miprimita.com

El Roast de Adolf Hitler 11

en MicroRelatos

11. Verdugo

Heydrich se levanta al instante de ser nombrado e irguiéndose recto como si le hubiesen metido por el culo el mango de una escoba, choca sonoramente los tacones de sus botas de montar y levantado el brazo derecho emite un sonoro ¡Heil Hitler! que hace que todos los asistentes se encojan de miedo, salvo Adolf, que no puede evitar una sonrisa de admiración y satisfacción.

Con paso firme se acerca al estrado. Su porte es tan seductor como el de Stauffenberg o incluso más, pero en vez de suspiros de admiración, su mirada helada hace que todos los presentes se revuelvan temerosos, como si todos sus secretos estuviesen a la vista de aquellos penetrantes ojos de águila gótica.

—Veo muchos rostros culpables entre el público. Quizás debería hacer una encuesta detenida entre todos vosotros y limpiar este plató de sangre judía y subversiva, empezando por ese pigmeo negro y degenerado que acaba de abandonar el estrado, pero supongo que no es el día. Hoy es el día de hablar del hombre que más he admirado en mi vida... y también en mi muerte. Siempre he estado dispuesto a todo por ti, mi Führer y lo demostré dando mi vida por ti... Y volvería hacerlo sin dudar. ¡Heil Hitler! —grita de nuevo haciendo que todos los presentes salten como conejitos asustados en sus asientos.

—Sí, porque todos se han dedicado a despellejarte a pesar de que hasta el último momento se dedicaron a darte coba y a engañarte. ¿Verdad, mariscales? Siempre me habéis recordado a  esos personajes de las obras de Shakespeare, esos que hacen el trabajo sucio del protagonista justo hasta que se vuelven las tornas y entonces sin dudar llegan los navajazos traperos. —dice y mira hacia Göring, Keitel y Paulus que se mantienen impertérritos como si las palabras de Heydrich no fueran con ellos— La verdad es que estáis casi todos, hasta ese mono georgiano, pero me falta ese hijoputa cizañero de Bormann. Por cierto, ¿Dónde está? No le veo por aquí.

—En fin, creo que estoy perdiendo el hilo, volvamos a mi discurso... La verdad es que siempre te he admirado y siempre he puesto lo mejor de mí para servirte, organizando los entretenimientos nocturnos del partido nazi como la noche de los cristales rotos y la de los cuchillos largos gracias a la cual, conseguiste el poder absoluto e indiscutido. Incluso hasta en mi último cargo como Protector de Bohemia y Moravia lo di todo por la causa, mi vida incluida. Y tengo que reconocer que en todos los cargos que he detentado siempre te he tenido como mi única figura a imitar. Tus discursos me inspiraban y me emocionaban. Toda aquella parafernalia de oficiales SS andando al paso de la oca, empuñando antorchas y quemando literatura degenerada. Y es que siempre me ha fascinado el poder de tu oratoria. Solo con la fuerza de tus palabras conseguiste que una nación entera se lanzase sonriendo a un suicidio seguro como si de lemmings se tratara.

Lástima que escribiendo no fueses tan bueno. Para lo único que servía el Mein Kampf era para apilarlo a la puerta de los refugios antiaéreos cuando se acababan los sacos de arena. Aunque tengo que reconocer que la idea de que toda pareja recién casada recibiese uno por ley, fue un toque digno de un cerebro maquiavélico como el tuyo. ¿Cuántos millones ganaste en derechos de autor? No me lo puedo ni imaginar.

—Además siempre te he considerado mi alma gemela. Porque tenemos que reconocer que nuestras vidas son bastante paralelas. Tu usabas el pincel con maestría yo tocaba el piano bastante bien, siempre que tuviese todas las cuerdas. —dice señalando al Coronel Stauffenberg— Ambos teníamos antepasados judíos que nos vimos obligados a enterrar. Tuve que apretarle bien los tornillos a Canaris para evitar que los míos salieran a la luz, supongo que tu harías lo mismo con tu primo.

