Promesas

Verona Green

Continuó en silencio y sin mirarla incluso cuando volvió a untarle esa crema antes de irse a cenar, tumbada como estaba sobre la cama. Habían puesto las cámaras, ya no era seguro hablar con ella, y aunque lo fuese no lo haría. No después de lo que le había hecho. Apretó los dientes sintiendo el escozor en las nalgas ante cada ligero roce por suave que fuese mirando la bandeja de comida que Jo dejó en la cama ente ella con una sonrisa que ignoró de inmediato. Al menos llevaban el albornoz, eso lo seguían respetando. Si no había Amos cerca nada de…

- Duele mucho, pero es mejor que dejarla salir.- Murmuró Jo y las manos de Rosi dejaron de tocarla. Se quedó mirando a esa cría con rencor.- ¿Tu oscuridad tiene voz, verdad?- ¿¡De qué mierda estaba hablando esa niñata!?- La mía se llama Akane, ¿y la tuya?- Su estómago rugió contestándole. Oussam.- El Señor me dijo que si sonaba le avisase en seguida, lo siento.- La vio levantarse y a punto estuvo de tirar la bandeja apretando los dientes cuando estiró la piel de las nalgas con el movimiento con el que la alcanzó por el brazo.

- Escúchame niña, como se te ocurra decir algo haré que desaparezcas chasqueando los dedos.- Su gesto cambió, dejó de sonreír.- No te enfrentes a mí o lo pagarás.- La soltó y volvió a tumbarse en la cama abrazando la almohada.- Sigue.- Ordenó a Rosi sabiendo que eso calmaría su dolor, mirando de reojo a la japonesa que se había quedado quieta de rodillas sobre la cama. Hasta que la notó temblar con los ojos cerrados, y cuando volvió a abrirlos la miró con odio.

- Atrévete hija de perra.- Se le heló la sangre ante esa sonrisa y Rosi salió despavorida por la puerta. ¡Pero cabrona, no me dejes sola con esta loca!- ¡¡Cállate!!- Chilló la chiquilla y consiguió reaccionar, levantándose.- Mátala y se acabó el problema.- Se lanzó a por ella de un impulso, y a pesar de pillarla desprevenida era pequeña, con lo que acabó inmovilizándola con rapidez contra el colchón con una llave que le atrapaba hasta las piernas y le dejaba a ella una mano libre.-¡¡Zorra de mierda!!- Levantó el albornoz viendo esas ronchas aún vivamente enrojecidas en su piel blanca.- ¡¡¡Te….!!!

- ¡¡¡SILENCIO!!!- Le dio tal pellizco en la nalga lleno de marcas de correa como ella que la escuchó chillar.- Me vas a obedecer, tú y la puta loca que llevas dentro. Soy tu Reina y como vuelvas a intentar algo como esto yo misma te azotaré hasta matarte.- Volvió a pellizcarla en una de las ronchas más inflamadas.- Te queda claro, ¿verdad?

- ¡Basta por favor! ¡Ya está!- Continuó con toda su rabia haciéndola chillar varias veces más.- ¡¡Para mi Reina por favor, ya se ha ido!!- Soltó su cuerpo y la chiquilla se puso de inmediato en la misma posición arrodillada, sollozando. Le acercó el tarro de crema.

- Empieza, y como vuelvas a dejarla salir en mi presencia no pararé ni aunque grites clemencia, ¿queda claro?- Jo asintió aprisa y se tumbó sintiendo sus manos apenas rozarle las nalgas, con tanta delicadeza que a punto estuvo de quedarse dormida sintiéndose liberada de la rabia que había contenido hasta entonces.

Suspiró pensándolo una vez más. Era la última vez, no iba a dejar que la volviera a tocar, y se le acababa el tiempo por más que hubiese dicho lo contrario. Si quería seguir siendo ella misma, ser fuerte, tenía que hacerlo. Y le dio vueltas hasta que escuchó los pasos y vio a Krum en la puerta junto a Rosi. Apartó la mirada.

