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Negro&Blanco;: La Élite (4)

en Dominación

Terapias

Rosalie Withmore

 

La cuestión era no mirarla a los ojos a pesar de que estuviera aún chorreando, mojando la silla donde estaba sentada y con ese bikini blanco que no dejaba espacio a la imaginación. Ahora sólo la cabrearía aún más, sobre todo después de que Krum hubiese interrumpido su entrenamiento intensivo porque estaban instalando el equipo de vigilancia en la piscina, seguro que más cabreada estaba de todos esos hombres que la habían observado nadar y salir de la piscina tras Krum. Todavía no sabían qué quería, había ido a buscar algo, así que esperaron sentadas en la Sala de Juntas. A ella la habían sacado de la sala donde ensayaba con Megan antes de ir a por Verona, y ahora las tres estaban con el mallot y las zapatillas. Aún le molestaba el último castigo de Krum, no se la iba a jugar, menos con lo cansada que estaba. Dormir atada a la cama no era para nada cómodo, mucho menos con Verona al lado, con lo que se movía por la noche cuando estaba cabreada si nadie se acurrucaba con ella. Miró cada rincón de la sala ahora que no estaba y pudo ver al otro lado de la enorme mesa rectangular de cristal uno de sus portátiles. Observó las paredes, cada posible posición para la vigilancia. No, ahí no había instalado las cámaras. Seguro que en el despacho de Krum tampoco, él siempre se quejaba de eso. De las libertades que se tomaba para su propio interés desde que León le consideró una pieza clave del PRE. Igual que a Eric. La diferencia erradicaba en que sin Eric no habría Élite, y sin Krum no habría Eric. Aún se lo preguntaba. No lo entendía del todo.

- Si no eres capaz de seguir tu propia normativa olvídate de no estar vigilado.- ¿Krum cabreado? No se atrevió a mirar atrás escuchando sus pasos por el pasillo. Miró a la pared de enfrente y a través de ese espejo distinguió a ambos al otro lado de la cristalera, acercándose por el pasillo. Eric estaba empapado y Krum caminaba ante él a paso rápido. ¿Tenían problemas con la nueva?

- Prodochev no va a poner una sola cámara en mi cuarto.- Escuchó un murmullo y vio a Eric crispado, mucho. ¿Ahora Eric tampoco quería cámaras? Eso era nuevo. Apartó la mirada de ese reflejo, sabiendo que aún no estaba en la sala pero no iba a cometer ese fallo hoy. – Mucho es que ya llevo su maldito reloj para que controlen dónde estoy.

Miró las pulseras digitales de las tres. Lo sabía. Era un modelo de su empresa, eso le había comentado a Vero la noche anterior en la terraza, pero ese prototipo no salía hasta finales de año. ¿Cuál era el fallo que tenían entonces las que tenían ellas? Los últimos problemas eran concernientes al sistema de localización exacto, aunque Vero se la había quitado para salir por la noche igualmente. Mejor prevenir.

- Pues arréglalo o lo haré yo.- Dejaron de andar.- Te has dejado llevar y mira.- Habían pasado más tiempo del debido fuera, Megan había llegado una hora tarde a su clase.

- No había ira, era puro terror Krum. Una pesadilla de la que quisiera salir estando despierta.- Joder, eso era lo mismo que le pasaba a él. Pero hacía muchísimo que no sucedía. Le dio una ligera patada a Megan cuando se giró y volvió la vista al frente. Al final verás, por curiosa.- Quiero que responda esas preguntas antes de seguir, esto no tiene sentido alguno.- Escuchó pasos. –Dáselo, yo tengo que volver a las cuadras.

- Que descanse un rato no va a solucionar el problema.- Ya se enteraría luego por Megan, Krum la había vuelto a infiltrar después del fallo de la gemela.

- Te dije que no la atosigaras y lo sigo diciendo.- ¿Eric ya estaba en ese plan de macho alfa? Si sólo habían pasado dos días.- ¡Es mía Krum, no lo olvides!- Joder, vaya mierda de día iba a tener. Krum odiaba que le impidieran acercarse a las primerizas y encima se lo recordaba. Les iba a tocar cabreado, para variar.

