miprimita.com

La prueba

en Lésbicos

Hey you, what do you see?

Something beautiful, something free?

Hey you, are you trying to be mean?

If you live with apes man, it's hard to be clean.

(“The Beautiful People” - Marilyn Manson)

***

Las tres aspirantes a formar parte del exclusivo Club B. People ya se habían despojado de su ropa y se habían quedado en ropa interior. Su misión era ordeñar con la boca a cualquiera de los socios invitados a la fiesta. Portaban una copa en la mano, en la que escupir el semen, para luego vaciarlo en la cubeta que llevara su nombre. La música electrónica sonaba a todo volumen, marcando el ritmo frenético de las mamadas, mientras los de alrededor jaleaban vociferando: “¡Chupa, zorra, chupa! ¡Chupa, zorra, chupa!”

Muchos tíos desabrochaban el botón y bajaban la cremallera de su pantalón -mostrando el ribete del boxer forzosamente de marca, con el logo de Calvin Klein, Armani o D&G-; como señal de que estaban disponibles para contribuir a la donación de leche de las candidatas. Obviamente la ganadora sería aquella que acumulara más semen en su cubeta.

Julia echa un vistazo a las candidatas. Las otras dos chicas son bonitas, tienen un cuerpo esbelto, pero Linda destaca entre ellas como luciérnaga entre polillas. No es sólo su bello rostro, o el tanga negro minúsculo que deja al descubierto sus perfectas nalgas, o su cintura de avispa, o sus pechos rotundos embutidos en el Victoria’s Secret de encaje… Es su forma seductora de mirar, entornando los ojos felinos; es el guiño tentador que hace cuando se retira un mechón de cabello oscuro del rostro, abriendo los labios carnosos, mostrando casi imperceptiblemente la punta de la lengua que los acaricia.

Linda es tan bella como astuta. Las otras dos concursantes se dedican a mamársela a los hombres más atractivos del club que ofrecen sus pollas. Linda rechaza a los guapos y se afana en hacer las mamadas a los jóvenes imberbes menos agraciados, ya que sabe que esos chavalillos están poco habituados a tener la polla entre los labios de una preciosa y experimentada chica, así que se corren al poco de metérsela en la boca.

Pasa el tiempo, la fiesta continúa, la música retumba machacona. Muchos ya han dejado de ver el espectáculo de las felaciones y bailan en la pista; otros están follando en los reservados, otros se meten rayas de coca en el servicio. Se sucede una corriente de bandejas que salen cargadas de copas y cócteles de la barra del bar y vuelven llenas de vasos vacíos. Las aspirantes ya han perdido la cuenta de las pollas que llevan ordeñadas. Entre mamada y mamada, todas se llevan las manos a las mejillas doloridas de tanto succionar. A estas alturas, la ventaja de Linda es evidente. El nivel de volumen de semen en su cubeta supera con diferencia al de las otras dos.

La música se interrumpe. La prueba ha finalizado. Los prestigiosos socios fundadores del Club B. People bajan las escaleras desde la sala VIP, donde a través de grandes pantallas observan todo lo que ocurre en la sala disco. Ellos son la élite, nunca tuvieron que superar prueba alguna para entrar a formar parte de su sociedad. Ellos son el Club.

La presidenta, una rubia barbie vestida de Armani, sube a la tarima, comprueba las cubetas y toma el micrófono.

-Tenemos una clara ganadora de la primera prueba… ¡Lynn!

El vitoreo es general. Linda sonríe satisfecha. Las otras chicas la felicitan con una sonrisa falsa que deja traslucir la rabia y el resentimiento.

-Un merecido aplauso también para las otras dos participantes, y vosotras no os desaniméis, muchachas –comenta la barbie hablando por el micro-, este resultado no es concluyente; el examen no ha hecho más que empezar. Damas, caballeros, presten atención, por favor… La siguiente prueba es bastante más rápida y mucho más sabrosa. Chicas, tenéis tres minutos para ingerir toda la leche que habéis logrado ordeñar, sin derramar ni una gota… Preparadas, listas… Pues venga, a tragar semen a partir de… ¡Ya!

Con los puños en alto los miembros del club aclaman y animan a las participantes: ¡Traga! ¡Traga! ¡Traga! ¡Traga! ¡Traga! ¡Traga!

Una de ellas se debate contra las arcadas y no consigue tomar más que los primeros sorbos antes de rendirse por las náuseas. La otra traga la lefa con los ojos cerrados, con cara de asco, pero no desiste en su empeño. Linda, sin embargo, toma la cubeta con ambas manos y, como si se tratara de la mejor nata, engulle el semen con pretendida glotonería hasta vaciar el recipiente, provocando la euforia del público al rebañar con los dedos los restos y lamerlos con fruición.

