miprimita.com

Salidas del Convento (9)

en Sadomaso

Salidas del Convento 9

Una semana después, tanto María como Lucía habían sido penetradas reiteradamente tanto por la vagina como por el culo. También habían recibido numerosos azotes en sus cuerpos, pero especialmente en el culo, por lo cual se les hacía doloroso sentarse. Habían permanecido en celdas, a veces encadenadas, pero no habían probado todavía pasar largas horas en jaulas o atadas de las maneras más extravagantes o incómodas.

Al cumplirse una semana de la llagada a la residencia de Martín, se iniciaba una nueva etapa para ambas. Serían castigadas con nuevos instrumentos, deberían mamar la verga de Martín y sufrir otras humillaciones.

Por la mañana temprano fue en busca de María. Ésta ya acostumbrada a ser conducida a alguna barra para ser castigada no imaginaba la sorpresa que le esperaba.

Efectivamente, primero le ató los brazos en la espalda y luego los tobillos para enganchar esta atadura a una cadena pendiente del techo y comenzó a levantarla, dejándola en posición invertida. María no solamente estaba en situación incómoda y no prevista, sino que además estaba totalmente a merced de su captor, quién luego de pellizcarle los pezones le acercó su verga a la boca de la joven.

-Ahora abrirás bien la boca para permitir la entada de mi pedazo y lo chuparás y acariciarás con la lengua con suavidad y dedicación. No quiero negativas o malos comportamientos, porque de lo contrario la pasarás muy mal. Te dejaré horas colgada de tus tobillos si no me complaces adecuadamente.-

-Además quiero que repitas: "Señor Marqués, esta boca está ansiosa por complacerlo."

Muy a su pesar María, comprendiendo su situación, repitió la frase y abrió su boca para recibir la verga que tenía ante sí. Lentamente la fue mamando notando que cada vez estaba más dura y voluminosa. Finalmente un chorro de semen lleno su boca. Trató de escupir todo lo posible mientras Martín sonreía.

-Por ser la primera vez no está mal. Recuerda que en lo sucesivo deberás tragarte la leche como el mejor manjar. No me gusta que se ensucie el piso. ¿Quieres que te baje de esa posición o te doy primero algunos azotes en el culo?-

-¡Bájeme por favor!¡No puedo más así!¡Me ahogo!-

-Si te bajo tendré que aplicarte algún castigo. ¿Eso es lo que quieres?-

-Bájeme. No puedo más.-

Miguel la bajó y María quedó acostada en el suelo.

-Abre la boca que voy a orinarte. Quiero que bebas todo lo que descargo en tu boca.-

-¡Noooo!¡Por favor!¡No me orine en la bocaaaa!-

-¿Quieres que te deje nuevamente suspendida de tus tobillos? ¡Abre la boca que voy a orinarte!-

María abrió la boca recibiendo algunos chorros, que tragó de inmediato aunque la expresión de asco y vergüenza se notó de inmediato. Luego le desató los tobillos y le permitió tomar un baño en la ducha.

Martín descargó sus orines en la boca de María solamente para humillarla. No le producía placer especial hacerlo pero entendía que eso a María le costaría mucho y eso era lo que buscaba.

Una vez que salió de la ducha y se secó, Martín procedió a esposarla y conducirla, por primera vez, a una jaula. Allí quedó encerrada en posición fetal y con apenas algún movimiento. Fue en busca de Lucía, que permanecía ajena a lo ocurrido con María.

Le ató los tobillos y las muñecas en la espalda y procedió a levantarla de sus cuatro extremidades, de manera que su cabeza quedara a la altura de la verga de Martín.

-Ahora te meterás la verga en tu boca, la chuparás y la acariciarás con la lengua y cuando me corra, te tragarás toda la leche.-

-No Señor Marqués. No me obligue a tragarme el semen. No merezco eso.-

-Tú mereces lo que yo ordene. Si cae semen de tu boca recibirás un castigo que no olvidarás jamás.-

-Ya me está castigando teniéndome atada y suspendida así. ¿No es suficiente castigo? Yo no merezco todo esto.-

-Yo decido qué te mereces y qué no. Abre de una buena vez tu boca y comienza a mamarla.-

Lucía comprendió que no le quedaba otro camino que obedecer. Abrió su boca y se introdujo la verga de Martín todo lo que pudo. Mientras tanto su amo le pellizcaba los pezones que se habían endurecido.

Finalmente Martín se corrió en boca de la ex novicia, que tragó toda la leche sin replicar. Por la posición en que estaba suspendida, ya le dolían los brazos y algo las piernas.

