Lucía. La Prima de Manuel

Autor: Ricardo Erecto

Manuel había cumplido 25 años y había hecho una pequeña fiesta en su casa. Había invitado a amigos, amigas, primos y primas. Entre las primas estaba Lucía, de 19 años. Era bastante tímida y no se destacó por su locuacidad. Apenas bailó algunas piezas mientras que otras no paraban de moverse e insinuarse a los ocasionales compañeros.

Terminó la fiesta y Lucía regresó a su casa. Se quedó pensativa de por qué tenía tan poco éxito con los muchachos de su edad. Dos semanas más tarde llamó a Manuel, un aventajado estudiante de Medicina a su celular.

- Manuel, habla Lucía.-

-¿Qué tal? ¡Que sorpresa!-

-Manuel, quiero verte en algún momento para hablar contigo.-

-Sí, por supuesto. ¿Te pasa algo?-

-No muy especial, pero quería hablar contigo.-

-Cuándo quieras. Salgo de la Universidad a las 19. Podemos encontrarnos en el bar de la Universidad.-

-Prefiero un lugar más tranquilo y con menos gente.-

-Entonces nos podemos encontrar en “el Paraíso”, lugar con poca gente. A las 19:30.-

-De acuerdo, a las 19:30 en “El Paraíso”-

A la hora en punto se encontraron en el lugar acordado. Ya estaba Manuel en una apartada mesa del lugar. Comenzaron a conversar de trivialidades. Manuel notó que Lucía estaba algo nerviosa y no se animaba a hablar. Finalmente, Manuel le tendió un puente.

-Lucía, tú  quieres decirme algo y no te animas. Nos conocemos desde hace mucho tiempo y puedes confiar en mí. Dime.-

-No me resulta fácil pero creo que eres el único al cual le puedo comentar mi problema.-

-Vamos, te escucho atentamente.-

-Sabes que tengo 19 años y no he tenido novios ni he estado en contacto con muchachos. Parece que no le importo a nadie.-

-Me resulta difícil esto pero tienes un buen cuerpo, y creo que más de uno quisiera estar cerca de ti.-

-No debe ser tan así. Muy pocas veces me han propuesto salir.-

-Pero sí te habrán propuesto acostarte contigo.-

-¿Me creerás si te digo que soy virgen? De mis compañeras debo ser la única que ha tenido relaciones sexuales.-

-¡No me lo puedo creer! Con ese culito que tienes, ¿no te han invitado a la cama? ¿No te han insinuado nada?-

-Me has andado mirando mi culo parece. No, no he tenido ninguna invitación de ese tipo. Dime, ¿qué es lo que miras en una mujer?-

-Esto es particular de cada hombre. Algunos miran el rostro, otros los senos, algunos más el culo, menos las piernas. ¿Mi gusto personal? Primero los senos y luego el culo, pero eso es personal, no generalizado.-

-Yo quería preguntarte algo, pero no sé cómo pedírtelo, se me hace difícil.-

-Vamos Lucía, si es un secreto, sabes que puedes contar conmigo.-

-¿No se lo contarás a nadie?-

-Prometido.-

-Quisiera… quisiera… quisiera que me desvirgaras.-

Manuel no pudo ocultar su sorpresa. Era la primera vez que una mujer le decía de manera tan directa que quería coger con él y pero supuesto, ¡que la desvirgara!

-Me sorprendes un poco.-

-No lo tomes a mal. Si no quieres, olvida lo que te dije.-

-Mira, por lo menos quiero pensarlo. Era lo que menos podía imaginarme.-

-Manuel, no me tomes como una cualquiera.-

-¡De ninguna manera te tomo como una cualquiera! Entiendo que tienes una dificultad pero no estoy seguro de ser el mejor para solucionar esa dificultad.-

-Me has dicho que tengo un lindo culo, aunque lo primero que miras son las tetas de las mujeres. ¿Te gustan mis tetas?-

-Lucía, si olvido que eres mi prima, ya te estaba llevando a la cama. ¿Quién puede negarse a tener sexo contigo? ¡Nadie!, pero eres mi prima.-

-Olvida que soy tu prima. Te das cuenta que una cosa así no se la puedo pedir al primero que pase porla calle. Contigotengo confianza y si bien me resulta difícil solicitarte que lo hagas, te pido que me ayudes, que me comprendas.-

-Lucía, yo te pido también que me ayudes. Déjame elaborarla idea. Quieroque tú también te sientas realizada y no sea algo así como una violación consentida, cosa que es una contradicción. O es violación o es una relación consentida. Tampoco quiero abusar de tu fantasía.-

-No es abusar de mi fantasía. Piénsalo, pero te pido que lo aceptes.-

Se despidieron con un beso.