Al ver ese último gesto, Julia parpadea y recuerda cuando Lynn era Linda, cuando las dos eran novias… cuando a Linda le encantaba que Julia lamiera la nata de sus dedos. Hace tanto de eso… Ambas trabajaban en una hamburguesería en el centro comercial. De vez en cuando Linda preparaba un helado Sandy, dejaba un resto entre sus dedos y, antes de servirlo, acudía a la cocina para que Julia lo lamiera, colocando sus dedos como si fueran piernas y las gotas de nata en el medio. Era tan excitante… era la señal de que su madre no iba a pasar la noche en casa… era el preludio de una intensa noche de ardientes lamidas en otras natas más dulces.

Julia amaba a Linda, cuando Linda aún no era Lynn. La Linda de entonces era una adolescente rellenita, usaba gafas, tenía los dientes torcidos y contaba chistes increíblemente malos, aunque Julia acababa llorando de la risa al oír sus carcajadas contagiosas. Linda era todo para Julia. Era su razón de despertar cada mañana, era la sal de la tierra, la chispa de la vida en el bote de Coca-Cola, la salsa barbacoa en las chips Deluxe, el corazón de chocolate de los tronquitos helados… Era su vida.

A Julia no le gustaba la madre de Linda. La consideraba una mujer egoísta, bella y fría como una víbora. Una ludópata que siempre se quejaba de no tener dinero, endeudada hasta las cejas, incapaz de mantener con dignidad a su hija, la cual tuvo que abandonar los estudios y ponerse a trabajar para tratar de subsistir y mantener el vicio de su madre. “Será sólo un tiempito, cariño, seguro que en nada tengo una buena racha y nos damos la gran vida”. Y el dinero que ganaba la muchacha se perdía siguiendo a la bolita que rodaba en la ruleta del casino.

“La gran vida” obsesionaba a Linda. En la hamburguesería Linda se crispaba cuando veía llegar al grupo de pijos de la zona norte de la ciudad, los mismos que, emulando a los niños ricos americanos, habían fundado la fraternidad Beta-People -que con el paso de los años pasó a ser el actual Club B.People-. La chica les atendía correctamente, pero en cuanto se alejaban para sentarse tras conseguir su pedido, empezaba con la misma retahíla de siempre:

-Seguro que una de esas minifaldas valen más que lo que cobro yo en tres meses currando como una negra. Y no digamos los perfumes que se gastan. Míralos, qué asco dan… Se tiran la gran vida sin hacer nada… Son superficiales, vacíos, tíos cachas y niñas bonitas, pijos de mierda, zorras que sólo piensan en su físico y en qué manera van a malgastar el dinero de sus padres ricachones… Les odio…

La razón de su profundo odio no tenía un motivo concreto. Los pijos de la zona norte nunca la habían insultado o tratado con desprecio. Simplemente la ignoraban. Ni se fijaban en ella. Linda era un ente invisible con uniforme a rayas que servía y cobraba sus menús.

Julia estaba segura de que el odio de Linda era tan profundo porque era pura y absoluta envidia. En el fondo ambas sabían que haría cualquier cosa, fuese lo que fuese, por ser uno de ellos.

Cualquier cosa, fuese lo que fuese… como comerle la polla a un montón de tíos, siendo lesbiana, y después beberse un cubo de semen. De todas formas no es la primera polla que ha tenido que chupar para conseguir lo que desea. Se inició en ello poco tiempo después de que su madre se casara. Sí, la suerte de su madre cambió, y no por tener una buena racha en la ruleta, sino porque conoció en el casino a un viejo cabrón forrado de pasta con el que acabó contrayendo matrimonio. “Venga, cariño, esta noche salgo un ratito, hazle compañía a papi… Ya sabes, sé complaciente con él…”

“Hagan juego… No va más… siete rojo… siete rojo, señores, gana la banca”. La madre perdía el dinero del viejo; papi manoseaba las tetas de la jovencita hasta que se empalmaba y ella le hacía una mamada; Linda era, pues, complaciente y conseguía la ortodoncia, la liposucción, el aumento de senos, el contorno de pómulos, el relleno labial y hermosos vestidos, bolsos, zapatos y complementos –carísimos, de primeras marcas- aumentando la posibilidad de recibir una invitación para aspirar a formar parte del Club de la Beautiful People. Y así, todos contentos.

Todos contentos menos Julia. Cuando Linda se mudó a la zona norte, Julia quedó sin sal y sin vida. Pasaron los años y Linda se convirtió en Lynn. Sus dientes torcidos se enderezaban y su interior se retorcía. Pasaron los años y Julia sin Linda era como Coca-cola desventada, como patata frita sin salsa, como tronco helado sin chocolate en el corazón.