-Creo que mereces un castigo por haberte revelado.-

Acto seguido tomó unas hojas de ortiga, que ya tenía preparadas y frotó con fuerza sobre el coño de la joven que de inmediato sintió el ardor. Era la primera vez que estas hojas irritantes tocaban su piel. Comenzó a gemir y las lágrimas corrían por sus mejillas.

¿Qué había hecho ella para merecer semejante tortura? –se preguntaba.- Siempre había obedecido todas las órdenes de la Superiora y de las demás autoridades. ¿Ese era su premio? No solamente había sido cogida a gusto del Señor Marqués, sino que había sufrido todo tipo de humillaciones y castigos. El látigo había visitado ya muchas veces su cuerpo y había pasado largas horas encadenada como si fuera un animal feroz.

Fue entonces cuando sintió que Martín la bajaba de su posición y le desataba las extremidades.

-Ahora permanecerás atada a un poste por dos o tres horas. Aprovecha ese tiempo para meditar sobre tu condición de esclava.-

La acercó a uno de los postes que había en sótano, ató sus manos por detrás del mismo, pasó una cuerda por su cintura también rodeando el poste y luego sus tobillos. No conforme con eso rodeó con varias vueltas de cuerda su cuello junto con el poste. Lucía estaba completamente inmovilizada e indefensa. Le apretó fuerte los pezones antes de alejarse.

Sólo a la distancia podía apreciar una jaula con alguien adentro. Poco después descubrió que era María la que estaba encerrada.

Sólo algunas horas más tarde volvió Martín. Esta vez portaba unas cadenas con grilletes. Lucía supuso, acertadamente, que sería encadenada nuevamente.

La desató del poste y le colocó un collar metálico unido a la cadena. Se dirigieron hasta la jaula de María y luego de ordenarle salir, otro collar metálico se cerró alrededor del cuello de la joven. El largo de la cadena que unía ambos collares era de unos 80 centímetros. Luego se prolongaba en otra cadena que mantenía Martín en su mano.

Le alargó unos grilletes a ambas mujeres y le ordenó que se los colocaran en sus tobillos y cerraran las trabas. Ambas obedecieron. Luego las esposó y se dirigieron a la sala de Martín.

Ambas mujeres debieron sentarse en el suelo, permaneciendo encadenadas.

-Las ha traído a aquí para que vean cómo serán tratadas. Tengo un par de videos que creo serán lo suficientemente elocuentes para que entiendan que serán esclavas en su más amplio sentido. Deberán realizar los trabajos que yo les mande, recibirán castigos si no obedecen adecuadamente y dispondré de sus cuerpos para penetrarlas todas las veces que quiera, en las circunstancias que desee y de la manera que se me ocurra. Ahora a ver el video.-

Se trataba justamente una historia en la cual dos jóvenes estudiantes eran raptadas por encargo y vendidas como esclavas. A partir de ese momento eran humilladas, castigadas y usadas de todas las maneras imaginables hasta que ya, de tantos malos tratos, eran vendidas nuevamente a un prostíbulo de una lejana localidad de provincia.

-Esa puede ser la historia de ustedes. Fundamentalmente las quiero como hembras para satisfacer mis necesidades de macho, pero algunos castigos siempre me excitan y como generalmente cometen alguna falta, motivo no me falta.-

-Como ya saben, permanecerán desnudas y frecuentemente encadenadas, esposadas o atadas. En el sótano hay suficientes instrumentos como para castigarlas de todas las maneras posibles, pero el látigo es el que más me gusta.-

-Hoy han estrenado sus bocas para hacerme correr. Ahora usaré la conchita de María y luego ambas recibirán un castigo especial en sus coños con las disciplinas. Tengo ambos culos si quiero volver a penetrarlas.-

Ni María ni Lucila habían escuchado palabras tan duras, pero callaron aceptando lo que se les imponía por temor a recibir un castigo mayor, pero ¿podía ser mayor a ser azotadas en sus coños? Lucía todavía tenida irritada algo la vulva por las hojas de ortiga.

No fue necesario atarle las manos ni sujetarla a parte alguna. María simplemente esperó las órdenes para separarse las piernas y dejar su concha accesible. Estaba comenzando a aceptar su condición. Una vez que Martín se corrió en su vagina, ordenó a ambas que se acostaran sobre una mesa y levantaran sus piernas ligeramente separadas para ser azotadas. Sin hesitar lo hicieron dejando ambas sus rajas listas para recibir los temidos azotes.

