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N&B;: Diario, Rosalie W. (21)

en Dominación

Datos

27 de Junio de 2010, Francia (París)

El pitido en su muñeca la despertó, como cada mañana, pero al abrir los ojos y ver el rostro de Seúl ante ella dio un repullo. Estaba profundamente dormido. Ni se inmutó a su movimiento, ni al sonido que seguía retumbando en la habitación. Apagó la alarma y salió de la cama despacio sin apartar los ojos de él, yendo a lo que había encima de la mesa. Su bolso, las pastillas. Miró lo que había escrito la noche anterior y su corazón dio un vuelco al ver la carpeta negra con su nombre al lado de su nota, la cantidad de papeles que contenía. ¿Le había respondido? Se dirigió fuera de la habitación y cerró la puerta cuidado con el bolso en una mano y la carpeta en otra, y mientras se tomaba la pastilla como cada mañana en ese baño que aún tenía el jacuzzi lleno de agua y pétalos blancos y rojos empezó a leer. ¿Curriculums? No, no eran curriculums. Eran datos de personas. Sus nombres, fechas de nacimiento, habilidades, medidas, fecha de adquisición… ¿Enfermedades? ¿¡Nivel de sumisión!? ¿Pero esto qué es? Siguió mirando esos apartados intentando entender qué era eso hasta que vio un apartado referente a la propiedad. Seúl Prodochev. Todos, todos esos papeles ponían su nombre. Y más claro tuvo lo que era cuando vio los datos del equipo al que pertenecían cada uno de ellos. Asistencia personal, Seguridad, Equipo 1, 8, 12… Miró el pie de página de la última, el número 648, con fecha de adquisición esa misma noche. Una chica llamada Clair, con 17 años, abuso de narcóticos y nivel de sumisión 2, significase lo que significara eso. Se buscó por inercia, pasando páginas desde las últimas hasta que una le robó el aliento por completo.

Nº exp. 563321001: Samuel Carusso
Fecha de adquisición; 20/01/2009
Fecha de nacimiento: 05/11/1992
Nivel de sumisión: 3

Continuó leyendo esa ficha que le dijo hasta cuanto le medía el pene, su situación actual y anterior. Había pertenecido al Equipo 6, al 4, y así hasta llegar al uno con las correspondientes fechas de los cambios. El último de ellos con fecha de 17/03/2010 a Asistencia personal (Nivel 1). En enfermedades… Conducta agresiva, consumición de narcóticos y tráfico de drogas. Jooooder, vaya perla. Y sí, como todos era de Seúl, pero entre paréntesis ponía (Servicio a O. Guennouni desde 06/04/2010. Francia, Aveyron) ¿¡¡Aveyron!!? ¿¡Había estado ahí todo ese tiempo!? Pasó la página incrédula volviendo a buscarse. Iban ordenadas por fecha de adquisición, se la había pasado seguro. ¿Cuándo fue? Febrero, fue en Febrero. Pero su nombre no estaba. ¿Eso qué significaba exactamente? ¿Qué no la consideraba suya como el resto o qué? Se fue a las primeras páginas hasta dar con él, con Derek Schell, ¿sería él? No, ponía que estaba en Servicio Personal y que tenía 32 años. Ese tío no podía tener más de 25. Otro Derek, éste apellidado Brauer. Sí, Equipo de Seguridad (Nivel 1) 24 años y… ¡¡Once años con Seúl!! Incluso había una enorme lista de su paso por esos equipos, por Servicio Personal en un montón de sitios. Y como Samuel había estado metido en drogas, era agresivo. Pero entre paréntesis en nivel de sumisión 3 ponía (T.S) ¿Eso qué…?

- Rosi.- Se levantó de váter tan rápido que la carpeta fue al suelo mientras ella le miraba ahí en la puerta, completamente desnudo. No se movió ante esos escrutadores ojos grises hasta ver que avanzaba, que se agachaba a coger la carpeta.

