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Las 4 rosas (32)

en Grandes Series

- Ha regresado ya Tiara ?.

- Si seño ... Blan ..., dijo Jack sin atinar a decir correctamente su nombre, hace ya rato.

- Le habeis dado de comer a los negritos ?.

- Drum se ha encargado de ello. Seria conveniente que los lavara, apestan casi tanto como esta vieja.

- Quieres que los laven negra ?.

- Si no la importa preferiria hacerlo yo, son muy pequeños y casi se puede decir que nunca han estado cerca de personas extrañas, estoy segura de que se asustarian.

- En ese caso que te den de cenar a ti tambien. Reunete con tus nietos y cuidalos. Encierrate en la habitacion por dentro, esta noche habra perros sueltos en la casa. Son perros enseñados a cazar negros asi que si no os encerrais bien o salis de alli ya sabeis lo que os puede pasar.

Blanche no tenia ningun miedo a que los tres negros se escaparan, no tenian donde ir, pero si temia a la madre de los negritos, ella si que podia estar escondida en algun sitio esperando la ocasion de vengar a sus muertos o de salvar a sus crias.

Muchos de los miedos de Blanche se habian disipado, ya sabia que los ruidos no eran peligrosos, pero ahora tenia una nueva preocupacion.

Tiara preparo la cena de Blanche. No era una cena como a las que estaba acostumbrada ultimamente pero si abundante y sabrosa, en otras ocasiones se hubiera conformado con mucho menos.

Finalmente llamo a Jack y le ordeno que trajera los perros de nuevo y los soltara dentro de la casa, queria dormir tranquila, sin temor a la negra que sin duda acechaba en algun sitio.

Aquella noche todos permanecieron encerrados en sus respectivas habitaciones por miedo a los perros de Jack.

Al dia siguiente Blanche se desperto un tanto desorientada, al principio no era capaz de saber donde estaba, en realidad la habian despertado una serie de gruñidos que se producian en su entorno inmediato.

Al abrir los ojos vio a Tiara haciendo señas a uno de los perros para que se callara, pero en realidad el animal no hacia ningun ruido, era el otro perro, el perro herido que trataba de salir de la cobija que Jack le habia hecho con las mantas.

Blanche comprendio que aquel dia comenzaba para ella una nueva etapa que no sabia por donde empezar.

Lo primero que hizo fue llamar a Jack para que se hiciera cargo del animal. Habia mejorado mucho y ya no era necesario que permaneciera en su habitacion hasta que terminara de restablecerse.

Una vez los perros de Jack estuvieron fuera de la casa y pudieron salir de sus habitaciones, ordeno ir a buscar a Derim y a los demas incluido Lamoro.

Se preguntaba si era prudente introducir a los negros antes de haber aclarado el misterio de los ruidos.

Cabia la posibilidad de que cuando estos se reiniciaran de nuevo se produjera una desbandada, pero sus deseos de empezar a normalizar la casa eran superiores a lo que indicaba la prudencia, ademas nadie la garantizaba que los ruidos fueran a producirse de inmediato, podian pasar dias y dias antes de que volvieran a suceder y no estaba dispuesta a esperar tanto.

Dio orden a Drum para que proporcionara a la vieja lo que pudiera necesitar para ella y para sus nietos y que los dejara caminar libremente por la casa.

Intuia que si dejaba libre a la vieja y a sus nietos esta la rebelaria todavia mas cosas importantes.

Aquella mañana buena parte de los presentes en la plaza del mercado estaban pendientes de las entradas y salidas en Las Cuatro Rosas y en atisbar los movimientos en la casa.

Para cuando llego la carreta con Derim y los demas, Jack y Drum habian sacado del sotano lo que quedaba del cadaver de Jonas, los perros se lo habian comido en parte por la noche y Blanche no quiso verlo. Tan solo se ocupo de que sus restos y los Lebrun fueran arrojados a un hoyo que habia alejado de la casa y que fueran cubiertos con tierra.

La vieja pidio permiso para hablar con ella y la planteo la necesidad de sacar de la galeria el cadaver de Cabian. Hacia muchos dias que habia muerto y su cadaver en descomposicion era lo que apestaba la escalera y el sotano.

Blanche pregunto si seria suficiente con bajar tierra hasta donde descansaba el cadaver y cubrirlo convenientemente. Tenia miedo de que el cadaver se abriera durante el traslado e infectara toda la casa.

A la vieja la parecio una solucion ideal y estuvo dispuesta a acarrear ella sola toda la tierra necesaria para cubrir convenientemente el cuerpo del que habia sido su compañero en vida.

Blanche sabia que la vieja no tenia fuerzas suficientes para realizar la tarea, pero la dejo hacer sola los dos primeros viajes cargada con los pesados cubos de tierra.