Martín tomó unas disciplinas y se acercó primero a Lucía.

-Esclava Lucía. Quiero que me supliques que te azote en la concha y que agradezcas después de cada uno.-

-Nnno. Nnnnooo me azoteeee.-

He dicho que supliques que te azote o recibirás un castigo mayor.-

Esas palabras hicieron efecto. Lucía de inmediato replicó:

-Señor Marqués, le pido, le suplico que azote mi concha.-

Los azotes no se hicieron esperar y a pesar del dolor que causaba cada uno en esa delicada parte de Lucía, no olvidaba decir ¡Gracias! Al cabo de cada uno. También el coño de María recibió algunos azotes de las disciplinas que empuñaba Martín.

Luego, encadenó a ambas y las encerró en sendas celdas.

Pasó un mes más y ya ambas estaban completamente dominadas. Obedecían cualquier orden que se les impartiera. Eran cogidas y castigadas casi a diario y lo aceptaban sin oposición alguna.

En estos días Martín se encontró con Rolando Estrada, quien le había proveído a Macarena, su anterior esclava. Le contó que ahora contaba con dos de ellas y de dio algunos detalles.

-¿Quieres verlas? Las tengo encerradas en el sótano. Vamos que te las mostraré y verás lo obediente que son.-

Mas de Ricardo

No Quiero Más Putas (II)

No Quiero Más Putas

El Viaje con Romy a Budapest

¿De Estudiante a Sumisa (18)FINAL

¿De Estudiante a Sumisa? (16)

¿De Estudiante a Sumisa?

¿De Estudiante a Sumisa? (15)

¿De Estudiante a Sumisa (14)

¿De Estudiante a Sumisa (13)

¿De Estudiante a Sumisa? (12)

¿De Estudiante a Sumisa? (10)

¿De Estudiabte a Sumisa (11)

¿De Estudiante a Sumisa (9)

¿De estudiante a Sumisa? (8)

¿De Estudiante a Sumisa? (6)

¿De Estudiante a Esclava? (7)

¿De Estudiante a Sumisa? (5)

¿De Estudiante a Sumisa? (4)

¿De Estudiante a Sumisa? (3)

¿De Estudiante a Sumisa? (2)

¿De estudiante a sumisa?

Aventuras con Sandra

Educación Sexual

Sandra Raquel y Romy se Entrenan como Ponies.

Las Aventuras de Juli

Las Vacaciones de Julieta VIII

Las Vacaciones de Julieta VII

Las Vacaciones de Julieta VI

Las Vacaciones de Julieta V

Las Vacaciones de Julieta IV

Las Vacaciones de Julieta III

Las Vacaciones de Julieta II

Las Vacaciones de Julieta

El Legado de Manuel Ocaña (7 de 7)

El Legado de Manuel Ocaña (6 de 7)

El Legado de Manuel Ocaña (3 de 7)

El Legado de Manuel Ocaña (4 de 7)

El Legado de Manuel Ocaña (5 de 7)

El Legado de Manuel Ocaña (2 de 7)

El Legado de Manuel Ocaña (1 de 7)

Impulsando su Propia Esclavitud

La Carta

La Novicia y el Monasterio

La Herencia (3 de 4)

La Herencia (2 de 4)

La Herencia (4 de 4)

La Herencia (1 de 4)

El Proxeneta (4 de 7) Horas Extras

El Proxeneta (6de7) Visita Inesperada. Primera vez

El Proxeneta (5 de 7) Se Incorpora Jazmín

El Proxeneta (7 de 7) Se Inaugura un Lupanar

El Proxeneta (3 de 7) Comienza la Tarea

El Proxeneta (1 de 7) Le proponen un trabajo

El Proxeneta (2 de 7) La Organización

Romy y la Sumisión (2)

Las Gemelas Zaldívar. Pierden la Virginidad (2)

Las Gemelas Zaldívar. El encuentro (1 de 3)

Las Gemelas Zaldívar. Hacen un Trío (3 de 3)

Romy y la Sumisión

Mi Sobrino Visita a Sandra Raquel

Romy. La Pony Girl Favorita

Jazmín ¿Qué es BDSM?

Florencia, ¿continúa discriminada?