Hoy se han vuelto a encontrar cara a cara después de tanto tiempo. Linda la ha reconocido, aunque la ha mirado sin verla: Julia es ahora un ente invisible con uniforme de camarera que sirve y recoge copas con una bandeja en la mano.

Le doy un toque a Julia, que está ensimismada. Me pasa la nota de un pedido y me dispongo a poner las copas. El ambiente está más relajado: la siguiente prueba se efectuará en uno de los saloncitos privados VIP, ya que consiste en comerle el coño por turnos a la barbie presidenta del Club, que decidirá quién lo hace mejor.

En esa prueba Julia apostaría todo lo que posee a favor de su ex novia. “Debería ducharme antes, huelo a hamburguesa y fritanga, cariño…” “Mmmmm… Julia… entonces estás para comerte… ñam, ñam…, sólo necesito ponerte un poquito de salsa, un poquito de mi saliva en tus labios, en tu piel, en tus pezones, otro poquito más de salivita en tu coñito lindo, que creo que ya está condimentado con su jugo natural, sabroso, mmmm, con el hambre que te tengo…”

Y Linda encendía el deseo de Julia sazonándolo con la miel de su boca, saboreando sus pezones al dente. Se deleitaba espolvoreando caricias en los pliegues secretos, desgajando suspiros, desgranando placeres, moliendo con sus dientes delicias exquisitas… Mezclaba con paciencia exasperante todos los ingredientes y batía con su lengua poderosa las claras de la lujuria a punto de nieve. Y Julia… Julia se inflamaba y ardía como azúcar quemado. Su coño era caramelo líquido en boca de golosa compulsiva, que lamía con gula hasta saciar el deseo de su chica, que se corría retorciéndose sin aliento.

Julia me dijo que Linda era –y por lo visto, sigue siendo- una experta en el arte de preparar, calentar y comer coños, como confirma al cabo de un rato una Barbie resplandeciente y satisfecha.

Sí, Julia me contó eso y más, mucho más. Cuando la conocí me confesó cuánto la amó y cómo le rompió el corazón cuando la abandonó. Debí confortarla sin pasar de ahí; debí ser sólo amiga, sólo compañera de piso, y no empezar una relación basada en la búsqueda desesperada de consuelo por su parte. Me vi tratando de suplir las caricias perdidas por las mías, sabiendo que fracasaba en mi empeño de sustituir lo insustituible. Bueno, ¿y qué más da? Para mí es sólo sexo. Muy buen sexo. Pero sólo eso, ¿no? Venga… ¿A quién voy a engañar? No debí implicarme emocionalmente, no debí sentir… ¿Quién me manda a mí enamorarme? ¿Es que acaso soy idiota? Claro que soy idiota, porque después de tanto tiempo sigo fracasando en mi puto empeño que conseguir que me ame como ella amó a Linda, tanto como yo la amo a ella, porque Julia se ha convertido en la sal de mi vida pero yo nunca seré la sal de la suya. La sal siempre fue otra, y su sombra siempre está ahí.

Cuando las otras dos aspirantes son informadas de la índole de la última prueba, -requisito indispensable para ser elegida- renuncian a seguir participando aparentemente escandalizadas, aunque yo aseguraría que más bien se retiran enojadas y desanimadas por la ventaja y la superioridad que demuestra su rival. Lynn se presta gustosa a cumplir el último ritual, eufórica por haberlo conseguido. Ya es prácticamente una B. People. En la tarima desabrocha su sujetador y lo lanza hacia el grupo numeroso que aplaude y vocifera. Otro clamor estalla al lanzar sus braguitas tanga.

-Es… sublime… como una diosa –tengo que reconocer muy a mi pesar.

-Antes era mucho más bonita –me asegura Julia y la boca se me seca.

Trato de respirar hondo, tragar el nudo que me sube por la garganta, someter esta angustia que, si me vence, va a hacer que estalle en sollozos ridículos. Pero, ¿qué coño me pasa? Yo soy una tía dura, nadie nunca me ha visto llorar. Diossss… No, no puedo seguir así, engañándome a mí misma y tratando de no sentir lo que siento. No suelo rendirme, puedo darlo todo en la carrera, pero ni siquiera yo apostaría por mí misma, porque soy caballo perdedor… más bien yegua perdedora ante el recuerdo de una pura sangre contra la que no puedo competir. Todo esto ha sido como una prueba para mí, una dura prueba para que no tenga más remedio que admitir que estoy enamorada; lo estoy, hasta lo más profundo de mi ser… Pero he de aceptar también que Julia nunca será mía. Por eso tengo que alejarme.