- Wow…- Empezó a reírse y se cubrió la cabeza con una almohada. Déjame en paz, cabrón.- Esto lo tengo que re visionar. ¡Jo! A cenar cielo, esta noche duermes con Verona y Rosi.- Apretó los dientes y la almohada contra su cabeza para no oírle más.

- Sí Señor.- Dijo ella con esa vocecita, sollozando aún y dejando de masajear sus nalgas.

Escuchó la puerta y se quedó en silencio, sola, comiendo lo que le habían traído. Hasta que lo que llevaba dándole vueltas a la mente hizo que se levantara y fuese directa a esa cámara en la esquina de la habitación. Al menos esa era visible, las demás a saber dónde estarían. Y no le quedaba mucho más tiempo si no quería que él cumpliese sus promesas. Tenía que superarlo.

- Ya que estás dile a León que estoy preparada.- No iba a dejar que volviera a suceder, que el dolor la venciese. Que Krum la castigara como llevaba haciendo todo el maldito año.- Puedo hacerlo.- Todo el tiempo que ni siquiera le había mandado una puta carta, un mensaje. Nada desde esa noche.- Si vuelve a follarme otro que no sea él cumpliré mi promesa, que lo tenga por seguro.- Y volvió a tumbarse, a cenar hasta hartarse como recompensa a su decisión. Era lo que debía hacer si quería continuar siendo ella.

Intentó dormirse bocabajo sin cambiar ese pensamiento que después de tanto tiempo sin su presencia tenía más claro que nunca. Ahora su dolor no tenía en nada que ver con el miedo o la rabia, sino con él. Directamente con él, y conseguía liberarlo sin que estuviera presente la mayoría de veces. Lo había conseguido a pesar de todo, domar ese dolor que antes acudía a ella por cualquier motivo que la crispase. Ahora…

- Mi reina.- Escuchó su voz saliendo por los altavoces del cabecero de la cama. No se movió, sabía que la observaba, que Seúl también a Rosi. Era previsible.- ¿Estás segura?

- ¿Tengo otra?- Su ligera risa ronca le respondió.- Tráela, ¿queda claro?

- Sí mi amor.- Tomó aire.- Pronto estaremos juntos.- Hizo un gesto con la mano para que la dejase tranquila. Ya no necesitaba nada más.- Que descanses mi reina.

Cerró los ojos a esa calma que después de un año completo sin escuchar una sola palabra suya la dejó dormir a pierna suelta. Descansar sabiendo que esa noche ninguna pesadilla la acorralaría a pesar del dolor de sus nalgas. Iba a dar un paso más, uno que no estaba dentro de las reglas del PRE ni sus normativas. A convertirse al fin en lo que debía. En un Ama de la Élite.

-Promesas-

Esperó como Eric le había dicho junto a Megan, Lorena y Susan, viendo la tele. Era el tiempo libre, y aunque Krum no le hubiese comentado nada de su pelo suelto ni de la falta de respuestas en el diario que seguía en su habitación seguro que ahora le diría algo. Según Eric esa hora libre la pasaría con él, pero había salido corriendo con Rosalie, igual que Krum, y aún no había regresado ninguno de los dos. Lorena le pasó el mando con una sonrisa y se la contagió.

- Cada vez hay menos gente.- Murmuró a Megan sin olvidar que aún Rose no estaba, y ahora Verona tampoco. Bueno, esa casi mejor que se mantuviera lejos de ella. A su silencio la miró de reojo y ella suspiró sin mirarla. Ya estamos…

- Si lo dices por Rose sigue castigada.- ¿Aún?- Y Verona imagino que…

- Esa no me importa.- Dijo centrándose en la tele, en el canal que puso. ¡Monólogos en español! ¡La virgen! Hacía tanto que no veía uno en condiciones…

Se rió a carcajadas con las comparaciones y palabras de ese hombre, con los chistes y bromas sobre las costumbres andaluzas. Tenía bastante gracia, aún recordaba lo divertido que era ese dialecto del sur de España, pero cuando tanto Megan como Lori le hicieron coro a la siguiente broma las miró de reojo. Lo entendían. De Megan lo esperaba, al menos un poco. Pero de Lorena no. Las actividades de Krum, era por eso. Tres idiomas, todas ellas, así que todas la entendían seguramente. Se centró otra vez en la tele, que daba fallos de emisión de tanto en tanto a pesar de parecer un modelo nuevo. Hasta que empezó a emitir pitidos de fondo como si estuvieran llamando por móvil o mandando un mensaje. ¿Interferencias?

