Capítulo VI.
RE: Bueno, continuemos con nuestro trabajo.
JGB: Espere. Recuerdo que en una oportunidad estaba.....
RE: ¿Otra historia?
JGB: Sí, pero permítame narrarla. Me resultó muy extraño. Fue así:
-Estaba de visita en un pueblo rural cuando me enteré que se hacía la 23° Exposición de Agricultura y Ganadería. Como son cosas que me gustan fue al día siguiente a la inauguración que suele ser un gentío tremendo. Recorrí los distintos stands.-
-En las razas equinas se apreciaban muy buenos ejemplares de caballos percherones, de tiro, otros de monta, de polo, de carreras, etc. En la parte de vacunos las distintas razas. Charolais, Aderdeen Angus, Shortorn, Holando, etc. Hacia el fondo, un cartel que me llamó la atención decía "Pony Girls".-
-Desconociendo de qué se trataba, me dirigí allí. Un sector estaba dedicado a las Ponies de tiro y otro a las de montar. Me dirigí a las de tiro. Grande fue mi sorpresa cuando me encontré en establos separados, mujeres desnudas, con arneses colocados como verdaderas yeguas.-
-Alguna tenían los pezones atravesados por argollas de las cuales pendían cencerros, otras calzaban unas botas similares a los cascos de los caballos, otras más tenían colocados en el culo unas colas de crines, etc. Eran hermosas mujeres reducidas a la condición de yeguas.-
-Me informaron que poco después habría un desfile y se entregarían premios a los mejores ejemplares. Me dirigí entonces a la zona donde estaban las de montar. El cuadro era similar pero aquí las jóvenes tenían colocadas unas monturas para soportar al jinete.-
-Todas tenían sus conchas bien depiladas y los ajustados arneses marcaban aun más sus formas. Sus posturas y miradas trataban de impresionar a los asistentes a la exposición.- Un momento después anunciaban el desfile. Comenzarían con los ejemplares de tiro. Me ubiqué en el ruedo para observar la faena.-
-Las pony estaban atadas de a una o de a dos en pequeños vehículos comandados por sus dueños. Desfilaban lentamente, con paso equino frente al jurado. Luego en un trote ligero, daban la vuelta al ruedo mientras sus amos las azuzaban con gritos o látigos que descargaban en sus espaldas o culos.-
-Los frenos que tenían en sus bocas y las riendas manejadas por sus dueños daban la sensación de mujeres degradadas a su máxima expresión. Sus tetas, rodeadas por las correas de los arneses bailaban al compás del trote, portando los cencerros que tintineaban con el movimiento, mientras hacían su mejor esfuerzo por parecerse todo lo posible a verdaderas yeguas.-
-Luego llegó el turno de las yeguas de montar. Estaban con monturas ajustadas a sus cuerpos. Los jinetes eran jóvenes delgados, de poco peso ya que las pony no eran mujeres de mucha talla aunque habían desarrollado una mayor resistencia que la normal para soportar el peso que cargaban.-
-Por su posición inclinada hacia delante para equilibrar el peso, eran bien visibles sus tetas, de buena forma y en ningún caso resultaban colgando por flacidez. Eran todas mujeres jóvenes. Los jinetes, calzados con espuelas, las azuzaban golpeándolas en la ingle. Las ponies respondían de inmediato ante el dolor del castigo.-
-Se entregaron los premios y fueron llevadas nuevamente a los establos. Allí me dirigí porque quería hablar con uno de los dueños de estos ejemplares.-
-¿UD es el dueño de estas mujeres?-
-Estas no son mujeres. Son ponies. Estas dos que están aquí son de tiro y hemos sacado el segundo premio. No se han esforzado lo suficiente por lo cual les espera un castigo.-
-¿Qué castigo le impondrá?-
-No lo tengo decidido. Puede ser hacerla trotar durante tres o cuatro horas seguidas, azotarla en el culo o ponerla en un cepo por dos días seguidos. Me han hecho perder el primer premio y eso no se los voy a perdonar. El castigo del cepo es bueno porque les deja las piernas separadas para que puedan recibir algunos azotes en la concha. Parece que les duele bastante porque después están muy mansas-
-¿Siempre son tratadas como yeguas?-
-Es que ahora son verdaderas yeguas. Le diré que además resultan útiles en el trabajo en el campo. Las utilizo para moverme dentro de la cabaña. A los peones les gusta verme montado en un vehículo tirado por dos ponies denudas. A veces se acercan y les hacen alguna caricia. Como tienen sus brazos atados al carrito sus cuerpos pueden ser tocados sin oposición.-
-¿Alguna vez cogen?-
-Solamente cuando queremos que queden preñadas. Para ello tenemos un joven padrillo que las embaraza con facilidad. Nunca las dejamos coger por placer. Se ponen muy holgazanas después de coger.-
-¿Por qué les depilan la concha y el pubis?-
-Por higiene. Como transpiran mucho luego de largos recorridos, es mejor que esas partes puedan lavarse a fondo. Por otro lado quizás por coger poco están bastante excitadas y nos gusta ver esas conchas algo hinchadas y con el clítoris escapando de la vulva. Si tienen vello, queda oculto.-
-¿Con qué se alimentan?.-
-Generalmente con maíz remojado. Les da buena energía.-
JGB: Ricardo, esta es una historia casi increíble. Si no lo hubiera visto con mis propios ojos afirmaría que es una mentira para incautos, pero yo lo vi.-
RE: Por casualidad, ¿has visto alguna pony preñada?
JGB: No, no he visto ninguna. El señor con el cual platiqué me invitó a su cabaña. Parece que tenía unas cuantas ponies que las cría para luego venderlas, pero no tuve tiempo de visitarlo.
RE: ¿Qué sensación le dio verlas así desnudas y tratadas de esa manera?
JGB: No lo puedo precisar. Al principio me resultó desagradable, pero luego de observarlas un rato me acostumbré. Eran hembras de buena forma y efectivamente, tal como lo indicó el dueño de la cabaña, sus conchas estaban turgentes, de hermoso color. A decir verdad me gustó ver estas yeguas.
RE: Bueno continuemos con lo nuestro.
A partir de ese momento pudimos trabajar sin interrupciones en mi Historia de los Pueblos Bárbaros. Sin embargo en las notas tomadas durante estas interrupciones dieron pie a las historias narradas. Recomiendo a los señores lectores busquen en las librerías la Historia de los Pueblos Bárbaros que será más instructivo que la narración que acaban de leer....
FIN