Florencia es Discriminada

El Mercader (4 de 4)

El Mercader (3 de 4)

El Mercader (2 de 4)

El Mercader (1 de 4)

Lucía, la prima de Manuel

Julieta y los Viajes (1 de 4)

Julieta y los Viajes (4 de 4) Final

Julieta y los Viajes (2 de 4)

Julieta y los viajes (3 de 4)

Necesitaba Dinero (1 de 2)

Necesitaba Dinero (4 de 4)

Necesitaba Dinero (3 de 4)

Necesitaba Dinero (2 de 4)

Vulvas, Seños y Glúteos

Nochebuena

Fátima y Tomás

Club de Campo

La Pony Girl (1 a 3)

La Pony Girl (4 a 6)

Garantía del Préstamos

El Periodista (2)

Aprender a Obedecer (3)

Aprender a Obedecer (2)

Aprender a Obedecer (1)

El Periodista

El Juego es un Vicio

La Estudiante Ladrona

El Sindicato

Virginia

Deportista Dominada (15)

Deportista Dominada (14)

Hoja de vida de Ricardo Erecto

Deportista Dominada (13)

Deportista Dominada (12)

Deportista Dominada (11)

Reflexiones de Ricardo Erecto

Deportista Dominada (10)

Deportista Dominada (9 de 9)

Deportista Dominada (8 de 9)

Deportista Dominada (7 de 9)

Deportista Dominada (6 de 9)

Deportista Dominada (4 de 9)

Deportista Dominada (5 de 9)

Deportista Dominada (3 de 9)

Deportista Dominada (2 de 9)

Deportista Dominada (1 de 9)

Las Trillizas

De puta a esclava (4)

Las Hermanitas Gutiérrez (4) y final

Las Hermanitas Gutiérrez (3)

Las Hermanitas Gutiérrez (1)

Las Hermanitas Gutiérrez (2)

De puta a esclava (3)

La Religiosa (3)

La Religiosa (2)

La Religiosa (1)

Tradiciones

Captura y Venta de Esclavas (9: Final)

Captura y Venta de esclavas (8: El uso de Pilar)

Captura y Venta de Esclavas (7: Julieta se acost.)

Captura y Venta de Esclavas (6: El Castigo)

Captura y venta de Esclavas (5: La Humillación)

Captura y Venta de Esclavas (4: La Subasta)

Captura y Venta de Esclavas (3: Venta de Soledad)

Captura y Venta de Esclavas (1: La Captura)

Captura y Venta de Esclavas (2: El Sometimiento)

Consecuencias Inesperadas (3)

Consecuencias Inesperadas (2)

Consecuencias Inesperadas

De puta a esclava (2)

De puta a esclava

El Despertar de Julieta (2)

El Despertar de Julieta

El Marqués, Andrea y Cristina (4)

El Marqués, Andrea y Cristina (3)

El Marqués, Andrea y Cristina

El Marqués, Andrea y Cristina (2)

Siete mujeres para el guerrero

Suministro de Esclavas (3)

Suministro de Esclavas (1)

El Entrenamiento

Las Novicias

Sucedió en Veracruz. Investigación 3

Sucedió en Veracruz. Investigación 2

Sucedió en Veracruz. Investigación 1

Intimidades de un prostíbulo

Sucedió en Veracruz

Diana y Cecilia. amigas del Colegio (Final)

Diana y Cecilia. amigas del Colegio (4 de 6)

Diana y Cecilia. amigas del Colegio (5 de 6)

Diana y Cecilia. amigas del Colegio (2 de 6)

Diana y Cecilia. amigas del Colegio (3 de 6)

Diana y Cecilia. amigas del Colegio (1 de 6)

Informe del Sicólogo (8 - Final)

Informe del Sicólogo (7)

Informe del Sicólogo (6)

El Film

Informe del Sicólogo (5)

Informe del Sicóloga (4)

Informe del Sicólogo (3)

Informe del Sicólogo (2)

Informe del Sicólogo

La Azafata (2)

La Azafata

Servicio Doméstico

Salidas del Convento (11) Final

Salidas del Convento (10)

Salidas del Convento (8)

Salidas del Convento (7)

Salidas del Convento (6)

Salidas del Convento (5)

Salidas del Convento (4)

Salidas del Convento (3)

Salidas del Convento (2)

Salidas del Convento (1)

El Historiador (6)

El Historiador (5)

El Historiador (4)

El Historiador (3)

El Historiador (2)

El Historiador (1)

Empresa Internacional (1)

Empresa Internacional (2)

Ralph (3)

Ralph (2)

Ralph (1)

La Conferencia

Si quieres mejorar la nota

La Actriz

Transacciones Humanas

El Aviso

Las Chicas del Internado

La Sorpresa

El Viaje de Egresadas

Laura, la masoquista

Las Amigas de Sofía