—También ambos iniciamos la carrera militar, aunque la abandonamos por nuestro único amor, el Partido Nacional Socialista. ¡Heil Hitler! —grita de nuevo provocando un nuevo sobresalto en el respetable— Nunca agradeceré lo suficiente que aquel cochino santurrón de Raeder* me echase de la marina. A tu lado aprendí todo lo que sé. Aunque por mucho que lo intente, jamás llegaré a emularte. No hay ni habrá nadie tan frío, ladino y manipulador, tan resuelto a llevar sus creencias hasta las últimas consecuencias y a sumir al mundo en el caos esperando resurgir como un fénix de las llamas de la destrucción. Lástima que lo único que resultó de tu cremación fuese una calavera carbonizada.

—Y fue una lástima, porque estuvimos a punto de ganar y no por medio de los bombarderos de ese gordo pomposo, —dice señalando a Göring— ni por los tanques de ese correveidile. —esta vez el señalado es Keitel— ni los cacareados supersoldados de ese moñas —dice  desplazando su dedo hasta apuntar a Himmler—  Ni siquiera Raeder, con su flota de submarinos consiguió estar tan cerca de hacer hincar la rodilla a es gordo borracho de Churchill; fui yo y mi ejército de falsificadores. Introdujimos millones de libras falsas tan perfectas que hasta llegaban a colar en el Banco de Inglaterra. Si hubiésemos sido un poco más insistentes podríamos haber hundido la libra esterlina y  hubiésemos dejado a Churchill y a sus secuaces en bolas.

—Pero entonces Bormann empezó a verse amenazado por mi presencia. No le gustaba nada la cantidad de poder que estaba acumulando y te comió la oreja hasta que logró que me enviases a Checoslovaquia. A mí me lo vendió como si fuese una gran oportunidad de demostrar mis dotes de organización y entonces un par de inútiles con esas mierdas de Sten** y explosivos caseros tuvieron un golpe de suerte y me hirieron. Tú me llamaste inmediatamente y me dijiste que no me fiase de ningún médico checo, que me enviarías inmediatamente un perfecto y fiable medico de las SS. Yo confié en ti pero tengo la sensación de que Bormann demoró el envió del médico lo suficiente hasta que fue demasiado tarde.

—Tu reacción ante mi muerte fue realmente enternecedora. Nunca creí que me tuvieses en tan alta estima. Llevaste mi cuerpo a la cancillería y lo cargaste de tanta chatarra que si me hubieses tirado al Elba me hubiese hundido como una piedra, incluso habías planeado un fastuoso panteón en mi memoria, pero lo que me llegó al corazón fue la eliminación de todos los habitantes del pueblo de Lídice. Da igual que no tuviesen nada que ver con mi atentado, eso fue un gesto de amor que ni en esta mierda de infierno olvidaré jamás.

—Para terminar, solo decir que por mucho que los aliados hayan intentado borrar tu memoria, todo lo que tu creaste produce un morbo y una fascinación en la gente que hace que nunca serás olvidado sin contar con que siempre hay una panda de gilipollas dispuestos a creer tus discursos, negar todas las burradas que hicimos y estar dispuestos a luchar hasta la muerte por el advenimiento de un Cuarto Reich.

Reinhard da por terminado el discurso con un nuevo taconazo y varios ¡Sieg Heil! que hace que alguno de los espectadores se cague encima. Tras terminar saluda a Hitler y vuelve a su asiento sin poder evitar una mirada de odio y asco a Sammy que se acerca de nuevo al atril.

—Gracias, Reinhard. —dice Sammy sonriendo y dando una calada a su cigarro— Esa mirada ha hecho que un escalofrío de placer recorra mi rabadilla. Si quieres quedamos un poco más tarde. Por cierto, querido Reinhard, igual estas confuso tras tanto tiempo muerto, pero igual se nos olvidó decírtelo. Esta pequeña reunión era para poner a parir al invitado, no para hacerle la ola. Sí hubiésemos querido halagos hubiésemos llamado a ese lameculos paticorto y chillón de Goebbels.