En la tarima, Lynn se arrodilla y gatea con elegancia felina hacia el centro, inclina la cabeza, eleva las caderas, se lleva las manos a las nalgas y las abre, ofreciendo su prieto orificio anal a disposición de cualquier miembro del Club interesado en penetrarla, con la polla o con los diversos dildos que enarbolan muchas de las chicas y otros tantos chicos. Una de ellas empieza a dilatarle el ano con un plug de gelatina embadurnado de lubricante, antes de que la aborde la horda lasciva.

-Uffff…. Esta noche beben como esponjas, van a acabar con todo el alcohol del local. Esto es la selva –me comenta Julia.

-Sí, la selva… así están todos, como locos, borrachos, vomitando… o follando unos con otros como monos en celo –No quiero preguntarle cómo está, cómo se siente. Sería incapaz de soportar que se derrumbara por una tía que no vale la pena.

-¿Sabes una cosa? –me confiesa-. Creo que encontrarme con Lynn esta noche ha sido una especie de prueba para mí, una prueba que he superado. Esa chica no es Linda. Me he dado cuenta de que no sólo dejó de serlo el día que me dejó, sino que nunca lo fue. La Linda que yo amaba no existe. Dudo que haya existido alguna vez. Pensé que verla hoy aquí, y así, iba a hacerme sentir dolida o triste o enfadada o resentida o mortificada o… vete a saber qué… Pero lo único que siento por ella es… lástima. Sólo lástima. Es una pena… Mírales a todos… Son jóvenes, guapos, ricos… Y aquí están, noche tras noche poniéndose hasta el culo de alcohol y drogas, volcándose ebrios a relaciones sexuales sin sentido. Mírala a ella…

Miro a Lynn. Dos tíos le practican una doble penetración mientras un tercero que se pajea acaba corriéndose sobre su cara. El que la sodomiza se retira y eyacula sobre sus nalgas. El otro sigue incitándola a cabalgarle. Se acerca el siguiente. Es una chica que ríe como histérica y que le introduce en el ano un consolador de bolas.

-Beberá demasiado, se meterá coca hasta por las orejas –continua Julia-, tratará de que le tapen todos los agujeros, de tenerlos siempre embutidos con otras carnes, como ahora… pero será inútil. Está vacía por dentro. Como todos ellos… Por eso ansían llenarse de lo que sea, porque están totalmente vacíos… Y es una pena, ¿verdad, mi amor?

-Sí, cariño… -le contesto tan llena de felicidad que la puñetera lágrima acaba cayendo emocionada y victoriosa.

Me ha llamado “mi amor”… Y me está mirando como si yo fuera la inmensa sal de su mar y único el sol de su cielo. Tengo que hacer un gran esfuerzo por contenerme y no besarla. Quiero tenerla entre mis brazos, decirle que la quiero, sentir sus pechos rozando los míos, su aliento reanimándome. Quiero sentir que nuestra boca es una, que sus labios son los míos y los míos, suyos. Que somos la misma piel, piel que se eriza en un escalofrío ardiente de deseo. Quiero besarla, pero no lo hago. Julia me mira… Sé que quiere besarme, pero no lo hace. No aquí.

Nos besaremos en casa, en la cama. Solas Julia y yo. Atenuaremos la luz y no habrá sombra de por medio. Entre Julia y yo sólo habrá pezón contra pezón y piel contra piel rebozada en saliva, habrá dedos retirando rizos, separando surcos; piernas que se articularán, encajando dos sexos húmedos de mujer que se buscarán con avidez hasta acoplarse. Una vez unidas bailaremos incitando nuestros clítoris henchidos y se originarán los más vívidos placeres. Me beberé su aliento y Julia tratará de domar sus roces apremiantes, pero yo ya seré yegua desbocada apretándome bien fuerte, y así, fundidas, nos precipitaremos hacia la cúspide del orgasmo más intenso y apasionado.

Mmmm... Lo más probable es que no sea tan sincronizado, que yo acabe corriéndome antes, como suele suceder… Pero la dejaré satisfecha con mi cabeza buceando entre sus piernas, mis dedos empapados cercando el virtuoso punto G de sus gemidos sin control y mi lengua retozando en su clítoris, dispuesta a hacerla volar en la embriaguez del éxtasis...

Una orden del encargado con un pedido me devuelve a la música electrónica atronadora, a los gritos obscenos, al olor a sexo etílico y a vómito y al panorama sórdido de un masivo bukkake en la tarima con Lynn como protagonista. Los más osados -o los más ebrios- orinan sobre ella.

Nada de eso puede afectarnos ya. Nada conseguirá bajarme de mi cielo y borrarme la sonrisa embobada con la que miro a Julia. La misma sonrisa boba y maravillosa con la que Julia me mira a mí en la mejor noche de mi vida.