- No estoy.- Murmuró ahora que no la miraba así.- Yo no…

- No. Ni lo estarás. Ven.- Salió del baño carpeta en mano sin mirarla más y caminó tras él hacia la cama, donde se metió como le señalaba.- Quejas.- Dijo con su nota en la mano y al instante miró abajo.- No has bebido. Eso lo sé Rosi, me informan de todo lo que haces.- Tragó despacio cuando se sentó ante ella poniendo la carpeta por delante, pero no le miró.- Pero se nos pasó un detalle en el cocktail, no lo tendré en cuenta esta vez.- ¿No lo sabía?-No paso tiempo contigo. Mi trabajo es absorbente, ya lo has visto. Y no, no duermo poco por mis sumisos.- Estaba enfadado. ¿Pero por lo que había dicho? ¿¡Ya sabía lo de Samuel!? Joder, le iba a estallar el corazón.- Ni tampoco le regalo un vibrador vaginal a cada uno de los que adiestro o que me pertenecen, Rosi, pero quiero saber quién te ha dado la información, ¿ha sido Ruth?- Lo pensó un instante. Si no sabía eso…

- No estoy sorda.- Podría haberse enterado en cualquier momento si hubiera prestado atención a las conversaciones que tenían entre ellos. – Ni ciega.- Sí, lo estaba. No había visto a Samuel ni una sola vez en Aveyron.

- Dices que estás sola siempre, meine dame.- Le cogió la mano. La suya era cálida esta vez. Asintió.- ¿Acaso Sarah no te ha acompañado cada día desde que me fui de Aveyron?

- No me… refería a eso, Seúl.- Le miró un instante y vio el cambio en su gesto.

- Ya, lo del huevo.- Soltó su mano.- Que no te protegí, te pongo a prueba cuando no debo…- Enumeró las quejas de esa lista.- ¿Te hago servir a una borde de mierda? Rosi, ¿crees que tengo opción cuando tu comportamiento me acarrea tantísimos problemas?- Le miró incrédula por la acusación sin entender nada.- ¡No se te ocurre otra cosa que dañar al hijo de Ouahib, con una fusta de doma Rosalie!- Se encogió con el pulso acelerado a ese grito aferrando la sábana bajo ella.- Yo he pagado tu error tanto como lo vas a hacer tú.- Sollozó a esa voz fría y carente de aprecio.- ¿Lloraste ayer?- Asintió.- ¿Cuántas veces?

- Dos.- No podía más con ese tono, con la segura mirada de odio que le estaba dirigiendo.

- ¿Lo vio alguien de nuestro equipo?- ¿Nuestro? Asintió sollozando. Se acabó, no podía.

- Seúl, lo siento. No podía más y él…

- Ven.- Se levantaba, se iba. Le siguió secándose las lágrimas a ese salón contiguo a la habitación donde le señaló el sofá. Y ahí se sentó viendo cómo se iba a otra habitación contigua a esa que ni había mirado. Le escuchó hablar de lejos y a otro hombre responder. ¿¡Quién estaba ahí!? Volvió a escuchar la voz y lo reconoció. Viktor. Sus pasos volvían hacia ella y bajó la mirada a su regazo desnudo. Más cuando vio que se paraba ante ella.- ¿Me quieres?- Sollozó a la pregunta casi susurrada y asintió.- Mi Rosi…- Pellizcó su barbilla levantándole la mirada a la suya, a su sonrisa. Pero ella miró abajo por inercia, a su erección, la cual le aceleró la respiración volviendo a mirarle cuando rió.- Hoy sí, meine dame. Espera aquí.

Volvió a desaparecer por la puerta que daba al baño, a atravesar la sala con una toalla en la mano y volver a entrar minutos después con una cubitera. Volvía al cuarto a paso rápido y fue tras él cuando le hizo un gesto, pero no estaba en la cama. Si no tras ella cerrando la puerta.