En fin, supongo que ningún programa sale exactamente como te esperas, aun así seguro que nuestro anfitrión, después de escuchar los discursos de sus amigos, se muere por dar la réplica. Con todos ustedes el anfitrión de esta reunión de amiguetes. Adelante, Adolf. Suelta uno de tus discursitos y no te cortes.

*Erich Raeder Almirante a cargo de la Marina Alemana hasta que fue sustituido por Donitz en 1943. Fue el que acabó con la carrera de Heydrich en la marina por conducta impropia en 1931.<<

**Fusil ametrallador de bajo coste que los ingleses fabricaron en gran cantidad y repartieron por todos los grupos de resistencia de los países ocupados. Famosa por su diseño tosco y su poca fiabilidad, la llegaron a apodar como la pesadilla del fontanero o el aborto del fontanero.<<

 

Mas de Alex Blame

Rozando el Paraíso 7

Rozando el Paraíso 6

Rozando el Paraíso 5

Rozando el Paraíso 4

Rozando el Paraíso 3

Rozando el Paraíso 2

Rozando el Paraíso 1

El Roast de Adolf Hitler 12

El Roast de Adolf Hitler 10

El Roast de Adolf Hitler 9

El Roast de Adolf Hitler 8

El Roast de Adolf Hitler 7

El Roast de Adolf Hitler 6

El Roast de Adolf Hitler 5

El Roast de Adolf Hitler 4

El Roast de Adolf Hitler 3

El Roast de Adolf Hitler 2

El Roast de Adolf Hitler 1

La Verdadera Historia del Inquisdor Ortuño

Las colinas de Komor XLI

Las colinas de Komor XL

Las colinas de Komor XXXIX

Las colinas de Komor XXXVIII

Las colinas de Komor XXXVII

Las colinas de Komor XXXVI

Las colinas de Komor XXXV

Las colinas de Komor XXXIV

Las colinas de Komor XXXIII

Las colinas de Komor XXXII

Las colinas de Komor XXXI

Las colinas de Komor XXX

Las colinas de Komor XXIX

Las colinas de Komor XXVIII

Las colinas de Komor XXVII

Atrapada Nina. Capítulo final

Las colinas de Komor XXVI

Atrapada Nina Capítulo 23

Las colinas de Komor XXV

Atrapada Nina Capítulo 22

Las colinas de Komor XXIV

Atrapada Nina Capítulos 20 y 21

Las colinas de Komor XXIII

Las colinas de Komor XXII

Atrapada Nina Capítulo 18 y 19

Las colinas de Komor XXI

Atrapada Nina Capítulo 17

Las colinas de Komor XX

Atrapada Nina Capítulo 16

Las colinas de Komor XIX

Atrapada Nina Capítulo 15

Las colinas de Komor XVIII

Atrapada Nina Capítulo 14

Las colinas de Komor XVII

Atrapada Nina Capítulo 13

Las colinas de Komor XVI

Atrapada Nina Capítulo 12

Las colinas de Komor XV

Atrapada Nina Capítulos 10 y 11

Las colinas de Komor XIV

Atrapada Nina Capítulo 9

Las colinas de Komor XIII

¡está viva!

