La voz que me excita
La voz que me excita tiene algo de galaxia, y algún que otro as en la manga.
No la he escuchado aúny no sé si algún día lo harépero ya la reconozco en cada esquina, en cada palabra, en cada recodo de mi pulso. Imagino y sigo con mis ojos la marca de sus dedos en negro sobre blanco, tratando de fundirme con él por un instante, siendo en ese momentoaunque él lo desconoce-- parte de su mundo.
La voz que me excita me regala flores blancas en vida, y flores negras en sueños, siempre con cariño. Parece leal y sin embargo es amable. Hace que me crezcan alas en la sonrisa, revive deseos que creía rotos en los túneles oscuros del alma. Electriza mi cuerpo. Me yergue y me atraviesa como una lanza mientras le suplico que no se detenga, mientras la sangre se agolpa en mis sienes cuando contengo un grito al borde del acantilado.
Mi mente es suya por un momento. La voz que me excita vive en mí, vive en el otoño, no conoce la queja.
La voz que me excita no sólo me excita, crea en mí mucho más mal. Me habla en su susurro y yo sigo su camino, ciega y caótica, quemándome en sus labios que no pronuncian palabra. Esa voz transforma mi universo durante el tiempo que habita en mí, y me desnudo feliz ante ella deseando mostrarle cada océano de mi cuerpo, llenarle los ojos a su dueño de mí. Llenarme los míos de él. Hace que me sienta suya y mía al mismo tiempo.
No robo palabras, ni vendo ni compro, pero he soñado con robarte algún beso furtivo aunque de momento me contento con tomar prestados los que vas dejando en negro sobre blanco, mientras imagino tu voz.