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El Virgo (2)

en Grandes Series

Daniela observó la subasta, la cantidad aumentó a más de 18000 soles y había señales de que pronto habría más.

Observó los mensajes, en ellos había gente que la criticaba, que la tachaba de prostituta, otros de gente y sociedades religiosas que deseaban ayudarla, pero la mayoría eran ofertas para "estrenarla".
El actual usuario que pujó la oferta fue.

-¡¿una mujer?! – dijo Daniela en voz alta.

Eso atrajo la atención de los usuarios del cibercafe, avergonzando a Daniela, pero prosiguieron con lo que hacían, alguno llego a susurrar que Daniela había descubierto que el musculoso hombre con quien chateaba era en realidad una lesbiana.

Daniela miró a la ofertarte, era estadounidense, le había dejado un mensaje.

"pequeña, mientras buscaba por Internet como divertimento, me atrajo la atención tu oferta, cuando vi como descubrías tu hermoso cuerpo, me sentí extraña, turbada, no pude evitar llevarme un dedo a mi almeja.

Esta noche soñé contigo, te soñé tumbada en una alfombra de piel, delante del fuego de la chimenea, atada con cintas de seda, soñé que te acariciaba tu hermosa piel, tus senos, tus caderas, notaba como experimentabas el placer por primera vez, desearía besar cada centímetro de tu ser hasta llegar a tu almeja, desearía saber como sabe una virgen para luego juntar nuestras almejas y frotarnos mutuamente, lamernos mutuamente, besarnos mutuamente.

Si, se que soy muy mayor (unos 45 años) pero me encantaría ser tu maestra en el sexo, pero si deseas algo más rígido y duro, tengo unos juguetes encantadores que pueden gustarte.
Te deseo, Mary"