- Pajaritos, salid de aquí, dejadme con ella a solas.- La voz ronca que escuchó salida de la nada hizo que mirara a todas partes. Y tanto Megan, como Lori y Susi salieron de la habitación sin decir palabra.- Hola Lilian.- ¿¡Pero y esto!?

- Em… Hola.- Le bajó el volumen a la tele sin dejar de mirar cada rincón.

- ¿Sabes quién soy?- Dijo lo primero que se le pasó por la cabeza a esa pregunta en francés de voz ronca.

- ¿El Súper?- Escuchó unas carcajadas. Otro que entendía español, fuese quien fuera.

- ¿Súper?- ¿Salía de la misma tele? Respondió en español.

- Sí, como el de Gran Hermano. La voz en off que…- Se reía a pierna suelta.- Bueno, da igual, si me lo dices acabamos antes o pensaré que estoy más loca todavía.- No lo creía ahora porque Lorena, Susi y Megan le habían hecho caso, no sólo la había oído ella.

- Puedes llamarme Súper por ahora, me gusta. Dime, ¿estás contenta con cómo te tratan en mi Programa?- Abrió la boca pero no dijo nada. ¿Su Programa? Se encogió de hombros cerrando la boca. Pues sí que era el Súper después de todo.- Parecías muy feliz ahora mismo.- Miró arriba, a algo que se movía. ¡¡Una cámara!! Vale, ya era algo más lógico.- ¿Por qué reíais?

- Estábamos viendo un monólogo, Súper.- ¿No tenían una conexión con la tele? Espera, espera.- ¿A usted es al que le voy a deber el dinero?- Miró fijamente a esa cámara y su risotada resonó en la habitación. Se escuchaba a través del equipo de audio de la tele, eso sí lo tenían conectado.

- Oh pajarito, me encantas.- Levantó una ceja. Pues a ella deber dinero no.- Me han pasado tu diario y debo decir que hasta ahora no he visto cosa igual. ¿Quieres que te responda a tus dudas, Lilian?- Lo pensó un instante y negó.

- Megan lo va a hacer, lo que me interesa saber ahora es…- ¿Y si se cabrea? Una cosa es enfadar a Eric, otra… No sabía qué esperar del cabecilla de todo el PRE.- ¿Puedo preguntarte a ti, Súper?

- Adelante, pajarito, pregunta lo que quieras.- Miró otra vez a la cámara y tomó aire, soltando el mando en la mesa. Vale, lo que quiera.

- A ver. Yo entro en el PRE, ¿no? Y empiezo a acumular una deuda por lo que aprendo, la ropa, comida, blablabla.- Todavía no lo tenía muy claro si era sólo por eso, pero bueno.- Después la pago a base de sexo siendo sumisa de Eric o de Krum, si no lo he entendido mal.- El silencio le respondió.- Vale, me lo tomo como un sí.- Mierda. Suspiró profundamente.- Y después qué, ¿soy libre si no estoy loca todavía o eso es lo de menos?- Se hizo el silencio.

- Bendito Alá.- Levantó la ceja a su máximo exponente y se quedó esperando una respuesta a su pregunta. Una que no llegaba.

- ¿Hola?- ¿Se había jodido la conexión o algo?- Porque vaya momento para…- ¿Súper?

