miprimita.com

Atrapada Nina Capítulo 8

en Grandes Series

8

 

—Tienes una pinta que da pena. —dijo Paula nada más atravesar la puerta del gimnasio— ¿Te has pasado toda la noche follando con ese abogado?

—Que va, mucho peor, estuve follando con mi marido. —respondió Nina sin pensar.

—¿Cómo?

—No te imaginas lo vividas que pueden llegar a ser las pesadillas, no he podido pegar ojo en toda la noche.

La estruendosa risa de Paula estalló haciendo que todos los presentes volviesen la cara hacia ellas, interrumpiendo la clase de zumba.

—No se te puede decir nada. No te tomas nada en serio. —dijo Nina un poco enfadada— Me paso toda la noche en vela y lo único que haces es reírte.

—Es cierto. —se disculpó Paula acercándose— Perdóname, cariño. Tienes razón. La verdad es que he sido una zorra insensible...

Paula le acarició el brazo y se acercó a ella un poco más, hasta que sus cuerpos se tocaron. La mirada de su amiga la alertó y Nina se retiró un paso.

—No desperdicias ninguna ocasión, ¿Eh? —dijo Nina con una mueca.

—Y tú, ¿Cuándo te darás cuenta de que los hombres son todos iguales y que ninguno te merece?

Esta vez fue Nina la que se rio. Su amiga era incorregible. Nunca se rendiría. A veces pensaba que estaba abusando un poco de la atracción que Paula sentía por ella, pero no se imaginaba la vida sin su amiga y menos en aquellas circunstancias.

Cogiéndola por los hombros, Nina le dio un beso en la mejilla y la llevó hasta la zona de los aparatos. Aquella mañana se concentró solo en los ejercicios. Trabajó su cuerpo sin descanso, intentando no pensar. El sudor empapaba su cuerpo y le hacía cosquillas, excitándola y ella empujaba más fuerte, corría más rápido, tiraba con más violencia aunque solo consiguió que el sudor corriese con profusión, humedeciendo sus mayas y haciendo que se pegasen a su cuerpo y le irritasen al piel. Eso de tener el corazón de piedra se le estaba dando muy mal.

Paula le miraba el cuerpo sin disimulo y la irritaba con gestos procaces. Ella cerraba los ojos, le hacía un corte de mangas y seguía con su ejercicio, con la esperanza de estar tan cansada cuando terminase que no le quedasen energías ni para pensar.

Se ducharon rápidamente y Nina se disculpó por no poder quedarse a tomar un café, tenía una cita en menos de media hora.

El cerrajero ya había llegado y sin esperar a que llegase había empezado a trabajar. Estaba agachado inspeccionando la cerradura, mostrando una buena porción de la raja de su culo mientras lo hacía. En cualquier otra circunstancia le hubiese causado asco, pero no sabía por qué, aquella visión le había excitado.

Al oír sus pasos el hombre se irguió. Era alto y rechoncho, con el rostro vulgar y una nariz grande y bulbosa. Le dio una mano de dedos gruesos y el tamaño de una calabaza, Nina se la estrechó sintiéndola cálida y ligeramente sudorosa.

—Buenos días, siento haber llegado un poco tarde. —se disculpó Nina con una sonrisa.

—No pasa nada, —respondió él—en realidad yo me he adelantado.

Nina abrió la puerta y el hombre en seguida empezó a hurgar en su caja de herramientas, buscando el material necesario para hacer el trabajo.

—Así que quiere cambiar la cerradura. ¿Algún problema?

—No, solo un exmarido gilipollas que no quiero que vuelva a entrar en esta casa.

—¡Ah! Bueno, su marido debe estar loco si la ha dejado. —dijo el hombre agachándose sobre la caja de herramientas y echándole una fugaz mirada a Nina.

—¿Cómo sabe que no he sido yo la que le ha dado la patada? —preguntó ella airada.

—¡Oh! Yo... Lo siento, era una forma de hablar. No era mi intención dar nada por supuesto.