Megan se puso en pie en cuanto le escuchó entrar y él le rozó el hombro para que se volviera a sentar. Fue directo al ordenador y usó ese bendito truco de mirar únicamente sus manos, las cuales empezaron a teclear, y estuvo un momento así hasta que sacó de su maletín un aparato que conocía. Era uno de los sistemas de escucha inalámbrica que… Miró su pulsera. ¡¡Mierda!!

- Sí princesa, todo un avance.- Se dio por aludida y no volvió a levantar la mirada, por si acaso.- ¿Alguna vez ha pasado Megan? ¿Ha tenido pesadillas estando despierta?

- Sí, Amo.- Eso no lo había dicho antes, fijo, porque Krum suspiró.- Una vez.

- Cuándo.- Vaya tono seco. Mierda, incluso con Megan.

- Cuando Meredit Wheel mató a ese gato y lo tiró a la piscina exterior de Le Rosey para recordarle la muerte de su madre, Amo.- Miró la cara de cabreo de Megan atónita por la barbaridad. ¡¡Qué puta malnacida!! Pero un ruido la distrajo a su izquierda. Mierda…

- ¿En febrero fue, cierto?- Meg asintió y Krum empezó a escribir en un diario negro. Miró a la mesa acordándose a duras penas de la última vez que había visto a Meredit hasta ver cómo Lilian le partía la cara, con toda la razón del mundo.- Ya me dijiste que estaba mal, que no se atrevía a salir a por él y la ayudaste, ¿verdad?- Megan volvió a asentir a su lado. Y Verona estaba tan concentrada en acallar su dolor que no iba a abrir los ojos en un buen rato.- ¿Llovía ese día?- Frunció el ceño ante la pregunta.

- Cre… Creo que sí, Amo.- En cuanto empezó a teclear a toda prisa en ese teclado  y a escribir en el diario negro que tenía al lado supo que algo no iba bien. Demasiado nervioso, Krum no se ponía así por nada. La lluvia… Como Eric antes de conocer a Lori.

- Coge esto y llévaselo.- Vio que le daba ese portátil, cerrándolo.- Ahora es suyo, para su optativa.- ¿¡Qué!? ¿¡¡La muy idiota había escogido Tecnología!!? Tuvo que hacer un esfuerzo por no mirar a Krum a la cara, pero ese rugido volvió a sonar a su izquierda. ¡¡Joder, Vero, ahora no!!- Que instale ese jueguecito que me dijiste, lo que quiera mientras responda esto.- Puso el diario negro encima.- Y princesa, no te olvides que oiré cada murmullo.- Megan salió por la puerta y ella bajó la mirada.- Verona, ven conmigo.- Krum se levantó del asiento directo al pasillo que daba a su despacho desde la sala de juntas y no tardó en escuchar el rugido.- Te duele, así que ya sabes.- No se movía del asiento. Venga ya, no. No lo hagas.- Vero, muévete. Ahora.

- Puedo con él, Amo.- Rugió ella junto a su estómago. Empezó a respirar más tranquila forzadamente aferrándose el abdomen con los ojos cerrados.

Pero Krum no esperó, fue directo a por ella y la levantó del asiento. Luchó, seguía luchando a pesar de todo. No se rendiría tan fácilmente, nunca lo hacía. Les siguió con la mirada baja sabiendo que como más de una vez había pasado en Alemania durante el curso, él sería contra quien descargara su ira luchando hasta decirlo. Hasta pronunciar su nombre. La sujetó contra el sofá de esa sala contigua a su despacho, con todo el pelo rubio cogido en una coleta, mojado aún, como ese bikini blanco del que Krum se deshizo en un instante mientras ella hacía su trabajo cuando pasaba, por pocas veces que sucediera ya. Le levantó la cara por el mentón mientras Krum la colocaba en posición cinco atándole las manos a la espalda. No la miró a los ojos, no le hacía ninguna falta saber qué mirada le estaría dirigiendo ahora. Empezaba a ponerse nerviosa por la llegada de León, pero ni siquiera emitió un solo sonido cuando Krum empezó a penetrarla analmente. No se le permitía de otra manera siendo la esposa del director, la reina de León. Sólo si decía su nombre le daría placer y calmaría el dolor, y aunque ya no se escuchase el rugido de su estómago, a cada fuerte embestida junto con el golpe del cinturón de Krum apretaba los dientes y se le escapaba el aliento. Dilo, Vero. Aguantó bastante más que las últimas veces con las lágrimas ya saliendo solas y teniendo en cuenta que aún tenía los azotes de la fusta del día anterior marcados en la piel. ¡Dilo ya! Le apretó la mandíbula con la mano y ella negó con rabia. ¡No podría sentarse en una semana a este paso!