Mas de EJERCICIO

La asombrosa historia de la Thermo mix

La verdadera historia del Inquisidor Ortuño

Vengándome de Sara

He visto el futuro

La tormenta

El Monasterio del Tiempo

La cuenta atrás

Bucle

Ejercicio XIXX: Cambio de fecha.

Ejercicio XXIX: Viajes en el tiempo

Ejercicio XXIX

Redención

Los pecados capitales de una madre

Manos

El poder de Natacha

El toro por los cuernos

El hombre que me excita

Valentina

Pulsión maternal

XXVIII Ejercicio: Los siete pecados capitales

La hormiga

Masturbación fugaz

Las musas (¡y su puta madre!)

Querido Carlos...

Asmodeo

En la oscuridad

La maldición

El desquite de Érica

Eva Marina

La viuda

Noche de copas

La despedida

La llamada

Cine de madrugada

La pareja de moda

Testigo 85-C

Diez minutos

Las tetas de Tatiana

Por el cuello o por los cojones

Fisioterapeuta

Guapo, rico y tengo un pollón

Inmóvil

¡Siéntate bien!

La obsesión de Diana

El Cuerpo

Descenso

Mía (Ejercicio)

Serrvirr de ejemplo

La espera

Despatarrada

Primera infidelidad

Caricias

Mi amante, Pascual

Sexogenaria

La heteroxesual confundida.

La ira viste de cuero

Homenaje

Indefensa

Reencuentro

XXVII Ejercicio: relación de relatos

XXVII Ejercicio de Autores: microrrelatos

El principio del fin

Como Cristiano Ronaldo

Supercalientes

Paso del noroeste

Pérdida personal

Naufraghost

Marinos y caballeros

La manzana, fruta de pasiones y venganzas

El naufragio del Te Erre

En un mundo salvaje

La última travesía del “Tsimtsum

Sentinelî

Me llamaban Viernes.

Naufragio del Trintia: Selena y Philip

La isla

El huracán Francine

Fin

La sirena del Báltico

Nunca Jamás

El Último Vuelo del Electra

Relatos XXVI Ejercicio

Naufragios: Namori se está ahogando

Naufragios: amantes en potencia

Naufragios: Libertad

Naufragios: Outdoor Training

Naufragios: Naufragio

Naufragios: Crucero de Empresa

Naufragios: Háblame del mar, marinero

Naufragios: Enemigos

Naufragios: La Invitación

Naufragios: El naufragio del Zamboanga

Homenaje a todos

XXVI Ejercicio de Autores

Final del Ejercicio XXV

Sus ojos

Vecinos de dúplex en la costa

Pauline o la lascivia del poder

¡No hay huevos!

La hermana mayor que todos compartimos

Ana y la pausa de los anuncios

Moonlight

Guerrera en celo

Aburridas

El canalla

Y todo por una apuesta

Un gol por la escuadra

Dos primos muy primos

Mi hija apuesta por nuestro futuro

La puerta oscura del transexual

Relación de relatos del Ejercicio XXV

Ejercicio XXV

Final del ejercicio XXIV

El fin del racionamiento

Amores eternos

La clínica

Halley

La mujer más guapa del mundo

Cuatro años y un día

El hombre de mi vida

Algo muy especial.

Marcha atrás

El friki

El payaso y la preñada

Justicia o venganza

Noche de cuernos

Velocidad de escape

Mi adorable desconocida

Accidente a plena luz

Relación del relatos del XXIV Ejercicio de Autores

XXIV Ejercicio de Autores

Votación temas XXIV Ejercicio de Autores

Convocatoria ejercicio XXIV

Final del XXIII Ejercicio

El holandés errante

El Pirata

El torero

En el cielo

Campanilla y el sexo

Ser Paco Payne

Príncipe azul

Silvia salió del armario

Cambio

Mátame suavemente

Un divertido juego

Tres palabras

El semen del padre

Salvajes

Día de la marmota

Los tres Eduardos

Sheena es una punker

El legendario guerrillero de Simauria

El converso y la mujer adúltera

Órdago a todo

La bicicleta

Janies got a gun

Difurciada

Relación de relatos del XXIII Ejercicio

XXIII Ejercicio de autores de Todorelatos

Votación de las propuestas para el XXIII Ejercicio

Convocatoria del XXIII Ejercicio de Autores

La historia del monaguillo o el final del XXII

La reducción

Es palabra de Dios

Tren de medianoche

Hermana mayor

Una historia inmoral

Venceremos... venceremos... algún día

El vicario

Cielo e infierno

Reencuentros en la tercera fase

La Señora Eulalia

La pregunta

Juguetes rotos

Génesis 1,27

La entrevista

La mafia de los mantos blancos

Las cosas no son tan simples

XXII Ejercicio: lista de relatos

XXII Ejercicio de Autores de TodoRelatos

Votación de las propuestas para el XXII Ejercicio

Convocatoria del XXII Ejercicio de autores

Avance del XXII Ejercicio

Resultado del XXI Ejercicio de Autores

Con su blanca palidez

Adios mundo cruel

Tribal

Mi sueño del Fin del Mundo

El Pianista Virtuoso

A ciegas

La Ceremonia

Blanca del Segundo Origen

Hotel California

El tren del fin del mundo

100 años después

El fin del mundo. La tormenta solar perfecta.

