miprimita.com

Las fotos de mamá (6)

en Amor filial

El profesor Traknor tuvo un violento ataque de ansiedad en el que no podía respirar. Se incorporó de la cama con dificultad y trató de calmarse en vano, acababa de vivir la experiencia mas trascendental de su vida. Junto a el se encontraba Ashley, dormida como un lirón ¿Dónde estaba Marilyn? ¿Dentro de ella? Empezó a llorar y a gritar. El profesor era un hombre pacifico y tranquilo, amante de los buenos modales, no le gustaban los comportamientos histéricos, pero era incapaz de hacer nada para remediarlo.

Gritaba y se revolcaba por el suelo presa de un ataque de pánico, del mas absoluto de los desamparos. Quería que volviera Marilyn. Cincuenta años sin una mujer, conformándose con pornografía o con una experiencia homosexual ocasional. Era como si acabara de recuperar el tiempo perdido, como si acabara de hacer el amor con todas las mujeres con las que no había estado nunca por que se encontraba escondido en su selva. Había tenido todos los orgasmos y había experimentado todos los roces y las caricias, todos los besos, todas las poluciones y las sudoraciones, todo al mismo tiempo.

Le pitaban los oídos y no era capaz de calmarse, temblaba como un poseído y golpeaba el suelo.

Perdió la consciencia. Cuando la recuperó se encontraba de nuevo en el suelo. La luz del amanecer se colaba por la ventana. Se sentía como si acabaran de pegarle una paliza, le dolían todos y cada uno de sus músculos, hacía muchos años que no sentía un dolor parecido.

Trastabillando se acercó a la cama. Ashley seguía dormida. Como pudo se sentó en el filo y buscó en su ropa su teléfono móvil.

  • ¡Profesor! — exclamó al otro lado la voz de Diana Dywane — ¿Dónde diablos se ha metido? Estamos muy preocupados por usted…

  • Señorita Dywane… — la voz del profesor era ronca y casi inaudible, además no era capaz de ponerse hablar sin tener que reprimir las ganas de llorar —

  • ¿Se encuentra bien Profesor?

  • No. Me han violado…

Diana Dywane se quedó muda unos instantes. Luego recuperó el habla con unos tartamudeos iniciales.

  • ¿Puede repetir lo que ha dicho, profesor?

  • Me han violado, la criatura… en la que se convierte la chica… necesito ayuda…

El profesor se echó a llorar y no fue capaz de articular ninguna palabra mas. Dejó caer el teléfono y se cubrió la cara con las manos.

  • ¡Profesor! — gritaba Diana Dywane desde el otro lado — ¿Dónde se encuentra usted? ¡Profesor!

Entonces alguien abrió la puerta de la habitación. El profesor se giró levemente para ver quien había entrado, pero eso no le iba a preparar para lo que iba a ver.

El individuo refulgía igual que Marilyn, tenía ese mismo resplandor lechoso a su alrededor. Eso ya inundó de pánico los dos corazones del hombre gorila. Vestía un traje gris, parecía un gangster de una película antigua. Llevaba una pistola en la mano y, cuando se puso a la luz de forma que Traknor pudiera verle la cara, no podía creerlo. Aunque ¿Por qué no? Tenía sentido. Acaba de hacer el amor con una estrella de cine muerta ¿Qué tenía de raro que otra hiciera acto de presencia en la habitación? El mundo se había vuelto loco.

  • He visto moteles sórdidos en mi sórdida vida — dijo Frank Sinatra — pero ninguno como este.

  • ¿Quién… quien eres?

  • ¿No sabes quien soy? — dijo jocoso la estrella de cine muerta — ¿no me conoces?

Traknor, simplemente, movió la cabeza diciendo que no.