- Princesa.- Dio media vuelta viendo a Krum tras ella sonriendo con una tablet en la mano.- Ven conmigo.- Miró de reojo esa cámara y se levantó yendo tras él por los pasillos. Y ya que ahora podía miró hacia arriba, a las cámaras que la seguían a cada paso sin darle una respuesta hasta que casi topó de frente con Krum mirando hacia atrás.- Adelante.- Le señaló su despacho con ese suelo de tablero de ajedrez y entró, viendo a Megan sentada en una silla y a Eric en otra frente al escritorio.

- Ven nena, charlemos un poco.- Vio que se palmeaba la pierna y fue hacia allí sin que Megan se diese la vuelta. Ni cuando se sentó encima de Eric la miró. Pasaba algo y gordo.- Sigo opinando que es pronto.- Murmuró Eric acariciándole la mejilla, besándola. Miró a Krum, que se sentaba en su escritorio y la miraba suspirando profundamente.

- ¿La pretendes tener engañada hasta entonces? No se lo merece, Eric. Se merece la verdad.- Frunció el ceño y miró a Eric, que le esquivó la mirada y suspiró. Como Megan. ¿Pero qué pasaba ahora?- Lilian…- Se giró de nuevo hacia Krum, que le mostraba unos papeles.- Esta es la realidad, princesa, si tienes algo que decir no dudes en hablar ahora, no hace falta que sigas los protocolos, pero cuidado con tu ira. Si ves que aumenta respira hondo, avísanos antes de que sea tarde.- Miró su brazo vendado antes de coger esos papeles.

El primer vistazo a esa imagen le aclaró lo que pensaba desde que había visto la hoja de los pasos, lo de Bondage y técnicas no agresivas. La pasó aun así con el pulso acelerado y la siguiente…

- ¿Hace falta que vea esto?- La chica estaba totalmente expuesta, atada y retorcida. Levantó la vista a Krum, que la miraba atentamente.

- Si no quieres, no tienes por qué.- Pues entonces nada. Lo dejó a un lado y continuó por otro montón titulado posiciones. Lo otro eran castigos, era de suponer. Y vio a esa misma chica que acababa de ver haciendo las posiciones que ella había hecho esa misma mañana y más. Joder, había un montón. Terminó de verlas con la ceja levantada. Eso no lo iba a poder hacer ni con todas sus ganas, vaya poses.- ¿No quieres comentar nada?- Hizo un gesto levantando ambas cejas sin perder de vista el siguiente documento. Algo sí.

- ¿Hay alguien a quien no hayan castigado nunca?- Porque al ritmo que iban…

- Yo.- Miró a Megan a su lado, pero no la miraba.- Es cuestión de obedecer, Lil, sólo eso.- Sí, claro. Eso ya lo sabía, pero la verdad que viendo esas posiciones…

- ¿Y toda esta gente?- Le mostró a ella directamente el papel que ponía con su nombre con el título ‘Inversión de Megan Bloom’

- Amos y Amas, benefactores.- Le contestó Eric a su espalda.- Nena, si no quieres leer…

- Eric.- Ahí estaba la voz del Súper, saliendo de la tablet de Krum.- Es una chica lista, no hagas que me arrepienta de que seas tú su Amo.- Miró a Eric y su gesto se lo dijo todo. Otro que estaba jodido y puteado. Las sumisas no eran las únicas por lo visto en estarlo en ese Programa.

- Lee Lil.- El dedo de Megan dio dos toques en la hoja y siguió leyendo esos nombres y las cifras desorbitadas de dinero.

Inversión de Megan Bloom:

1. Krum Steller                                  15.900 €

2. Oussam Guennouni                         15.200 €

3. Lauren Máveric                               14.800 €

4. Finley Evans                                  14.600 €

5. Alisa Carter                                   13.800 €

6. Cassidy Brestol                              13.300 €

7. Salomé Dissusso                           12.900 €

8. Gabriela Ponti                               12.700 €

9. Richard Prest                                12.600 €

10. Víctor Luan                                 12.500 €

11. César Gómez                              12.400 €

Suma actual adquirida para la candidata: 150.700 €

*La puja final para el paso a Veterana de la candidata será iniciada por la primera cifra y correspondiente pujador. En caso de no llegar a ser superada en el tiempo de instrucción que el Amo actual considere y bajo el consentimiento por escrito de la candidata, será la puja definitiva y ganadora de los honores de dicho paso.

