El agujero en el que Ryder y Grace se encontraban no era muy profundo. Apenas un metro y medio. No era difícil salir, aunque para la mujer, que al parecer se había lastimado el tobillo al caer, era imposible si no contaba con ayuda.
Una vez fuera comprendieron que seguir hacia delante era imposible, la boca del túnel había quedado completamente bloqueada por los escombros. Pero a la vez se había abierto un boquete en el techo que conducía directamente a la superficie.
Ryder cargó con la mujer para realizar el ascenso. Los escombros se habían amontonado de tal forma que resultaba sencillo utilizarlos como una escalera improvisada.
La luz del día se filtraba por el boquete, aunque fuera una luz granate y enfermiza. Grace cerró los ojos al notar la luz del sol en su rostro.
Si, estamos en verano, es el verano de mis sueños
Al final del boquete se encontraba el patio del palacio. Los escombros se amontonaban por doquier pero todavía quedaba en pie una parte del edificio derrumbado. Ryder y Grace se adentraron por una gran abertura en esa parte del edificio. No parecía haber nadie por ninguna parte.
Conozco estas habitaciones dijo Grace adentrándose en el edificio ven, vamos por aquí
Ryder se extrañó de que la mujer ya no cojeara. Más bien corría hasta hacer penoso seguirle. Se adentró por pasillos estrechos hasta dar con una habitación que tenía una puerta blindada. Grace abrió la puerta y se metió dentro. Ryder, que corría tras ella, lo hizo unos segundos después. Cuando lo realizó contempló una escena de lo más grotesca.
Aquella habitación apenas tenía muebles y estaba casi a oscuras excepto por un par de antorchas que la mal iluminaban. En el centro de la misma había una vara de hierro que salía del suelo y clavada a ella una cabeza. Por si el hecho de encontrar una cabeza cortada empalada en una pica no fuera suficiente horror, dos detalles la convertían en algo completamente espantoso: se trataba de una mujer, y su rostro había sido partido en dos y luego cosido. Una espantosa cicatriz le cruzaba la cara desde la barbilla hasta perderse en su cabellera, dividiendo en dos su boca y su nariz. El otro detalle, más perturbador si cabe, era que aunque se trataba de una cabeza sin cuerpo, estaba viva.
Grace se acercó a la cabeza y le acarició la mejilla cariñosamente. Ésta reaccionó balbuceando de forma incomprensible y llorando.
Hija mía dijo Grace con la voz rota ¿pero que te han hecho?
La cabeza dijo algo que no podía comprenderse bien: la cicatriz de la boca se lo impedía, pero por el tono bien parecía que se disculpaba.
¿Tu hija? preguntó Ryder perplejo ¿Qué es lo que está pasando aquí?
Mis sueños dijo Grace afectada esta es mi hija Lilith, de mis sueños, mi hija mayor Ella que era la más hermosa ¿Qué es lo que te han hecho?
Grace, no se que es lo que está pasando pero esa no puede ser tu hija.
Es mi hija Lilith.
No puede ser tu hija, no sois de la misma especie, y además ¡es una puñetera cabeza zombie clavada en un palo!
Grace le echó una mirada asesina a su acompañante, luego volvió a acariciar el rostro mutilado de la cabeza sin cuerpo.
Ella era la más hermosa y la más depravada
Ryder sintió una náusea que le hacía insoportable permanecer en aquella habitación un minuto más, así que la abandonó antes de ponerse a vomitar. Tal como salió por la puerta fue derribado violentamente. Se levantó en guardia, como su entrenamiento le dictaba, y se encontró cara a cara con su enemiga, la mujer que había asesinado a su amigo.
Creía que te había matado dijo Sofía
¡Que más quisieras!
Sofía vestía con la misma indumentaria de la última vez, solo que ahora la llevaba casi destrozada, hecha jirones, y ciertas partes de su anatomía quedaban al aire.
Mejor, así podré matarte otra vez.
Yo no contaría con ello dijo Ryder enseñando su espada
Vosotros habéis hecho esto ¿verdad? Esa mujer y ese hombre de piel oscura van contigo ¿no es cierto?
Ryder pensó automáticamente en Dywane y en John Henry ¿estaban también en aquel mundo? Confiaba en que hubieran tenido la oportunidad de abandonarlo y encontrarse a salvo.
¿hacer qué?
Que esto se venga abajo, los estragos que han causado a nuestro ejército, y lo que le habéis hecho a mi hermana
¿Eso lo ha hecho Dywane? dijo Ryder jocoso ¡Buena chica! Pues te alegrará saber que yo he resuelto algo parecido con tu hermano
¿mi hermano Nisroc? ¿Qué le has hecho?