- Le vas a perder al final, Vero.-Y sabes que no quieres la otra opción, lo sabes perfectamente.- Dilo. – Negó en rotundo y Krum le dio más fuerte aún con la correa una, dos, tres veces. Cuatro.- ¡Terca de mierda!-Le dio una bofetada que le giró la cara.- ¡¡Dilo ya joder!!

- Oussam.- Sollozó Vero rabiosa y Krum frenó el castigo a su odio, impactado.

- Oh princesa, eso ha sido…- Jamás la había pegado así. Al menos no con esa actitud, para que lo dijese de una puta vez. Que le prefería a él. No esperó a que le diera la orden. Besó a Verona secando sus lágrimas con las manos mientras Krum bajaba a su entrepierna riendo.-Lástima que no esté grabado.-Hijo de puta, ese era el fallo de las malditas pulseras.- Calladas, ¿queda claro?

Esta vez le tocó a ella apretar los dientes, y lo hizo acorralando el pezón derecho de Verona con sus dedos, tirando de él. Tampoco ella dijo nada ahora mientras la besaba profundamente, rozando su lengua. Pero cerraba los ojos. Pensaba en él, lo sabía, por más que le jodiera debía hacerlo para calmar su dolor o Krum volvería a empezar, a azotarla hasta que dijese su nombre. Pensó en Seúl, pues él también sería uno de los invitados ese año, y en esos relojes de mierda que todavía no habían terminado de rediseñar él y su equipo de inútiles. No les fallaba la localización, sino el sistema de escucha. Con eso se aseguraba de que Megan se comportara y no se fuese de la lengua. Pero no ellas, para ellas sería otro secreto más que guardar. Uno de tantos que llevaban a cuestas cada día. Como Lori.

-Terapias-

 

Llevaba ya un rato tumbada en la cama escuchando música con Lorena, viendo vídeos en la tablet a todo volumen, cuando su reloj de pulsera sonó a las 18’30 y vio el mensaje. Informática. Lo mismo que había pasado a las 17’00 poniendo que le tocaba Taller de Lectura y Eric le había dejado claro que hoy no. Krum ya le había dicho que a cada cambio de hora avisaría ahora que el horario estaba en su tablet, pero Lorena negó dándole a entender que no hacía falta que saliera aún si no quería. No es que no quisiera salir, en algún momento tendría que hacerlo, pero en el baño había estado tan tristona que verla intentando que hiciese ese ritmo del vídeo palmeándose las piernas mientras cantaba la canción merecía la pena. Se lo habían pasado tan bien en la feria con Eric, viendo una parte de él que no creía posible, que no dudaba de quién estaba Lori enamorada. Ahora sin embargo estaba en silencio de nuevo, quizá era cierto y lo del mutismo le daba a rachas. Pero pareció entusiasmada cuando le mostró un pequeño anillo con un delfín de plata que guardaba en la mesilla de noche cuando puso esa canción que había cantado con ella en el baño. Sonreía de oreja a oreja escuchando la música que a ella le gustaba, que no tenía nada que ver con la que creía en un principio. Incluso le había mostrado videos del juego del vaso que Megan siempre se empeñaba en enseñarle en Le Rosey por si así se animaba un poco, pero siempre la ignoraba. A ella y esa estúpida moda que todas seguían como corderos. No lo había intentado hasta ahora, la verdad. Al menos había un millón de covers de distintas canciones con ese juego, pero una le gustó más que ninguna, como a Lorena. Lo único que no tenían era vasos, pero no pareció importarle hasta que llamaron a la puerta y paró el vídeo, quedándose ambas quietas. Lorena le dijo con un gesto que ella debía abrir la puerta, así que se levantó y se alisó el vestido. ¡Mierda, la trenza! ¿Y si era él? Volvieron a llamar y bajó la mirada, haciéndose la dichosa trencita con rapidez aun sin gomilla.

