Sergio y sus padres llegaron a casa de madrugada. Habían permanecido en el hotel entregándose a las más lascivas prácticas incestuosas hasta que una idea les había asaltado sin dejarles continuar. Una idea que, para materializarse, hacía necesario que regresaran a casa.
Fueron directamente al cuarto que Sergio e Iván compartían, pero no había nadie en él.
- Supongo que estarán en el cuarto de Marta dijo Sergio habrán estado follando toda la noche y se han quedado allí a dormir
- Sois los mejores hijos que un padre puede tener le dijo a Sergio su padre a la vez que le rodeaba con el brazo por encima de los hombros vayamos a la habitación de tu hermana a despertarlos
- Me muero por despertarlos añadió Mónica
Los tres entraron en el cuarto de Marta y encendieron la luz sin más. En la cama sólo se encontraba ésta, durmiendo. En cuanto la luz de la lámpara del techo se encendió comenzó a dar signos de desvelarse.
- ¿Qué hora es? preguntó Marta sin abrir los ojos
- Es tarde le contestó su madre ¿Dónde está Iván?
- No lo se contestó Marta adormilada
- Marta, despierta le zarandeó su padre levanta
- ¿Pero que pasa?
Marta se incorporó y abrió los ojos. Poco a poco se acostumbró a la luz. Ante si estaban su madre, padre y hermano.
- ¿Ha pasado algo malo?
- No, hija contestó Mónica todo lo contrario ¿Dónde está Iván?
- Se fue temprano contestó Marta poniéndose las gafas que estaban en su mesilla de noche dijo que pasaría la noche fuera
- Entonces te has pasado la noche sin follar dijo Sergio a la vez que le acariciaba un pecho por encima del pijama
- ¡Sergio! protestó Marta revolviéndose ¿Qué estás haciendo?
- No te preocupes replicó Sergio calmado papá lo sabe todo ya
- Así es, hija contestó su padre sentándose a su lado y acariciándole el pelo lo se todo y te voy a hacer de todo, mi pequeña
Marta mojó sus bragas instantáneamente. Miraba a su padre cohibida y tragando saliva. Éste le acarició la mejilla cariñosamente con sus fuertes manos, luego le plantó un beso en los labios.
- En realidad dijo dirigiéndose a los otros dos me gustaría quedarme solo con mi hija
- Muy bien sonrió Mónica tenéis muchas cosas de las que hablar.
- ¿Nos vamos a mi habitación, Mamá? quiso saber Sergio
- No, hijo, vamos a la mía, la cama es mas grande
- Deja que coja antes una cosa dijo Sergio buscando bajo la cama de su hermana cierta caja
El padre de Marta esperó a que su mujer y su hijo se hubieran marchado para besar a su hija en la boca de nuevo, esta vez utilizando toda la lengua. Marta, de repente, estaba exageradamente sofocada y le temblaba todo el cuerpo. El roce mas leve de la piel de su padre le hacía estremecer.
Su padre le ayudó a quitarse la camisa del pijama. Marta dormía sin sujetador, sus voluminosos pechos se revelaron en toda su abundancia.
- Tienes las tetas de tu madre.
Y tras decir esto se apoderó de sus pechos con ambas manos para enseguida probarlos con la lengua. Luego siguió con el cuello y de nuevo con la boca para regresar otra vez al cuello y otra vez a los pezones.
- Papá dijo Marta en un suspiro
Entonces su padre perdió la mano bajo las sabanas, bajo el pantalón del pijama y bajo las bragas, permitiendo que sus dedos exploraran las intimidades de su hija.
- Papá quiero tocarte yo a ti también
Primero puso sus manos en el torso musculoso de su padre, luego bajó la mano buscando entre sus piernas. Se sorprendió al encontrar por encima del pantalón algo duro y protuberante, como si su padre hubiera escondido una figura de bronce en su bragueta. Manoseó a placer mientras los dedos de su padre se perdían en las interioridades de su vagina.
Mientras tanto, al otro lado de la casa, Sergio le enseñaba a su madre el contenido de cierta caja.
- ¿Y todo esto es de tu hermana Marta? preguntó sorprendida al contemplar la colección de juguetes eróticos de su hija
- Así es ¿Qué te parece?
- Tu colección de porno, esta colección de artículos de sex shop mis hijos no sois precisamente como me había imaginado, pensaba que se habían acabado las sorpresas
- Mamá dijo Sergio acercándose a su madre y acariciándole el pecho por encima de la ropa es la primera vez que estamos a solas tú y yo
- ¿Así es como tocas a tu madre? dijo Mónica con una sonrisa ¿Qué cosas tan sucias me vas a hacer ahora que me tienes a tu merced?
- Para empezar te voy a comer
Sergio cargó a su madre en brazos y la depositó de un saltito encima de la cama. Allí le quitó los zapatos y luego tiró para sacarle los pantalones. Ella se dejaba hacer muy excitada. Luego hizo lo mismo con sus bragas y Mónica separó mucho los muslos a continuación.
Mientras tanto, en la habitación de Marta se producían alaridos de placer. La muchacha estaba completamente desnuda ya y su padre, que estaba en ropa interior todavía, la masturbaba introduciendo los dedos en su vagina con una mano y frotando su clítoris con la otra. De vez en cuando sustituía esa mano por la lengua y tanto mano como lengua se veían regados por las humedades propias de la entrepierna de una mujer excitada.
- ¿Te gusta lo que te hago? le preguntó a Marta a la vez que le ponía los dedos, empapados de sus propios jugos, en la boca
- Si, papá contestó Marta relamiéndose no sabes cuanto he deseado que llegara este momento
Su padre le acarició la nuca y le besó en los labios. Luego se apoderó de uno de sus abundantes pechos y jugueteó con el pezón.