—No es nada. Estás disculpado, es obvio que no es mi mejor momento y estoy un poco picajosa.

—En realidad es una buena idea lo que está haciendo. No se imagina la de problemas que se evitarían si todas las mujeres cambiarais las cerraduras cuando termináis una relación.—añadió el hombre a la vez que le echaba una nueva mirada que Nina se esforzó por ignorar.

Tras la conversación, el cerrajero se concentró en su tarea. Nina le observó trabajar. Parecía mentira que aquellas manos grandes de dedos rechonchos pudiesen trabajar con aquella precisión. Su mente divagó y cómo no, acabó pensando en que sentiría teniéndolas sobre su cuerpo. Amasando sus pechos y penetrando en la ranura de su vagina. Tenía que hacérselo mirar.

—Bueno, todo listo. —dijo el hombre colocando el nuevo bombín y dándole el juego de llaves.

Cuando le pagó, el hombre frunció el ceño y le miró de forma rara como si supiese en lo que estaba pensando. Juraría que había estado a punto de decir algo, pero finalmente cerró la boca y recogiendo rápidamente, cerró la caja de herramientas y con un saludo incómodo se alejó en dirección al ascensor.

Había terminado de comer cuando recibió una llamada de Bianca:

—Ese marido que tienes es un auténtico hijo de puta. —dijo la abogada sin saludar siquiera.

—¿Qué ha pasado ahora?—preguntó Nina temiendo un nuevo golpe.

—El tipo no es tan incompetente como parece. Según mis peritos había una razón para tanto desorden. Tu marido ha estado escamoteando dinero de la empresa y haciéndolo desaparecer, mis hombres suponen que en algún paraíso fiscal.

—¡Joder! ¿Y ahora qué hacemos?

—Entiendo que tú no sabías nada de esto.

—Claro que no. —respondió Nina— Ese cabrón estaba hundiendo la empresa que fundó con el dinero de mi padre y solo para quedarse con el dinero. ¿Cuánto ha robado?

—Es difícil de decir, probablemente entre doscientos mil y trescientos cincuenta mil euros.

—¿Hay alguna forma de recuperarlos?

—No sin que te veas implicada. Al parecer desviaba los contratos que conseguía en el extranjero ya que ese dinero casi nunca llegaba a España. Si le acusamos de evasión de capitales, podrían acusarte a ti también de complicidad.

—Pero yo no sabía nada. —dijo Nina al borde de las lágrimas.

—Lo que no impediría que te vieses obligada a demostrar tu inocencia ante un jurado y eso siempre es una lotería.

—Mierda, ese cabrón me la he vuelto a jugar. ¿Qué podemos hacer ahora?

—Voy a hablar con su abogado y jugarme un farol. Lo amenazaré con contar todo lo que sé. Nos quedaremos con todo y le hare firmar un documento asumiendo toda la responsabilidad de la gestión hasta hoy y no le daré tiempo para pensárselo. Esto lo arreglo hoy mismo. Por mis ovarios que va a tenerse que arreglar con lo que haya robado. No va a conseguir ni un duro más.

Durante unos cinco minutos Bianca la estuvo tranquilizando y volvió a prometerle que todo quedaría pronto arreglado antes de despedirse.

Cuando colgó, Nina no sabía si sentirse cabreada o acojonada, lo último que le faltaba era que acabase en la cárcel por culpa de su marido. No podía evitar ver el paralelismo entre el caso de la infanta y el suyo y en esos momentos, aunque Nina no estaba enterada de nada, no por eso se sentía menos culpable. La forma en que se había desentendido de la economía de su matrimonio era lamentable y tardaría mucho tiempo en perdonarse. A partir de ese momento nunca volvería a confiar ciegamente en ningún hombre.