En realidad lo que Blanche queria era conocer el comportamiento de la vieja al entrar de nuevo a la oscura y tetrica galeria.

Pero la anciana no dio ninguna muestra de recelo, a pesar de ir cargada y de lo resbaladizos que estaban los escalones por el agua que manaba de las paredes de la galeria se introdujo en ella con la mayor tranquilidad.

Para cuando la vieja iniciaba el tercer viaje, la carreta con Derim y los demas ya habia llegado a Las 4 Rosas surgiendo el primer problema.

Lamoro se nego ha entrar en la casa hasta que entre Drum y Jack le obligaron a hacerlo.

Los demas, ajenos a las historias que se contaban de la casa, entraron sin recelo, y sin entender porque Lamoro se negaba a entrar aterrado, chillando algo sobre demonios.

Blanche salio de la casa causando la admiracion y el respeto de los presentes en la plaza, a su paso se cuchicheaba en voz baja y muchos de los hombres la saludaban respetuosamente tocandose el sombrero con la mano.

Minutos despues Blanche regresaba despues de haber comprado un fornido negro para que ayudara a la vieja a terminar de llevar a cabo la macabra tarea. No queria que ninguno de sus negros sintiera miedo cuando fuera necesario adentrarse por aquella galeria. Preferia que ignoraran que alli habia un cadaver enterrado.

Despues de observar a la vieja y al negro durante unos pocos viajes Blanche tomo el animo suficiente como para acompañarlos y pregunto a Jack si se atrevia a ir con ellos.

A este no parecio entusiasmarle mucho la idea, pero consintio en ir si le dejaban llevar al mastin que habia acompañado a Blanche el dia anterior.

Fue dificil convencer al animal para que dejara de hacer compañia a su compañero herido, pero una vez conseguido, el animal se introdujo sin recelo en el oscuro tunel. Tanto Blanche como Jack penetraron armados y con sendas lamparas.

En pocos minutos recorrieron lo que el dia anterior le habia parecido a Blanche un interminable y tortuoso camino.

El perro no daba muestra alguna de intranquilidad y Blanche pudo comprobar que la escalera, aunque resbaladiza por el agua, era mucho mas ancha y comoda de lo que la habia parecido anteriormente.

Siguieron a los negros hasta el sitio donde estaba el cadaver de Cabian. Era un pequeño nicho protegido por una verja metalica que apenas era capaz de mantenerse sobre sus goznes debido a la herrumbre. Blanche se imagino a los seis negros compartiendo aquel reducido espacio con un cadaver en descomposicion, no la extraño en absoluto el apestoso olor que despedia la vieja y los negritos cuando salieron de alli.

Mientras la vieja y el negro regresaban para cargar de nuevo los cubos Blanche se quedo esperando.

Habia algo que parecia querer abrirse paso en su mente, algo sucedido el dia anterior mientras transitaba aterrada por aquella galeria, pero no era capaz de recordar. Era el presentimiento de que algo importante habia pasado sin que ella fuera en estos momentos consciente de que podia haber sido.

Algo que habia olvidado durante el dia anterior y que ahora al volver a la galeria parecia querer abrirse paso en su mente.

Una serie de imagenes, en blanco y negro, formaban una sucesion de manchas en su memoria sin que la fuera posible saber que significaban.

Jack permanecia silencioso como sobrecogido por la negrura de lo que le rodeaba y no soltaba ni un momento la correa del perro que tiraba de el hacia abajo.

No lo hacia con precipitacion, ni con furor, pero si con insistencia.

- Nos quiere enseñar algo. Dijo finalmente como buen conocedor de los perros.

Blanche saco el arma dispuesta a hacer frente a lo que pudiera suceder pero Jack dijo.

- No, no hace falta, el animal nos quiere enseñar algo, pero algo que no es peligroso.

Blanche se distendio un poco y avanzo tras Jack que a su vez iba precedido por el perro.

Bajaron una decena de metros mas hasta que el animal se quedo parado. La negrura mas intensa se extendia ante ellos. Las lamparas no eran capaces de penetrarla mas que en unos pocos metros. Habian llegado a lo que parecia una enorme cavidad cuyo fin no eran capaces de intuir. El perro ladro hacia la oscuridad pero su ladrido atrono sus oidos.

- Calla. Ordeno secamente Jack. Tambien su voz sono muchisimo mas fuerte de lo que era normal.

- Por que chillas Jack ?. Pregunto Blanche con la intencion de hacerlo en voz baja, pero sono igual de fuerte que la de Jack.

- No he chillado, señorita.