Atrapada Nina Capítulo 8

Las colinas de Komor XII

Atrapada Nina Capítulo 7

Las colinas de Komor XI

Atrapada Nina Capítulo 6

Un buen profesional

Las colinas de Komor XI

Atrapada Nina Capítulo 5

Las colinas de Komor IX

Atrapada Nina Capítulo 4

Las colinas de Komor VIII

Atrapada Nina Capítulo 3

Las colinas de Komor VII

Atrapada Nina Capítulo 2

Las colinas de Komor VI

Atrapada Nina Capítulo 1

Las colinas de Komor V

Las colinas de Komor IV

Las colinas de Komor III

Running, deporte de contacto

Las colinas de Komor II

Las colinas de Komor I

Las Colinas de Komor

La Llamada

Valentina

El cuerpo

En la Oscuridad

Una Mujer de Verdad

Redencion XIV

Redencion XIII

Redencion XII

Redencion XI

Redencion X

Redencion IX

Redencion VIII

Redencion VII

Redención VI

Redención V

La Fiesta de Halloween

Redención IV

Redención III

Redención II

Redención I

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo Final

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 23

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 22

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 21

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 20

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 19

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 18

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 17

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 16.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 15.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 14.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 13.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 12.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 11.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 10.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 9.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 8.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 7.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 6.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 5.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 4.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 3.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 2.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 1.

Smallbird y el enamoraputas. Capítulo 18.

Smallbird y el enamoraputas. Capítulo 17

Polvo de Estrellas

Smallbird y el enamoraputas. Capítulo 16

Smallbird y el enamoraputas. Capítulo 15

Smallbird y el enamoraputas. Capítulo 14

Smallbird y el enamoraputas. Capítulo 13

El Último vuelo del Electra

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 12

El Último Vuelo del Electra: Cap 11

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 11

El Último Vuelo del Electra: Cap 9 y 10

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 10

El Último Vuelo del Electra: Cap 7 y 8

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 9

El Último Vuelo del Electra: Cap 5 y 6

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 8

El Último Vuelo del Electra: Cap 4

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 7

El Último Vuelo del Electra: Cap 2 y 3

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 6

El Último Vuelo del Electra: Cap 1

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 5

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 4

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 3

Una Vendimia Diferente

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 2

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 1

¡Suplica!

La Feria de fenómenos del Doctor Lasko

Dynamo

Arde París

La Reina del Baile

Supercalientes 2016

Clase Magistral

Moonlight

Hercules. Relato Completo.

Hercules. Capítulo 32. El Borde del Precipicio.

Hercules. Epílogo.

Hércules. Capítulo 31. La verdad duele.

Hércules. Capítulo 30. La Caja.

Hércules. Capítulo 29. Amor Griego.

Hércules. Capítulo 29. Una Clase de Historia.

Hércules. Capítulo 27. Capitulación.

Hércules. Capítulo 26. Arabela Planta Cara.

Hércules. Capítulo 25. Duelo de Voluntades.

Hércules. Capítulo 24. Pico y Pala.

Hércules.Capítulo 23.La Libertad Guiando al Pueblo

Hércules. Capítulo 22. El Corazón de Afrodita.

Hércules. Capítulo 21. El Club Janos.

Hércules. Capítulo 20. Un Nuevo Jugador.

Hércules. Capítulo 19. Joanna.

Hércules. Capítulo 18. Primera Misión.

Hércules. Capítulo 17. Adiestramiento.

Hércules. Capítulo 16. Un nuevo Hogar.

Hércules. Capítulo 15. El juicio.

Hércules. Capítulo 14. El Ángel Negro.

Hércules. Capítulo 13. Entre rejas.

Hércules. Capítulo 12. Detención.

Hércules. Capítulo 11. Furia Ciega.

Hércules. Capítulo 10. Siguiendo el rastro.

Hércules. Capítulo 9. Amor cruel.

Hércules. Capítulo 8. Tierra Prometida.

Hércules. Capítulo 7. De Compras.

Hércules. Capítulo 6. Akanke.

Hércules. Capítulo 5. Un buen partido.

Hércules. Capítulo 4. La Venganza de Hera.

Amor en Yavin

Hércules. Capítulo 2. La rendición de Diana

Hércules. Capítulo 2. La muerte de Piper

Leia entre asteroides.

Hércules. Capítulo 1. El capricho de Zeus.

Hércules. Índice y guía de personajes.

Hércules. Prólogo

En la estrella de la muerte

Cuento de Navidad. Cuarta parte.