  • Yo tampoco te conozco — dijo Frank — pero no me hace falta. No se si eres bueno o malo, honesto o tramposo ¡He! Yo no me meto en los asuntos de los demás…

  • Por favor…

Frank Sinatra soltó entonces un fuerte golpe con su revolver en medio de la cara del hombre gorila. Aunque el golpe de un ser humano del peso que Frank Sinatra hubiera tenido de haber estado vivo y allí delante de él no habría causado en él ni el más leve movimiento de cuello, el impacto le giró la cara como si acabara de abofetear a un chiquillo.

  • ¡Esa que acabas de tirarte es mi mujer, capullo! — gritó Frank amenazador — ¿sabes ahora quien soy? ¿sabes lo que te va a pasar?

Cierto mecanismo de defensa en el sistema nervioso del profesor empezó a activarse. La adrenalina fue bombeada y sus músculos empezaron a tensarse pese a lo doloridos que los tenía.

  • Esto te enseñará a acostarte con las esposas de los demás.

Sinatra le apuntó a la cara y disparó, varias veces. El profesor notó los impactos, notó como se le destrozaba la cara. Uno, dos, cuatro, seis, hasta ocho disparos en su cara. Notó como se le rompía un diente, como la mandíbula inferior perdía un pedazo, un dolor intenso en el cráneo…

 

 

 

El Profesor despertó en una mullida cama de hospital, en una habitación penumbrosa. Tenía algo sobre la cara y una vía en el brazo conectada a una bolsa de suero. Se sentía especialmente cansado y somnoliento y tenía ganas de llorar. Su primer pensamiento fue para Marilyn, su amor ¿Dónde estaba hora? ¿Por qué le había dejado?

Alargó el brazo para encender la luz y sin querer tiró un vaso de agua al suelo. Alguien más en la habitación se despertó sobresaltado, Traknor reaccionó con miedo.

  • ¡No te asustes! — dijo Ryder levantándose de una silla junto a la cama — Sólo soy yo…

  • Joe… — consiguió decir el profesor y luego se echó a llorar.

Ryder se aproximó a su amigo y le dio un abrazo, dejó que llorara y se desahogara. Realmente la proximidad de su amigo le hacía bien, se sentía protegido, la ansiedad se desvanecía.

  • Tengo que llamar para decir que has recuperado la consciencia

  • No te vayas…

  • No me voy — le tranquilizó Ryder — sólo tengo que tocar un botón.

Al momento una enfermera ataviada con un uniforme malva acudió.

  • Llame a Diana Dywane — ordenó Ryder — dígale que el profesor está consciente —

  • Estabas… ¿estabas durmiendo en la silla?

  • Si — contestó Ryder — no te quería dejar.

Al poco rato se personaron en la habitación tanto Diana Dywane como un grupo de médicos. El personal sanitario se dedicó a tomarle la tensión al hombre gorila, a encender las luces y a destaparle. Diana Dywane no se atrevía a acercarse, sólo murmuraba "gracias a Dios" mientras reprimía sus emociones.

  • ¿Dónde estoy? — quiso saber el profesor, confuso — ¿Qué hacen estos hombres?

  • Déjenle en paz — ordenó Dywane — le están desorientando…

  • Pero señorita Dywane — protestó uno de los médicos — hay que medir sus constantes vitales…

  • ¡Ya lo hará después! — dijo secamente — ahora déjenos solos. Es una orden.

El equipo médico se retiró como un grupo cucarachas cuando se enciende la luz. Luego Dywane se sentó en el filo de la cama junto al profesor.

  • ¿Cómo se encuentra?

  • Mal, me duele todo, estoy cansado ¿Qué tengo en la cara?

  • Es un vendaje — respondió Dywane — le hirieron el rostro gravemente, ha habido que reconstruir una porción quirúrgicamente, pero su sistema inmunológico especial ha hecho la mayor parte del trabajo.

  • ¿No era ya lo bastante feo? — dijo el profesor con sorna—

  • Me alegra ver que no ha perdido su sentido del humor.