- Hablemos de ese… huevo.- Le vio avanzar hacia ella con la miraba clavada en sus ojos grises que la repasaban entera, en su flequillo tan negro como sus cejas.- Mete la mano, no lo cojas.- Le mostró el interior de la cubitera en el que estaba metido entre hielos y agua gélida. Fue a sacar la mano pero negó un par de segundos haciendo que la mantuviese dentro. ¡Joder, duele!- Ponte en la cama, mi Rosi.

Le pasó la toalla y se la llevó a la cama secándose la mano, adoptando la posición que siempre le pedía a través de esa cámara. De rodillas con las piernas separadas. Pero ahora estaba ahí, y se sentó en frente de la cama tranquilamente a observarla con su nota en la mano.

- Empieza.- Bajó la mirada a esa mano que aún tenía helada sabiendo con cual quería que empezase y dónde, pero ahora no le podía decir lo de Samuel. No, no debía o se acabó. Se rozó con lentitud pero el frío de su propia mano era sobrecogedor para la sensibilidad de sus pechos, de sus pezones ya excitados desde hacía rato.- Preguntas.- Levantó la mirada pero él estaba atento a su nota.- Si necesitas clasificarnos, Rosi, y esto estoy seguro de que va por ambos, somos bisexuales. Ni gay ni…sopla-nucas. Aprende respeto, mi dama. Apriétate el pezón.- Lo hizo, igual que los dientes mientras él se levantaba poniendo encima de la toalla dos hielos y volviendo a su asiento. A la nota.- Cógelos y paséalos por tus pechos, mi dama. Despacio.- Joder. Lo hizo levemente sin perder de vista la excitación de sus pezones incrementando, sin poder llegar a rozarlos con los hielos.- Lo que viste anoche no es como lo que viste en Aveyron, Rosi. Esos chicos y chicas no son como Amanda, son propiedad de Ouahib, adiestrados en su escuela de rescate extremo. El PRE por el que preguntas tanto a Ruth y no a mí. Ponte los hielos en los pezones y mantenlos hasta que yo te diga, Rosi, aprende a confiar en mi palabra.

Mierda, ya le estaba costando pasarlos por debajo, por la zona más cálida. Pero esto era insufrible. Cerró los ojos a los pocos segundos con la respiración acelerada a esa intensa quemazón en ellos, ya sensibles de por sí. Los dedos ya ni los sentía por más que los estuviera cogiendo con las uñas intentando no tocarlos directamente.

- Qué eres…- Le miró suplicante, no podía aguantar más.- Mi prometida, Rosi.- Se levantaba mirándola fijamente.- Mía.- Se quedó de pie ante ella antes de acuclillarse, de besarla.- Mi damita consentida.- Cogió los hielos de sus manos dejándolos en la toalla y sin previo aviso se abrazó a ella metiéndose en la boca el pezón derecho.

- Ah…- Ardía, quemaba. Succionaba y mordía.- ¡Ahm!- Hizo lo mismo con el otro antes de alejarse, de volver a irse hacia la cubitera cogiendo el huevo del fondo.- No, espera, eso no.- Cerró las piernas y él la miró seriamente con una tablet en la mano. ¿Y eso?

- Silencio, mi dama. Lo entenderás en seguida.- Volvió a la cama con esa imponente erección que la pasó de largo poniéndose a su espalda, dejando la tablet ante ella y toqueteando la pantalla.- A qué me dedico con tantos sumisos y sumisas, Rosi, no es a follar todo el día como preguntas. Educación, mi dama, eso sobre todo.- Le puso el huevo helado y húmedo en la mano.- Iniciar programa, conectar a Rosi.- Dijo a la tablet en alemán, y esta repitió la orden mostrando una pantalla de datos con gráficas.- Iniciar fase uno.- El huevo comenzó a vibrar en su mano.- Empieza mi dama.- Sus ojos grises la miraban sonrientes y sus manos guiaron a la suya hacia su entrepierna.- Got…- Dijo en cuanto su mano se adelantó a su excitación abriendo paso al huevo, al témpano de hielo que le hizo coger aire de la impresión y que lentamente entró en ella.- Mira.- Le señaló la gráfica que empezaba a palpitar al ritmo de sus pulsaciones más que aceleradas. Los números que subían aprisa indicando su temperatura.- Iniciar fase cuatro.- ¿Cuatro? ¡Si el mando sólo tenía tres marchas!

