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N&B;: Diario, Rosalie W. (19)

en Dominación

Samuel

26 de Junio de 2010, Francia (Aveyron-París)

Cabrona de mierda… Dejó de mirarla con las manos del melenas en la cintura y mirando a Ruth sentada a su lado, cogiéndole la mano. Otra vez, por si hubiera sido poco enterarse de lo que suponía una semana de servicio. Hacer el trabajo de Tohfa, es decir, limpiar su habitación, ayudarla a vestirse, guiarla por la casa… Mierda, joder. Pues se lo iba a poner muy difícil con el idioma, por hija de perra. Ahí estaba tan tranquila encima de León mientras que ella tenía que soportar al plasta de Lauren.

- Me han dicho que has aprobado tus exámenes, preciosa, bien hecho.- Le susurró al oído mientras el avión se estabilizaba.

- Vamos a celebrarlo, ¿verdad nenita?- Miró a Ruth a su lado y asintió sin ganas.- Oh, qué te ocurre Rosi. Ya estás de vacaciones, alégrate.- Le dirigió una mirada a esa imbécil y bajó la vista a esas manos que se mantenían en su cintura. Una mierda podía alegrarse.

Si esa borde asquerosa no hubiera amenazado a Malek… ¿Y a ella no la iban a castigar? Es que no lo entendía, para nada. Ni porqué volvía a estar con el melenas. Iba a matar a Seúl, estuviera donde estuviera. Sarah le había hecho ponerse el colgante y el reloj para la cena, la había ayudado a arreglarse con ese vestido verde largo. Una recompensa por sus notas, había dicho. ¿¡Qué mierda de recompensa era estar con el melenas y ocuparse de la borde inglesa!?

- Creo que nuestra Rosi está enfadada aún, ¿no crees?- ¡De nuestra nada, asqueroso!

- ¿Es eso nenita, sigues enfadada con Seúl?- Asintió. No podía hablar, tenía a Ouahib al lado aunque no estuviera mirándola a ella, sino a esa…- Dáselo Lauren, vamos.-¿Qué?

- Aún no.- Abrazó su cintura besándole el hombro.- Me gusta cabreada. Así hay más posibilidades de que falle.- Imbécil… Sintió el achuchón en su mano, la caricia que Ruth le hacía con el pulgar.- Es una lástima que no vaya a estar en tu primera semana de servidumbre, encanto. Te habría llamado cada noche.- Es…espera. Cómo que llamarla.

- Laureeen, déjala disfrutar de esta noche, se lo merece.- Tenía que hablar con Sarah, y lo tenía que hacer pronto. Pero ella estaba en la otra punta de la mesa sentada junto a Amanda y Krum, que se la había colocado encima. ¿Pero Amanda no era de Eric? Es que no entendía nada, cada vez menos. Y eso la cabreaba más.

- Sólo si me sirve durante la cena, estoy deseando ver cómo se las apaña de criada, ¿qué opinas Ouahib? ¿Una demostración?- Le miró sólo un instante a esos ojos negros de pestañas largas tan diferentes a los de León, que no los apartaba de esa borde.

- ¿Es la primera vez que haces servicio, Rosalie Withmore?- Asintió.- Entonces que te guíe mi sierva personal. Ya es hora de cenar. ¡Kamile!- De los asistentes sentados a la mesa nadie se levantó.

No había ninguna Kamile en ese grupo, los conocía aunque fuera por Sarah, por Ruth y sus advertencias. Sin embargo los pasos que escuchó a su derecha le hicieron ver a una de esas mujeres que había pegado a Sarah completamente desnuda excepto por dos brazaletes blancos de encaje y los tacones.

- Si se te ocurre ser descortés con ella, chata, me encargaré personalmente de que Prodochev sea el siguiente al que sirves.- El ligero temblor de esa mujer de pelo oscuro con la vista clavada en el suelo la paralizó, pero no más que sus palabras. ¿Servir a Seúl?- Adelante Rosalie, acompáñala, ella te mostrará lo que debes hacer.- Se levantó de las piernas de Lauren, pero no dio un solo paso antes de que ese hombre la detuviera cogiéndola por la muñeca, quitándole el bolso.- Oussam, a tu reina le vendría bien algo de humildad, ¿no crees?