Miró a Megan de reojo ante ese silencio tan absoluto. Krum, por eso lloraba esa mañana. Krum iba a… Espera. Lo volvió a leer. Honores de dicho paso. Bufó lentamente. Era lo que pensaba, exactamente lo que se había imaginado cuando la primera noche Eric no hizo realmente lo que se supone que se haría en un momento así. Ni la segunda. No lo hacía porque eso era lo que querían de ella. Por eso tenía que dar consentimiento, por eso decía que no estaba preparada, porque no lo haría con él o…

- Nena, oye…- Levantó la mano un segundo para respirar profundo antes de que dijesen nada más. Ahora mismo tenía que hacer un esfuerzo tremendo para no gritarle.

- No es que no me lo esperara, no soy idiota. Huérfana y sin nada que aportar, tanto lujo y todo orientado al sexo sin llegar a hacerlo… Blanco y en botella pero…- Pero esta gente…- Ni siquiera les conozco, Eric. No conozco ni a las chicas con las que vivo ni los problemas que tienen o cuánto llevan aquí. Y lo de consentir ya lo veo imposible si es con alguien que ni siquiera conozco.- Volvió a respirar profundamente notando que le masajeaba los hombros.- Esto no es muy justo por vuestra parte.- Murmuró notando que a pesar de que Eric intentara relajarla se estaba enervando.- No dais mucho margen a discutir nada, y esto es algo que debería ser mi decisión, incluso con quién quiero hacerlo.

- Lo sé, princesa.-Miró a Krum directamente, a ese brazo vendado y tomó aire con lentitud otra vez.- Te prometí que cualquier duda te la resolvería, y lo sigo diciendo cielo. Los benefactores vendrán a tu presentación a final de mes, podrás conocerles entonces.- ¿Y si no saben ocuparse de mí y de mi locura? ¿Y si no me gusta ninguno?- Y aquí tienes las fichas de todas ellas, podrás echarles un vistazo ahora si quieres. Las he mandado a tu tablet de igual forma para que las veas.- Calma o la lías, calma o la lías… Miró esa imagen que había dejado a la izquierda, los castigos, y siguió leyendo con un profundo suspiro centrándose en la hoja que tenía delante con Eric abrazado a ella.

*De ser superada la suma total antes de que la candidata abandone el Programa de Rescate Extremo (Élite), la candidata quedará sujeta a los contratos que estipulan su endeudamiento para con el benefactor que haya alcanzado tal cifra.

*De no llegar a ser superada la inversión total antes de que la candidata abandone el Programa de Rescate Extremo (Élite), deberá hacerse cargo de su deuda de forma personal, condicionando el orden de preferencias a la lista de inversores definitiva en ese momento y la suma final de cada uno de los benefactores citados con sus respectivas sumas aportadas.

*Las formas de pago serán indicadas por la candidata en todo momento, considerando que el tiempo de devolución no supere el límite estipulado en el contrato que firmará en ese caso con cada uno de los benefactores.

- Mi virginidad por mi cordura mental y una educación, lujos y sexo.- Resumió para sí misma en voz alta.- ¿Quiera o no?- Krum asintió lentamente sin perderla de vista con sus ojos claros, notando que Eric la abrazaba con más fuerza besándole el hombro.- ¿Y no hay otra manera de pagar la deuda?- Susurró sin mirar a nadie.

- Es una cantidad que no creo que llegues a reunir hasta dentro de mucho tiempo, princesa, esta que ves ni siquiera es la definitiva. Podría triplicarse antes de terminar el verano.- Se encogió de hombros mirando esa letra pequeña bajo las cifras.