Era un mensaje picante ¿así lo hacen entre chicas? Pensó ella, ¿cómo seria la sensación de rozar sus pechos con los de ella?, abandonó el lugar y volvió a su casa.
Allí la vida no cambiaba, su familia ignoraba lo que ella hacia.
Vender lo más preciado para una mujer.
Pero Daniela ya no estaba triste, sino algo sorprendida, nunca imaginó que su primera vez fuese con una mujer.
¿Le gustará?
¿Le dolerá?
¿Se enamorará de ella?
Se dio cuenta de lo ignorante que era en el mundo del sexo, un mundo que lanza miles de imágenes sexuales cada día, imágenes que eran imposibles de escapar, de no mirar, mostrando chicas como si fueran diosas, pero ante los ojos de los varones, no eran más que carne dispuesta a ser saboreada.
Eso le recordó el video, se sonrojó ante la posibilidad de que aquella mujer se toquetease mirando su cuerpo desnudo.
-hermana ¿estas bien? – decía uno de los hermanos de Daniela.
Daniela se sobresaltó, asustando a todos, peroles dijo deprisa.
-s-si si, estoy bien, jajajaja.
-si te pones enferma, nosotros te cuidaremos ¿vale? – dijo el otro hermano.
Daniela no podía evitar llorar de emoción, le abrazó con fuerza, ahora lo sabia, su virgo era un precio demasiado pequeño, por su familia vendería hasta el alma.
Preparó la cena con todo el amor que podía concebir, de aquellos restos del Mcdonals salió un festín, todos comieron como nunca, pero en cuanto Daniela acostó a sus hermanitos, su madre la llamó.
El tono de la llamada era de preocupación ¿qué pasaba?
Al llegar al dormitorio de su madre, esta le preguntó.
-hija, he oído rumores de que te has ofrecido en Internet, ¿eso es cierto?
Daniela no podía mentir a su madre.
-si mamá, he ofrecido mi virginidad en subasta, pero puedo conseguir lo suficiente como para que podamos pagar médicos, dar educación a los pequeños.
La madre le interrumpió diciéndole.
-hija ¿sabes que la virginidad es importante para una mujer? Es lo más valioso que tiene, un tesoro que solo puede compartirlo con su amor.
-perdona que te diga esto mamá, pero tu lo compartiste con ese hombre (el padre de Daniela y hermanos) y te dejó por esa extranjera anciana, ni siquiera ha venido a buscarnos – respondió Daniela con seriedad.
-pero... – intentó decir su madre.
-¡no! Mamá, no es más que una cosa que se puede romper de cualquier modo, pero ahora podemos ganar mucho dinero, no me importa quien me posea, el veros libres de esta miseria lo compensará – respondió Daniela.
Su madre no podía responder a esto, abrazó a su hija y le dijo.
-espero que el que te desvirgue sea un hombre bueno, sano y dulce.
Esas palabras emocionaron a Daniela, que abrazó a su madre mientras le decía,
-mami, tengo miedo, muchas me dijeron que la primera vez es dolorosa.
-solo al principio, mi pequeña, pero el dolor se va para mostrarte las puertas del cielo, es algo tan rico que muchos creen que es pecado – dijo su madre dulcemente.
Daniela podría haber dicho que el que la poseería no seria un el, sino un ella, pero no quería cargar más el ambiente.
Ambas se besaron y se fueron a dormir.
Daniela, al verse sola en su habitación, se echó a llorar por la angustia y se durmió entre lagrimas.
Daniela estaba vestida de sirvienta, olía a un perfume muy dulce y sensual, esperaba, de repente una voz femenina con acento Francés la llamaba, ella acudió.
Se encontró con una mujer de buen ver, de cuarenta y tantos años, estaba en una bañera llena de espuma, sus labios y uñas escarlata denotaban que estaban recién pintados.
-añade tu toque especial a este champagne – decía la francesa.
Daniela se levantó su falda de sirvienta, tenia la concha depilada.
-mmm oui, sin ningún pelito – decía la francesa en tono de aprobación mientras colocaba la copa bajo la concha de Daniela.
Al parecer las burbujas rozando su clítoris la estremecían, pero obedeciendo a su señora, Daniela orinó en la copa de champaña.
-ahora me limpio mi señora – decía Daniela.
Pero la francesa la detuvo mientras le decía.
-non non non, mi petite vierge, no hemos de desperdiciar tal manjar.
La señora dejó su copa y acercó la concha de Daniela a su boca, no solo saboreó los orines de su sirvienta, sino también el lubricante que hacia por la excitación.
La lengua de aquella mujer era muy hábil, como si conociera cada rincón de la concha de Daniela, que intentaba reprimir los jadeos y temblaban las piernas.
-no tengas vergüenza mi petite vierge, quiero oír la música de tu boca – decía la francesa.
Daniela no se contuvo más, su respiración acelerada, sus jadeos, sonaban muy muy eróticos, tanto que le daban vergüenza, no tardó en llegar al clímax.
-muy bien, mi petite, buena cosecha la tuya, pero estas sudada y hueles, ven aquí a limpiarte conmigo.
Daniela se puso roja como un tomate, al principio no se atrevía, pero después, se quitó el delantal de sirvienta desatando el lazo de su espalda.
Uno a uno desabrochó los botones, descubriendo su escote, para luego mostrar sus pechos.
-¿te gusta el regalo que te hice? Mi petite – decía la francesa bebiendo un sorbo de su copa.
El regalo eran dos piercings en sus pechos, eran dos cascabeles de plata cuyos badajos eran de oro, Daniela se avergonzaba ya que cada vez que se movía, los cascabeles tintineaban, vibrando la cuerda que los sostenían, estimulando sus pezones.
-précieux – decía la señora mirando sensualmente los cascabeles que tintineaba mientras Daniela se desvestía.
La falda y las bragas cayeron, pero cuando iba a quitarse las medias, la francesa se lo impidió.
-non non, ven con las medias – decía la francesa.
Daniela, tímidamente se metió en la bañera, primero puso un pie, que se hundió lentamente en el agua llena de espuma, hasta que su pié se apoyó en el suelo de la bañera, después metió la otra pierna, lentamente su cuerpo se hundía hasta los pechos en el agua.
La francesa ordenó que se pusiera jabón en sus pechos, y que se frotara hasta hacer espuma, Daniela obedeció, puso jabón líquido en sus pechos y los frotó con sus manos con toda la fuerza que podía, el tintineo era más y más sonoro, hasta que la espuma cubrió completamente sus pechos.
-limpia mis pechos con tu espuma – decía la francesa.
-oui madame – dijo Daniela tímidamente, sacando una sonrisa a la señora.
Lentamente los pechos de Daniela se acercaban a los de la francesa, el tintineo era excitante, las miradas sensuales.
Daniela sintió algo raro al contactar sus pezones con los de ella, frotó despacio, para no cometer ninguna torpeza, pero a medida que las féminas jadeaban, frotaba más y más fuerte, de repente, algo la pilló por sorpresa, la señora le tocaba la intimidad, acariciando su botoncito y su himen, Daniela respondió de la misma manera, dejando una mano libre y dirigiéndola a la intimidad, ambas se tocaban y frotaban cada vez más fuerte, hasta que las dos gritaron y se unieron en un beso lleno de pasión y una respiración acelerada.
Daniela se despertó, ¡que sueño tan real! Pensaba ella, pero llegaba tarde a su trabajo, se vistió a toda prisa y se fue sin siquiera desayunar, pero si les dio un beso a su madre y sus hermanos.