Intentó hacer memoria para saber si Fer le había dado alguna vez algún papel para que firmase. Tras unos minutos llegó a la conclusión de que no había firmado ningún papel raro. Solía leer todos los papeles que él le daba a firmar, más por curiosidad que por desconfianza. Aun así, no podía estar del todo segura. Tenía pensado quedarse en casa, pero no se sentía con ganas. Estaba tan nerviosa que no podía estarse quieta. Esperaba que todo fuese tan sencillo como Bianca se lo había pintado. Se puso un chándal y salió a la calle.

Evidentemente no era la mejor hora para hacer un poco de ejercicio. El sol caía de plano y tras apenas unos pasos ya había comenzado a sudar. Se dirigió a  un parque cercano, esperando que la sombra de los enormes arboles le protegiese de la luz del sol. Se quitó la chaqueta del chándal y la anudó entorno a su cintura.

La temperatura a la sombra de los árboles era fresca. Nina paseó por el césped, olvidando por un momento todos sus problemas. Se sentó al borde del pequeño estanque que dominaba el centro del parque y se limitó a mirar el cielo a través del tupido ramaje de los castaños de indias.  Observó la luz del sol reflejarse y colarse entre las hojas acariciando suavemente su rostro.

No supo cuanto tiempo estuvo así, pero los gritos de unos niños y el aire fresco que a recordaba que ya estaban en invierno la sacaron de su ensoñación. Abrió los ojos y tras darse cuenta de dónde estaba, se levantó con un suspiro, se puso la chaqueta del chándal y se dirigió a casa.

Pasó el resto de la tarde enjaulada, recorriendo el piso de arriba abajo, colocando la biblioteca, limpiando el polvo... Cualquier cosa con tal de mantenerse ocupada y no pensar.

Finalmente llegó un wasap de Bianca con la ansiada noticia. Al parecer había pasado toda la tarde negociando con el abogado de Fernando. Había sido duro, pero lo había conseguido, las pruebas eran concluyentes y al final se habían tenido que rendir. No había ningún problema. Nina se quedaría con todo a cambio de no decir nada de los chanchullos de su ex. Firmarían los papeles al día siguiente para no darles tiempo para arrepentirse.

Nina le dio las gracias, pero le pidió que retrasase la firma veinticuatro horas porque al día siguiente tenía una reunión importante.

En cuanto colgó dudó un momento, pero al final llamó a Ricardo. Solo podía recurrir a él para organizar la firma del contrato con los chinos.

—Hola Ricardo... —saludó ella intentando que su voz pareciese despreocupada.

—Hola Nina, esperaba tu llamada. ¿Estás lista para firmar?

—Sí. Ya está todo preparado. Sé que es un poco tarde, pero ¿Crees que les molestará a los chinos que los llamemos para quedar mañana y cerrar el trato de una vez?

—No creo, esa gente está trabajando a todas horas. Si me das el teléfono los llamo y quedo con ellos en los despachos de la empresa...

—¿Te importa si nos reunimos en tu bufete? Estuvimos revisando papeles y me temo que estará un poco desordenado. Además aun no soy la propietaria legal, así que prefiero que no vayan allí.

—No hay problema. Prepararé una sala de conferencias. Por la mañana te digo la hora a la que quedamos. Probablemente será por la tarde, quiero echarle un último vistazo al contrato.

—Perfecto, muchas gracias. Ricardo... —dijo Nina sin saber muy bien que decir.

Quería explicarle lo que había pasado el otro día en el hotel. En ese momento deseó tener la jeta que tenía su marido para mentir e inventarse una excusa, pero llevaba tanto tiempo sin tratar con un hombre que no fuese su marido que no sabía muy bien cómo afrontarlo, además tampoco sabía fijo que la hubiese visto y en ese caso descubrirlo sería una torpeza.

—¿Sí Nina? —dijo Ricardo al ver que Nina no terminaba la frase.

—No es nada, solo quería decirte que no sabes lo que agradezco que me hayas ayudado con todo esto. Si no hubiera sido por ti, estaría perdida.

—No es nada, además yo también saco algo de esto, recuérdalo. —replicó él.