- No empecemos otra vez. He dicho que me encargo yo de su instrucción padre, además se está portando bien.- Miró de reojo cómo León la abrazaba, cómo ella miraba a esa mujer a su lado, desconfiada y evidentemente tensa.- Mi amor, te vas a portar bien, ¿verdad?- Le preguntó en inglés y ella negó en rotundo echándose hacia atrás, haciéndole reír.- Si no lo haces te castigaré otra vez, ¿eso quieres?- Negó frunciendo el ceño mirando hacia abajo. Callada.- ¿Serás buena hoy?- Asintió lentamente.- Perfecto, cariño, ven.- Se reclinó con ella en el asiento abrazándola aún más sin que dejara de poner esa cara de cabreo que llevaba siempre.

- Eso está por ver, estoy bastante seguro de que no la tienes controlada del todo, hijo, tu madre me informa de su actitud y se ve que te teme. Pero no lo suficiente. ¿Cuándo empieza ese dichoso proyecto?- Ouahib le soltó la muñeca e hizo un gesto con la mano. ¿Que se fueran?

Sí, era eso. La mujer ya se había dado media vuelta e iba directa por los pasillos del avión. La guió hasta una cortina, indicándole simplemente con gestos que cogiera el delantal de encaje que había en una pecha, como estaba haciendo ella. ¿Se tenía que desnudar? Empezó a ponérselo y no dijo nada, así que eso significaba que no. Si no iba a hablarle mejor, ni a mirarla por lo que veía ahora mientras le señalaba el montón de platos y vasos que fueron llevando a la mesa con otras dos chicas vestidas igual que ellas y un chico. Uno de pelo corto, moreno de piel, de espalda ancha y ojos abiertos color miel. No podía tener muchos más años que ella pero le sacaba una cabeza. Y tenía un pendiente en la oreja, un aro de plata pequeño. Hizo lo mismo que ellos, se quedó a un lado con la vista baja.

- Samuel, ve a por vino.-  El chico a su derecha se movió de inmediato. Vio el trasero desnudo de Samuel alejarse por el pasillo, aparte de lo que tenía entre las piernas, de piel mucho más oscura que sus nalgas.

- Withmore.- Dio un repullo mirando a los comensales, a esa mirada oscura que encabezaba la mesa fija en ella haciéndole un gesto para que fuese. Bajó la suya a los tacones que llevaba a juego con el vestido verde y se dirigió hacia allí lentamente hasta ponerse a su derecha.- ¿Qué es esto?- Puso ante ella lo que llevaba en el bolso. Los chicles que Tohfa le había dado para esa borde, los pañuelos que Sarah había metido, las pastillas anticonceptivas porque pasarían la noche fuera según Sarah. Pero cuando sacó el huevo y el mando poniéndolo sobre la mesa lo miró atónita.- ¿Lo has metido tú aquí?- Negó en rotundo y por instinto miró a Sarah al final de la mesa, la cual no levantaba la mirada para nada.

- Ha sido Lauren, señor.- Miró al melenas directamente ante la aclaración de Ruth, el cual la observaba con una amplia sonrisa.- Era una sorpresa para la nenita.- ¿Y cómo mierda lo ha cogido? ¿Ha entrado en mi habitación cuando yo no estaba? Pero sólo Ruth sabe eso, ¿se lo ha dicho?

- Por sus buenas notas, ¿te gusta cielo?- Miró a ese hombre, a Krum, el que revisaba su diario cada día y le mandaba a Seúl lo que iba escribiendo. El mismo que le sonreía de oreja a oreja. Será…

- Rosalie, Steller te ha preguntado.- Asintió sin mirar a nadie más.- A tu sitio, ya.- Ouahib dio un chasquido señalando la pared y fue hacia allí de inmediato.- Prodochev va a tener que trabajar menos para mí y más para ti, esa chiquilla empieza a olvidarse de su instrucción.- León rió a su gracia, si es que la tenía.