Al llegar al restaurante, un compañero le tocó el culo, escandalizada se dijo que era su compañero Ramón, era un adolescente rico que sus padres castigaron en el mcdonals por sacar malas notas.
-hola preciosa ¿te apetece ganar dinero fácil? – decía Ramón.
Daniela le ignoraba, eso cabreaba a Ramón que volvió al ataque.
-oye puta, se que te ofreces en Internet, no sabes las pajas que me he hecho con tu espectáculo, hagamos un trato, te doy 30000 soles, si te dejas follar aquí mismo.
Daniela oyó la cifra, pero algo dentro de ella decía que no aceptase, al menos de Ramón.
-40000 y te dejas grabar como te follamos – dijo Ramón.
¡follamos! ¡La poseerá más de uno! ¡Grabándola! Ya la decisión estaba tomada, ni hablar.
Ramón iba a agarrarla del cuello, pero Teresa, la cocinera, tiró de la oreja de Ramón.
-menos cháchara y más trabajo – decía Teresa.
Ramón, bufando de rabia, obedeció y ocupó su puesto, Daniela iba a ocupar el suyo, pero Teresa le dijo.
-mejor tomate unos días libres, algo me dice que este tío no trae nada bueno.
Daniela le dio las gracias y se fue a su puesto evitando todo lo que pudo a Ramón.
Pero los clientes la reconocían, la silbaban, la saludaban e incluso le ofrecían dinero, Daniela estaba avergonzada, cuando acabó su turnó se fue deprisa y corriendo del Mcdonals.

Minutos más tarde, Teresa se fue del lugar, las calles solitarias le son tan familiares.

Hay un sonido.

Teresa se detiene.

La cocinera intenta mantener la calma, pero sabe que algo anda mal,

De repente varios jóvenes la atacan y la tumban al suelo.

Teresa grita, pero manos la inmovilizan y le tapan la boca.

Intenta resistirse, pero varios puñetazos en el estomago la debilitan al dejarla sin aire, en la seminsconciencia, nota como sus ropas eran arrancadas, como su cuerpo se descubría ante los ojos de los extraños, como se reían ante la idea de tomar ese botín.

-¿has visto que tetas más grandes gasta?

-seguro que tiene la boca entrenada de tanto probar sus platos.

-jeje, hoy vamos a ponernos las botas.

Teresa nota como algo duro, calido y orgánico entraba en la boca, poco después notaba como su concha era brutalmente invadida por algo de las mismas características.

-ohhhh si, puta de primera calidad, dime puta ¿notas como te follo?

-¡que boca! ¡Que lengua! Debería hacer la calle en vez de cocinar.

Teresa se sentía humillada, impotente, odiaba a esa gente por poseerla sin su consentimiento, pero sobretodo, se odiaba a si misma por no poder hacer nada por evitarlo.

Solo podía, llorar.

Nota como algo caliente y espeso entra dentro de ella, como un sabor nuevo y extraño llenaba su boca.

Los miembros fueron retirados, pero por poco tiempo, nuevos miembros entraron en sus agujeros, su estado le impedía sentir dolor, pero era consciente de lo que pasaba.

La estaban violando, tratando como una muñeca sin voluntad, gozándola despreciando sus sentimientos.

Notaba el vaivén de ambos miembros, como su cuerpo se convulsionaba por los bombeos.

De nuevo se vaciaron dentro de ella.

Entonces una bota golpea su rostro, varias veces, dejándola inconciente.

-Ramón ¿por qué no seguimos follandola? ¿Te has vuelto marica?

-chicos, hemos de reservar fuerzas para una chica muy especial, una chica que ha perdido demasiado tiempo y es hora de que lo recupere mañana por la noche.

Los pensamientos de Ramón enfocan el rostro deformado por el dolor y la humillación de Daniela, un rostro que se reproduciría mañana.

Cuando la violasen entre los cuatro.

Daniela entró en el cibercafe, Todos los usuarios la saludaban con un aullido, Daniela sentía vergüenza por eso.

Se sentó frente a la pantalla y comprobó las ofertas.

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