- Aquí dice que la forma de pago la indico yo en todo momento.- Señaló el papel y Krum sonrió ligeramente.- ¿Y si lo hiciese? Es decir. ¿Puedo pujar por mí misma si tengo suficiente dinero para entonces?- Negó.-Así que sin opciones.- Asintió.- ¿Puedo hablar con Megan a solas?

- Ehhh…- Eric la soltó lentamente.

- Salid, dejadlas hablar.- El Súper habló desde la tablet y antes de irse Eric le dio un beso en la mejilla, abrazándola otra vez y levantándose. Como Krum. ¡Le hacían caso al Súper como soldados!

- ¿De verdad estás bien nena?- Asintió pero no le miró. Ahora mismo no, se sentó otra vez y escuchó sus pasos y la puerta. Luego tendrían tiempo de hablar, ahora era su Amo, seguían fuera de la habitación. Con quien tenía que hablar de esto era con Eric.

Se quedó mirando a esa hoja, a esos nombres que aparecían en la lista. Megan era feliz ahí porque Krum la quería, porque ganaba por ahora su puja. Y volvió la vista a la mesa, a esas fichas que le había indicado Krum con los nombres de todas ellas. Vivian Lou, enfermedades… Narco-Dependiente y Bulimia. Susi lo mismo, solo que Anorexia en vez de Bulimia y con lo mismo que Lori, trastorno de ansiedad por separación. La de Rose ponía… Ostia, ¿Auto-agresión? Por eso Eric había dicho que castigarla era lo que quería, ahora le encontraba sentido. Vio la de Megan y la miró otra vez, ahí a su lado callada como una tumba sin mirarla.

- ¿Hace cuanto que estás curada?- Porque era evidente que ahora no tenía nada de lo que ponía en esa hoja. Depresión… No la culparía de tenerla, ella empezaba a estar algo abatida de tanto problema por mucho que hasta que no consintiera… Tomó aire.

- Casi un año.- Todo el tiempo que habían pasado juntas desde que llegó a Le Rosey, a su clase. Y por lo que ponía ella ya había consentido llegar a ser Veterana, por eso lo de la puja.

- Así que da igual que me cure, esto sigue.- Asintió.- Hasta que sea Veterana.- Sí.- Y luego a pagar esta brutalidad a cada persona que puje por mí si no me paga la deuda uno de ellos antes, por lo que seré suya hasta que le pague la deuda entera a esa persona.- Exactamente.- ¿No tiene nada que ver que me compren ropa o lo que gasten ahora en mí, no?- Negó.-¿Y no hay algo así como un plan de ahorro o pago a plazos para sumisas?- La miró fijamente y empezó a reírse, como el hombre de la tablet. ¡Seguía ahí el muy cotilla!- ¡No estoy de coña, joder! Es mucho dinero, y tal y como lo planteáis en este papel podría haber otra manera. ¿Puedo empezar a pagarlo desde ahora o tengo que esperar a ser Veterana para hacerlo?- Esperó a que la respuesta se la diera la tablet.

No podía hablar con Megan a solas, estaba claro. Pero ya la pillaría, ya. Por eso no la miraba directamente, seguramente le habían hecho guardar el secreto. Igual que a Eric y a Lorena. Todos ponían la misma cara cuando había secretos de por medio, todos menos Krum, que directamente le contestaba a todo lo que se le pasara por la cabeza.

- ¿Cómo, preciosa?- Bueno, como lo había hecho siempre hasta que su madre se casó con ese hijo de puta. Entrar en modo supervivencia no le costaría, ya lo había hecho.

- Con lo que pueda Súper, al menos puedo intentarlo, ¿no?-  Se quedó pendiente a la respuesta escuchándole reír otra vez.

- Claro pajarito, inténtalo.- Medio sonrió. Algo era algo, el resto por jodido que fuera ahora sabía que no era la única a la que le pasaba. Sino a todas ellas, todas lo mismo, seguro que por eso tenían las caras tan largas de vez en cuando. Incluida Lori.

- Súper…- No sabía si preguntárselo a él o a Megan, pero ella estaba tan muda que por hoy no quiso saber nada más, sólo eso.- ¿Puedo dejar de apellidarme Wheel ya?

