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Aun no te conozco... pero ya te deseo

en Erotismo y Amor

"A ti"

Aun recuerdo como si fuera hoy la primera vez que me escribiste, dejándome tan sorprendida… y completamente impresionada. Aunque lo pareciera, aquel no fue un correo normal, fue algo muy especial, quizás ni te acuerdes, aunque es imposible, un momento como aquel ninguno de los dos podremos olvidarlo. Me río de pensar tu ocurrencia cuando me decías que eras una especie de diablillo que había quedado hechizado con uno de mis relatos y que habías conseguido colarte en mi corazón sin que apenas yo me diera cuenta, pero lo mejor de todo es que tú me causaste ese mismo efecto. Dicen que es la química y algunos podrán pensar si eso a través de la red es de algún modo posible, pues sí, sí que lo es… Algo nos atrajo y no me digas lo que fue, porque no lo sé.

Desde ese primer e-mail, empezamos a reír de todas esas cosas comunes que nos pasaban, como dos chiquillos, como dos almas gemelas, con esas ingeniosidades tuyas para hacerme reír continuamente y conseguir en relativamente poco tiempo que tuviéramos algo más que un intercambio diario de correos… algo más que una amistad normal y corriente. Nuestra relación pasó a ser de "complicidad total" como tú me decías, de cariño sincero a admiración mutua y sobretodo de una gran atracción, algo que nos mantenía vivos y expectantes a la llegada de un nuevo mensaje del otro.

Nuestras cartas fueron tomando color, pero pasando directamente a un rojo ardiente, el día aquel en que me dijiste lo caliente que estabas y lo mucho que me deseabas. Lo nuestro pasó a ser más que feeling, más que confabulación, en un deseo mutuo que se fue intensificando. A pesar de ser nuestra timidez, no dejábamos escapar nuestras más fogosas pasiones a la hora de excitarnos, de calentarnos de una forma increíble en cada mensaje. Aquello se convirtió en una droga para los dos. Yo quedé enganchada a ti y tú… de mí.

Aquellas frases tuyas estaban cargadas de apasionamiento, de un calor que hacía que yo me contagiase de ese ardor con suma facilidad, para llegar a sentir que estabas ahí a mi lado, no solo deseándote, sino, sintiéndote. Nadie me había proporcionado ese placer a tan larga distancia, nadie había conseguido acelerar mi corazón como tú lo hacías. Nadie me llevó a esos rincones ocultos como tú. La necesidad de tenerte se acrecentaba cada día.

Cuando dimos el paso de dejar nuestros mensajes apasionados para continuarlos por teléfono, todos los sentidos se multiplicaron hasta llegar a ser nuestra inevitable dosis diaria… creándonos una adicción difícil de superar. Ninguno pretendíamos haber llegado a tanto, pero el caso es que no nos conformábamos con cualquier cosa, sino con un sexo pasional, salvaje y más que real al otro lado del hilo. Nos excitábamos con solo oír la voz tan deseada. Las palabras eran tan calientes, cuando nos susurrábamos, cuando nos contábamos aquellas cosas… Al principio yo me mostraba más cortada, pero después mis palabras salían con más furia. Ya no nos limitábamos a decir solamente lo suave, sino lo mucho que nos necesitábamos hasta el punto de encendernos a más no poder. Tú desde casa, junto a tu mujer, que no sabía de tus juegos y yo en la mía con mi novio algo mosqueado que intentaba adivinar quién estaba al otro lado de una conversación llena de risas y susurros. Lograbas hacerme estremecer con esas frases y provocabas en mí unas sensaciones fascinantes. Era todo tan latente, tan sentido, que soñábamos con que aquello nos estaba ocurriendo en la realidad… en vivo, imaginando como tu mano se colaba traviesa por mi escote o entre mis muslos y yo al tiempo creyéndome que acariciaba tu torso desnudo, que podía palpar tu vientre, tus brazos, morder tu cuello…

La noche aquella tan memorable que tantas veces hemos recordado, en que hablábamos al principio de cosas sin importancia, donde incluso llegamos a discutir con la posibilidad de acabar con nuestro juego secreto… fue incluso más intensa que las demás. Cuando entrábamos en nuestro pequeño mundo más íntimo, donde solo estábamos tú y yo, nadie más, ni tu mujer a poca distancia, ni el mosqueado de mi novio dormido en la habitación de al lado podían impedir nuestros juegos. Ese día estábamos dispuestos a todo, como si nadie más existiera en el mundo. Creo que ese riesgo nos mantenía con mayor excitación y con un morbo añadido lleno de erotismo y de locura desenfrenada. Nuestras voces eran de plena fogosidad, con la posibilidad de ser escuchados, con el miedo a ser descubiertos… Cuando me relatabas lo que me harías, yo te pedía silencio, te rogaba que no lo dijeras, pero era falsa mi petición, porque lo que más me apetecía era escucharte esas cosas que iban calentándome más y más, llamándome "zorrita", como si realmente me lo estuvieras susurrando al oído.