- Lil, soy yo.- Uff…Megan. Abrió la puerta viéndola con ese mallot de danza y el pelo recogido, con un portátil en la mano y encima de él uno de los diarios.

- ¿Ese es el mío?- Miró al librito negro y a ambos lados de pasillo desierto antes de cerrar la puerta. No, Eric no iría. Como mucho el Amo.

- Sí, Krum dice que debes contestar lo que ha puesto con la misma sinceridad que ayer, no pasa nada si quieres estar un poco más aquí.- ¿Quería? La verdad es que estaban muy tranquilas ahí sin Amos, señores, sumisas, reglas…- Toma, para ti.- Le estaba dando el portátil con el diario encima.

- ¿¡Perdona!?- Se lo puso en las manos y aun así no reaccionó. Meg se reía. ¿¡Para ella!?

- ¿No has elegido Informática?- Asintió incrédula.- Pues el profesor aún no ha llegado, así que Krum dice que instales el juego y lo que quieras mientras. Es tuyo.- La miró incrédula, a ella y a su gesto de lástima mirando a Lorena. Y el careto de Lorena, que había cambiado radicalmente otra vez.

- ¿Pasa algo?- Ambas negaron sin mirarla. ¿No de verdad o no de ‘no te lo decimos que te provocamos un ataque’? Ya estaba un poco cansada de secretitos, y el rato con Lorena en el baño había sido ya bastante frustrante de por sí.

Se negaba a contarle porqué Eric era así, sólo le había dicho que no debía volver a llamar Eric al Amo, cada uno tenía su horario y hoy había sido una dura prueba para él pasarlo por alto. Vale, cierto que habían estado más tiempo fuera y que en otro contexto una ducha fría no era para tanto. Pero lo había sido, y él y sus cambios la tenían confusa. No sabía cómo afrontarlo.

- Pues cuando queráis me lo decís, al final me acabaré enterando de una manera u otra.- Se sentó directamente en la cama dejando de lado el diario y abriendo la pantalla de su primer portátil sonriendo de oreja a oreja. - Buah…Qué chulo.- Fue directa a descargar el juego para instalarlo en el momento que el sistema operativo terminaba de arrancar. Tardaría horas pero mirando la tablet, el portátil, su vestido y todo lo que le rodeaba…- Oye, ¿cada cosa que reciba entra en la deuda que tendré con el PRE?- Lori la miró pasmada, pero Megan no. Sonrió.

- Esto son regalos de Krum, Lil. Lo único que cuestan son respuestas.- Espera, ¿y ese icono? Era el único en el escritorio.

Dio doble clic mientras Lorena se ponía a un lado suyo y Megan al otro cogiendo su diario y poniéndolo encima del teclado. Que sí, respondería. Después, ahora no. ¡Tenía portátil! Empezó a cargar un programa con el icono de un águila de metal dando vueltas. Y en cuanto se puso en marcha vio el plan de estudios que tendría en la optativa aunque fuese por su cuenta y con ese portátil, con lecciones de Diseño, Marketing, Comunicaciones, Nuevas Tecnologías…

- Buah, qué pasada, ¿todo esto voy a aprender?- Empezó a abrir los apartados incrédula. En Le Rosey como mucho la profesora les ponía una chorrada de tabla en Excel y se olvidaba de ellas el resto de la clase. Esperaesperaespera…- ¿¡¡Animación 3D!!? ¿¡¡En serio!!?- Clickeó entusiasmada, abriendo el apartado de inmediato.

- Contesta ya y no te embobes que me tengo que ir este año Lily.- Salió de la pantalla ante el cachondeo, viendo el diario abierto y esas preguntas de Krum.- No te olvides de la ficha personal de hoy.- Megan le cogió el portátil de las rodillas y echó a correr.

- ¡Eh! - Se lo llevaba a la terraza seguida de una sonriente Lori.- ¿Pero no era mío?

