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Las 4 rosas (10)

en Grandes Series

Ahora marchate, busca a Drum por los establos, es otro de mis negros y ponte a sus ordenes. Dijo Blanche al oir el ruido del agua al ser vertida en la bañera.

Blanche gozaba poco despues del delicioso abrazo del agua caliente y de los delicados frotes que las habiles manos de Tiara, llenas de abundante espuma, esparcian por todo su cuerpo.

Estaba a punto de concluir el baño cuando de pronto se dio cuenta que no habia comido todavia.

- Pide que me suban la comida.

Poco despues. Totalmente desnuda se introdujo en la cama e hizo que Tiara sujetara la bandeja mientras ella comia.

- Te gusta Lamoro ?.

- Quien, ese negro ?.

- Si, ese negro.

- No ama.

La parecio imposible que Tiara dijera esas palabras con tanta seguridad y conviccion.

- Estas segura de lo que dices?.

- Segura ama.

- Te gusta otro negro?.

- No, no me gusta ningun negro.

- No me digas que no te hubiera gustado que te montara?.

- No ama, no me hubiera gustado.

- Por que?. Pregunto Blache incredula.

- Porque detesto a los machos. Solo son unos orgullosos siempre dispuestos a perder el culo por una hembra.

A Blanche la hizo gracia la expresion grosera de Tiara pero hubo de reconocer que tenia razon.

- Pero alguno te habra gustado en tu vida?.

- Ni me ha gustado ni me gustara.

- Entonces a ti quien te gusta ?.

- A mi me gusta usted, siempre me ha gustado usted.

- Blanche se quedo atonita. Siempre habia notado una especial dedicacion por parte de Tiara pero lo habia achacado a la docilidad de la hembra y ahora resultaba que no era solo eso.

Algunas veces habia oido hablar de mujeres que se enamoraban de otras y de hombres que preferian la compañia de otros hombres pero nunca habia pensado que ese sentimiento se pudiera dar tambien entre una negra y su ama.

A ella la gustaba tambien Tiara, pero nada mas que por su docilidad y abnegacion, para ella Tiara no era mas que un animal que podia ser sustituido por cualquier otro con tal que tuviera su misma habilidad y entrega. Posiblemente no era facil de encontrar, pero si ella se lo proponia seria capaz de hacer del negro mas discolo un fiel y habil servidor que la podria sustituir facilmente.

No habia reciprocidad en los sentimientos. Si Blanche no habia sustituido ya a Tiara por un negro era simplemente porque las circunstancias no se lo habian permitido, socialmente nadie veia mal que una negra compartiera la habitacion de su ama, mientras que todo el mundo criticaba lo contrario.

Se suponia que la hembra hacia compañia a su ama para ayudarla en sus necesidades, nadie se preguntaba por la naturaleza de esas necesidades. Posiblemente a nadie le importaba con tal de que el ama no se quedase embarazada.

Blanche comprendio que lo que Tiara sentia por ella debia diferenciarse en poco de lo que una mujer enamorada siente por su amado, o lo que un hombre siente por una mujer. Se sintio halagada.

Seria posible que su esclava estuviera enamorada de ella?.

La idea la hizo gracia y se dijo que dados los sentimientos de Tiara lo mejor era aprovecharse de ellos mientras la conviniera.

Se pregunto que sentiria un hombre enamorado si fuera obligado por su amada a servirla, a lavar, limpiar y fregar cuanto ella ensuciaba. Que sentiria si fuera enviado a buscar sus amantes blancos o negros. Que sentiria ese mismo hombre si fuera usado como orinal despues de que su amada hubiera retozado con otro hombre?

Eso es lo que ella acababa de hacer con Tiara.

Quiso imaginarse que Richard la hubiera tratado asi a ella pero no fue capaz, sin duda aquella negra tenia unos sentimientos muy extraños que ni podian, ni debian ser compartidos por ningun blanco.

No sobro mucha comida pero las sobras fue el unico alimento que pudo probar Tiara, sus palabras no modificaron en absoluto los sentimiento de Blanche hacia ella.