Cuento de Navidad. Tercera parte.

Cuento de Navidad. Segunda parte.

Cuento de Navidad. Primera parte.

El tatuaje: Vero

El gato y el ratón

Velocidad de Escape

Primera Sangre. Parte 1-

Primera Sangre. Parte 3

Primera Sangre. Parte 2

World Wildlife Zombie XXIII

World Wildlife Zombie. Epílogo.

World Wildlife Zombie XXII

World Wildlife Zombie XXI

World Wildlife Zombie XX

Odio a mi vecina

World Wildlife Zombie XIX

World Wildlife Zombie XVIII

World Wildlife Zombie XVII

World Wildlife Zombie XVI

La diPUTAda

World Wildlife Zombie XV

El sustituto

World Wildlife Zombie XIV

World Wildlife Zombie XIII

World Wildlife Zombie XII

World Wildlife Zombie XI

World Wildlife Zombie X

Hielo y Fuego

La Tormenta

World Wildlife Zombie IX

World Wildlife Zombie VIII

World Wildlife Zombie VII

World Wildlife Zombie VI

World Wildlife Zombie V

World Wildlife Zombie IV

World Wildlife Zombie III

World Wildlife Zombie II

World Wildlife Zombie

La joven de la curva 10

La joven de la curva 9

La joven de la curva 8

La joven de la curva 7

La joven de la curva 6

La joven de la curva 5

La joven de la curva 4

La joven de la curva 3

La joven de la curva 2

La joven de la curva 1

Thriller

Teniente Smallbird 6ª y última parte

Teniente Smallbird 5ª parte

Teniente Smallbird 4ª parte

Teniente Smallbird 3ª parte

Teniente Smallbird 2ª parte

Teniente Smallbird 1ª parte

La princesa blanca Epílogo.

La princesa blanca 25

La princesa blanca 24

La princesa blanca 23

La princesa blanca 22

La princesa blanca 21

La princesa blanca 20

La princesa blanca 19

La princesa blanca 18

La princesa blanca 17

La princesa blanca 16

La princesa blanca 15

Los veinticuatro minutos de Le Mans.

La princesa blanca 14

La princesa blanca 13

La princesa blanca 12

La princesa blanca 11

La princesa blanca 10

La princesa blanca 9

La princesa blanca 8

La princesa blanca 7

La princesa blanca 6

La princesa blanca 5

La princesa blanca 3

La princesa blanca 4

Ratón de biblioteca

La princesa blanca 2

La princesa blanca 1

Miss Cojones

Jane XII

El pecado de Emma

Fauna peninsular,me río por no llorar 4. Fasmidos

Jane XI

Jane X

Jane IX

Faunapeninsular,me río por no llorar3.El escorpión

Fauna peninsular,me rio por no llorar.2 El buitre

Nadie te conoce como tu hija

Jane VIII

Fauna peninsular,me rio por no llorar.1:El pulpo.

Jane VII

El habano

La cabeza del mono (10)

La cabeza del Mono (9)

La cabeza del mono (8)

Jane VI

La cabeza del mono (7)

La cabeza del mono (6)

Jane V

La cabeza del mono (5)

La cabeza del mono (4)

La cabeza del mono (3)

Jane IV

La cabeza del mono (2)

Jane I y II

Jane III

La cabeza del mono (1)

El confesionario

Jane II

Jane I

Bluetooth 3ª Parte

Bluetooth 2ª Parte

Bluetooth 1ª Parte

El calendario

Una vendimia diferente

Navidad de cuero

Supervivencia

La pequeña Savannah

La Colaboracionista

Misterio en la granja

Groom Lake

La Revisión

Romeo y Julieta

Hermana... mía.

La Final cap1

El Míster

Verano del 44

Enemigo público V

Desafío Extremo

Enemigo publico IV

El edredón

Enemigo publico 3

Enemigo público

El tatuaje

Historias de la B. La heroína

Enemigo Público II

El Leñador

Enemigo público