miprimita.com

Running, deporte de contacto

en MicroRelatos

¿Qué me está pasando? Yo no soy así. Se supone que soy un tipo romántico y cariñoso, pero cada vez que veo ese culo corriendo por el parque, con esos pantalones ceñidos me vuelvo una bestia primitiva.

Te sigo por el parque, husmeando el ligero aroma a flores que despides y te observo con ojos de depredador correr en la penumbra del atardecer, con ese paso desenvuelto y esa actitud orgullosa y segura de ti misma y solo pienso en agarrarte por la cintura, sacarte del camino y arrancarte la ropa a mordiscos.

Durante esos instantes todo se vuelve rojo, me imagino encima de ti, alojando mi polla entre tus portentosos glúteos y tengo que parar unos instantes y agacharme simulando estar recuperándome de la carrera solo para disimular mi erección.

Siento un irresistible deseo de conocerte, pero dudo. Me he formado una imagen de ti y ahora no me gustaría que me decepcionaras.

Vuelvo a la carrera y acelero un poco, buscándote. Apenas ha pasado un minuto así que no debería costarme alcanzarte. Sigo adelante durante un par de minutos pero no apareces por ninguna parte y empiezo a ponerme nervioso. Joder, ¿Dónde te has metido?

Desesperado corro a toda velocidad, así que cuando sales de detrás de un árbol, justo delante de mi me pillas totalmente por sorpresa.

—¿Quién eres y por qué me estás siguiendo?

Oigo tu pregunta muy lejos como si la hubieses hecho desde el fondo de una cueva, porque al encararte conmigo solo tengo ojos para tus pechos grandes y ceñidos por un ajustado top.

—Hola, ¿Estás ahí? —insistes divertida.

—Lo siento, la verdad es que solo estaba corriendo, te he visto y ... —joder, normalmente no soy un tipo tan desastroso.

—Has visto mi culo y no has podido evitar seguirlo como un jabalí en celo. —me corriges tú aprovechando la pausa en la carrera para ajustarte la goma que sujeta tu melena castaña en una apretada cola de caballo.

Mi mirada pasa de esa melena y se fija en tus pechos. Con tus brazos levantados lucen aun más atractivos y jugosos. Inmediatamente me doy cuenta de que este es el momento si no hago o digo nada, te perderé para siempre. No te podré volver a seguir sin parecer un pirado así que opto por ser sincero y contarte la cruda realidad.

—La verdad es que  tienes toda la razón, ese culo es como un imán. —digo con total sinceridad— Pero ahora que estamos frente a frente tengo que reconocer que el resto del conjunto no lo desmerecen. Eres realmente hermosa.

Espero una sarta de insultos y quizás un bofetón, pero tú sonríes realmente halagada y te relajas. Durante un momento dudo y me dedico a observarte envidiando la pequeña lágrima de sudor que recorre tu pecho y se cuela juguetona entre tus pechos...

Envidioso tengo que reprimir el instinto de interrumpir el trayecto de esa gota de líquido salado. Solo yo puedo introducirme entre esos pechos. Tú me miras y yo te devuelvo la mirada nervioso sin saber que decir, así que suelto lo primero que se me ocurre.

—¿Sales a correr a menudo a estas horas? —le pregunto.

—La verdad es que es mejor momento. Refresca un poco y hay menos gente.

—Precisamente. ¿No tienes miedo de que un tarado te siga y se aborde con intenciones poco amistosas? —me acerco un poco más obligándote a levantar la vista, pero aun sin tocarte.

Veo como tus pupilas se dilatan un instante y tus músculos se tensan dispuesta a salir corriendo a la primera señal de peligro. Eso me complace. No hay nada que más odie que las mujeres me traten como si fuese un adorable osito de peluche.

—¿Tienes miedo? —te pregunto sabiendo que ese desafío hará que te lo pienses mejor y no huyas.