Ella desde luego no se la encontraba, menos cuando tuvo que seguir a esa mujer otra vez por el pasillo, volver con lo que habían preparado en la cocina y servirles los entrantes, la bebida, todo. Cada vez que alguno de ellos levantaba la mano acudían a servirles en lo que pidieran, hasta que el avión sufrió una turbulencia con la que se tuvo que agarrar a lo primero que pudo por el pasillo habiendo ido a rellenar una de las jarras. Mierda, el vestido.

- Camina niña, estorbas.- Miró atrás a ese chico, a Samuel, que la miraba seriamente.

- Me acabo de manchar el…

- Y a quién le importa. Aparta ya.- Se quedó mirándole pasar con odio mientras él seguía su camino. ¡Qué borde de mierda!

Nadie dijo nada a la mancha que se había hecho en la falda del vestido, nadie lo notó. Se puso en la pared lejos de ese maleducado mirando a la borde inglesa comiendo. ¡Qué puta hambre joder, no es justo! Su comentario en esa habitación le pasó por la cabeza haciéndole hervir la sangre del cabreo. Chacha la había llamado la muy cabrona, y no era suficiente todo lo que había pasado por culpa suya que encima a ella la recompensaban de esa manera.

- Rosi, vino.- Fue hacia esa mujer llamada Gabriela y le llenó la copa hasta vaciar la jarra por tercera vez ya.- ¿Y cómo dices que sacarás beneficios de eso, León?

Tenía que moverse, ya no podía estar más ahí escuchando cómo se reían, cómo comían y bebían. Fue por el pasillo directa al baño y dejó la jarra en el lavabo cerrando la puerta. Mirándose en el espejo toda arreglada como una dama. Como él la llamaba, pero el delantal… Tenía unas ganas de llorar tremendas, y se sentó en la taza del váter tomando aire mirando ese maldito reloj, tocándose el puto colgante con un corazón en el que ponía que era suya.

- Sal de ahí niña.- Escuchó decir al otro lado de la puerta.

- Olvídame, imbécil.- Sollozó sin entender nada, sin poder hacer nada. Sin saber porqué.

- Si no sales voy a entrar.- Levantó la vista a esa puerta y no pudo llegar a tiempo a cerrarla ni tuvo fuerza para impedir que entrase.- Qué haces, te van a…

- ¡Sal de aquí!- Le empujó contra la puerta.- ¡Déjame en…!- El empujón que le dio contra la pared cogiéndola por los brazos la paralizó, como esa mirada de ojos color miel fijos en ella con rabia.

- Por qué lloras, dilo.- Volvió a empujarla contra la pared.- ¡Dilo ya!

- ¡¡Porque no es justo!!- Su gesto cambió mientras la soltaba. Su sonrisa apareció como por arte de magia para volver a desaparecer de inmediato.

- ¿Justo? Malcriada…- Volvió a por ella y le dio la vuelta poniéndola ante el espejo.- Qué ves ahí, ¿un vestidito manchado?- Negó sollozando intentando soltarse.- Qué.

- Una imbécil de gala vendida a un pirado que no cumple sus promesas.- Notó una de sus manos levantarle la cara y vio el reflejo de su mirada en el espejo, sonriendo.

- Ya lo has soltado.  Ahora lávate la cara y vuelve a tu sitio, criaja. Como se enteren de esto te mato.- La soltó por completo dando media vuelta, cerrando la puerta tras él.

Tardó dos segundos en darse cuenta de que lo que decía era exactamente lo que tenía que hacer, y lo hizo aprisa abriendo el grifo, cogiendo la toalla y dejándose lo más normal posible después de estallar así con ese desconocido. La jarra, tenía que llenarla. Tomó aire y salió de ahí directa a la cocina, volviendo con la jarra llena a su sitio al lado de Kamile sin levantar la vista. Sin mirar a nadie, sólo esa estúpida mancha de vino en su vestido.

- ¿Y qué opina esta reina tan bonita? ¿Dejará que otro la adiestre? Se la ve bastante tranquila ahora contigo.- Escuchó decir a una de las Amas de la mesa.