Cuatro días más tarde Manuel llamó a Lucía.

-Lucía, habla Manuel.-

-¿Cómo estás Manuel? ¿Y?-

-Te propongo que nos encontremos hay a las 19 en la puerta de la Universidad y vayamos al departamento de un amigo, que me prestala llave. Allípodremos estar cómodos para concretar lo que me pediste.-

-¡Manuel! ¡No sabes la alegría que me das! Sabía que finalmente aceptarías. Gracias Manu.-

Luego de encontrarse se dirigieron al departamento. Una vez transpuesta la puerta, Manuel abrazó a Lucía. Comenzó a desabrocharle la camisa mientras la besaba efusivamente. Con una mano alcanzó una de sus tetas.

-¿Cuándo está ovulando? ¿Tendré que usar forro?-

-No te preocupes por eso. Estoy tomando pastillas. No quería que mi primer polvo fuese con un pene enfundado.-

Manuel siguió desabrochando la camisa, que luego quitó y aflojó el gancho del corpiño. Las firmes tetas de Lucía estaban para ser acariciadas por las ávidas manos de Manuel. Él también comenzó a quitarsela ropa. Luegodejó a Lucía solamente con las bragas que ya tenía una excitación como nunca la había tenido antes. Observó el  calzoncillo de su primo y no pasó desapercibido el bulto que ocultaba. Quería tocarlo, acariciarlo, mirarlo (nunca había visto un pene en erección) pero su timidez no se lo permitía. Esto fue observado por Manuel.

Se quitó el calzoncillo al tiempo que Lucía comenzaba a sacarse las bragas. La muchacha parecía hipnotizada a la vista de la pija de su primo, que le pareció enorme.

-¿Quieres tocarla?-

-Sí, ¿me dejas?-

-Te dejo todo lo que quieras.-

Mientras tanto Manuel comenzó a manipular el clítoris. En un arranque, Lucía acercó sus labios a la glande y pasó la lengua porla punta. Mientrastanto las manipulaciones de su primo en la concha habían surtido efecto y deseaba ser penetrada.

La entrada a la vagina y la vagina propiamente dicha esta extremadamente húmeda. Manuel recostó a Lucía sobre la cama que separó las piernas de inmediato. Acercó el glande a la entrada y comenzó a empujar muy lentamente. La rotura del himen fue imperceptible para ambos. La muchacha cerró sus piernas sobre la espalda de su primo, mientras sus lenguas se entrecruzaban con frenesí.

Comenzó un movimiento muy lento, cadencioso que excitaba aun más a Lucía. Por su parte Manuel quería prolongar el polvo todo lo posible. Una semana atrás no hubiera imaginado encontrarse en esta situación y francamente no le disgustaba para nada. ¿No se había dado cuenta lo buena y excitante que estaba su prima? No, descartaba verla como mujer, la veía como su prima, pero ahora estaba gozando este polvo tal vez como ella.

Los movimientos eran lentos y se prolongaba la llegada al orgasmo. Primero fue Julieta la que se corrió, con movimientos espasmódicos y respiración entrecortada. Luego lo hizo Manuel, llenando la vagina de leche caliente.

-Permanecieron unos minutos sin moverse. Ambos disfrutando de la corrida.

-Manuel, ¡qué bien coges!-

-Supongo que ni mejor ni peor que otros.-

-Sabes que no conozco a “otros” pero me ha gustado hacerlo contigo. ¿Me permites que me lave? Me parece que la leche se me está cayendo de la concha.-

Ambos se higienizaron y regresaron ala cama. Lucíase acurrucó en los brazos de Manuel, mientras éste le acariciaba algunas partes erógenas.