  • ¿Cuánto tiempo llevo aquí? — quiso saber el Profesor —

  • Sólo llevas un día aquí — contestó Ryder — te encontramos ayer…

  • ¿Ayer?

  • Le perdimos la pista hace una semana — dijo Dywane — luego recibí su llamada. Utilizamos cierto software para localizar su teléfono, por suerte lo tenía descolgado, lo encontramos en un motel de Phoenix, Arizona.

  • ¿De Phoenix? Ni siquiera se donde está Phoenix…

  • ¿Como llegó hasta allí? ¿Qué es lo que le ha pasado?

El profesor apoyó la cabeza en la almohada. Tenía una expresión de tristeza en los ojos.

  • Tal vez — expresó Ryder — no le apetezca mucho ahora mismo hablar de ello…

  • Me hago cargo — dijo Dywane — pero si nos enfrentamos a alguien capaz de hacerle esto al profesor es posible que no podamos permitirnos ese lujo…

  • ¿Permitirnos? — dijo Ryder enfadado — Yo diría que esto es cosa de Julius y de nadie mas…

  • Fue Frank Sinatra — dijo el Profesor casi en un susurro —

  • ¿Qué?

  • El que me disparó en la cara. Fue Frank Sinatra.

  • ¿Lo ves? — sonrió Diana Dywane — el profesor no ha perdido el sentido del humor, hace esfuerzos por ser positivo…

  • No es ninguna broma…

Ryder y Dywane se quedaron absortos mirando al profesor. Parecía que cada palabra que pronunciaba le agotaba como una carrera, tenía que cerrar los ojos y recuperar fuerzas.

  • ¿Por qué estoy tan cansado?

  • Ha tenido un colapso nervioso. — contestó Dywane — Estás cargado de sedantes, la sensación de agotamiento es normal.

  • He visto a Marilyn Monroe y a Frank Sinatra…

  • No sabemos de que estás hablando — dijo Ryder intentando comprender — ¿eran máscaras? ¿gente disfrazada con máscaras de estrellas de cine?

  • No… La chica Ashley, se transformó en Marilyn Monroe y me llevó al motel. Estábamos en la salida del metro y me empujó…de repente estaba en el motel. En la salida del metro era de día, cuando aparecimos en el motel era de noche…

  • Interesante — comentó Dywane —

  • Me hizo el amor… me violó… nunca he sentido nada igual, todavía siento escalofríos, era como tener mil orgasmos por segundo…

Traknor comenzó a llorar de nuevo. Al intentar recordar los sentimientos volvían a aflorar. Se secó las lágrimas con el dorso de la mano en la que llevaba la vía, tragó saliva y prosiguió.

  • Cuando acabó, volvió a ser ella de nuevo. Os juro que es la verdad…

  • Te creemos… — dijo Ryder intentando tranquilizarle con el contacto de su mano —

  • Entonces apareció Frank Sinatra y me pegó los tiros en la cara. Dijo que acababa de hacer el amor con su mujer…

  • No se mucho de estas cosas — interrumpió Diana — ¿Estuvo casado Frank Sinatra con Marilyn Monroe?

  • No — dijo tajante Ryder — Estuvo casado con Nancy y con Ava Gadner, con Marilyn sólo le unía la amistad…

  • ¿Y con quien estuvo casada ella? — quiso saber Dywane —

  • Con Joe Dimagio y con Arthur Miller…

Traknor sonrió para variar y colocó su enorme mano en el hombro de su amigo.

  • ¿Eres de los que se leen las revistas del corazón?

  • Bueno… — dijo ruborizado — yo conocí a Clark Gable en persona…

  • Señorita Dywane — intervino el profesor — ¿Qué ha sido de la chica? ¿estaba en la habitación cuando me encontraron?

  • No, no había nadie en aquella habitación, solo usted.