- Ya elegí quién, si hubieras estado en su presentación lo sabrías Alisa.- Contestó León con rencor.- Aunque aún no están terminadas las obras de esa casa en concreto. En dos semanas podrá comenzar.- ¿Se refería a lo de ese PRE? No hacían más que hablar de eso y Ruth nunca le quería responder.- ¿Quieres más vino, mi amor?- Levantó la mirada hacia la mesa al escuchar la pregunta en inglés, viéndola negar y a él reír.- Está tranquila porque sabe que si esta noche falla…- Volvió a decir en francés al resto de la mesa mientras la estrechaba en sus brazos. La miró con odio, el mismo que ella mostraba aún y a pesar de los cuidados y atenciones que recibía.

De los castigos que merecía por todo lo que había ocasionado y que León no iba a cumplir. Lo sabía todo el mundo en esa casa, como también que no le dejaba tocarla. Tohfa decía que Jamima dormía cada noche con ella. Y por cómo la cuidaba y lo que le enseñaba le importaba una mierda la niña, seguro que ese otro rumor también era cierto. No quería tener hijos con León, se lo había escuchado decir a Jameela mientras se bañaba después del último examen.

- Kamile, traednos el postre antes de que mi hijo emborrache a su reina con tanto...amor.- Dijo Ouahib chasqueando los dedos y la mesa entera rió mientras se alejaban los cuatro por el pasillo. ¡Y ella de criada por defender a León, joder!

- Rapidito, niña.- Miró con odio a Samuel a su espalda, que le quitó la jarra de las manos y la pasó de largo sin mirarla. ¡Subnormal! Cogió los dos primeros platos de postre que vio y los llevó a la mesa sin esperar a nadie a paso rápido. Adelantándole por el pasillo.

- Es una maravilla, deberías verla Ouahib. La nenita es una amazona increíble.- Miró a Ruth, que la observaba con una sonrisa.

- ¿Es eso cierto Withmore, te gusta la hípica?- Asintió aprisa.- ¿Por eso tenías una fusta en la mano para pegar a mi hijo?- Se quedó paralizada y asintió despacio.- Ven aquí.

Fue paso a paso hasta él e hizo lo que le indicaba, dándose la vuelta. Sintió que le desanudaba el delantal, pero cuando la aferró por la cintura y tiró de ella perdió en aliento ante el brusco movimiento con el que se aferró a la mesa.

- Si vuelves a hacer algo así Seúl dejará de ser tu Amo, te queda demasiado bien este delantal, Rosalie. ¿Lo entiendes, verdad?- Asintió notándolo otra vez. Iba a llorar.

- Oh nenita, tranquila. Está asustada.- Miró a Ruth, al melenas observándola sonriente, a ese borde de mierda de Samuel en la pared frente a ella mirándola fijamente.- Y tendrá hambre, no ha comido.- Le vio murmurar claramente ‘malcriada’ mientras Ouahib le quitaba el delantal.

- Pues que coman, vamos a aterrizar en breve. Largo.- Se levantó de sus piernas y fue tras ese grupo que llevaba rumbo directo a la pequeña cocina en el morro del avión.

Ni siquiera miró lo que cogía, se llenó un plato, cogió un tenedor de la bandeja y echó a andar directamente al baño a comer tranquila. A no verles, a ninguno. Menos a esa maldita imbécil. ¡Ella era la consentida, la malcriada de mierda por la que habían pegado a Sarah! Por la que se había armado tanto follón con Sabba. Y había acabado a saber dónde de Montpellier por…

- ¿Aquí otra vez, criaja?- ¡Mierda de macho alfa!

- ¡Pírate joder, estoy comiendo!- Escuchó su risa un instante antes de que abriera la puerta. Sin delantal, sin nada. Empalmado. Subió la mirada incrédula hasta su rostro mientras cerraba la puerta tras él. Otra vez.