-Me vas a calentar nuevamente.-

-Eso es lo que estoy buscando. Un polvo es muy poco por ser la primera vez.-

-¿Sabes lo que quisiera? Que me dejaras ponérmela en la boca y chupártela.-

-¡Mira si no te voy a dejar que la mames! Ahora está un poco blanda pero con tu boca se pondrá bien dura.-

-¿Te puedo pedir… algo más?-

-Hasta ahora tus pedidos han sido muy interesantes y beneficiosos para mí.-

-No sé… quizás no quieras… dime si te molesta ¿Me puedes… me puedes coger… por … por el culo?-

-No hay problema. No tenemos crema para lubricarte la entrada, pero al mejor estilo de “El Último Tango en París” podemos echar mano de la mantequilla.-

-Tú dime qué debo hacer y yo te obedezco ¿Me vas a poner mantequilla en el culo?-

-Primero una mamada para ponerla dura, mientras te acaricio los pezones. Luego mantequilla en el culo, un poco de dilatación con el pulgar y luego, ¡a metértela!-

Lucía se inclinó sobre la pija de Manuel y comenzó a acariciarla con la lengua y cerrando sus labios sobre el miembro comenzó a meterla y sacarla. Muy rápidamente adquirió bastante rigidez. Mientras tanto Manuel tocaba y apretaba suavemente los pezones que también se pusieron duros.

Mientras mamaba, algunas gotas de semen llegaron a la lengua de Lucía. Retiró la pija de su boca para saborear el fluido. Luego retornó ala mamada. Miguelacercó su mano ala concha. Seestaba humedeciendo, claro indicio dela excitación. Tomóla mantequilla y comenzó a untar el ano de Lucía y a introducir el pulgar. Cuando ya lo tenía completamente adentro y entraba y salía sin dificultad, le indicó que se pusiera en posición. Acercó su pija al agujero y comenzó a empujar lentamente, mientras la resistencia a la penetración cedía.

Lucía, apoyada en sus codos, levantaba el culo para lograr ser penetrada más profundamente. Si bien sentía algo de dolor por la dilatación del agujero, estaba gozando esta nueva experiencia. Manuel adelantó una de sus manos hasta la concha y comenzó acariciarla. Quería que ella lograra correrse.

Así, entrando y saliendo con lentitud y la manipulación del clítoris logró que su prima llegara al climax y él mismo comenzó a descargar su semen en el recto de la joven.

No era frecuente para él el sexo anal, pero éste lo había disfrutado. ¿Sería por el hermoso y firme culo de Lucía? No lo sabía, tampoco importaba. Había sido una culeada para gozar al máximo. Poco después la retiró y ambos fueron a lavarse. De vuelta en la cama y mientras se apretaba al cuerpo de Manuel, ella comentó:

-No pensé que en solo día iba a tener tantas satisfacciones. Pedirte que me la metieras por el culo no era sencillo para mí.-

-Tal como te había dicho, solamente unas pocas veces sodomicé a mi chica, pero no podía negarme a un pedido tuyo y, si debo confesarte, me gustó mucho cogerte también por el culo. Lo tienes hermoso.-

Quedaron hablando, y acariciándose y besándose mutuamente. Lucía, si bien le habían tocado las tetas, nunca había sentido ese cosquilleo en todo el cuerpo. Estaba feliz.

-Lucía, espero que hayas quedado conforme con las enseñanzas de hoy. Cuando quieras podemos repetir.-

-No Manuel. Es una sola vez. Te agradezco todo lo que has hecho hoy, pero no quiero volver a coger contigo. Te pedí que me desvirgaras y los has hecho de mil maravillas. No podrás desvirgarme otra vez, Ya está. No me voy a olvidar nunca de esta noche, con la delicadeza que lo has hecho, pero no. Ésta es la primera y última vez.-

-¿No hay siquiera una esperanza? Por lo menos hasta que consigas algún amigo que te ayude en tu soledad.-

-Te he dicho que no. Si tienes ganas de cogerme otra vez ahora y aquí, hazlo, o varias veces si quieres, pero nada más.-

-Difícilmente pueda hacerlo otra vez ahora. En ese sentido las mujeres pueden hacerlo, aunque no se corran, varias veces. A nosotros se nos vacían los huevos.-

-¿Y si te la chupo hasta que se ponga dura?-

-Podemos intentarlo, pero no quiero hacerme el macho inagotable. Me corrí dos veces.-

-Déjame entonces en que lo intente. Me gusta la pija en la boca.

Así comenzó a mamarla nuevamente. Luego de varios minutos de trabajo intenso, la pija recobró vida. Lucía le dio varios besos en la punta y poniéndose de espaldas separó sus piernas abriendo su capullo

Manuel la penetró y luego de un largo bombeo, se corrió aunque sólo unas pocas gotas de semen se depositaron enla vagina. Pocodespués comenzaron vestirse y Manuel acompañó a su prima hasta la casa.

Luego de dejarla meditó largamente lo ocurrido. ¡Cómo se había fijado en su prima! Era su prima y todo el asunto de la genética, pero ¡qué buena estaba! Lástima que sería la primera y última vez que la tendría desnuda entre sus brazos.

FIN