Me miras a los ojos y tratas de relajarte. Cuando parece que estas a punto de conseguirlo, te rozo el costado con la punta de mis dedos. Un chispazo de estática salta entre los dos y entreabres los labios sorprendida. Yo aprovecho y acerco los míos. Te beso y rozo con mi lengua el interior de tu labio superior antes de retirarme.

Tú te quedas petrificada un instante, dudando de nuevo. Yo no quiero que te escapes. Jugándome el todo por el todo enlazo tu cintura y acercándote a mí te doy un nuevo beso. Esta vez no voy a retirarme; o me lo devuelves o me das un puñetazo y sales corriendo, pero no pienso dejarte escapar sin intentarlo.

Con alivio siento como tus brazos se cuelgan de mi cuello y me devuelves el beso con entusiasmo. ¡Joder! Esto sí que no me lo esperaba. La chica más hermosa que he visto en mi vida está colgada de mi cuello metiéndome la lengua hasta la campanilla.

Te abrazo más estrechamente deseoso de que sientas como mi miembro crece contra tu muslo. Lo notas y mirándome traviesa te frotas contra mi erección.

Un tipo con gafas de pasta negra aparece por el camino paseando a su chucho y nos mira con cara rara. ¡Jódete! —pienso— Esta es mía. Vete a tu casa pelártela como un mandril o a follarte a esa bola de pelo escandalosa.

—Vamos, —dices cogiéndome por la muñeca y tirando de mí fuera del camino— Aquí estamos demasiado a la vista.

Yo te sigo cuesta abajo, en dirección al río. Atravesamos un pequeño parque destinado a los niños y me diriges a un grupo de grandes árboles de corteza lisa y blanca que crecen justo a la orilla del agua.

La brisa fresca del río te pone la piel de gallina y hace que tus pezones hagan relieve en el fino tejido del top. No puedo evitarlo, te acorralo contra uno de los árboles y subiéndote el top, me meto tu pecho en la boca y chupo con fuerza.

Tu gimes y te retuerces unos instantes. Envalentonado, deslizo mis manos por tu cuerpo. Lo exploro, lo tanteo, lo estrujo. Te deseo más de lo que he deseado nada en el mundo.

Suelto tu pecho y te beso de nuevo mientras deslizo mi mano por debajo de la cinturilla de tus leggins. Con satisfacción confirmo que estás tan excitada como yo. Te acaricio el sexo, juego con tu clítoris y meto la punta de mis dedos en tu coño acallando tus gemidos con mis besos.

Tú contraatacas y me estrujas la polla por encima de mis pantalones cortos. Pareces satisfecha con lo que palpas.

Yo estoy cada vez más excitado. No lo puedo retrasar más. De un tirón te bajo los leggins hasta las rodillas y me arrodillo, ansioso por saborear tu sexo.

No me molesto ni en apartar el diminuto tanga y envuelvo tu sexo con los labios. Tú pegas un grito y separas los muslos parar que pueda acceder más profundamente a tu intimidad.

Gritas y me tiras del pelo mientras yo aparto el fino tejido de tu ropa interior y te penetro con la lengua. La muevo en tu interior y saboreo tus flujos mientras acaricio tu clítoris con mi dedo corazón hasta volverte loca de deseo.

 Me yergo y cogiéndote por la coleta te obligo a ponerte de cara al árbol. De un solo golpe alojo mi polla en lo más profundo de tu coño.

Tú gimes y te estremeces. Intentas separar las piernas, pero los leggins arrebujados en torno a tus rodillas te lo impiden y lo único que puedes hacer es girar los tobillos y poner el culo en pompa para que pueda penetrarte más profundamente.

Yo me agarro a tus caderas y empujó con fuerza tirando de tu cola de caballo para mantener todo tu cuerpo en tensión.

No lo puedo creer. Eres una diosa. Tu coño envuelve y abraza mi polla volviéndome loco de placer. Te follo con todas mis fuerzas haciendo que la áspera corteza del árbol arañe tu piel. En ese momento veo un ligero movimiento a mi izquierda y se me ocurre algo.

