera la imaginación - por Genio

Instinto primario - por Espir4l

La sorpresa - por Solharis

38. La verdad en el fuego

Gönbölyuseg

Carta a un desconocido

Enfrentarse al pasado

Alejandría

La venganza de Aracne

Un relato inquietante

El libro maldito de Bartholomeus Nazarí

El apagón

El pasillo oscuro

Ejercicio 2 Las apariencias engañan - Va la novia

Naufragios: Libertad

Naufragios: Outdoor Training

Naufragios: Crucero de Empresa

Naufragios: Naufragio

Naufragios: Háblame del mar, marinero

Naufragios: Enemigos

Naufragios: La Invitación

Naufragios: El naufragio del Zamboanga