Saber que mis palabras te estimulaban, me llenaba de un entusiasmo enorme. Saber que estabas empalmado me hacía mojarme, más cuando me llamabas "guarra", más cuando yo te decía "cabrón como me pones…" Jugabas a ser perverso y cada vez lo eras más hasta ser mi diablillo particular, ese que despertaba mis instintos más animales, más pasionales. Conseguiste ponerme más cachonda que nunca aquella noche. La humedad y el cosquilleo en mi sexo eran más que palpables. Me estremezco solo de recordarlo…

No sé como lo hicimos, pero ese día no éramos dueños de nosotros mismos, estábamos completamente locos, poseídos por la sensualidad del momento, por la pasión más irrefrenable y acabamos acariciándonos como si fuera el otro quien lo hiciera. Pasaba mi dedo por mi rajita y me parecía que era el tuyo realmente, mientras tu voz al otro lado susurraba las frases prohibidas, las palabras más ardientes y yo hacía lo mismo, provocándote, incitándote… me decías que te estabas acariciando de igual manera imaginando que era mi mano la que tenía agarrado tu miembro de tal forma que no faltaba mucho para que acabases derramándolo todo sobre la alfombra. Esa fue nuestra última llamada, nuestra promesa a que aquello nos volvería completamente locos y que nuestro deseo nos iba a costar caro…

Ahora ha llegado el momento, lo más decisivo de todos nuestros encuentros, cuando ayer me enviaste un mensaje diciendo que nos encontráramos, que diéramos el paso a sabiendas que hoy pudiera ser nuestra despedida, pero que tendríamos que vernos de una vez por todas… era y es necesario. Es nuestro momento, vernos cara a cara. Me parece una auténtica locura, porque a pesar de nuestras cartas, a pesar de todo el tiempo que hemos pasado tan cerca solo separados por el teléfono, ahora estoy asustada, tremendamente aterrada sin embargo mi deseo es cada vez mayor: Quiero abrazarte, sentirte... No nos conocemos de nada, ni siquiera una foto… y al mismo tiempo sabemos todo el uno del otro. Es tanto lo que te empuja a verte que estoy dispuesta a arriesgarme… a llevar nuestros sueños y fantasías a la realidad, cueste lo que cueste y olvidarme de todo lo demás. Quiero abrazarte en vivo, no puedo esperar por más tiempo conocerte personalmente y no me importa si puedas ser tan diferente a como te tengo fabricado en mi mente. Aun no te conozco pero te deseo de tal manera, que no me importa nada más. Quiero abrazarte, besarte, chuparte, que me digas al oído todas esas cosas que antes me nombrabas al teléfono, aquellas que quiero escuchar con tus labios pegados a mi oído. Quiero que tu lengua me recorra entera y quiero ser tuya, completamente tuya… Tu zorrita está dispuesta a todo, a complacerte y a morirse de gusto junto a tí.

Estoy esperándote aquí, en la cafetería y observando cada hombre que entra esperando que uno de ellos seas tú, se acerque y me diga un "hola bomboncito" y aunque no sepa como es tu cara, sé que te reconoceré. Lo presiento.

Posiblemente tú sepas quién soy, porque tal y como me pediste, me puse ese ceñido jersey rojo que tantas veces imaginaste, mis botas negras altas y la minifalda de cuadritos sin nada debajo. Solamente, como a ti te gusta.

