Señores lectores, me temo que no he tenido un buen día, si, sé que aquí no puedo contar las penas, pero coño ¡las demás ocupan tanto sitio que no quepo en donde me corresponden las mías!.
Bueno permítame que les cuenten.
Yo estaba yendo a mi casa, después de una semana de trabajo de 8 horas diarias con 8 horas extras diarias, un total de 16 horas diarias, no, son voluntarias, no es que nuestro jefe nos da miedo, es que es una jefa con un cuerpazo y ligera de ropa, que cada vez que pasa se nos inunda el suelo de babas (para desgracia de la señora de limpieza) ¡claro! Así aumenta la productividad.
Pero dejemos este tema, yo me iba a casa a dormir como un bendito, mi cuerpo no pedía juerga, pedía ir a los brazos de morfeo (el dios, no el calvo con gafas), estaba tan bien con esas sábanas, el almohadón, el póster de Mónica Belluci desnuda en el techo.
De repente todo tembló ¿atentado terrorista? ¿Obras en la calle? ¿Terremoto 8.0 escala Ritcher?
PEOR
El puto vecino de arriba que se ha montado una fiesta a todo volumen, yo no tenia ganas de echar broncas, supuse que podía aguantar el ruido y echarme a dormir.
Hasta que el poste de Mónica se cayo del techo junto a algunos trozos.
Estaba claro que yo podía aguantar, la casa no, de modo que decidí intentar los siguientes métodos.
1º método
Cogí una escoba y golpeé el techo, para que dejasen de molestar, pero los muy hijos de puta pensaban que marcaba el ritmo, así que saltaron con más fuerza, un gordo de 250 kilos cayó del techo aterrizando en la cama, destrozándola.
Esa cama que tantos sueños hermosos me daba, esa cama que fue testigo de cuantas mujeres gritaron de lujuria por mi potencia, esa cama que es parte de mi vida.
Tuve tanta rabia que saqué al gordo a escobazos (es curioso lo rápido que van cuando ruedan)
2º método
Después de arreglar el techo (se estaban cayendo gente del agujero) decidí llamarles por teléfono.
La primera llamada solo dijeron una frase
¿¡Qué pasa neeeennnnn!?
¿Qué pasa nen? ¿Han clonado al nen? Me santigüe pensando en que podrían haber veinte nens arriba, me calmé un poco y volví a llamar, pero solo me dijeron estas palabras.
Fiesta, Fiesta.
¡Ya sé que es una fiesta! Se oye desde china la fiesta ¡es la madre que parió todas las fiestas!.
Decidí hacer un último intento, pero me dijeron algo que me dejó helado.
Wasssssuuuuuupp
Estaba claro, esa gente ha cambiado sus cerebros por Dios sabe que.
En ese momento llamaron a la puerta, comprobé que eran una pareja de ancianos.
¡Los muy carcas me estaban echando la bronca por hacer ruido!
Claro como no se atreven a enfrentarse a lo que hay arriba.
Intenté olvidar el suceso, pero un preocupante temblor en las vigas no me dejó más remedio que ir allá y parar la fiesta yo solo.
3º método
fui allá arriba, pero antes de subir el primer escalón una niebla compuesta de humo de porros me atrapó
Entré en un mundo paralelo (para lelos, perdón no podía evitar decirlo) donde los submarinos amarillos volaban, elefantes rosas bailaban, las flores cantaban, cuando salí de ese mundo, tenia los pantalones de mi pijama por sombrero y estaba saltando en bolas por dentro de una escuela católica para chicas, con las religiosas preparando sus cuchillos de cocina y las alumnas haciéndome fotos.
Después de la paliza de las monjas y esquivar a la policía, volví a intentarlo, pero me agencié una máscara antigás.
Llegué a la puerta y la aporreé.
Baje a mi casa y cogí un martillo, porque ni yo oía aporrear la puerta por el volumen que tenia la música.
Pero había un nuevo obstáculo, gente con coma etílico, esquivé esa gente que parecía más muerta que viva.
No pude evitar que varios vómitos con olor a Vodka me alcanzaran de lleno.
Derribé la puñetera puerta y vi algo increíble.
Un diskjokey con todo su equipo, veinte gogós, chicas con vestimentas góticas, un montón de chicos dándose por culo mutuamente formando un círculo, fumados que caminaban como zombies, ninfómanas borrachas y toda una banda de Heavy Metal.
¿Todo esto cabe en un piso de 30 metros cuadrados? ¿O es un mundo paralelo (lleno de lelos) que muestra una parodia del infierno?.
Después de sufrir empujones, sonidos estridentes baños de alcohol y un tatuaje en mi espalda que rezaba ¡fiesta a tope! (¿Como coño me lo han tatuado?) Me encontré con el tío que organizó el cotarro.
Un drag queen con el vestido más hortera que he visto.
Me dijo lo siguiente.
-Passa mermo que res mas burrio que el rock ¿captas tron?
¡No me jodas que he de aprender un idioma nuevo!, Intenté explicar que deberían bajar la música, pero no me oía ni mis propios pensamientos.
Tras mi fracaso, baje a mi casa, arregle los desperfectos, arregle mi cama (snif) y tras ponerme unos tapones en los oídos que solo le cabrían al príncipe Carlos, me dormí como pude.
A la mañana siguiente me desperté viendo un milagro.
¡El edificio estaba en pie!
Supongo que es una de esas cosas inexplicables que te hacen creer en una divinidad superior
Oí que llamaban a la puerta.
Al abrir no me encontré a nadie hasta que mire abajo.
Era ese drag queen (parece mentira lo bajo que es sin las plataformas)
Me pidió que le ayudara a arreglar la casa antes de que sus padres llegasen (no me extrañaría que fuese una zona de guerra)
Di un portazo al grito de
¡A LA MIERDA!
Gracias por leerme espera no haberos aburrido con mis penas ;)