Traknor se quedó pensativo durante un instante. Todo lo que había contado ¡Sonaba tan increíble! ¡Tan ridículo! Él era físico, sabía a ciencia cierta que nada de lo ocurrido tenía el más mínimo sentido. Transformaciones, viajes instantáneos… estrella de cine fallecidas que caminaban como si tal cosa…

  • Creo que deberíamos dejar al Profesor descansar — dijo Dywane — llamaré al equipo médico para que hagan su trabajo…

  • Tengo hambre — dijo Traknor —

  • Ellos le traerán algo para comer…

  • Yo me quedo — anunció Ryder — al menos hasta que se duerma.

  • No — contestó Dywane tajante — tu te vienes conmigo. El Profesor estará bien, y tu y yo tenemos mucho trabajo.

  • Márchate — dijo el hombre gorila — estaré bien en cuanto pueda dormir un poco y comer algo. Me pregunto si podría tomar algo de vino…

Diana Dywane y Joe Ryder abandonaron la habitación y salieron al pasillo.

No se encontraban en un hospital, al menos no en uno convencional. Aquella instalación médica era propiedad exclusiva del Ojo y, obviamente, su personal también.

De hecho, el médico que llevaba el caso del profesor era el mismo que le había transplantado el corazón tras la misión en Ámsterdam.

  • ¿Qué ha pasado? — quiso saber Ryder — ¿se ha vuelto loco? Ha dicho muchas tonterías ahí dentro…

  • Esperaba que un hombre como usted, que ha visto tantas cosas extrañas, tuviera una mentalidad abierta con respecto a lo extraordinario.

  • He visto muchas cosas en mi vida — reconoció Ryder — pero eso que ha contado es ridículo ¿Qué eran? ¿fantasmas de las estrellas de Hollywod?

  • No, es algo bastante mas peligroso. No se tanto de cine como usted, pero todo el mundo sabe quien fue Marilyn Monroe.

  • Es uno de los mitos del siglo XX…

  • Exacto, como en su tiempo lo fueron Afrodita y el resto de dioses del Panteón Helénico para los griegos.

  • ¿Entonces…? — Ryder esperaba, para variar, una respuesta sencilla —

  • Lo que es poderoso y ha tomado forma no es la actriz fallecida, es la idea. Para los griegos era Afrodita, para los romanos Venus y, al parecer, para la civilización actual de este lado del mundo es Marilyn Monroe.

  • Marilyn Monroe es una Afrodita moderna…

  • Marilyn Monroe es la forma que la idea de la diosa del amor tiene ahora. La diosa del amor, de la feminidad… la diosa del sexo femenino al fin y al cabo…

  • Cada vez entiendo menos…

  • No me extraña que le haya provocado un colapso nervioso, me maravilla que siga vivo…

  • Me estás asustando… — a Ryder le temblaba la voz — sea lo que sea esa Marilyn de pega tan solo ha hecho el amor con el ¿Por qué se tiene que volver loco?

  • En la antigüedad el contacto con los Dioses volvía locos a los hombres. Piénsalo, ella es la idea pura y sin filtros de la sexualidad femenina, la de toda mujer que haya nacido o vivido en la tierra desde que existe la humanidad ¿Cómo podría nadie enfrentarse a eso y quedar entero?

Mas de Cerecita

Recuerdos de Ana

De compras

Terapia de pareja

A mis pies

Una mosca en la pared

Un hombre afortunado

La Prueba

Usada 3

A mis pies

Usada 2

Caso clínico

La cura contra el insomnio

Usada

Educando a M

Las desventuras de Nicky I

Me da vergüenza hacerlo.

Sentirse cómoda con una amiga

Las fotos de mamá. Capitulo 16.

Las fotos de mamá. Capitulo 15.

Las aventturas lésbicas de Cristina. Capitulo 12.

Las aventturas lésbicas de Cristina. Capitulo 10

Las aventturas lésbicas de Cristina. Capitulo 11.

Las fotos de mamá. Capitulo 13.

Las fotos de mamá. Capitulo 14.

Las fotos de mamá. capitulo 12.