Lydia

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XXIV Ejercicio de Autores

Votación temas XXIV Ejercicio de Autores

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Votaciones para el XXI Ejercicio de Autores

Propuesta de ideas para el XXI Ejercicio Autores

Revisión de las normas

Gracias por participar del XX Ejercicio de Autores

Aprender a contracorriente [gatacolorada]

Vida estropeada [Estela Plateada]

En las crisis ganan los banqueros[ana del alba 20]

El rescate de Benilde [voralamar]

Se alquila habitación [Ginés Linares]

Sin tetas no hay trabajo [doctorbp]

El Préstamo [Lydia]

Liberar tensiones [Bubu]

Parásito [SideShift]

El Sacrificio de mi Mamá [Garganta de Cuero]

Ladrona [Neón]

Maldita Crisis [EROTIKA]

Las ventajas del poder [gatacolorada]

La crisis del coño [ana del alba 20]

¿Por Qué Lloras? [Silvade]

del amor. La máquina [erostres]

Los viajeros temporales [Estela Plateada]

Relato casi erótico [Alba_longa]

Grande y felicísimamente armado [voralamar]

El Fotógrafo [Vieri32]

¿Algo para reír o para llorar? [MilkaMousse]

Nyotaimori [Ginés Linares]

Muñecos Rotos [pokovirgen]

Relación de relatos del XX Ejercicio de Autores

XX Ejercicio de Autores

XX Ejercicio de Autores: Votación de tema

Propuesta de ideas para XX Ejercicio de Autores

Gracias por participar en el XIX ejercicio

Legión de Ángeles

Eva al desnudo

En el fondo de su mente

Las viejas tamaleras

Una canción en 100 años

Del amor, la guerra y otras lindezas

Canción de despedida

Noches de luna llena

Almas

El sobre azul

Nunca subas a la chica de la curva

Aunque tu no lo sepas

El Cid

La puta de mi novia y su despedida

Por toda la casa

El suicidio del Samurai

Causa y efecto

La fiesta de Navidad

Diálogos para un ejercicio

La barbería

Por los beneficios

Cenizas del deseo

M & M… y sí, son unos bombones adictivos

Lazos oscuros y desconocidos

Relación de relatos del XIX ejercicio

XIX Ejercicio de autores

XIX Ejercicio de autores: Votación de tema

Propuesta de ideas para XIX Ejercicio de Autores

Brevísimo balance del XVIII Ejercicio de Autores

Pínchame, amor (Segunda parte)

Noche mágica

Con todos ustedes....¡el increíble bebé barbudo!

Extraños en la noche

Noche de suerte

Por fin pude ver a mi esposa montada en un joven

La chica de la revista

Vida de casado

Una manera de sentir

Trovadores de la noche

Después de la feria según Lucas

Después de la feria según Marcos

La morochita villera

Cómo recuerdo el día en que llegó a mi casa

Amo las mujeres que desagradan a otros

¡Pínchame, amor! (1)

La primera noche de mi nueva vida

La mejor noche de un actor porno

La prueba

Paparazzi

Ivette, mi princesa árabe

El montoncillo y la gata

Pasión y lujuria en la Barceloneta

Relación de relatos del XVIII Ejercicio de Autores

Noticias sobre el XVIII Ejercicio de Autores

XVIII Ejercicio de autores

XVIII Ejercicio: Votación del tema

Propuesta de ideas. XVIII Ejercicio de Autores

Crucigrama. GatitaKarabo.

Flores. Dark Silver.

¡Maldita sea! Izar

Fugados. Dark Silver.

Superbotellón. MariCruz29

El Pelao. GatitaKarabo.

Raquelísima. Moonlight.

Oración. Masulokunoxo

El despertar. GatitaKarabo

Media tarde. Trazada.

La noche es bella. Lydia

Apetecible. Paul Sheldon.

Play. Un Típico Sobi.

Zanahorias de Haití. Masulokunoxo.

Charla de alcoba. Trazada.

XVII. Ejercicio de autores.

XVII Ejercicio. Votación del tema.

Propuesta de ideas. XVII ejercicio de autores

PsicóTRico.

Mi primer día.

Desde el fondo de la pecera

Un chico normal

La increíble historia de Mandy y su locura felina

Carta blanca

Amigo mío, ¿qué hice mal?

La psicología del miedo

El diablo nunca

El salto atrás de Paco.

Contacto humano

Identidad

Una muñeca vestida de azul.

AVISO - XVI Ejercicio - RELATO PSIQUIÁTRICO

XVI. Ejercicio de autores. Relato psiquiátrico

Votación del tema. XVI Ejercicio

Propuesta de ideas. XVI ejercicio de autores

¿Qué es el ejercicio?

La leyenda del demoniaco jinete sodomizador

¿Por qué las ancianas tienen obsesión...?