- ¡Escribe!- Dijo a carcajadas, sacándole un mohín.- ¡Y no te enfades que la lías!- Se lo borró con un profundo suspiro, mirando el diario. Vale, respondería. Pero a su manera. Cogió la tablet y fue tras ellas.

Mientras estaban en la hamaca pudo ver todo lo que Krum le había respondido, y para no estar tentada de despistarse con ese ruidito viendo que Megan se había enganchado al juego que siempre le veía con Lori al lado, el de los caramelos, se puso los cascos. Observó el mar, la playa desierta… Suspiró bajo la sombrilla escuchando la música y se sentó en la butaca de esa misma mañana y empezó por leer las respuestas a sus dudas soltándose la trenza.

¿No puede haber un maniquí o algo que dibujar mejor que yo? 

Cielo, eres una modelo excelente, doy fe. Y por desgracia si no te gusta, Eric lo ve obligatorio para todas las sumisas. Ten en cuenta que es una forma de desinhibirte bastante efectiva, y en tu caso, una visión maravillosa.

Pelota…

¿Por qué ahora es Vivian y no Megan la sumisa que me ayuda?

Problema resuelto, princesa. Si no estás a gusto con algo ponlo en las sugerencias de la ficha diaria. Podré saber tus gustos y adaptarme a ellos de la mejor manera posible. Así nos conoceremos mejor como bien sugieres, de todas las formas.

Jooooder… No se andaba por las ramas, desde luego.

 ¿Lo de actividad grupal los sábados también es de sexo o en plan película y parchís?

Varía, pero normalmente es un espacio de tiempo para compartir entre todos. Así podemos solucionar lo de que no nos conozcas en todos los ámbitos posibles. Esta tarde te enviaré a la tablet las Fichas Personales de las demás sumisas para empezar.

¿Puedo escribirme o contactar con alguien que conozco fuera del PRE?

Bajo supervisión sí, cielo. Siempre que lo necesites.

¿Usáis las duchas y baños calientes como terapia de relajación?

Todo lo que hagamos es en tu beneficio princesa. A veces no le encontrarás sentido, otras sí, pero cada una de ellas es por y para tu mejora personal como miembro del PRE.

¿Podré salir pronto del recinto? ¿Tengo que seguir haciendo equitación aunque me dé miedo? ¿Y desnudarme delante de las demás? ¿Ellas también lo han hecho? ¿Mi Amo me tocará en público cuando le dé la gana? ¿Y tú? ¿Es una recompensa que me haga eso en público? ¿Esta mañana os peleabais por mí? ¿Puedo elegir mi día libre ya? ¿Me cambiaréis a mí también de Amo como a Megan? ¿Es obligatorio cambiar de Amo?

Sí a todo cariño. Vuelvo a decir que lo hacemos por ti aunque no lo parezca en un principio. Le encontrarás sentido con el tiempo, estoy seguro de ello. Todas pasan por esta etapa de dudas, y las tuyas me tienen intrigado cielo, sigue así. En cuanto a tu día libre lo puedes elegir cuando quieras. Será tu Amo quien decida si concedértelo o no y por ahora no tengo que ver en ello. Espero tenerte para mí algún día princesa, lo estoy deseando. Sin duda eres una musa, pero al contrario que Eric opino que tu inteligencia y perspicacia son demasiado para él.

Joder… Miró a Megan de reojo con el corazón acelerado. ¿Y a ella le parece bien? Miró a Lorena. A ella no le parece mal lo que hace Eric contigo. Poligamia sin fronteras, vamos. Suspiró profundamente pasando a las preguntas que le había hecho ahora y que tenía que responder ajustándose los cascos a las orejas.

¿Estás contenta con tu Amo? Valóralo de 1 al 10 y explica el porqué.

Frunció el ceño. ¿Discreción la mínima, no? Seguro que si Eric supiese que le hacía esas preguntas…Qué tío…Lo pensó, y sinceramente puso un 8. ¿Por qué?

Puede ser distinto en según qué momentos, pero en todos ellos si lo que me dices es cierto y esto es por y para mi beneficio, él está siendo el mejor Amo que conozco hasta ahora. Si me hubieras preguntado por Eric, hoy directamente te hubiera puesto un 10. Contentísima, gracias por interesarse, señor.