- Cariño, sólo tenias que pedírmelo, eres una jovencita tan apetecible
- ¿De verdad? preguntó Marta tragando saliva
- Hija mía ¿en serio nunca te has fijado en como te miraba el culo al pasar? ¿nunca has notado como te observaba lascivamente?
- ¿De verdad? Marta tenía lágrimas en los ojos de la emoción
- Hija, me he masturbado muchas veces pensando en estas tetas dijo a la vez que se las manoseaba pero mi fantasía favorita contigo es otra
- ¿Cuál? quiso saber Marta con un hilillo de voz
El padre de Marta se separó un poco y se quitó el calzoncillo. De entre sus piernas salió algo descomunal como Marta jamás había visto o imaginado. Al verlo sus ojos y su boca se abrieron de par en par.
- Es enorme, papá
- ¿te gusta?
Como hipnotizada Marta acercó la mano hasta la verga de su padre hasta poder cogerla. La estuvo acariciando unos segundos hasta acercar la otra mano. Ni con ambas podía abarcar la totalidad de aquel falo. La acariciaba como si se la fueran a quitar, en toda su longitud y grosor, por el tronco y el nacimiento, el glande y los testículos.
- Nunca me imaginé que fuera tan grande y tan bonita reconoció Marta sin dejar de fijar la mirada en el miembro de su padre
- Mi fantasía favorita contigo, hija, es que me la mames ¿me ayudarás a cumplir mi fantasía?
Marta le dedicó una sonrisa a su padre y luego se agachó para hundir el miembro gigante en su boca. Se encontró con la dificultad de que aquello era demasiado grande para alojarlo en su garganta y demasiado grueso como para meterlo por su boca. Los penes de sus hermanos no eran tan grandes, podía manejarlos con mayor facilidad, pero antes de chupársela a sus hermanos había practicado con infinidad de juguetes de diferentes tamaños a cual mas grueso y largo, sabía lo que tenía que hacer y no pensaba decepcionar a su padre.
- También has sacado la boca de tu madre dijo su padre la mamas igual de bien que ella
Orgullosa, Marta continuó saboreando el pene de su padre. Unos días atrás se consideraba a si misma la chica mas fea y rechazada del mundo. Ahora se sentía la más deseada y querida: su padre, su madre, sus hermanos todos la deseaban y querían hacerle de todo, era la chica más feliz del mundo.
Mientras, en el dormitorio de sus padres Sergio disfrutaba desnudo sobre la cama. Su madre le agitaba el miembro a la vez que estiraba de la anilla de unas bolas chinas que tenía alojadas en su ano, las mismas que solían estar alojadas en el interior de su hermana Marta. Cuando las brillantes bolas plateadas estuvieron todas fuera Mónica buscó otro juguete con el que sodomizar a su hijo. Esta vez fue un vibrador rosa con numerosas rugosidades. Lo conectó y el aparto comenzó a vibrar y a efectuar movimientos circulares.
- Ten cuidado, Mamá, no me vayas a hacer daño con eso
- Hijo respondió Mónica si tu padre te la ha metido y no te ha hecho daño, estoy razonablemente segura que esto tampoco te lo hará
Mónica introdujo con cuidado el falo de goma por el recto de su hijo. Como ella había anticipado entró fácilmente y sin problemas. Lo dejó ahí alojado y entonces se metió el falo de verdad de Sergio en la boca.
- Supongo empezó a decir Sergio que comparada con la de papá mi polla es una ridiculez
- No digas eso dijo Mónica dando una lamida a lo largo del pene de su hijo tu polla tiene el tamaño perfecto para hacer feliz a una madre
De repente Sergio y Mónica escucharon desde donde estaban los alaridos de placer de Marta.
- ¿Has oído eso? preguntó Sergio
- Tu padre debe de estar follándose a tu hermana, la verdad es que me gustaría verlo
Sergio hizo ademán de quitarse el vibrador del ano para bajar de la cama.
- No, Sergio, déjatelo puesto
Sergio obedeció, aunque resultaba difícil caminar con aquel juguete alojado en su interior. Mónica, por su parte, buscó otro vibrador y lo introdujo en su vagina antes de abandonar la habitación. Luego cogió un objeto de la mesilla de noche.
- Ahora si, ahora podemos ir a mirar
Cuando llegaron al cuarto de Marta ésta se encontraba con las piernas encima de los hombros de su padre, que la penetraba violentamente con rápidos y bruscos movimientos pélvicos. Los pechos de Marta se movian de un lado a otro con las embestidas y agarraba con fuerza las sabanas tensionando todo su cuerpo. El sudor le recorría la totalidad de su piel, tenía los ojos cerrados y no se reprimía en absoluto a la hora de bramar con fuerza.
- ¡Qué bonito! dijo Mónica admirada y seguidamente sacó la cámara de fotos que se había procurado de la mesilla de noche para inmortalizar la escena
- Mamá dijo Sergio a la vez que acariciaba su pene erecto si papá se corre dentro de Marta
- Le hará un hermanito o una hermanita dijo Mónica haciendo otra foto ¿no es maravilloso?
- Me gustaría tirarme a Marta preñada
En ese momento la puerta del cuarto se abrió de par en par. Iván acababa de abrirla y permanecía bajo el marco con una expresión nada amistosa. Ante si tenía a su familia desnuda. Su hermano con un pene de goma en el culo, su madre con toro entre las piernas y una cámara de fotos en las manos, sacando fotografías de su padre penetrando a su hermana. Estuvo un instante de pie, sin entrar. Nadie dijo nada y al final todos giraron la vista hacia él. Iván caminó hasta donde estaba su padre e hizo un además agresivo.
¡Cerdo hijo de puta!