Un último deseo

El convite

Demiurgo

Diario

Relacion relatos XXI Ejercicio

El Gato de Chesire

XXI Ejercicio de Autores

Votaciones para el XXI Ejercicio de Autores

Propuesta de ideas para el XXI Ejercicio Autores

Revisión de las normas

Gracias por participar del XX Ejercicio de Autores

Aprender a contracorriente [gatacolorada]

Vida estropeada [Estela Plateada]

En las crisis ganan los banqueros[ana del alba 20]

El rescate de Benilde [voralamar]

Se alquila habitación [Ginés Linares]

Sin tetas no hay trabajo [doctorbp]

El Préstamo [Lydia]

Liberar tensiones [Bubu]

Parásito [SideShift]

El Sacrificio de mi Mamá [Garganta de Cuero]

Ladrona [Neón]

Maldita Crisis [EROTIKA]

Las ventajas del poder [gatacolorada]

La crisis del coño [ana del alba 20]

¿Por Qué Lloras? [Silvade]

del amor. La máquina [erostres]

Los viajeros temporales [Estela Plateada]

Relato casi erótico [Alba_longa]

Grande y felicísimamente armado [voralamar]

El Fotógrafo [Vieri32]

¿Algo para reír o para llorar? [MilkaMousse]

Nyotaimori [Ginés Linares]

Muñecos Rotos [pokovirgen]

Relación de relatos del XX Ejercicio de Autores

XX Ejercicio de Autores

XX Ejercicio de Autores: Votación de tema

Propuesta de ideas para XX Ejercicio de Autores

Gracias por participar en el XIX ejercicio

Legión de Ángeles

Eva al desnudo

En el fondo de su mente

Las viejas tamaleras

Una canción en 100 años

Del amor, la guerra y otras lindezas

Canción de despedida

Noches de luna llena

Almas

El sobre azul

Nunca subas a la chica de la curva

Aunque tu no lo sepas

El Cid

La puta de mi novia y su despedida

Por toda la casa

El suicidio del Samurai

Causa y efecto

La fiesta de Navidad

Diálogos para un ejercicio

La barbería

Por los beneficios

Cenizas del deseo

M & M… y sí, son unos bombones adictivos

Lazos oscuros y desconocidos

Relación de relatos del XIX ejercicio

XIX Ejercicio de autores

XIX Ejercicio de autores: Votación de tema

Propuesta de ideas para XIX Ejercicio de Autores

Brevísimo balance del XVIII Ejercicio de Autores

Pínchame, amor (Segunda parte)

Noche mágica

Con todos ustedes....¡el increíble bebé barbudo!

Extraños en la noche

Noche de suerte

Por fin pude ver a mi esposa montada en un joven

La chica de la revista

Vida de casado

Una manera de sentir

Después de la feria según Lucas

Trovadores de la noche

Después de la feria según Marcos

La morochita villera

Cómo recuerdo el día en que llegó a mi casa

Amo las mujeres que desagradan a otros

La primera noche de mi nueva vida

¡Pínchame, amor! (1)

La mejor noche de un actor porno

Ivette, mi princesa árabe

Paparazzi

Pasión y lujuria en la Barceloneta

El montoncillo y la gata

Relación de relatos del XVIII Ejercicio de Autores

Noticias sobre el XVIII Ejercicio de Autores

XVIII Ejercicio de autores

XVIII Ejercicio: Votación del tema

Propuesta de ideas. XVIII Ejercicio de Autores

Crucigrama. GatitaKarabo.

Flores. Dark Silver.

¡Maldita sea! Izar

Fugados. Dark Silver.

Superbotellón. MariCruz29

El Pelao. GatitaKarabo.

Raquelísima. Moonlight.

Oración. Masulokunoxo

El despertar. GatitaKarabo

Media tarde. Trazada.

La noche es bella. Lydia

Play. Un Típico Sobi.

Apetecible. Paul Sheldon.

Zanahorias de Haití. Masulokunoxo.

Charla de alcoba. Trazada.

XVII. Ejercicio de autores.

XVII Ejercicio. Votación del tema.

Propuesta de ideas. XVII ejercicio de autores

PsicóTRico.

Mi primer día.