Si ellos iban a jugar a picarse por ella que no la tomase por estúpida. Ni por un premio. No sabía a qué tanta competitividad, pero si estaban para ayudar… Lo puso, leyendo la siguiente.

¿Eric es el primer chico que has conocido íntimamente en tu vida? ¿Estás dispuesta a perdonar los errores de tu Amo? ¿Te gustaría saber más acerca de él? ¿Y de mí, princesa?

Respondió a todas las demás de la misma forma que él, pues no le pedía porqués.

Sí a todo Krum. (Prefiero que me llames por mi nombre. Lo de princesa, cielo, cariño y demás creo que es una forma de alagarme que no me convence por tu parte. Además de que creas confusión, porque nos llamas a todas igual, y no quieres crear confusión a una persona inestable emocionalmente, ¿no?) Respecto a conocer más cosas acerca de ti me da que no tengo otra. Por cierto, no soy un premio que os disputéis, soy una persona con un problema bastante jodido que intentáis que no acabe con los miembros del PRE en un ataque de pánico. No me asustes ni intimides, que como bien comprobaste en el avión y de una forma que aún me cabrea, me das miedo y no quiero volver a cortarte sin pretenderlo. Me dijiste que no me sintiera culpable, Krum, pero no sé hasta qué punto eso puede funcionar si acabo perdiendo el norte por contestar tanta pregunta de las que estoy segura Eric debería saber las respuestas que me das. Siendo sólo dos a cargo de todas nosotras no deberíais prestarme esta atención a mí sola. Estoy segura de que las demás también tienen problemas. Por cierto, ¿y esas fichas?

Tomó aire profundamente. Eso por preguntar tanto, y aún le faltaban.

¿Qué ha pasado esta tarde? Nada serio.

¿Por qué crees que Eric ha reaccionado de esa manera? Porque me he equivocado, no le dije Amo, le llamé Eric y no era el momento apropiado para ello.

¿Y tú, por qué crees que has reaccionado así?

Espera. ¿Ya se lo había contado?

¿Alguna vez has hecho terapias de frío/calor?

Eso… No, no quiso contestar.

¿Qué te ocurre en ambos casos? Eso era evidente. El calor me calma, el frío no.

¿Estarías dispuesta a contarme lo que ves en tus pesadillas y el por qué?

A ti no, Krum. Suspiró escuchando la música, dándole un poco más de volumen. Tomó aire antes de responder lo más brevemente posible.

No lo entenderías y eso es, si no me equivoco, asunto de mi Amo. Él sí lo entiende porque le pasa lo mismo.

Bueno, no, a él despierto no. Sólo dormido. Y el frío no le afecta, eso también, pero no tenía ganas de dar más explicaciones.

¿Tienes alguna manía extraña respecto al clima?

Frunció el ceño. ¿Pero cuanto sabía de ella? Leyó las demás que le quedaban.

¿Por qué no te gusta nadar? ¿Verona te recuerda a alguien que hayas conocido hace tres años? ¿Qué pasó en Febrero en Le Rosey? ¿Por qué te afectó tanto? ¿Es por tu trauma principal?

Miró a Megan con la respiración agitada, y cuando vio que la miraba igual que Lorena negó quitándose los cascos. Ya ni la música era distracción suficiente para ese pensamiento.

- No quiero responder a esto Meg.- Ambas dejaron lo que estaban haciendo y se acercaron. Megan cogió el diario de sus manos leyendo mientras Lori le cogía la mano, observando ese anillo con un delfín que aún llevaba puesto.

- ¿Quieres que lo responda por ti?- Negó.- Vamos Lil, es parte del Programa. Él es el psicólogo del PRE, sabe lo que se hace.- Abrió los ojos con pasmo.

- Ahora sí que no.- ¿¡Un loquero!? Ni hablar.- Que analice a otra, yo no quiero.

- ¿Y si me lo dices a mí y yo lo escribo? - Volvió a negar esquivándole la mirada.- Lily… - Y leyó en silencio sentándose a su lado y cogiendo su otra mano.- Acabará por saberlo Lil, esta es la forma fácil. No le cabrees.- Tomó aire y le cogió el diario de las manos.