—Por supuesto. —dijo ella— En cuanto tenga algo de liquidez serás el primero de los múltiples acreedores a los que satisfaré. Gracias, de veras, eres un amor.

—Es un placer Nina. Mañana hablamos.

Nina deseó que aquella voz profunda y sosegante, siguiese sonando desde el otro lado de la línea indefinidamente, pero se quedó sin nada que decir y tras un corto silencio se despidió y colgó.

Dejó el teléfono sobre la mesa, la perspectiva de verse lejos del banquillo de los acusados, unida a la firma del contrato que le proporcionaría liquidez casi inmediata, la ayudaron a relajarse por fin y se tumbó en el sofá con un libro en la mano. Tres minutos después estaba completamente dormida.

 

 

Esta nueva serie consta de 25 capítulos. Publicaré uno más o menos cada 5 días. Si no queréis esperar o deseáis tenerla en un formato más cómodo, podéis obtenerla en el siguiente enlace de Amazón:

https://www.amazon.es/dp/B07CWF4XGZ/ref=sr_1_4?ie=UTF8&qid=1525640667&sr=8-4&keywords=alex+blame

Un saludo y espero que os guste.

Mas de Alex Blame

Rozando el Paraíso 7

Rozando el Paraíso 6

Rozando el Paraíso 5

Rozando el Paraíso 4

Rozando el Paraíso 3

Rozando el Paraíso 2

Rozando el Paraíso 1

El Roast de Adolf Hitler 12

El Roast de Adolf Hitler 11

El Roast de Adolf Hitler 10

El Roast de Adolf Hitler 9

El Roast de Adolf Hitler 8

El Roast de Adolf Hitler 7

El Roast de Adolf Hitler 6

El Roast de Adolf Hitler 5

El Roast de Adolf Hitler 4

El Roast de Adolf Hitler 3

El Roast de Adolf Hitler 2

El Roast de Adolf Hitler 1

La Verdadera Historia del Inquisdor Ortuño

Las colinas de Komor XLI

Las colinas de Komor XL

Las colinas de Komor XXXIX

Las colinas de Komor XXXVIII

Las colinas de Komor XXXVII

Las colinas de Komor XXXVI

Las colinas de Komor XXXV

Las colinas de Komor XXXIV

Las colinas de Komor XXXIII

Las colinas de Komor XXXII

Las colinas de Komor XXXI

Las colinas de Komor XXX

Las colinas de Komor XXIX

Las colinas de Komor XXVIII

Las colinas de Komor XXVII

Atrapada Nina. Capítulo final

Las colinas de Komor XXVI

Atrapada Nina Capítulo 23

Las colinas de Komor XXV

Atrapada Nina Capítulo 22

Las colinas de Komor XXIV

Atrapada Nina Capítulos 20 y 21

Las colinas de Komor XXIII

Las colinas de Komor XXII

Atrapada Nina Capítulo 18 y 19

Las colinas de Komor XXI

Atrapada Nina Capítulo 17

Las colinas de Komor XX

Atrapada Nina Capítulo 16

Las colinas de Komor XIX

Atrapada Nina Capítulo 15

Las colinas de Komor XVIII

Atrapada Nina Capítulo 14

Las colinas de Komor XVII

Atrapada Nina Capítulo 13

Las colinas de Komor XVI

Atrapada Nina Capítulo 12

Las colinas de Komor XV

Atrapada Nina Capítulos 10 y 11

Las colinas de Komor XIV

Atrapada Nina Capítulo 9

Las colinas de Komor XIII

¡está viva!