Desde el fondo de la pecera

Un chico normal

La increíble historia de Mandy y su locura felina

Carta blanca

Amigo mío, ¿qué hice mal?

La psicología del miedo

El diablo nunca

El salto atrás de Paco.

Contacto humano

Identidad

Una muñeca vestida de azul.

AVISO - XVI Ejercicio - RELATO PSIQUIÁTRICO

XVI. Ejercicio de autores. Relato psiquiátrico

Votación del tema. XVI Ejercicio

Propuesta de ideas. XVI ejercicio de autores

¿Qué es el ejercicio?

La leyenda del demoniaco jinete sodomizador

¿Por qué las ancianas tienen obsesión...?

El visitante

Amantes en apuros

El hotel

El cementerio

La leyenda urbana de TR, ¿Quién es el Calavera?

Mascherata a Venezia

La cadena

Mujer sola

Electo ateneo

La Dama de los Siguanes

Libertina libertad

Máscaras

El engaño del Cadejo

Los veintiún gramos del alma

Examen oral

En el espejo

El Greenpalace

Una leyenda urbana

Sorpresa, sorpresa

Gotitas milagrosas

Información del XV ejercicio

XV Ejercicio de autores - Leyendas urbanas

Propuestas e ideas para el XV ejercicio de autores

Cambio de carpas

Con mi pa en la playa

Con sabor a mar

La luna, único testigo

Duna

Selene

Acheron

Una noche en la playa

¿Dónde está Fred?

Fin de semana en la playa

La noche del sacrificio

Nuestra playa

Aquella noche en la playa

La indígena

Sacrificio a la luna

El Círculo de Therion

Hijo de puta

Como olas de pasión

Hija de la luna

XIV ejercicio de autores – ampliación de plazo

La noche de los cuernos

Citas Playeras S.A.

XIV Ejercicio de Relatos Una noche en la playa

Yo quería y no quería

Información sobre el XIV Ejercicio de Relatos

La soledad y la mujer

Una oración por Rivas

Inocente ¿de qué?

El te amo menos cotizado de la Internet

Esquizos

Dios, el puto y la monja

Pesadilla 2

Ella

Mi recuerdo

Remembranzas

Nada es completo

Pesadilla (1)

Un momento (3)

Hodie mihi cras tibi

Pimpollo

La sonrisa

Hastío

La madre de Nadia Lerma

Duelo de titanes

Tu camino

XIII ejercicio sobre microrelatos

Mujer Amante - Vieri32

No tengo tiempo para olvidar - Lymaryn

Un ramito de violetas - Lydia

Palabras de amor - Trazada

Bend and break - GatitaKarabo

Tú me acostumbraste - Avizor

Por cincuenta talentos de plata - Estado Virgen

Äalborg [Sywyn]

El peor pirata de la Historia [Caronte]

Mi encuentro con el placer [Apasionada29]

El pirata que robó mi corazón [Lydia]

A 1000 pies de altura [Lymarim]

Trailer [Zesna]

Me aburrí muchísimo [Parisién]

U-331 [Solharis]

En el océano de la noche [Kosuke]

Sansón y Dalila

Kitsune

Ángeles y demonios

El sueño de Inocencia

La esencia de Zeus

Lilith

Hércules y las hijas del rey Tespio

Invitación para el X Ejercicio: Mitología Erótica

Aun no te conozco... pero ya te deseo

Tren nocturno a Bilbao

Entre tres y cuatro me hicieron mujer

He encontrado tu foto en Internet

Memorias de un sanitario

Sexo, anillos y marihuana

Sex-appeal

Talla XXL

Goth

Cayendo al vacío

Afilándome los cuernos

Plumas y cuchillas

IX Ejercicio: 2ª Invitación

IX Ejercicio de relatos eróticos

Pesadillas de robot

Mi dulce mascota

Promethea

Déjà vu

Involución

Eros vence a Tanatos

El instrumento de Data

Fuga de la torre del placer

El corazón de Zobe

Comer, beber, follar y ser feliz

Pecado

El caminante

Maldito destino

Decisión mortal

Yo te vi morir

Madre

Angelo da morte

Pecado y redención

Azul intenso

Cuando suena el timbre

Mátame

El último beso

El purificador

Mi instinto básico

Ella quería tener más

Fábula de la viuda negra

Hospital

Seven years

Por una buena causa

El opositor

¿Tanto te apetece morir?

