¿Por qué las ancianas tienen obsesión de pellizcarnos los carrillos cuando somos pequeños?
Esta es una historia que me contaron hace ya tiempo, y que yo redacte (puse por escrito, mejor dicho) enseguida. La historia que, enseguida sonaba a fábula moralista (solo la faltaba la enseñanza al final), pero, según parece, o así me lo confesaron, era real, narraba unos hechos un tanto truculentos que le ocurrieron a una chica del pueblo donde antes yo residía. Podría ser real, o podría ser... Una leyenda urbana, enclavándose en cierta categoría, de dichas leyendas urbanas, que quizá tuviera su origen en miedos infantiles, la obsesión de algunas ancianas por decir aquello de "Esta para comérselo", "me lo comería enterito" o "Me lo comería con patatas" mientras pellizcan los carrillos del pequeño, o, partiendo de esto último, quizá, a nadie se le ocurrió pensar en ello hasta aquel dialogo escrito por David Cronnenberg para su película "La Mosca", en el cual Genna Davis le dice a Jeff Goldblum aquello de que las ancianas tiene "obsesión por la carne", y, que pellizcan a los niños para ver si están gorditos y listos para comérselos.
En fin, aquí dejo la historia que me contaron, y, que según quien me la contó, pasa por ser real... Que cada uno decida por sí mismo.
"Érase una vez una chica pija y muy caprichosa que conoció a una viejecita que la hacia muchos regalos y la compraba dulces y pasteles. La viejecita acostumbraba a pellizcarle los mofletes a la chica y a tocarla el culo, la madre de esta al enterarse de esto le contó a su hija un cuento:
"Érase una vez una ratita muy caprichosa
que se hizo amiga de una comadreja
un día la ratita fue a la casa de la comadreja
la anfitriona tras obsequiarla con una gran cena
la ofreció su cama y la ratita tardo poco en dormirse
momento que aprovecho la comadreja para devorarla"
La chica tras oír la historia se enfado con su madre y la dijo que lo que pasaba es que estaba celosa de la viejecita, la madre la castigo y la prohibió volver a ver a la viejecita. La niña aquella noche se escapo y fue a la casa de la viejecita donde llorando le contó la situación. La viejecita la escucho y la invito a cenar, durante la cena la niña extrañada de que su anfitriona no cenara la pregunto que por que no comía y la viejecita la contesto con una gran sonrisa que su cena era ella. la niña se quedo pálida, la viejecita se acerco a ella y la pellizco los mofletes
-Creo que estas ya suficientemente gordita como para hacerme un buen asado de niña
Dijo la viejecita mientras desnudaba a la temblorosa niña.
Luego empezó a darla chupetones por todo el cuerpo, la niña se desmayo momento que aprovecho la viejecita para ponerla sobre un plato y adornarla poniéndola una manzana en la boca. Tras asarla la viejecita disfruto de su cena y se puso a pensar en quien seria su próxima víctima."