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Las 4 rosas (41)

en Grandes Series

- De ahora en adelante te tendras que acostumbrar a ver en mi cama a cuantos hombres y mujeres me de la gana, y tendras que acostumbrarte a servir a cada uno segun sus gustos y caprichos

Tiara no respondio, sabia que ella para Blanche no era mas que una esclava, un animal al que se puede tratar y maltratar a gusto de su ama. sabia que si desagradaba a Blanche esta la podia castigar hasta matarla.

- Ahora vas a bajar a la puerta a esperar a esa señorita y cuando venga la conduces hasta aqui con todo respeto y consideracion.

Blanche vio que a la negra la brillaban los ojos al salir de su habitacion como si estuviera reprimiendo las lagrimas.

- Dile a Lamoro que no se acerque por aqui mientras este la señorita en la casa. Dijo Blanche antes de que Tiara saliera, y deja que los perros entren.

Sabia que los perros recordarian a Hanna la continua presencia de Jack en la casa y tenia intencion de molestarla todavia un poco mas.

Estaba dispuesta a perdonarla pero antes debia pagar sus culpas.

Todavia no se consideraba satisfecha con haberla abofeteado y llamado lameculos delante de los esclavos.

Tal y como habia prometido, Hanna regreso en poco tiempo, Blanche la vio llegar desde la terraza de la habitacion y vio como Tiara cumpliendo sus ordenes salia al encuentro del coche para abrirla la portezuela.

Satisfecha por el comportamiento de Tiara espero hasta que oyo que llamaban a la puerta.

- Ama, la señorita esta aqui. Dijo la voz temblorosa de Tiara.

- Si, que pase.

Vio como Tiara habria la puerta a Hanna y traba de cerrarla quedandose fuera.

- Pasa tu tambien, podemos necesitarte.

La esclava obedecio discretamente, tratando de pasar desapercibida.

- Haz que saquen esos perros de aqui. Fue lo primero que dijo Hanna nada mas entrar.

- Te dan miedo ?.

- No, pero no me gusta que me esten olisqueando ciertas partes. Dijo Hanna tratando de alejarse de uno de los mastines que se habia acercado a ella y la olia descaradamente la entrepierna.

- Dile a Jack que venga a llevarse a los perros.

- No, llevatelos tu, no quiero ver al Loco. Dijo Hanna con tono inflexible.

- Esta bien, sacalos pero vuelve enseguida.

- Has conseguido el dinero ?. Pregunto Blanche cuando quedaron a solas.

- Si, toma. Dijo al tiempo que tendia a Blanche un fajo de billetes al que retiro una buena cantidad.

- Por lo que veo has hecho mas provision de fondos de los necesarios.

- No, no es eso, es que si te portas bien quiza sea generosa y te de propina.

- Realmente pareces tener ganas de guerra. Dijo Blanche sonriendo,

Presiento que nuestras relaciones van a ser turbulentas, añadio mientras se acercaba a Hanna y comenzaba a acariciarla los pechos por encima del lujoso vestido de la joven.

Inmediatamente la respiracion de Hanna se acelero dejando que Blanche siguiera acariciandola.

- Me vas a desvirgar ?. Pregunto de pronto Hanna.

- Quieres que lo haga ?.

- Si, por favor, pero no me hagas daño.

- No te preocupes, sera poca cosa. Dijo Blanche dirigiendo sus manos a los muslos de Hanna bajo sus ropas.

Hanna estaba tensa, mas parecia una virtuosa joven que es manoseada contra su voluntad que una persona acostumbrada a ser acariciada por sus negras.

Blanche se propuso ser delicada pero decidida a la vez. La encantaba la idea de ir venciendo poco a poco los temores de Hanna hasta que la joven se entregara por completo.

Apenas habian comenzado cuando llamaron de nuevo a la puerta.

- Pasa. Ordeno Blanche sin dejar de acariciar los muslos de Hanna.

Tiara entro discretamente pero sin poder apartar los ojos de la escena que protagonizaban su ama y aquella odiada señorita.

- Quieres que te desnude la negra ?. Pregunto Blanche a Hanna.

- No, prefiero que lo hagas tu.

Lentamente Blanche fue desnudando a Hanna. A medida que lo hacia sus ropas iban quedando tiradas por el suelo hasta que Blanche hizo una seña a Tiara para que viniera a recogerlas.

El juvenil cuerpo de Hanna quedo finalmente en su esplendida desnudez y Blanche se aparto lo suficiente como para poder contemplarlo unos instantes.

- Por favor, no me mires asi, me da vergenza.