Días de sangre y de swing

Voy a comprar cigarrillos y vuelvo

Satanas Death Show

Relatos Históricos: La copa de Dionisios

Relatos Históricos: Al-Andalus

Invitación para el nuevo Ejercicio sobre CRÍMENES

Relatos Históricos: 1968

Relatos Históricos: Qué golfa era Carmela

Relatos Históricos: Franco ha muerto, viva el gay

Relatos Históricos: El soldado

Relatos Históricos: Campos de Cádiz

Relatos Históricos: El beso

Relatos Históricos: El primer vuelo

Relatos Históricos: 1929 en Wall Street

Relatos Históricos: Así asesiné al general Prim

Relatos Históricos: En bandeja de plata

Relatos Históricos: El primer gaucho

Relatos Históricos: Yo, el Rey

Relatos Históricos: El niño del Kremlin

Relatos Históricos: La maja y el motín

Relatos Históricos: Un truhán en las Indias

Relatos Históricos: Las prisioneras de Argel

Relatos Históricos: Tenno Iga No Ran

Relatos Históricos: Mar, mar, mar

Relatos Históricos: Un famoso frustrado

Relatos Históricos: Cantabria indomable

Relatos Históricos: Clementina

Relatos Históricos: El caballero don Bellido

Relatos Históricos: En manos del enemigo

Relatos Históricos: Nerón tal cual

Relatos Históricos: Alejandro en Persia

Relatos Históricos: El juicio de Friné

Relatos de Terror: Ojos violetas

Relatos de Terror: Silencio

Relatos de Terror: Nuria

Relatos de Terror: El bebé de Rosa María

Relatos de Terror: El nivel verde

Relatos de Terror: La puerta negra

Relatos de Terror: Aquella noche

Relatos de Terror: No juegues a la ouija

Relatos de Terror: Sombras

Relatos de Terror: Lola no puede descansar en paz

Relatos de Terror: Rojo y diabólico

Relatos de Terror: Asesino

Relatos de Terror: Aquel ruido

Relatos de Terror: Estúpido hombre blanco

Relatos de Terror: Fotos en tu desván

Relatos de Terror: Despertar

Relatos de Terror: Confesión

Relatos de Terror: No mires nunca atrás

Relatos de Terror: Viaje sin retorno

Relatos de Terror: La pesadilla

Relatos de Terror: La playa

Lengua bífida - por Alesandra

Trescientas palabras - por Trazada30

Hay que compartir - por Espir4l

25 líneas dulcemente apasionadas - por Alesandra

Celos - por Scherezade

Diez minutos - por Sasha

La sopa - por Solharis

Una noche de primavera - por Dani

Ese día estaba yo muy ansiosa - por Esther

Recuerdos - por Némesis30

Hotmail - por Espir4l

Obediencia - por Némesis30

Por un puñado de euros - por Yuste

Trópico - por Trazada30

Registro de tráfico ilegal - por Esther

Llámame si quieres - por Solharis

Una noche de invierno - por Dani

Clásico revisitado - por Desvestida

Esa sonrisa divertida - por Trazada30

Mi obra de arte - por Lydia

La mujer de las pulseras - por Yuste

En el coche - por Locutus

Despertar - por Espir4l

Ciber amante - por Scherezade

Una noche de otoño - por Dani

45 segundos a euro - por Alesandra

16 añitos - por Locutus

La ciclista - por Genio

La vida en un segundo - por Iván Sanluís

Por el bien común - por Wasabi

La oportunidad llega sola - por Elpintor2

Sola - por Scherezade

Los pequeños detalles - por Némesis30

Ladrón de coches - por Sociedad

Taxista nocturno,servicio especial - por ElPintor2

Necesito una verga - por Esther

No soy tuya - por Donnar

Más que sustantivos - por Wasabi

De ocho a ocho y media - por Superjaime

Esperando - por Scherezade

Maldito alcohol - por Lachlainn

El preso - por Doro

No me importa nada más - por Hera

Una noche de verano - por Dani

Vampirillos - por Desvestida

Siempre hay un hombro amigo - por Yuste

En mi interior - por Nemésis30

Almas - por Egraine

El tren de lavado - por Lydia

Despertar placentero - por Lince

Piel de manzana - por Sasha

Me fascina - por Erotika

Hace muchos años - por Trazada30

El dragón - por Lobo Nocturno

La fila - por Locutus

La cita - por Alesandra

Tardes eternas - por Ornella

La realidad supera la imaginación - por Genio

Instinto primario - por Espir4l

La sorpresa - por Solharis

38. La verdad en el fuego

Gönbölyuseg

Carta a un desconocido

Enfrentarse al pasado

Alejandría

La venganza de Aracne

Un relato inquietante

El libro maldito de Bartholomeus Nazarí

El apagón

El pasillo oscuro

Ejercicio 2 Las apariencias engañan - Va la novia

Naufragios: Libertad

Naufragios: Outdoor Training

Naufragios: Crucero de Empresa

Naufragios: Naufragio

Naufragios: Háblame del mar, marinero

Naufragios: Enemigos

Naufragios: La Invitación

Naufragios: El naufragio del Zamboanga