- Ni yo tampoco. Dijeron casi en un susurro que fue devuelto con extraordinaria intensidad por la cavidad que tenian ante ellos.

Resultaba evidente que por las condiciones acusticas de la cueva cualquier ruido se veia incrementado notablemente como si fuera la caja de resonancia de un instrumento musical y miles de veces mas potente que esta.

Enfocando de nuevo las lamparas a lo que debian ser los siguientes peldaños de la escalera descubrieron que esta reflejaba parte de la luz y Blanche dedujo que habian llegado al agua de la que habia hablado la negra.

Jack desconocedor del hecho avanzo un paso produciendo un chapoteo indicador que de que Blanche no se habia equivocado.

- Quieto Jack, ya no podemos avanzar mas, hay agua.

Permanecieron unos minutos tratando de penetrar las tinieblas pero sus ojos eran incapaces de distinguir nada despues de los primeros metros, solo los brillos de un agua extraordinariamente transparente y limpida.

Decidieron regresar pero el perro no lo permitio, cada vez que hacian intencion de dar la vuelta volvia a ladrar atronandolo todo. Su mirada permanecia fija en un punto del agua, a pocos metros de donde se encontraban.

Por mas que enfocaron las lamparas hacia el sitio que miraba el animal no fueron capaces de descubrir nada alarmante pero el perro seguia obstinado en no dejarles regresar mientras sus demandas no fueran satisfechas.

De pronto Jack solto al perro y empujandole un poco dijo.

- Busca.

El animal sin pesarselo dos veces se introdujo en el agua y comenzo a nadar alejandose de ellos de forma silenciosa.

Al principio le vieron alejarse para finalmente desaparecer en la oscuridad.

Durante unos minutos todo fue silencio, el corazon de Blanche se aceleraba por instantes. Dios sabe que nuevas sorpresas les deparaba el futuro inmediato.

El presentimiento de que algo importante se le habia olvidado volvio a reaparecer con fuerza llenandola de desazon y miedo.

Tanto ella como Jack iluminaban hasta donde podian en la direccion por donde suponian que debia reaparecer el perro hasta que una serie de ondulaciones y reflejos les confirmo, antes de verlo, que el animal regresaba de su larga incursion por el agua.

Poco a poco comenzo a distinguirse un punto mas claro en el agua, debia ser la cabeza del animal, unico punto sobresaliente se su cuerpo.

Instantes despues Blanche recordo lo que obstinadamente habia olvidado hasta ese momento.

Recordo que momentos antes de desmayarse habia visto al animal alzarse sobre sus patas y luchar con un enemigo invisible. Recordaba perfectamente los gruñidos del perro y de su enemigo pero a este no habia podido verle. Solo habia podido ver en rapida sucesion las manchas claras del perro que eran sustituidas por la mas negra oscuridad. Era claro que el perro habia luchado contra algo que Blanche habia sido incapaz de percibir.

Mientras estos intranquilizadores pensamientos volvian al cerebro de Blanche el perro se iba acercando mas y mas.

Cuando estaba a unos metros de la orilla se hizo evidente que el animal nadaba con esfuerzo y su simple respiracion agitada llegaba hasta ellos sobrecogedoramente intensa y fuerte.

Poco despues pudieron distinguir que el perro llevaba algo en la boca, algo que no era perceptible todavia pero que le obligaba a nadar de lado.

Solo cuando sus patas volvieron a entrar en contacto con la escalera y el perro pudo sacar parte un cuerpo del agua, vieron que lo que llevaba en la boca era una mano que evidentemente pertenecia a un cuerpo de negro que todavia no habia sido sacado del agua.

Casi sin esfuerzo el animal saco parte del cuerpo pero llego un momento donde no pudo tirar mas de el. Estaba demasiado fatigado para terminar la tarea que habia emprendido.

Fue Jack el que tomando la mano del cadaver termino por sacarlo del agua.

- Es una hembra. Dijo Jack. Atronando con su voz excitada la cueva

A pesar de la turbada que estaba, y tras el primer sobresalto, Blanche respiro con alivio, se habia acabado buena parte de su pesadilla. Era evidente que el perro habia luchado con ella mordiendola en alguna parte vital, despues el cuerpo habia rodado hasta caer al agua quiza muerto, o quiza vivo todavia y se habia ahogado despues.

Debia ser la hija de la vieja, la madre de los dos apestosos negritos.

- Ya no me traeras mas problemas jodida zorra!. Penso para si Blanche. Sintiendo que se llenaba de alegria.

Continuara...

Datos del autor/a:

    Nombre: Adela.

    E-mail: aadelaa@yahoo.com

    Fuente: Historia originalmente publicada en la lista de correo "morbo".

    Relato protegido e inscrito en el registro de propiedad intelectual.