- No te creia tan vergonzosa.

- Es que me miras como si fuera una negra en el mercado.

Sin hacer caso de las palabras de Hanna Blanche continuo contemplandola unos instantes mas antes de acercarse a ella y tomandola delicadamente por los hombros darla la vuelta.

Volvio a separarse de ella y dedico unos momentos a contemplar su excitante reverso antes de que sus manos se posaran en las delicadas y firmes carnes de su trasero.

Inmediatamente Hanna se dio la vuelta y ciñiendose a Blanche busco los labios con su boca fundiendose en un excitante beso.

Lentamente Blanche fue llevando a Hanna hasta que noto que sus piernas tropezaban con el borde de la cama.

Momentos despues las dos caian sobre el lecho y Blanche se levantaba de nuevo para ordenar a Tiara que la desnudara.

Las siempre habiles manos de la esclava parecian tener hoy una torpeza especial que desagrado a Blanche.

Solo faltaba que despues del bochornoso espectaculo ofrecido durante la comida por sus negras, Tiara la dejara en ridiculo tambien en la cama.

Blanche recordaba el exquisito servicio ofrecido por las negras y los negros de Hanna y se dio cuenta que a los negros hay que enseñarles a hacer casi todo lo humano. Su naturaleza animal les impedia comprender los sentimientos y los gustos de sus amos.

A pesar de todo Blanche no estaba muy preocupada, se sabia con suficiente capacidad como para enseñar a sus negros lo que quisiera obtener de ellos.

Mientras duro la operacion Hanna no quito ojo del cuerpo de Blanche que poco a poco iba quedando al descubierto a medida que Tiara la retiraba las ropas.

- Eres una muñeca preciosa. Dijo Hanna desde la cama, esbozando una amplia sonrisa.

Blanche no contesto a pesar de que estaba convencida de que Hanna decia la verdad.

Los tiempos en que parecia una joven excesivamente alta y delgaducha habian pasado. Se habia hecho mas mujer y la buena alimentacion y las pocas ocupaciones habian hecho que las carnes rellenaran sus salientes huesos dandola un aspecto magnifico de mujer joven y bella.

Momentos despues Blanche se unia a Hanna en el lecho comenzando a deslizar erraticamente las manos por su cuerpo mientras ordenaba a Tiara que las descalzara a las dos.

Mientras Blanche la acaricio con las manos Hanna permanecio distendida, parecia que su vergenza anterior se habia disipado pero cuando Blanche comenzo deslizar la lengua por su piel, primero en los pechos y despues buscando acercarse lentamente al bajo vientre de Hanna esta dijo.

Preferia que nos lavaran un poco, estoy sucia.

Blanche se quedo sorprendida por las palabras de Hanna, quiza en toda su vida anterior no habia tenido entre sus manos un cuerpo tan limpio como el de Hanna.

- Sucia de que ?.

- Estoy sudada.

Blanche se pregunto si Hanna tendria tantas delicadezas con sus negras y llego a la conclusion que no, como ella tampoco las tenia con las suyas.

No era logico pensar que una joven que habitualmente orinaba en la boca de sus esclavos se fuera a preocupar por estar un poco sudada.

Era un detalle que la honraba y que expresaba la delicadeza que Hanna sentia por Blanche a pesar de lo tormentoso de sus relaciones.

- Quieres que tomemos un baño ?.

- No, con un simple lavado sera suficiente.

- Trae agua caliente y lavanos. Ordeno a Tiara.

Momentos despues la negra regresaba con dos jarras de agua tibia y dos jofainas.

Las dos jovenes dejaron que sus piernas colgaran fuera de la cama y Tiara se arrodillo primero entre las piernas de su ama.

Blanche alzo las piernas apoyandolas sobre los hombros de Tiara como era su costumbre siempre que la negra venia a hacerla algun servicio en la zona mas intima de su cuerpo y dejo que procediera a su higiene.

Despues le toco el turno a Hanna y Blanche pudo ver como el rostro de la esclava se deformaba en un gesto de disgusto mientras procedia a la operacion.

Blanche no se explicaba aquellos cambios bruscos en la esclava. Jamas habia dado muestras de tanto desagrado.

Ni siquiera cuando la hacia lamerla el sexo despues de haber gozado de Lamoro o de Drum mostraba tanto disgusto.

Por fortuna Hanna no se entero de nada ya que permanecio con los ojos cerrados durante toda la operacion.

- Ya te enseñare yo a hacer las cosas bien, dijo mentalmente Blanche, pensando que Tiara necesitaba un entrenamiento que hasta ahora no habia tenido.