El visitante

Amantes en apuros

El hotel

El cementerio

La leyenda urbana de TR, ¿Quién es el Calavera?

Mascherata a Venezia

La cadena

Mujer sola

Electo ateneo

La Dama de los Siguanes

Libertina libertad

Máscaras

El engaño del Cadejo

Los veintiún gramos del alma

Examen oral

En el espejo

El Greenpalace

Una leyenda urbana

Sorpresa, sorpresa

Gotitas milagrosas

Información del XV ejercicio

XV Ejercicio de autores - Leyendas urbanas

Propuestas e ideas para el XV ejercicio de autores

Cambio de carpas

Con mi pa en la playa

Con sabor a mar

La luna, único testigo

Duna

Selene

Acheron

Una noche en la playa

¿Dónde está Fred?

Fin de semana en la playa

La noche del sacrificio

Nuestra playa

Aquella noche en la playa

La indígena

Sacrificio a la luna

El Círculo de Therion

Hijo de puta

Como olas de pasión

Hija de la luna

XIV ejercicio de autores – ampliación de plazo

La noche de los cuernos

Citas Playeras S.A.

Yo quería y no quería

XIV Ejercicio de Relatos Una noche en la playa

Información sobre el XIV Ejercicio de Relatos

Inocente ¿de qué?

Una oración por Rivas

La soledad y la mujer

El te amo menos cotizado de la Internet

Esquizos

Dios, el puto y la monja

Pesadilla 2

Ella

Mi recuerdo

Remembranzas

Nada es completo

Pesadilla (1)

Un momento (3)

Pimpollo

Hodie mihi cras tibi

La sonrisa

Hastío

Tu camino

La madre de Nadia Lerma

Duelo de titanes

XIII ejercicio sobre microrelatos

Mujer Amante - Vieri32

No tengo tiempo para olvidar - Lymaryn

Un ramito de violetas - Lydia

Palabras de amor - Trazada

Bend and break - GatitaKarabo

Tú me acostumbraste - Avizor

Por cincuenta talentos de plata - Estado Virgen

El peor pirata de la Historia [Caronte]

Mi encuentro con el placer [Apasionada29]

Äalborg [Sywyn]

El pirata que robó mi corazón [Lydia]

Trailer [Zesna]

A 1000 pies de altura [Lymarim]

Me aburrí muchísimo [Parisién]

U-331 [Solharis]

En el océano de la noche [Kosuke]

Sansón y Dalila

Kitsune

Ángeles y demonios

La esencia de Zeus

El sueño de Inocencia

Lilith

Hércules y las hijas del rey Tespio

Invitación para el X Ejercicio: Mitología Erótica

Tren nocturno a Bilbao

He encontrado tu foto en Internet

Entre tres y cuatro me hicieron mujer

Memorias de un sanitario

Sexo, anillos y marihuana

Sex-appeal

Talla XXL

Goth

Cayendo al vacío

Afilándome los cuernos

Plumas y cuchillas

IX Ejercicio: 2ª Invitación

IX Ejercicio de relatos eróticos

Pesadillas de robot

Promethea

Mi dulce mascota

Involución

Déjà vu

El instrumento de Data

Eros vence a Tanatos

El corazón de Zobe

Fuga de la torre del placer

Comer, beber, follar y ser feliz

El caminante

Pecado

Maldito destino

Decisión mortal

Yo te vi morir

Madre

Angelo da morte

Mátame

Azul intenso

Pecado y redención

Cuando suena el timbre

El último beso

El purificador

Mi instinto básico

Ella quería tener más

Fábula de la viuda negra

Hospital

Seven years

Por una buena causa

¿Tanto te apetece morir?