Me separo y te dejo abrazada al tronco con los leggins por la rodillas y girando tu cara hacia mí con un gesto enfurruñado. Luces deliciosa. Digna de una foto de Helmut Newton...

Ignorándote, me dirijo al parque, concretamente a uno de los columpios. Mientras me observas apoyada en el árbol, yo tiro el columpio varias veces por encima del soporte para acortar las cadenas hasta que el asiento queda más o menos a la altura de mis caderas y me siento con la polla enhiesta.

Nos miramos a los ojos, desafiándonos. Finalmente te quitas los leggins y te acercas a mí con tu sexo a la vista y cuando llegas a mi lado te arrodillas y coges mi polla entre tus manos. La pegas un suave lametazo y yo me estremezco de arriba abajo. Tu sonríes y te la metes en la boca aunque solo unos instantes antes de apartarte. Intento agarrarte por el pelo para obligarte a seguir chupando, pero me evitas y me das la espalda.

Tu culo vuelve a ocupar todo mi campo visual, redondo, terso, vibrante, salvaje. Das dos pasos hacia atrás, te inclinas y empiezas a mover las caderas sobre mi erección. Yo intento cogerte por las caderas, pero rechazas mis manos mientras sigues frotándote contra mí y gimiendo. No lo puedo aguantar más. Lo has conseguido he perdido el control definitivamente.

Con un rugido me levanto y te cojo por la cintura, obligándote a apoyar tu torso sobre el asiento del columpio antes de separar tus cachetes y penetrarte. ¡Dios! ¡Qué alivio! Tú te mueves y gimes y el columpio se bambolea ligeramente.

Agarrado a tu portentoso culo te doy una serie de salvajes empujones tu gritas, cada vez que hundo mi polla en el fondo de tu coño. Eres deliciosa mi polla y todo mi cuerpo se estremece y tengo que retirarme a punto de correrme.

Te das la vuelta y me miras, te agarras a las cadenas y te das impulso antes de abrir las piernas. Nuestros sexos chocan suavemente, tu gimes y sonríes. Te vuelves a dar impulso y yo me cojo la polla y la dirijo a tu coño.  Fallo miserablemente. Mi polla golpea tu clítoris con dureza tu gritas y te estremeces antes de volver a darte impulso. Esta vez bajo un poco la punta y acierto de lleno. Mi miembro resbala fácilmente dentro de ti hincándose hasta el fondo. Tu gritas de nuevo y esta vez soy yo el que te empuja mientras tú giras la cabeza y muerdes la cadena del columpio. Vuelves a caer sobre mi polla y nuestros pubis chocan de nuevo con violencia cuando te penetro.

Jadeas y tus piernas se contraen en un gesto involuntario. Repito el gesto una y otra vez hasta que ambos perdemos el sentido del tiempo. Ya ha anochecido y la oscuridad nos envuelve. Tus gemidos se hacen más intensos y se unen al rumor del agua que corre a pocos metros y a la multitud de animales que aprovechan la oscuridad de la noche para emitir sus cantos de amor.

Ansioso dejo de empujarte y te cojo por las caderas y empiezo a follarte con más intensidad. Tú te abrazas a mi cuello y clavas tus ojos en mí. Tu rostro es la viva imagen de la satisfacción. Tus ojos claros y grandes están muy abiertos, tu nariz se dilata intentando coger aire y tu boca semiabierta me muestra tus dientes pequeños y blancos como perlas.

Sin dejar de entrar en ti acerco mi boca y te beso. Nuestras lenguas se juntan y pelean sin descanso. El sabor dulce e intenso de tu boca me excita aun más. Tu cuerpo se estremece y tú te agarras a las cadenas como puedes hasta que no puedes aguantar más y un orgasmo te asalta. Te sujeto cuando sueltas las cadenas para evitar que caigas mientras sigo penetrando tu cuerpo estremecido hasta que sin poder aguantar más me separo y me corro sobre tu vientre.