Las colinas de Komor XII

Atrapada Nina Capítulo 7

Las colinas de Komor XI

Un buen profesional

Atrapada Nina Capítulo 6

Las colinas de Komor XI

Atrapada Nina Capítulo 5

Las colinas de Komor IX

Atrapada Nina Capítulo 4

Las colinas de Komor VIII

Atrapada Nina Capítulo 3

Las colinas de Komor VII

Atrapada Nina Capítulo 2

Las colinas de Komor VI

Atrapada Nina Capítulo 1

Las colinas de Komor V

Las colinas de Komor IV

Las colinas de Komor III

Running, deporte de contacto

Las colinas de Komor II

Las colinas de Komor I

Las Colinas de Komor

La Llamada

Valentina

El cuerpo

En la Oscuridad

Una Mujer de Verdad

Redencion XIV

Redencion XIII

Redencion XII

Redencion XI

Redencion X

Redencion IX

Redencion VIII

Redencion VII

Redención VI

Redención V

La Fiesta de Halloween

Redención IV

Redención III

Redención II

Redención I

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo Final

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 23

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 22

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 21

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 20

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 19

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 18

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 17

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 16.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 15.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 14.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 13.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 12.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 11.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 10.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 9.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 8.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 7.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 6.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 5.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 4.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 3.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 2.

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 1.

Smallbird y el enamoraputas. Capítulo 18.

Smallbird y el enamoraputas. Capítulo 17

Polvo de Estrellas

Smallbird y el enamoraputas. Capítulo 16

Smallbird y el enamoraputas. Capítulo 15

Smallbird y el enamoraputas. Capítulo 14

Smallbird y el enamoraputas. Capítulo 13

El Último vuelo del Electra

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 12

El Último Vuelo del Electra: Cap 11

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 11

El Último Vuelo del Electra: Cap 9 y 10

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 10

El Último Vuelo del Electra: Cap 7 y 8

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 9

El Último Vuelo del Electra: Cap 5 y 6

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 8

El Último Vuelo del Electra: Cap 4

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 7

El Último Vuelo del Electra: Cap 2 y 3

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 6

El Último Vuelo del Electra: Cap 1

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 5

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 4

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 3

Una Vendimia Diferente

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 2

Smallbird y el enamoraputas: Capítulo 1

¡Suplica!

La Feria de fenómenos del Doctor Lasko

Dynamo

Arde París

La Reina del Baile

Supercalientes 2016

Clase Magistral

Moonlight

Hercules. Relato Completo.

Hercules. Epílogo.

Hercules. Capítulo 32. El Borde del Precipicio.

Hércules. Capítulo 31. La verdad duele.

Hércules. Capítulo 30. La Caja.

Hércules. Capítulo 29. Amor Griego.

Hércules. Capítulo 29. Una Clase de Historia.

Hércules. Capítulo 27. Capitulación.

Hércules. Capítulo 26. Arabela Planta Cara.

Hércules. Capítulo 25. Duelo de Voluntades.

Hércules. Capítulo 24. Pico y Pala.

Hércules.Capítulo 23.La Libertad Guiando al Pueblo

Hércules. Capítulo 22. El Corazón de Afrodita.

Hércules. Capítulo 21. El Club Janos.

Hércules. Capítulo 20. Un Nuevo Jugador.

Hércules. Capítulo 19. Joanna.

Hércules. Capítulo 18. Primera Misión.

Hércules. Capítulo 17. Adiestramiento.

Hércules. Capítulo 16. Un nuevo Hogar.

Hércules. Capítulo 15. El juicio.

Hércules. Capítulo 14. El Ángel Negro.

Hércules. Capítulo 13. Entre rejas.

Hércules. Capítulo 12. Detención.

Hércules. Capítulo 11. Furia Ciega.

Hércules. Capítulo 10. Siguiendo el rastro.

Hércules. Capítulo 9. Amor cruel.

Hércules. Capítulo 8. Tierra Prometida.

Hércules. Capítulo 7. De Compras.

Hércules. Capítulo 6. Akanke.

Hércules. Capítulo 5. Un buen partido.

Hércules. Capítulo 4. La Venganza de Hera.

Amor en Yavin

Hércules. Capítulo 2. La rendición de Diana

Hércules. Capítulo 2. La muerte de Piper

Hércules. Capítulo 1. El capricho de Zeus.

Leia entre asteroides.

Hércules. Índice y guía de personajes.

Hércules. Prólogo

En la estrella de la muerte

Cuento de Navidad. Cuarta parte.