El opositor

Satanas Death Show

Voy a comprar cigarrillos y vuelvo

Días de sangre y de swing

Relatos Históricos: La copa de Dionisios

Invitación para el nuevo Ejercicio sobre CRÍMENES

Relatos Históricos: Al-Andalus

Relatos Históricos: Qué golfa era Carmela

Relatos Históricos: Franco ha muerto, viva el gay

Relatos Históricos: 1968

Relatos Históricos: El soldado

Relatos Históricos: Campos de Cádiz

Relatos Históricos: El beso

Relatos Históricos: 1929 en Wall Street

Relatos Históricos: El primer vuelo

Relatos Históricos: Así asesiné al general Prim

Relatos Históricos: El primer gaucho

Relatos Históricos: En bandeja de plata

Relatos Históricos: El niño del Kremlin

Relatos Históricos: Yo, el Rey

Relatos Históricos: La maja y el motín

Relatos Históricos: Las prisioneras de Argel

Relatos Históricos: Un truhán en las Indias

Relatos Históricos: Tenno Iga No Ran

Relatos Históricos: Un famoso frustrado

Relatos Históricos: Mar, mar, mar

Relatos Históricos: Clementina

Relatos Históricos: Cantabria indomable

Relatos Históricos: El caballero don Bellido

Relatos Históricos: Nerón tal cual

Relatos Históricos: En manos del enemigo

Relatos Históricos: Alejandro en Persia

Relatos Históricos: El juicio de Friné

Relatos de Terror: Ojos violetas

Relatos de Terror: Nuria

Relatos de Terror: Silencio

Relatos de Terror: El nivel verde

Relatos de Terror: El bebé de Rosa María

Relatos de Terror: Aquella noche

Relatos de Terror: La puerta negra

Relatos de Terror: Sombras

Relatos de Terror: No juegues a la ouija

Relatos de Terror: Rojo y diabólico

Relatos de Terror: Lola no puede descansar en paz

Relatos de Terror: Aquel ruido

Relatos de Terror: Asesino

Relatos de Terror: Estúpido hombre blanco

Relatos de Terror: Fotos en tu desván

Relatos de Terror: Confesión

Relatos de Terror: Despertar

Relatos de Terror: Viaje sin retorno

Relatos de Terror: No mires nunca atrás

Relatos de Terror: La pesadilla

Relatos de Terror: La playa

Obediencia - por Némesis30

Por un puñado de euros - por Yuste

Trópico - por Trazada30

Registro de tráfico ilegal - por Esther

Llámame si quieres - por Solharis

Una noche de invierno - por Dani

Clásico revisitado - por Desvestida

Lengua bífida - por Alesandra

Hotmail - por Espir4l

Recuerdos - por Némesis30

Ese día estaba yo muy ansiosa - por Esther

Una noche de primavera - por Dani

La sopa - por Solharis

Diez minutos - por Sasha

Celos - por Scherezade

25 líneas dulcemente apasionadas - por Alesandra

Hay que compartir - por Espir4l

Trescientas palabras - por Trazada30

La mujer de las pulseras - por Yuste

Mi obra de arte - por Lydia

En el coche - por Locutus

Esa sonrisa divertida - por Trazada30

Una noche de otoño - por Dani

Ciber amante - por Scherezade

Despertar - por Espir4l

Los pequeños detalles - por Némesis30

Por el bien común - por Wasabi

La oportunidad llega sola - por Elpintor2

Sola - por Scherezade

La vida en un segundo - por Iván Sanluís

La ciclista - por Genio

16 añitos - por Locutus

45 segundos a euro - por Alesandra

Necesito una verga - por Esther

No soy tuya - por Donnar

Más que sustantivos - por Wasabi

Maldito alcohol - por Lachlainn

De ocho a ocho y media - por Superjaime

Esperando - por Scherezade

Ladrón de coches - por Sociedad

El preso - por Doro

Taxista nocturno,servicio especial - por ElPintor2

Siempre hay un hombro amigo - por Yuste

Una noche de verano - por Dani

Vampirillos - por Desvestida

No me importa nada más - por Hera

En mi interior - por Nemésis30

Almas - por Egraine

El tren de lavado - por Lydia

Despertar placentero - por Lince

Piel de manzana - por Sasha

Me fascina - por Erotika

Hace muchos años - por Trazada30

El dragón - por Lobo Nocturno

La fila - por Locutus

La cita - por Alesandra

Tardes eternas - por Ornella

La realidad supera la imaginación - por Genio

Instinto primario - por Espir4l

La sorpresa - por Solharis

38. La verdad en el fuego

Gönbölyuseg

Carta a un desconocido

Enfrentarse al pasado

Alejandría

La venganza de Aracne

Un relato inquietante

El libro maldito de Bartholomeus Nazarí

El apagón

El pasillo oscuro

Ejercicio 2 Las apariencias engañan - Va la novia

Naufragios: Libertad

Naufragios: Outdoor Training

Naufragios: Crucero de Empresa

Naufragios: Naufragio

Naufragios: Háblame del mar, marinero

Naufragios: Enemigos

Naufragios: La Invitación

Naufragios: El naufragio del Zamboanga