Me miras mientras jugueteas con el semen que cubre tu vientre. Dándote la mano te ayudo a levantarte y nos besamos de nuevo. Esta vez, con nuestros instintos satisfechos, la urgencia ha desaparecido y nos tomamos un poco más de tiempo para saborearnos y acariciarnos antes de volver a ponernos la ropa.

Observo tu culo desaparecer dentro de los leggins sin poder evitar un suspiro de nostalgia. Sé tan bien como tú que esto probablemente nunca se volverá a repetir.

Han pasado cuatro días y aun me despierto con tu sabor en la boca. He vuelto al parque todos los días después del... encontronazo. Todos los días te cruzas conmigo o te adelanto. Tú me sonríes, incluso en una ocasión me guiñas un ojo, pero no te paras, así que te correspondo y me limito a observar tu cuerpo elástico y tu paso felino y tengo que reprimirme para no agarrarte y llevarte a rastras a la maleza y explorar todos tus agujeros, pero tú mirada tiene algo inequívoco. Una especie de gesto que me impide intentar acercarme siquiera.

A pesar de todo, no por eso dejo de salir puntualmente cada atardecer, solo para verte y dejar que el movimiento de tus caderas me evoque  tu cuerpo estremeciéndose entre mis brazos y quizás un día de estos cambies de opinión... ¿Quién sabe?  

Mas de Alex Blame

Rozando el Paraíso 7

Rozando el Paraíso 6

Rozando el Paraíso 5

Rozando el Paraíso 4

Rozando el Paraíso 3

Rozando el Paraíso 2

Rozando el Paraíso 1

El Roast de Adolf Hitler 12

El Roast de Adolf Hitler 11

El Roast de Adolf Hitler 10

El Roast de Adolf Hitler 9

El Roast de Adolf Hitler 8

El Roast de Adolf Hitler 7

El Roast de Adolf Hitler 6

El Roast de Adolf Hitler 5

El Roast de Adolf Hitler 4

El Roast de Adolf Hitler 3

El Roast de Adolf Hitler 2

El Roast de Adolf Hitler 1

La Verdadera Historia del Inquisdor Ortuño

Las colinas de Komor XLI

Las colinas de Komor XL

Las colinas de Komor XXXIX

Las colinas de Komor XXXVIII

Las colinas de Komor XXXVII

Las colinas de Komor XXXVI

Las colinas de Komor XXXV

Las colinas de Komor XXXIV

Las colinas de Komor XXXIII

Las colinas de Komor XXXII

Las colinas de Komor XXXI

Las colinas de Komor XXX

Las colinas de Komor XXIX

Las colinas de Komor XXVIII

Las colinas de Komor XXVII

Atrapada Nina. Capítulo final

Las colinas de Komor XXVI

Atrapada Nina Capítulo 23

Las colinas de Komor XXV

Atrapada Nina Capítulo 22

Las colinas de Komor XXIV

Atrapada Nina Capítulos 20 y 21

Las colinas de Komor XXIII

Las colinas de Komor XXII

Atrapada Nina Capítulo 18 y 19

Las colinas de Komor XXI

Atrapada Nina Capítulo 17

Las colinas de Komor XX

Atrapada Nina Capítulo 16

Las colinas de Komor XIX

Atrapada Nina Capítulo 15

Las colinas de Komor XVIII

Atrapada Nina Capítulo 14

Las colinas de Komor XVII

Atrapada Nina Capítulo 13

Las colinas de Komor XVI

Atrapada Nina Capítulo 12

Las colinas de Komor XV

Atrapada Nina Capítulos 10 y 11

Las colinas de Komor XIV

Atrapada Nina Capítulo 9

Las colinas de Komor XIII

¡está viva!