Despues de que Tiara retirara las jofainas con el agua sucia y llena de espuma de jabon reiniciaron sus juegos eroticos y Hanna mas distendida dejo que Blanche comenzara a acariciarla de nuevo.

Lentamente Hanna fue entrando en el juego y comenzo a acariciar a Blanche con la misma delicadeza y placer con que recibia las caricias de Blanche.

No tardaron en encontrarse en posiciones invertidas y mientras Blanche lamia el sexo de Hanna, esta lamia el sexo de Blanche.

Las manos y los dedos tambien participaban en el excitante juego hasta que unos de los dedos de Blanche fue abriendose camino entre los coralinos labios del sexo de Hanna.

Esta comenzo a ponerse rigida de nuevo como intuyendo lo que Blanche se proponia.

- No me hagas daño, no me hagas daño. Protesto suavemente Hanna.

Blanche se pregunto lo distinto que debia ser para Hanna el espantoso dolor que era capaz de producir a los negros y el temor que sentia hacia el dolor de su propio cuerpo.

- Sera solo un momento. Dijo Blanche tratando de tranquilizarla.

- No me hagas daño.

- Si prefieres lo dejamos para otra ocasion ?.

- No, por favor, hazlo, pero no me hagas daño.

- Blanche se dio cuenta que la discusion era tonta. Asi podian pasar horas pero no estaba dispuesta a deslizar su lengua por ningun sexo de mujer del que manara sangre. Suponia que todo el placer que sentia de deslizar su lengua por aquel delicado, sensible y calido reducto se acabaria cuando por el comenzaran a manar hilillos de sangre.

Extrajo un poco su dedo y se limito a juguetear con el en la entrada del sexo de Hanna.

Esta se relajo de inmediato volviendo a prestar la atencion debida al sexo de Blanche.

Lentamente la excitacion fue subiendo en las dos haciendo que sus delicadas caricias iniciales fueran subiendo de tono a medida que pasaba el tiempo.

Blanche, menos inhibida llego al orgasmo antes que Hanna pero esta no tardo en seguirla mostrando en la expresion del placer que sentia su naturaleza ardiente y fogosa.

Blanche, sin separar la boca del sexo de Hanna la acaricio mas y mas incitandola a nuevos y repetidos orgasmos hasta que Hanna desfallecida parecio volverse insensible a las caricias.

Fue entonces cuando Blanche introdujo rapidamente sus dedos en el calido estuche de Hanna haciendo que el precinto de su virginidad saltara hecho añicos por la potencia de la embestida.

Hanna solto un profundo lamento mientras trataba de retirar a su agresora con las manos pero ya era demasiado tarde para impedir que esta hubiera conseguido su objetivo.

Durante unos instantes se retorcio y chillo pero despues comenzo a relajarse como si la hubieran quitado un gran peso de encima.

- Ya esta Blanche ?.

- Ya esta.

- Estas segura ?. pregunto Hanna como si no pudiera creer que la cosa hubiera sido tan facil.

- Mira. Dijo Blanche extrayendo sus dedos del interior de la vagina de Hanna y mostrandolos manchados de sangre.

- Que horror ... No me digas que has sido capaz de hacerme eso ?.

- No era eso lo que querias ?.

- Si pero ...

- Entonces no finjas escandalizarte, yo solo he hecho lo que tu me has pedido y que ademas debias tener muchas ganas de que te hicieran.

- Ya, pero me escuece y duele.

- Ya lo se, pero no te preocupes, pasara en unos dias. Dijo mientras hacia una seña a la esclava para que se acercara.

Blanche tendio lentamente los dedos manchados hacia la boca de Tiara y esta hizo un movimiento de rechazo que jamas antes la habia visto hacer.

- Lameme los dedos negra. Ordeno Blanche secamente.

Por unos instantes vio el miedo reflejarse en el rostro de la negra hasta que finalmente la vio abrir la boca y dejar que su ama introdujera los dedos dentro antes de comenzar a chuparselos y a lamerselos.

- No parece muy bien educada. Dijo Hanna desde el lecho.

- Es la primera vez que ve a otra persona en mi cama, supongo que eso la pone nerviosa pero te aseguro que se acostumbrara en muy poco tiempo.

- Yo ya la hubiera apaleado como se merece. Dijo Hanna.

Blanche hubo de insistir varias veces antes de que Tiara la dejara los dedos a su gusto.

Continuara...

Datos del autor/a:

    Nombre: Adela.

    E-mail: aadelaa@yahoo.com

    Fuente: Historia originalmente publicada en la lista de correo "morbo".

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