Cuento de Navidad. Tercera parte.

Cuento de Navidad. Segunda parte.

Cuento de Navidad. Primera parte.

El tatuaje: Vero

El gato y el ratón

Velocidad de Escape

Primera Sangre. Parte 1-

Primera Sangre. Parte 3

Primera Sangre. Parte 2

World Wildlife Zombie XXIII

World Wildlife Zombie. Epílogo.

World Wildlife Zombie XXII

World Wildlife Zombie XXI

World Wildlife Zombie XX

Odio a mi vecina

World Wildlife Zombie XIX

World Wildlife Zombie XVIII

World Wildlife Zombie XVII

World Wildlife Zombie XVI

La diPUTAda

World Wildlife Zombie XV

El sustituto

World Wildlife Zombie XIV

World Wildlife Zombie XIII

World Wildlife Zombie XII

World Wildlife Zombie XI

World Wildlife Zombie X

Hielo y Fuego

La Tormenta

World Wildlife Zombie IX

World Wildlife Zombie VIII

World Wildlife Zombie VII

World Wildlife Zombie VI

World Wildlife Zombie V

World Wildlife Zombie IV

World Wildlife Zombie III

World Wildlife Zombie II

World Wildlife Zombie

La joven de la curva 10

La joven de la curva 9

La joven de la curva 8

La joven de la curva 7

La joven de la curva 6

La joven de la curva 5

La joven de la curva 4

La joven de la curva 3

La joven de la curva 2

La joven de la curva 1

Thriller

Teniente Smallbird 6ª y última parte

Teniente Smallbird 5ª parte

Teniente Smallbird 4ª parte

Teniente Smallbird 3ª parte

Teniente Smallbird 2ª parte

Teniente Smallbird 1ª parte

La princesa blanca Epílogo.

La princesa blanca 25

La princesa blanca 24

La princesa blanca 23

La princesa blanca 22

La princesa blanca 21

La princesa blanca 20

La princesa blanca 19

La princesa blanca 18

La princesa blanca 17

La princesa blanca 16

La princesa blanca 15

Los veinticuatro minutos de Le Mans.

La princesa blanca 14

La princesa blanca 13

La princesa blanca 12

La princesa blanca 11

La princesa blanca 10

La princesa blanca 9

La princesa blanca 8

La princesa blanca 7

La princesa blanca 6

La princesa blanca 5

La princesa blanca 3

La princesa blanca 4

Ratón de biblioteca

La princesa blanca 2

La princesa blanca 1

Miss Cojones

Jane XII

El pecado de Emma

Fauna peninsular,me río por no llorar 4. Fasmidos

Jane XI

Jane X

Jane IX

Faunapeninsular,me río por no llorar3.El escorpión

Fauna peninsular,me rio por no llorar.2 El buitre

Nadie te conoce como tu hija

Jane VIII

Fauna peninsular,me rio por no llorar.1:El pulpo.

Jane VII

El habano

La cabeza del mono (10)

La cabeza del Mono (9)

La cabeza del mono (8)

Jane VI

La cabeza del mono (7)

La cabeza del mono (6)

Jane V

La cabeza del mono (5)

La cabeza del mono (4)

La cabeza del mono (3)

Jane IV

La cabeza del mono (2)

Jane I y II

Jane III

La cabeza del mono (1)

El confesionario

Jane II

Jane I

Bluetooth 3ª Parte

Bluetooth 2ª Parte

Bluetooth 1ª Parte

El calendario

Una vendimia diferente

Navidad de cuero

Supervivencia

La pequeña Savannah

La Colaboracionista

Misterio en la granja

Groom Lake

La Revisión

Romeo y Julieta

Hermana... mía.

La Final cap1

El Míster

Verano del 44

Enemigo público V

Desafío Extremo

Enemigo publico IV

El edredón

Enemigo publico 3

Enemigo público

El tatuaje

Historias de la B. La heroína

Enemigo Público II

El Leñador

Enemigo público