- ¿Por qué pajarito? ¿No te gusta tu apellido?- Negó en rotundo sabiendo que en alguna parte estaría la cámara aunque no la viese.

- No es mío, el mío es Suárez.- El de mi madre.

- Ya veo… Bueno, esa es tu decisión Lilian, pero los papeles deberán seguir a ese nombre por ahora.- Suspiró desinflándose. Vaya mierda.- ¿Puedo hacerte una pregunta?- Miró la tablet y asintió extrañada  observando a Megan de reojo con el mismo gesto mirándola a ella.- ¿Crees que serás una buena sumisa a pesar de lo que sabes ahora sobre el PRE?- La pregunta la llevó directa a esos papeles grapados con la imagen de la chica morena con una pelota en la boca, atada de manos y pies. No era muy distinto de lo que se había imaginado, aunque verlo era muy diferente a vivirlo y los azotes ya habían sido muestra más que suficiente. Si Megan lo había conseguido un año entero…

- Por mi bien espero que sí, Súper.- Y volvió a escuchar su risa ronca.

- Ha sido un placer hablar contigo, Lilian Suárez.- Sonrió ligeramente.- Nos veremos pronto, pajarito, ya puedes ir con tu Amo.- Cogió esa tablet cuando escuchó que colgaba la llamada para asegurarse. Buah, tenía muchísimas aplicaciones más que ella, pero era un poco...

- Lily, estás…- Miro a Megan, a sus ojos verdes tan preocupados que parecía cejijunta.

- ¿Cabreada?- Ella asintió pero se encogió de hombros suspirando algo nerviosa aún, pero si empezaba así lloraría y no quería. No ahora, y se centró en ese pensamiento mirando la tablet de Krum y dejándola en su sitio.- Si lo hubierais hecho adrede, todavía. Pero ya veo que el Súper controla a todos aquí así que...- Suspiró otra vez más mirando su reloj. Pasando de hablarlo ahora, no quería. Menos en ese despacho. Aún tenían treinta y cinco minutos hasta las diez.- ¿Vamos o qué?- Le hizo un gesto con la cabeza y con las manos. Vicio, vicio, vicio… Lo necesitaba para desconectar más que nunca y Megan se rió a carcajadas levantándose.

- No tienes remedio.- La cogió por el brazo y salieron del despacho de Krum encontrándoles a ambos esperando en la puerta. Se fue a parar pero Megan tiró de ella dándole media vuelta, y vio a Eric mirarla con la palabra en la boca antes de mirar a Megan y su sonrisa.- Tiempo libre Lily, ya tendrá tiempo de disculparse o lo que sea que quiera hacer.- Sí, lo que sea era el problema precisamente. Hoy ni puta la gana pero no tenía otra. Suspiró mirando atrás a esos dos que las observaban alejarse.

Después de saber que el Súper les controlaba ya no parecían tan intimidantes, la verdad. Ni uno ni otro. Eran unos mandados y el Súper… Muy retorcido tenía que ser para haber creado un programa así por más buen humor que pareciera tener. Llegó a la habitación donde Lorena las recibió a ambas con esa misma cara de preocupación. Pero fue directa a por lo que necesitaba, y en cuanto vio que la instalación del juego duraría aún un par de minutos puso la música en la tablet que había dejado cargando, se subió a la cama y Lori sonrió de oreja a oreja. Primero terapia, ya cogería el juego por banda cuando le diera su merecido a Megan, que ahora medio sonreía incluso. Funcionar funcionaba, y no dejó de saltar y golpear hasta que se tuvo que tumbar en la cama sin aliento, sin querer pensar en nada más. Hoy no. No sólo era lo que pensaba, sino que era peor aún. En cuanto notó que se le escapaba la primera lágrima volvió a poner la música y a saltar, a golpear y reír. Se llora por lo que se sufre, no por lo que se sufrirá, se repitió mentalmente mientras veía a Lorena reír y bailar con ella y Megan.