- Come, pero responde. ¿La envidias?- No hizo falta que le dijese a quién. Le ignoró.- Si no respondes no te voy a dejar comer, niña.- Terminó de tragarse el rollito de salmón del plato mientras él se cruzaba de brazos sonriente.

- Es una borde de mierda, ¿te suena familiar?- Se metió tres gambas en la boca sin mirarle.

- Y te quieres vengar por algo, ¿eh?- Dejó de masticar un momento. No, eso no podía hacerlo. Sino León…- ¿Qué has pensado, malcriada?- Bufó pateando el suelo.

- ¡No me conoces de nada, imbécil! ¡Pírate ya!- Intentó no levantar la vista a pesar de escucharle reír sabiendo que estaba completamente desnudo. No hasta que escuchó un sonido tan familiar que le entrecortó la respiración. Negaba chasqueando la lengua.

- Qué damita más maleducada ha elegido el Amo esta vez.- Frunció el ceño con la boca abierta. ¿¡Cómo que el Amo!? ¿¡¡Cómo que esta vez!!?- ¿Te creías la primera? Oh…

- Pe…- No conseguía encontrar las palabras.- Pero tú eres…- Su mirada terminó su frase al desviarse a ese miembro erecto ante ella.

- ¿Qué, un chico?- Se rió a carcajadas esta vez.- Dime que sabes algo más o me lo voy a pasar en grande contigo niña.- Dejó el plato a un lado. Ya ni siquiera tenía hambre, se le acababa de cortar todo. El cabreo, el hambre y el pensamiento.

- ¿Qué es el PRE?- Su risa cesó de golpe.

- Así que nada de nada. Bien, empecemos ya. Vamos a aterrizar pronto.- La cogió del brazo levantándola, dándole la vuelta ante el espejo y bajándole la cremallera del vestido de un tirón.

- ¡Que…!- Le tapó la boca con una mano y se quedó paralizada mientras el vestido caía a sus pies, dejando a la vista el conjunto de lencería que se había puesto y que él miró atentamente sin perder detalle con una sonrisa.

- Me vas a obedecer ahora mismo, porque si no lo haces le diré a nuestro Amo lo mucho que te gusta servir a esa nueva reina.- Negó con rabia y la empujó hacia adelante con la cadera, notando su erección en las nalgas.- Di, ¿te quieres vengar de ella por algo?

- Si, déjame ya.- Dijo a través de esa mano que le tapaba la boca.

- Chst, a callar novata o te hago salir así.- Negó asombrada a esa sonrisa, a su mano acariciándole el muslo hasta llegar a su entrepierna.- ¿Vas a callarte?- Asintió cuando apretó esa mano contra ella robándole el aliento.- Uno rápido entonces criaja, a cambio de hacerte el favor de darte lo que quieres voy a hacer otra cosita más esta noche por ti con esa reina como bienvenida al PRE.- Le dio media vuelta.- Que es donde estás, donde te van a adiestrar hasta perfeccionarte como sumisa.- La subió al lavabo sin darle opción a reaccionar a ese profundo beso con lengua.- El Amo debe quererte mucho si aún reaccionas así a otro que no sea él.- No era capaz de pensar, de hablar.- Me encantaría seguir, ¿qué dices?- Le miró incrédula aún.- Eso es un sí entonces.- Le rompió la ropa interior a tirones.- Abre.- Sus dedos le metieron la prenda en la boca y ni siquiera le dio opción a queja alguna si pudiera expresarla ahora cuando dirigió el inicio de su miembro hacia su sexo.- Qué hijo de puta, ya te ha domado, con lo bonita que eres.- Sin más bajó su cara sonriente cogiéndola por los tobillos y empezó a lamerla con rudeza, haciéndola jadear con fuerza.-Nada de chillar, ¿eh, novata? Demasiado sensible te veo.- Su mirada color miel la observó atentamente sin soltar sus tobillos, separando sus piernas, volviendo a lamer y succionar con rudeza.