Por la tarde mando llamar a Morceb y le encontro con el mismo aire de enfado con el que le habia visto cuando salio del espectaculo acompañada de Drum. Supo por su actitud, que Lamoro habia contado ya su aventura con ella. No la importaba en absoluto, cada vez la traia mas sin cuidado lo que los negros o los blancos pudieran pensar de ella, pero estuvo segura que a Lamoro se le habia olvidado contar la ultima parte del encuentro.

Parecia que habia algo inherente a la cualidad de macho, fuera blanco o negro, presumir de sus conquistas olvidandose de aquellos detalles que le podian poner en ridiculo.

- Recuerdas el camino por el que entramos en la ciudad ?.

- Si ama.

- Estas seguro que lo recuerdas ?.

- Si ama, lo recuerdo bien.

- Mañana al amanecer estaras en el puente que cruza el rio, vas a esperar a la carreta que en la que vienen Derim y los demas. Iras todos los dias desde el amanecer hasta el anochecer, hasta que lleguen, y pobre de ti como entren en la ciudad sin que los veas.

Cuando los encuentres los traes para que yo ordene su alojamiento. Has entendido ?.

- Si ama. Mañana estare en el puente al amanecer.

Blanche sabia que Derim y los demas todavia tardarian dias en llegar pero no quiso que estuvieran dando vueltas en una carreta hasta que los encontraran.

Al dia siguiente decidio bajar a desayunar al comedor, la apetecia la idea de encontrarse de nuevo con Jesica.

Al preguntar en recepcion si habia algun recado para ella del señor Rednes obtuvo una respuesta negativa pero tambien una agradable sorpresa.

El recepcionista, nervioso, y con un tono mucho mas servil que de costumbre la comunico que la señora Lewis la rogaba que desayunara con ella.

Parecia que ambas deseaban encontrarse sin haberse puesto de acuerdo.

- Buenos dias Jesica. Saludo a su amiga que se encontraba de espaldas a la direccion por donde ella venia.

- Buenos dias Blanche, has descansado bien ?.

- Perfectamente. En este lugar se descansa a las mil maravillas.

- Me alegro. Contesto Jesica con una amplia sonrisa.

Sientate, me gustaria charlar un rato contigo.

Has tenido algun inconveniente en el hotel Blanche ?. pregunto una vez que Blanche se hubo acomodado y un negro perfectamente uniformado le hubo servido el desayuno.

- Blanche espera cualquier tipo de pregunta menos esa.

- No, inconveniente no, pero la verdad es que no fui recibida muy amablemente. Tu tambien has tenido algun problema ?.

- No, yo no, en absoluto.

- Por que me lo preguntas entonces ?.

- Con quien tuviste el problema ?. Volvio a preguntar Jesica sin responder a su pregunta.

- Con el recepcionista.

- Se porto inadecuadamente contigo una vez que ya eras huesped del hotel o antes ?.

- No, se porto inadecuadamente antes de que reservara mi habitacion.

- Y despues ?.

- Despues cambio totalmente de actitud, sobre todo cuando supo que era conocida de Maurice.

Claro que yo tambien le hice una pequeña jugarreta. Proteste sin razon de que me habian puesto un orinal sucio en la habitacion y les hice cambiarme el orinal, dijo riendo de su ingenua chiquillada.

Jesica esbozo una amplia sonrisa ante la trastada de su amiga.

- Veras Blanche, te pregunto todo esto porque soy la dueña del Excelsior y me ocupo del bienestar de mis huespedes.

Blanche se sintio desarmada y ridicula por haber contado a su amiga el incidente del orinal.

- No te habra molestado lo que hice.

- Jesica amplio mas la sonrisa y dijo. No se exactamente lo que ocurrio a tu llegada pero puedes estar segura que si a mi no me hubieran tratado con el debido respeto se lo hubiera hecho pasar peor.

Ambas mujeres estallaron en risas que disolvieron sus mutuas preocupaciones.

- Ahora estas contenta, tanto con la estancia como con el trato Blanche?. Volvio a preguntar Jesica poniendose seria.

- Muy contenta. Dijo Blanche volviendo a estallar en carcajadas al recordar parte de la conversacion del dia anterior con su amiga.

- Claro, como no ibas a conocer las normas si eres tu quien las dictas?.