- Ah…- Su cuerpo se encogió a la sensación y él la sujetó, la abrazó contra su cuerpo.

- Chst, silencio mi Rosi. Mira eso.- Las gráficas aumentaban el ritmo frenéticas, igual que sus latidos, igual que su temperatura.- Iniciar fase ocho.- Perdió el aliento antes de que el huevo iniciase la brutal vibración en su interior.

- Ah… Seúl…Ah…- La sujetó con fuerza y con una mano impidió que sacase el huevo de su interior. Con la otra empezó a pellizcar su clítoris en toques rápidos que se reflejaban en la gráfica, en la tensión espasmódica de su cuerpo a la que gemía sin remedio.

- Iniciar fase diez.- Dijo riendo y moviéndose sobre su clítoris con rapidez. ¡DIOS! Se tensó por completo, chilló sin poder contenerse más y él retiró la mano que sostenía el huevo en su interior, que salió disparado.- Chsss… Aún no Rosi. Espera.

Temblando, dejó de abrazarla y apoyó las manos en la toalla extendida ante ella, donde había dejado los hielos, sintiendo sus manos en la espalda y mirando sin apenas aire a la tablet mientras la recorría a besos y caricias por todas partes. Hasta sentir el contacto en su ano al que tensó todo el cuerpo.

- Ey, ey, vamos. Pórtate bien, mi dama.- Negó en rotundo y dejó de sentirle.

- Seúl, no quiero.- Ya lo habían probado con el huevo y dolía. Mucho. Con ese pedazo de…- No, por favor.

- De acuerdo. Aún no.- Volvió a tomar contacto con ella, esta vez entrando lentamente en su vientre.- Coge los hielos mi Rosi.- ¿Ahora?- Dámelos.- No se movía dentro de ella, pero aun así le escuchó reír a su reacción cuando los cogió, uno en cada mano, y se los pasó. Pero no los cogió, aferró sus manos con los hielos dentro y el rápido bombeo que inició sin previo aviso la hizo chillar de pura impresión, de puro placer.- Oh… Got… Rosi…- El orgasmo fue tan intenso que perdió la capacidad de decir nada, de pensar, sólo sentir placer con el cuerpo en tensión y escucharle a él gemir hasta caer abatida sobre la cama sin aire. Pero él no tardó en darle la vuelta, en abrazarla cogiendo sus manos mojadas sin rastro de hielo alguno, besándola.- Más aguante, pero mucha más resistencia de la que creía.- Sonreía sin dejar de mirarla, de besarla.- Empecemos meine dame.- ¿¡Empezar!?

¡¡ COMUNICADO IMPORTANTE PARA LOS SEGUIDORES DE N&B !!

La Élite ya tiene blog, de manera que los siguientes capítulos que suba a TR serán sólo los de contenido estrictamente sexual.

La trama de histora la prodréis encontrar en la página del blog junto a algunas ventajas más:

 

- Capitulos organizados por orden de lectura

 

- Editados y corregidos, por lo que se entienden mucho mejor.

Además llevan algunas sorpresas incluídas ya que el blog 

permite enlazar videos, imágenes, etc...

 

- Subiré antes al blog que a TR, sobre todo los que 

se tratan de continuar la historia del personaje.

 

- Habrá escenas extras y capítulos que no subiré a TR, 

además de otros detalles como fichas de personajes, etc.

 

- Podréis compartir cada capítulo favorito en los medios,

comentar y hacerme llegar vuestra opinión al correo.

 http://negroyblanco.megustaescribir.com/

sildhara@gmail.com

o encontrad la historia ilustrada en:

https://www.facebook.com/sildhara

 

¡A disfrutarlo, que es gratis!

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Los Relatos de la saga ''La Élite: Negro y Blanco'' y sus derivados creados por Sildhara se encuentran

bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.

http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/deed.es

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