Apretó los dientes cerrando los ojos a esa sensación que a punto estuvo de hacerla gemir, más excitada de lo que había estado desde hacía mucho. Y no era con él, no era con Ruth, ni siquiera con el desgraciado de Lauren. Dejó de pensar en ello en cuanto dejó de lamerla, yendo directo con ese miembro grueso a por ella. Lo introdujo despacio, retrocediendo y volviendo a entrar otra vez hasta el final, momento que la acercó a él y se tumbó en el suelo.

- Empieza.- Esto jamás lo había hecho con Seúl, y le miró paralizada un instante mientras le acariciaba los pechos, sacándolos del sujetador.- Hazlo ya niña o me voy ahora mismo.-Negó escupiendo la braga a un lado.

- ¡No sé hacerlo, joder!- Su reacción le crispó los nervios.- No te rías, no tiene gracia.- La realidad volvió a su mente como un jarro de agua fría. Él era… Seúl es… ¿Y yo qué soy?

- No, no.- Se abrazó a ella mordiéndole la oreja.- Lagrimitas ni una. Yo te enseño si me obedeces, ¿entendido?- Asintió a ese susurro abrazándole de igual manera a su cuello.- Vaya… Si eres una monería de niña y todo. ¿Te he asustado?- Asintió otra vez sintiéndole moverse lentamente dentro de ella, sujetando su cadera con ambas manos.- ¿Te he excitado corazón?

- Si.- Lo seguía haciendo mientras se movía poco a poco, masajeándole las nalgas.

- Bésame Ro.- Le miró atentamente y a pesar de lo que su mente le decía a gritos de esa sonrisa de superioridad que le mostraba su cuerpo se dejó llevar por ese detalle. Ro.

Empezó a indicarle cómo moverse simplemente con sus manos mientras le mordía los pezones, mientras le decía lo que iba a hacer por ella como venganza a la borde inglesa. Siguió el ritmo que le marcaba ahora jadeando sin poder frenar su impulso de besarle otra vez sin que se lo pidiera. No habría explicación posible para lo que estaba haciendo ni con quién, pero sin duda era lo mejor que le pasaba en muchos, muchísimos días. Y sin embargo no podía dejar de pensar en ello, en que ya notaba el avión descender, en que a pesar de que estuviera disfrutando luego habría consecuencias.

- Sa…muel…- Se giró en redondo poniéndose encima.- Seúl me va a matar.- Rió un instante antes de acercarse a ella, de taparle la boca y girarle la cara.

- Lo sé.- La penetró de un golpe hasta el fondo de su vientre.- Si quieres que pare dilo.

Negó en rotundo y en ese mismo momento empezó a bombear con fuerza, mucha y muy deprisa haciéndola chillar contra esa mano que se mantuvo en su boca hasta el final de ambos cuando escuchó y sintió el golpe que indicaba que acababan de aterrizar. La limpió aprisa con sus bragas rotas tirándolas al váter, levantándola del suelo aún sin aliento y vistiéndola antes de salir por la puerta con una última advertencia y promesa. Díselo y no volverás a verme.

¡¡ COMUNICADO IMPORTANTE PARA LOS SEGUIDORES DE N&B !!

La Élite ya tiene blog, de manera que los siguientes capítulos que suba a TR serán sólo los de contenido estrictamente sexual.

La trama de histora la prodréis encontrar en la página del blog junto a algunas ventajas más:

 

- Capitulos organizados por orden de lectura

 

- Editados y corregidos, por lo que se entienden mucho mejor.

Además llevan algunas sorpresas incluídas ya que el blog 

permite enlazar videos, imágenes, etc...

 

- Subiré antes al blog que a TR, sobre todo los que 

se tratan de continuar la historia del personaje.

 

- Habrá escenas extras y capítulos que no subiré a TR, 

además de otros detalles como fichas de personajes, etc.

 

- Podréis compartir cada capítulo favorito en los medios,

comentar y hacerme llegar vuestra opinión.

 http://negroyblanco.megustaescribir.com/

o encontrad la historia ilustrada en:

https://www.facebook.com/sildhara

 

¡A disfrutarlo, que es gratis!

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Los Relatos de la saga ''La Élite: Negro y Blanco'' y sus derivados creados por Sildhara se encuentran

bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.

http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/deed.es

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