Me apetece tomarte.
Profanar tu sucia carne de esclava, obligarte a tener sexo conmigo.
¿crees que voy a molestarme en ir a tu casa para cogerte? Te equivocas esclava.
Léete estas instrucciones porque lo vas a repetir cuando caiga la noche ¡entendido!
A la hora de cenar imaginaras que tocan el timbre, cuando abras imagínate que soy yo el que está al frente, aunque no haya nadie.
te pondrás de rodillas y me besaras los zapatos dándome la bienvenida.
En tu cabeza sonaran las palabras "he venido hambriento, prepárame la cena.
Te esforzaras en preparar la mejor comida para tu amo absoluto, también trae agua en un jarro y un vaso.
Imaginarás que estoy comiendo delante de ti, tu no cenaras, estarás pendiente de mi, de vez en cuando te diré que me limpies la boca, entonces usaras tu servilleta para limpiar la boca de tu amo imaginario.
Pero cometerás un descuido, me echarás el jarrón de agua encima.
Te miraré decepcionado, te exigiré que me seques.
En cuanto intentes usar la servilleta imaginaras que te doy un manotazo en tu mano, tirando la servilleta.
En tu cerebro sonaran esas palabras
"quitate esa ropa y sécame con tus pechos"
No dudaras, te quitaras despacio esa prenda que aprisiona tus senos y empezarás a secarme con ellos.
Mis palabras sonaran en tu cerebro diciendo que lo haces mal, que pongas más empeño, que te des más prisa.
Imaginaras que estoy enfadado contigo y que te cojo por los pezones, apretándolos, imaginaras que te digo.
"voy a darte el único uso valido que tienes, maldita esclava inútil"
Imaginaras que me levanto, y que te dirijo hacia mi paquete, que abres la cremallera con tu boca y empiezas a lamer.
Si consideras que lo haces mal imaginaras que te aprieto con fuerza los pezones.
Si consideras que lo haces bien, imaginaras mis manos agarrando tu cabeza y marcando el ritmo.
Te imaginaras que te atragantas, que estoy forzándote sin piedad, imaginaras que mi verga te está entrando en la garganta impidiéndote respirar hasta que por fin sientes algo caliente y viscoso dentro de tu garganta y tu boca.
La mantendré dentro unos segundos más, imaginaras que te suelto y empezaras a toser e imaginaras que escupes mi semen.
En tu cerebro sonaran las palabras "osas rechazar el regalo que te he dado" en ese momento imaginaras que te agarro del pelo.
Simularas que te arrastro hasta tu cama jalándote de los cabellos, una vez allá, simularas que te levanto del suelo agarrándote del pelo y te doy una cachetada tan fuerte que te arrojo a la cama.
Imaginaras que te arranco las prendas que te quedan y que te muerdo los pechos con fuerza mientras introduzco mi mano dentro de tu concha.
Luego imaginaras que te abro violentamente tus piernas y te penetro con ganas, imaginaras como mi carne se abre paso a la tuya, entrando y saliendo de ti con fuerza y sin compasión.
Estarás simulando que te estoy tomando durante una hora, en ese momento imaginaras como algo cálido y viscoso te llena el útero.
Imaginaras que estoy encima de ti un buen rato, después. Poco a poco saldré de ti.
¿estas cansada? ¿adolorida? ¿extasiada? ¡que me importa a mi! En tu cerebro oirás la orden de que te des la vuelta.
Puedes obedecer o no, pero si no obedeces imaginaras que te doy bofetadas hasta que cumplas la orden.
Cuando te des la vuelta, imaginaras que mis manos separan tus nalgas y que mi carne entra por tu esfínter.
Simularas que te sodomizo, que fuerzo tu culo como una bestia, que duro largo tiempo hasta correrme dentro de ti.
Imaginaras que encenderé un cigarro y doy una larga calada para echarte el humo en tu cara para luego decirte con una sonrisa que me vistas.
Tu simularas que me vistes, me acompañaras a la puerta, me abrirás y me despediras con una reverencia.
Una vez cumplido esto, ve a tu cuarto de baño e imaginaras como es tu estado después de mi visita.
Culo y concha adoloridos, restos de semen en tu cara y mejillas enrojecidas.
Cogerás un lápiz de labios y escribirás en tus pechos que eres mi propiedad.
Dulces sueños esclava