Jesica se unio a las risas de Blanche.

Una vez desaparecida la tension Blanche dijo.

- Dile al señor Hall que no se olvide de pasarme la nota con el precio de Lamoro.

- No te preocupes ahora de eso, todo llegara a su debido tiempo.

Por cierto estas contenta con el negro.

- Si, muy contenta.

- Me alegro.

De pronto Blanche recordo que Maurice la habia comentado que el hotel estaba en venta y que ella estaba hablando con su dueña.

- Maurice me comento que estabas dispuesta a vender el Excelsior.

Jesica la miro sorprendida, sin duda habia subestimado la capacidad economica de Blanche. Si Maurice se habia atrevido a comentar con Blanche que el hotel estaba en venta es porque Blanche tenia dinero que suficiente como para comprarlo.

- Si, es cierto, no hace mucho que lo he decidido. Estoy un poco cansada del ajetreo de la ciudad, deseo retirarme al campo, a unas de mis granjas y dedicarme por completo a la cria de mis negros.

- Tanto trabajo te proporciona el Excelsior ?.

- No, realmente da muy poco, hace años que es una maquina perfectamente engrasada, cada uno ocupa su sitio y sabe lo que se espera de el. Si a eso unes que no soy una persona dada a las contemplaciones con quien no se comporta como espero, entenderas que de poco trabajo.

- Me pregunto que pasaria si tu solo aparecieras por aqui una o dos veces al mes en lugar de hacerlo todos los dias ?.

- Seguramente el negocio se desmoronaria en menos de un año.

Sabiendo que no hay nadie que vigile cada uno trataria de llevarse lo que pudiera. Los blancos el dinero, los negros evitarian el trabajo y poco despues se desmoronaria una imagen conseguida a base de toda una vida de trabajo y esfuerzo bien hecho.

- No, no podria irme y dejarlo mas que despues de haberlo vendido a una persona seria, capaz de mantener su trayectoria o mi padre se removeria en su tumba. El fue quien lo levanto y a el dedico buena parte de su vida. A ti no te interesa verdad Blanche ?.

La joven se quedo sorprendida por la oferta de Jesica. El dia anterior parecia dudar de su capacidad economica pensando que si compraba Las Cuatro Rosas era porque no disponia de dinero para otra cosa y ahora la ofrecia comprar el Excelsior.

- No Jesica, respondio con la mayor sinceridad, ya te comente ayer a que pensaba dedicarme. Tu negocio queda un poco fuera de mis intenciones.

- No lo creas Blanche. No voy a decir que el Excelsior se alimente solo de la prostitucion pero de ella vienen buena parte de los ingresos.

- No lo entiendo ?.

- Veras, es muy sencillo.

Casi todas estas personas que nos rodean y que tan respetables parecen estan relacionadas con ese negocio.

No voy a decir que de vez en cuando no caiga por aqui un matrimonio respetable y adinerado que quiere permitirse el lujo de haber pasado unos dias en mi hotel. Pero la mayoria de aquellos y aquellas que alquilan una habitacion no son mas respetables que las busconas de la calle. Aqui vienen hombres acaudalados que aprovechan sus dias de estancia para correr sus aventuras con las mujeres que encuentran aqui mismo o fuera de aqui.

Buena parte de las jovencitas que nos rodean vienen fingiendo ser ricas herederas, pero en realidad lo que hacen es tender sus redes, buscando un buen partido al que deslumbrar para casarse con el. Cuando llevan un tiempo aqui pasan por todo lo que sea necesario para poder seguir viviendo en el hotel esperando una oportunidad que por fortuna para ellas, llega en muchas ocasiones.

Otras son autenticas profesionales que se ofrecen al mejor postor en cada momento tan solo con el fin de poder seguir manteniendo el estatus que creen haber alcanzado.

A veces ocurre que cae por aqui lo que se llama un matrimonio respetable pero ni siquiera esos son tanto como aparentan. Muchos de ellos lo unico que buscan es correr sus aventuras juntos o separados pero lejos del circulo donde son conocidos.

Otras veces un matrimonio pasa unos dias sin que se les conozca nada anormal y finalmente resulta que no eran matrimonio.