Atrapada Nina Capítulo 8

Las colinas de Komor XII

Atrapada Nina Capítulo 7

Las colinas de Komor XI

Un buen profesional

Atrapada Nina Capítulo 6

Las colinas de Komor XI

Atrapada Nina Capítulo 5

Las colinas de Komor IX

Atrapada Nina Capítulo 4

Las colinas de Komor VIII

Atrapada Nina Capítulo 3

Las colinas de Komor VII

Atrapada Nina Capítulo 2

Las colinas de Komor VI

Atrapada Nina Capítulo 1

Las colinas de Komor V

Las colinas de Komor IV

Las colinas de Komor III

Las colinas de Komor II

Las colinas de Komor I

Las Colinas de Komor

La Llamada

Valentina

El cuerpo

En la Oscuridad

Una Mujer de Verdad

Redencion XIV

Redencion XIII

Redencion XII

Redencion XI

Redencion X

Redencion IX

Redencion VIII

Redencion VII

Redención VI

Redención V

La Fiesta de Halloween

Redención IV

Redención III

Redención II

Redención I

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo Final

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 23

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 22

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 21

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 20

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 19

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 18

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 17

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 16.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 15.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 14.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 13.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 12.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 11.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 10.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 9.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 8.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 7.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 6.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 5.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 4.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 3.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 2.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 1.

Smallbird y el enamoraputas. Capítulo 18.

Smallbird y el enamoraputas. Capítulo 17

Polvo de Estrellas

Smallbird y el enamoraputas. Capítulo 16

Smallbird y el enamoraputas. Capítulo 15

Smallbird y el enamoraputas. Capítulo 14

Smallbird y el enamoraputas. Capítulo 13

El Último vuelo del Electra

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 12

El Último Vuelo del Electra: Cap 11

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 11

El Último Vuelo del Electra: Cap 9 y 10

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 10

El Último Vuelo del Electra: Cap 7 y 8

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 9

El Último Vuelo del Electra: Cap 5 y 6

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 8

El Último Vuelo del Electra: Cap 4

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 7

El Último Vuelo del Electra: Cap 2 y 3

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 6

El Último Vuelo del Electra: Cap 1

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 5

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 4

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 3

Una Vendimia Diferente

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 2

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 1

¡Suplica!

La Feria de fenómenos del Doctor Lasko

Dynamo

Arde París

La Reina del Baile

Supercalientes 2016

Clase Magistral

Moonlight

Hercules. Relato Completo.

Hercules. Epílogo.

Hercules. Capítulo 32. El Borde del Precipicio.

Hércules. Capítulo 31. La verdad duele.

Hércules. Capítulo 30. La Caja.

Hércules. Capítulo 29. Amor Griego.

Hércules. Capítulo 29. Una Clase de Historia.

Hércules. Capítulo 27. Capitulación.

Hércules. Capítulo 26. Arabela Planta Cara.

Hércules. Capítulo 25. Duelo de Voluntades.

Hércules. Capítulo 24. Pico y Pala.

Hércules.Capítulo 23.La Libertad Guiando al Pueblo

Hércules. Capítulo 22. El Corazón de Afrodita.

Hércules. Capítulo 21. El Club Janos.

Hércules. Capítulo 20. Un Nuevo Jugador.

Hércules. Capítulo 19. Joanna.

Hércules. Capítulo 18. Primera Misión.

Hércules. Capítulo 17. Adiestramiento.

Hércules. Capítulo 16. Un nuevo Hogar.

Hércules. Capítulo 15. El juicio.

Hércules. Capítulo 14. El Ángel Negro.

Hércules. Capítulo 13. Entre rejas.

Hércules. Capítulo 12. Detención.

Hércules. Capítulo 11. Furia Ciega.

Hércules. Capítulo 10. Siguiendo el rastro.

Hércules. Capítulo 9. Amor cruel.

Hércules. Capítulo 8. Tierra Prometida.

Hércules. Capítulo 7. De Compras.

Hércules. Capítulo 6. Akanke.

Hércules. Capítulo 5. Un buen partido.

Hércules. Capítulo 4. La Venganza de Hera.

Amor en Yavin

Hércules. Capítulo 2. La rendición de Diana

Hércules. Capítulo 2. La muerte de Piper

Hércules. Capítulo 1. El capricho de Zeus.

Leia entre asteroides.

Hércules. Índice y guía de personajes.