Las fotos de mamá. capitulo 11.

Las aventuras lésbicas de Cristina. capitulo 9.

Las fotos de Mamá, capitulo 10.

Las aventuras lésbicas de Cristina, Capitulo 7.

Las fotos de Mamá, capitulo 9.

Cena entre amigos

Las fotos de Mamá, capitulo 8.

Las aventuras lésbicas de Cristina, Capitulo6.

Las fotos de Mamá, capitulo 7.

Las fotos de Mamá, capitulo 6.

Las aventuras lésbicas de Cristina, Capitulo 4.

Las fotos de Mamá, capitulo 5.

La peor noche de mi vida

Las fotos de Mamá, capitulo 4.

La educación de Natalia. capitulo 2.

Las aventuras lésbicas de Cristina, Capitulo3.

Las fotos de Mamá, Capitulo 3.

La educación de Natalia. capitulo 1.

Las aventuras lésbicas de Cristina. Capitulo 2.

Las fotos de Mamá, Capitulo 2.

Las aventuras lésbicas de Cristina. Capitulo 1.

Las fotos de Mamá, Capitulo 1.

Cristina, Capitulo 6. Las flores.

La peor noche de mi vida

Cristina, Capitulo 1. Las bragas.

Mamá ¿Cómo puedes ser tan cruel?

Diego (Amor entre rejas)

Escribir un relato corto

Las fotos de mamá (16)

Las fotos de mamá (15)

Las fotos de mamá (14)

Las fotos de mamá (13)

Las fotos de mamá (12)

Las fotos de mamá (11)

Las fotos de mamá (10)

Las fotos de mamá (9)

Las fotos de mamá (8)

Las fotos de mamá (7)

Las fotos de mamá (7)

Las fotos de mamá (5)

Las fotos de mamá (4)

Las fotos de mamá (3)

Las fotos de mamá (2)

Las fotos de mamá (1)

Los Agentes del Ojo (35)

Los Agentes del Ojo (34)

Los Agentes del Ojo (33)

Los Agentes del Ojo (32)

Los Agentes del Ojo (31)

Los Agentes del Ojo (30)

Los Agentes del Ojo (29)

Los Agentes del Ojo (28)

Los Agentes del Ojo (27)

Los Agentes del Ojo (26)

Los Agentes del Ojo (25)

Los Agentes del Ojo (24)

Los Agentes del Ojo (23)

Los Agentes del Ojo (22)

Los Agentes del Ojo (21)

Los Agentes del Ojo (20)

Los Agentes del Ojo (19)

Los Agentes del Ojo (18)

Los Agentes del Ojo (17)

Los Agentes del Ojo (16)

Los Agentes del Ojo (15)

Los Agentes del Ojo (14)

Los Agentes del Ojo (13)

Los Agentes del Ojo (12)

Los Agentes del Ojo (11)

Los Agentes del Ojo (10)

Los Agentes del Ojo (9)

Los Agentes del Ojo (8)

Los Agentes del Ojo (7)

Los Agentes del Ojo (6)

Los Agentes del Ojo (5)

Los Agentes del Ojo (4)

Los Agentes del Ojo (3)

Los Agentes del Ojo (2)

Los Agentes del Ojo (1)

Club de amantes de las mascotas

Olga (14, ¿Final?)

Olga (13, Una semana antes)

Olga (12, el móvil)

Olga (11, la venganza)

Olga (10: más incesto)

Olga (9: Receso)

Olga (8: las fotos)

Olga (7: las ostras)

Olga (6: las flores)

Olga (5: el sobresaliente)

Olga (4: la mancha)

Olga (3: Sólo piensas en tocarte)

Olga (2: la puta de los lavabos)

Olga (1: Las bragas)

La educación de Esther

Respira hondo y sonrie

Matrimonio con hijas

Me vengaré!

Los tres ositos, versión porno

La Familia Addams X: El aniversario.

Buffy X: las chicas con las chicas