- Pues que me lo pregunte en persona y con Eric, así no puedo, me...- Se estaba enfadando, y no fue la única en darse cuenta. Lori le quitó el diario de las manos y lo tiró en la mesa baja sonriendo y sacudiéndose las manos. Suspiró.- Gracias.- Le guiñó un ojo y miró el portátil balanceándose solo en la hamaca.- Me quiere comprar con tanto regalito, no me gusta nada, es...- Lori negó en rotundo haciéndole gestos de silencio y tiró de ella habitación adentro. En el momento que cogió una almohada y se la tiró a Megan a la cara ella empezó a reírse a carcajadas. Se subió de un brinco en la cama ayudándola a ella, con una amplia sonrisa. Pero…

- ¿Creéis que me vais a ganar?- Megan empezó a quitarse esas zapatillas de bailarina. ¿Qué coño estaban haciendo?- Pongámosle ritmo a la guerra.- Antes de que preguntara ya tenía una almohada en las manos y Megan estaba cogiendo la tablet, poniendo música.- Es algo que Lori y yo inventamos. Nuestra propia terapia anti-cabreo.- Cuando recibió el primer almohadazo por parte de Lori no se lo pudo creer.

Pero no tardó en devolvérselo a la vez que Megan le daba por la espalda haciéndola caer. Lori la ayudó a levantarse y ambas atacaron a Megan a la vez. Después de acabar rendidas bocarriba y riendo sin aliento Lori aún tenía ganas de más y empezó a saltar y bailar en la cama esa canción, tirando de su brazo para que lo hiciera también. Una que estaba en su lista y hasta ahora no le había llamado la atención. La recordaría, como de cogerse el borde del vestido mientras saltaba riendo con Lori, pero más se acordaría de las carcajadas de Eric desde la puerta de la habitación y el susto que se llevó. Se bajó de la cama y se quedó quieta en esa posición, mirando al suelo sin aliento de tanto brinco.

- Oh nena, muy bien. Ven.- Fue hacia él sin mirarle y sintió la caricia en la mejilla que le aceleró aún más el pulso.- Qué hermosa eres Lilian.- Le cogió un rizo y se agachó a besarlo con esos ojos azules fijos en ella.- Vamos, tengo una sorpresa para tu última clase de hoy.- Justo en ese momento su pulsera pitó.- ¿Qué te toca ahora?- Miró el reloj, las 19’30, y el mensaje.

- Fotografía, Amo.- No iba a cometer ese error otra vez por más sonrisa y buen humor que le viese en la cara. Seguía fuera de la habitación por mucho que ella estuviera dentro y sin trenza.

- Pues vamos.- Le cogió la mano y tiró de ella, abrazándola contra él, oliendo su pelo y estrechando su cintura. Joder…- Lori amor, trae el equipo.- ¿Equipo? No se atrevió a mirar atrás pero sí escuchó su risita.- Megan, ¿quieres participar?

- ¡Si señor!- ¿A qué tanto entusiasmo? Su risa le hizo suspirar, como la suavidad de su camisa blanca. El calor que de ella emanaba.

- ¿Estás bien Lilian?- Asintió a su colonia, a sus palpitaciones a las que tenía la oreja pegada.- Me alegro. Hablaremos de ello cuando estés lista, ¿de acuerdo?- Volvió a asentir y se abrazó a él.- Mi musa… - Respiró profundamente mientras le acariciaba el pelo.- Tenías algo de razón nena.- Frunció el ceño ahora que no la veía.- Estás preciosa sin trenza, no te la vuelvas a hacer.- Se tuvo que reír. Eso era un reto para Krum y esa estúpida normativa de imagen que tenía. Seguro.

- Si Amo.- Dijo con todo el gusto del mundo. La terapia de Lori y Megan funcionaba, pero ese detalle mil veces más.

No bien hubo ayudado a Lori con un montón de cosas que fue sacando del armario como Eric le dijo se encaminaron a la playa. Trípode, una cámara seguro carísima con flash, reflectores… Y un caballo, pero no el suyo. Uno blanco, precioso e igualmente enorme. Quizá más que Amo, pero al que Eric no dudó en subirse mientras Lori y Megan preparaban el equipo a un lado.