¿hacerle yo? Apenas nada. Nada si lo comparamos con lo que voy a hacerte a ti
Seguidamente Ryder atacó con un mandoble. Sofía lo esquivó y el filo tan solo le hizo un corte en la pierna. Manó la sangre pero en segundos la herida estuvo de nuevo cerrada, como si nunca la hubiera tenido.
Lilith era muy rápida y se abalanzó contra Ryder inesperadamente. Esquivar le costó a éste dejar caer al suelo su arma. Luego la Duquesa lanzó un puñetazo que se estrelló contra el suelo haciendo un profundo boquete. Ryder intentó recuperar la espada, pero fue un error. Sofía aprovechó para sujetarle. Le agarró del brazo y lo zarandeó hasta estrellarlo contra la pared con mucha fuerza.
¡Basta! gritó Grace saliendo de repente de la habitación
¿Quién eres tú para darme órdenes?
Sofía se movió con mucha rapidez cogiendo por la garganta a la mujer desnuda. Le hubiera roto el cuello si no se hubiera dado cuenta de algo perturbador. Enseguida soltó su presa y algunas lágrimas aparecieron en sus mejillas.
No es posible dijo la Duquesa pero tienes el mismo rostro que ella ¿Cómo puede ser?
Sofía, hija mía dijo Grace con la misma ternura en los ojos con la que contempló a Lilith soy yo, tu madre, he vuelto para estar con vosotras
Sofía se echó a llorar y se abrazó a la mujer en un impulso irrefrenable. Sus emociones, largo tiempo contenidas salieron a la superficie sin ningún tipo de control.
De repente un mandoble de la mano de Ryder le hizo caer al suelo. Como ya había hecho con su hermano la espada le acababa de cercenar la columna a la altura de la cintura.
¿pero que has hecho? dijo Grace muy asombrada ¡es mi hija!
No se si es tu hija o simplemente eres una loca contestó Ryder pero "tu hija" ha matado a mi amigo, y va a pagar por ello.
Seguidamente la espada se clavó en el pecho de la Duquesa. Nuevamente Grace gritó llena de asombro, pero enseguida recapacitó y se dispuso a tomar una nueva táctica. Pronunció cuatro palabras en un idioma incomprensible. De repente la espada de Ryder se retorció como si fuera de goma y se enroscó alrededor de su cuello y su rostro. Esto no solo le dejo sin arma, sino completamente indefenso, con la boca amordazada y los ojos tapados.
¿Estás bien, hija? dijo Grace acurrucándose sobre Sofía
Me curaré enseguida, madre contestó la Duquesa un encantamiento pesa sobre todos tus hijos, no podemos morir de forma violenta
Lo siento, hija. No sabía que ese rufián era un enemigo. Me salvó la vida y me trajo hasta ti ¿Cómo iba yo a saber lo que se proponía?
¿Cómo es posible que estés aquí? ¿y en esa forma tan extraña?
No puedo saberlo, hija, pero a cada momento recuerdo más. Os he soñado a vosotros, mis hijos, a mi Rey y a mi mundo, mientras vivía otra vida. Una vida odiosa y terrible, pero ahora ya estoy aquí
Madre, te he echado mucho de menos.
Hija mía ¿y que le ha pasado a tu hermana?
Sofía había recuperado ya la mayor parte del tejido de su cintura y pudo volver a ponerse de pie. Ryder luchaba por quitarse la mordaza de metal, pues poco a poco perdía el aire que necesitaba para respirar, pero las dos mujeres no le quisieron prestar más atención. Juntas volvieron a entrar en la habitación donde se encontraba la cabeza cercenada de Lilith.
No se muy bien quienes ni cuantos son Dijo Sofía pero han entrado en este mundo para causar desgracias. Han matado a muchos y le han hecho esto a vuestra hija. Le cortaron la cabeza y luego la cabeza se la partieron en dos. Vuestro esposo ha ordenado que se custodien sus restos hasta que se localice el paradero del cuerpo y pueda ser unido, pero los responsables lo pagaran.
¿Y ese hombre? ¿el que os ha atacado?
Creí haberle matado, ahora veo que no. Dice haber mutilado a vuestro hijo
¡es cierto! exclamó Grace recordando al hombre moribundo del túnel ¡Ahora se por que me sonaba aquel hombre! Hija, reúne una partida de soldados, tenemos que dar con tu hermano, se encuentra en un grave apuro.
¿Y ese hombre? ¿quieres que lo mate?
No, hija, tiene que pagar. Mil horas de tortura no lavaran la ofensa que ha causado a nuestra familia. Quítale la mordaza, no quiero que se ahogue. Yo misma me encargaré de que sufra. Lo que tu hermano y tu hermana han sufrido él lo sentirá multiplicado por cien.