Te podria contar mil anecdotas que te harian comprender que un hotel es tan solo un prostibulo, en el que los dueños no son responsables de nada, pero que se lucran del oro que la prostitucion mueve.

En fin Blanche, ya me has dicho que no es esa tu idea y no te molestare mas. Cada uno debe seguir el derrotero de su vida y los demas no somos quien para cambiarlos aunque lo intentemos continuamente.

Si no te importa preferiria subir ya a la habitacion, estoy cansada, anoche tuve invitados que se marcharon muy tarde. Dijo Jesica guiñandola un ojo al tiempo que sonreia.

Blanche esbozo tambien una sonrisa al comprender la calidad de los invitados de Jesica.

- Y no se te olvide ir a ver a Arthur Warner, estoy deseando saber los ultimos chismorreos sobre Las Cuatro Rosas.

Blanche habia terminado de desayunar pero permanecio un rato sentada pensando que quiza Maurice y Jesica tenian razon. A lo mejor no era tan descabellada la idea de comprar el Excelsior pero pronto cayo en la cuenta de que si lo compraba tendria que dedicar el resto de su vida a supervisar rutinariamente las multiples facetas que componen los servicios de un hotel, pudiera ser que finalmente buena parte del dinero que ganara proviniera de la prostitucion, de la comida, del alojamiento pero su trabajo seria de supervision y no era ese el futuro que deseaba para ella.

Hizo que Drum preparara el carruaje y acompañada de Tiara se dirigio a la oficina del viejo sheriff.

Arthur Warner era un cincuenton enjuto y alto que llamaba la atencion por su gesto decidido, su nariz aguileña, su pelo abundante, completamente blanco, y sus pocas y exactas palabras.

Elegantemente vestido con traje oscuro recibio a Blanche tan pronto como uno de los asistentes le paso la nota que habia escrito Jesica.

El despacho amplio y amueblado con ricos muebles de maderas nobles parecia especialmente diseñado para hacer juego con su enjuta figura.

Blanche se encontraba un poco intimidada, los años de trabajo como prostituta la habian enseñado a desconfiar de todo lo que representaba autoridad y la presencia de dos hombres armados en la puerta de entrada al despacho no contribuian a darla confianza.

A pesar de la adustez de Arthur Warner tuvo la amabilidad de levantarse de la silla y atenderla la mano antes de decir.

- Por favor, sientese señora Benson. Como se encuentra nuestra comun amiga Jesica ?.

- He desayunado con ella esta mañana, se encuentra perfectamente.

Durante un momento se hizo el silencio antes de que Arthur Warner dijera pensativo.

Los viejos demonios parecen querer resucitar. Luego añadio.

- Supongo que Jesica la habra contado ya algo sobre Las Cuatro Rosas ?.

- Si, lo ha hecho.

- Por lo que veo no ha sido suficientemente convincente, de lo contrario no estaria usted aqui hablando conmigo.

- Señor Warner, Jesica me conto una historia que ocurrio hace muchos años, una historia que si no me equivoco ocurrio antes de usted y ella nacieran y despues ya no me ha podido contar mas que habladurias sin confirmar.

- Señora Benson, por lo que deduzco de sus palabras, usted no es de aqui, verdad ?.

- Esta usted en lo cierto señor Warner. He llegado hace unos dias.

- Desde donde ?, señora Benson.

- Desde un pueblecito muy pequeño llamado Bigstone.

- Nacio usted alli ?.

- No, alli me case con mi difunto marido y despues me traslade a Nueva Orleans.

- Hace mucho que murio el señor Benson?.

- No, hace solo unos meses.

- Siento su desgracia señora Benson.

- Muchas gracias señor Warner.

Entre los dos se hizo un breve silencio antes de que fuera interrumpido por el sheriff.

- Puedo saber señora Benson por que desea comprar precisamente esa casa ?.

- Digamos que es un capricho de mujer. Contesto con una sonrisa.

- Ya, un capricho que la puede costar muy caro.

Continuara.

Datos del autor/a:

    Nombre: Adela.

    E-mail: aadelaa@yahoo.com

    Fuente: Historia originalmente publicada en la lista de correo "morbo".

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