- Ven Lil.- Cogió la mano que le tendía sin entender muy bien qué iban a hacer ahora con ese caballo.- Empecemos el álbum de las vacaciones.- Escuchó el primer sonido del disparador mientras Eric la aupaba y sentaba ante él. Lori le sonrió desde el otro lado de la cámara, guiñándole un ojo. Quizá no hubiera sido tan buena idea lo de fotografía, sabiendo el rumbo que igualmente tomaría. Como todo.- Lily, si no sonríes no va a ser tan bonito.- Le miró de soslayo con ese sonido de disparador de fondo.

- Es que me…- Otro clic sonó.- Me pone nerviosa, Amo.- Y otro.- ¡Lori!- Se rió abrazándola y Lorena le hizo burla sacándole la lengua sin perder la sonrisa.

- Pues habrá que remediarlo nena.- Sus manos se aferraron a su cintura sentada de lado como estaba, sin bragas. ¿¡Así lo iba a solucionar!? En cuanto le hundió un poco los dedos en los laterales de la cadera soltó todos los nervios entre risas, viendo la sonrisa que le dedicaba ahora. Por mucho que el horario dijese, ése era Eric.

El mismo que la hizo chillar llevándola a galope de una punta a otra de la playa por la orilla, salpicando en todas direcciones. Al que se aferró con todas sus fuerzas cerrando los ojos y aun así riendo mientras escuchaba el disparador de la cámara como loco sin parar cada vez que pasaba cerca de Lori. Cuando al fin bajaron estaba cayendo el sol y le tocó el turno de subirse a sus hombros sin esperarlo, agarrada a él como un mono y gritando porque iba sin bragas. Lorena no dejó de hacer fotos mientras Megan reía a carcajadas sujetando un reflector dorado y al caballo. Hasta que acabaron en la arena y volvieron las cosquillas. Solo que ya no hicieron falta alguna para que riera, sobre todo cuando consiguió librarse y ponerse encima de Eric triunfante durante un segundo. Pues sólo duró un segundo en esa posición antes de que la besara y rodara sobre la arena sin que el clic de la cámara cesara a un ritmo mucho más lento que el pálpito. Que el reloj que ya avisaba para la cena, a la que se fue riendo, sacudiéndose la arena junto a Meg y Lori mientras Eric se llevaba a las cuadras a ese semental blanco al que llamaba Negro. Y no pudo más que reírse ante la ironía. Que se empeñara en ser negro de la manera que quisiera, era blanco. Amo sólo era un nombre, el resto venía impuesto por lo que conllevaba. ¿Podría ella hacer lo mismo? Wheel ya no lo sería jamás, y con eso era suficiente para ser feliz. Esa costumbre de mirarse al espejo y preguntarse quién era no tenía sentido ahora si estaba sujeto a un horario. Sería sumisa cuando tuviera que serlo como él para ese horario, se buscaría otro nombre que le gustase y que fuese acorde con una sumisa. Porque Lilian no lo era. Nada de nada. A Lilian le gustaba su Amo, pero porque Eric la volvía loca en todos los sentidos. Sólo tenía que encontrar un término medio al que no le importase que Eric se empeñara en ser Amo. Miró a Lorena de soslayo, se quitaba el anillo del delfín para lavarse las manos como ella e ir a la cena. ¿Como ella?

Cups-cover: http://www.youtube.com/watch?v=Jqzvozs747k

Terapia Anti-Cabreo: http://www.youtube.com/watch?v=CGyEd0aKWZE

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N&B;: Diario, Verona G.(13)

N&B;: Diario, Megan B.(7)

N&B;: Diario, Verona G.(10)

N&B;: Diario, Verona G.(7)

Especial N&B; XXX: Juego (I)

N&B;: Diario, Megan B.(4)

Negro y Blanco XXV

Negro y Blanco XIX

Negro y Blanco XX

Negro y Blanco XIII

Negro y Blanco I

Negro y Blanco II

Negro y Blanco IV

Negro y Blanco III