Hércules. Prólogo

En la estrella de la muerte

Cuento de Navidad. Cuarta parte.

Cuento de Navidad. Tercera parte.

Cuento de Navidad. Segunda parte.

Cuento de Navidad. Primera parte.

El tatuaje: Vero

El gato y el ratón

Velocidad de Escape

Primera Sangre. Parte 1-

Primera Sangre. Parte 3

Primera Sangre. Parte 2

World Wildlife Zombie XXIII

World Wildlife Zombie. Epílogo.

World Wildlife Zombie XXII

World Wildlife Zombie XXI

World Wildlife Zombie XX

Odio a mi vecina

World Wildlife Zombie XIX

World Wildlife Zombie XVIII

World Wildlife Zombie XVII

World Wildlife Zombie XVI

La diPUTAda

World Wildlife Zombie XV

El sustituto

World Wildlife Zombie XIV

World Wildlife Zombie XIII

World Wildlife Zombie XII

World Wildlife Zombie XI

World Wildlife Zombie X

Hielo y Fuego

La Tormenta

World Wildlife Zombie IX

World Wildlife Zombie VIII

World Wildlife Zombie VII

World Wildlife Zombie VI

World Wildlife Zombie V

World Wildlife Zombie IV

World Wildlife Zombie III

World Wildlife Zombie II

World Wildlife Zombie

La joven de la curva 10

La joven de la curva 9

La joven de la curva 8

La joven de la curva 7

La joven de la curva 6

La joven de la curva 5

La joven de la curva 4

La joven de la curva 3

La joven de la curva 2

La joven de la curva 1

Thriller

Teniente Smallbird 6ª y última parte

Teniente Smallbird 5ª parte

Teniente Smallbird 4ª parte

Teniente Smallbird 3ª parte

Teniente Smallbird 2ª parte

Teniente Smallbird 1ª parte

La princesa blanca Epílogo.

La princesa blanca 25

La princesa blanca 24

La princesa blanca 23

La princesa blanca 22

La princesa blanca 21

La princesa blanca 20

La princesa blanca 19

La princesa blanca 18

La princesa blanca 17

La princesa blanca 16

La princesa blanca 15

Los veinticuatro minutos de Le Mans.

La princesa blanca 14

La princesa blanca 13

La princesa blanca 12

La princesa blanca 11

La princesa blanca 10

La princesa blanca 9

La princesa blanca 8

La princesa blanca 7

La princesa blanca 6

La princesa blanca 5

La princesa blanca 3

La princesa blanca 4

Ratón de biblioteca

La princesa blanca 2

La princesa blanca 1

Miss Cojones

Jane XII

El pecado de Emma

Fauna peninsular,me río por no llorar 4. Fasmidos

Jane XI

Jane X

Jane IX

Faunapeninsular,me río por no llorar3.El escorpión

Fauna peninsular,me rio por no llorar.2 El buitre

Nadie te conoce como tu hija

Jane VIII

Fauna peninsular,me rio por no llorar.1:El pulpo.

Jane VII

El habano

La cabeza del mono (10)

La cabeza del Mono (9)

La cabeza del mono (8)

Jane VI

La cabeza del mono (7)

La cabeza del mono (6)

Jane V

La cabeza del mono (5)

La cabeza del mono (4)

La cabeza del mono (3)

Jane IV

La cabeza del mono (2)

Jane I y II

Jane III

La cabeza del mono (1)

El confesionario

Jane II

Jane I

Bluetooth 3ª Parte

Bluetooth 2ª Parte

Bluetooth 1ª Parte

El calendario

Una vendimia diferente

Navidad de cuero

Supervivencia

La pequeña Savannah

La Colaboracionista

Misterio en la granja

Groom Lake

La Revisión

Romeo y Julieta

Hermana... mía.

La Final cap1

El Míster

Verano del 44

Enemigo público V

Desafío Extremo

Enemigo publico IV

El edredón

Enemigo publico 3

Enemigo público

El tatuaje

Historias de la B. La heroína

Enemigo Público II

El Leñador

Enemigo público