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Las 4 rosas (42)

en Grandes Series

Tras los dedos de su ama, Tiara hubo de volver a lavar los sexos de las dos jovenes blancas mientras estas, desnudas sobre el lecho, se recuperaban lentamente del placer que mutuamente se habian proporcionado.

- Cuantos dias tardara en pasarme ?. Pregunto Hanna molesta por la irritacion que sentia en el sexo.

- Tres o cuatro, a lo sumo una semana, depende mucho del uso que hagas del sexo y de como lo hagas.

- Por que no te vienes a mi casa. Podiamos continuar la diversion alli.

- No has tenido suficiente ?.

- Si, claro que si, no me refiero al sexo, me refiero a que pediamos divertirnos un rato con algun negro.

- Que te estara pasando por la cabeza ?.

- Estoy pensando que he comprado tres nuevos negros a los que no he marcado todavia, me gustaria que me ayudaras a marcarlos.

- Los marcas con el hierro al rojo ?.

- Naturalmente. Contesto como si por su cabeza no pasara que se pudiera marcar a un negro de otra manera.

- Creo que para eso no necesitaras ayuda.

- No, realmente no, pero de paso podiamos hacerles alguna perreria.

- Como cual ?.

- No se, podiamos obligarles a echar una carrera entre ellos.

- Como sabrias si estan corriendo todo lo que pueden.

- Es muy sencillo. En casa tengo una pasta de guindillas machacadas junto con otras plantas irritantes. Antes de ordenarles correr se les unta el ano con ella, no puedes ni imaginarte lo freneticos que se ponen y lo divertido que es verles agitarse y bufar como becerros durante un buen rato. Luego se les ordena correr todo lo que puedan con la advertencia de que solo el ganador se librara de una nueva dosis de pomada. Te puedo asegurar que corren hasta partirse el alma. Algunas veces han llegado a pelearse entre ellos para evitar que el contrario ganase. De esta manera selecciono los mas resistentes y rapidos para que luego sean mis caballitos.

Blanche habia seguido sonriente la explicacion de Hanna, era facil imaginar como debian correr los negros para evitar ser untados de nuevo con la pomada irritante.

- Tienes ideas geniales Hanna, dijo Blanche halagando a su amiga como si ella ignorara que esta practica era de lo mas comun entre los blancos cuando querian someter a un esclavo a un castigo y no querian que se notaran las marcas.

- Te animas o no ?.

- No, creo que deberia acercarme a charlar con el señor Warner.

- Sigues preocupada por lo que pueda pensar Arthur ?.

- La verdad es que si, no estoy muy segura de que sea tan indiferente como asegura tu madre ?.

- Puedes estar tranquila, Arthur no se metera contigo.

- Como puedes estar tan segura ?.

- No se si sabes que Arthur nacio y vivio durante muchos años en una de las casa de esta misma plaza. Llego incluso a vivir en ella despues de casado. Cuando su primera mujer murio se volvio a casar, esta vez con una mujer mucho mas joven que el, se asegura que encontro a esa mujer en una casa de citas, que la saco de ella porque estaba profundamente enamorado de ella y al parecer es muy feliz con Margaret.

Por eso no creo que tenga prejuicios contra las mujeres como tu.

A pesar de que Blanche no hizo el menor comentario se sintio impresionada por la historia de Arthur Warner. Alguna vez habia oido que alguna puta conseguia casarse con algun hombre distinguido pero eran muchas mas las que desperdiciaban su vida en la inutil espera que terminaba por consumir su juventud y sus fuerzas para morir solitarias y abandonadas como un perro como sin duda la hubiera ocurrido a ella misma de no haber tenido la suerte de casarse con Richard Benson.

- Vas a venirte conmigo o no ?.

- No, cada vez estoy mas convencida de que debo hablar cuanto antes con el señor Warner.

A una orden de Blanche Tiara las ayudo a vestirse.

Luego hubo de ir a buscar al negro que tenia el calzado de Hanna y calzarla antes de por fin se viera libre de su odiosa presencia.

Blanche acompaño divertida a Hanna hasta el carruaje que durante todo ese tiempo habia permanecido esperandola.

Era comico ver a Hanna caminar espatarrada como si en su sexo hubiera ocurrido algo devastador.

La diversion de Blanche se cambio en molestia cuando al ir a darla la mano para que subiera noto que Hanna depositaba un nuevo fajo de billetes en ella al tiempo que decia.

- Toma, te has portado muy bien.

- Puedes estar segura que me limpiare el culo con tu dinero, dijo Blanche con una sonrisa cinica en el rostro al tiempo que cerraba la portezuela del carruaje.

- El dinero es tuyo, haz con el lo que quieras, dijo Hanna sacando la cabeza por la ventanilla.

Blanche rio de la ocurrencia de Hanna y vio como se alejaba el carruaje mientras apretaba el fajo de billetes en la mano.

Finalmente lo miro durante un momento pensando que jamas hubiera pensado recibir tanto dinero por un servicio y mucho menos como propina de un servicio en que habia disfrutado.

El ocaso habia comenzado ya cuando Blanche entraba de nuevo en el despacho de Arthur Warner.

- Pase, pase por favor, tome asiento. Dijo el señor Warner expresando su alegria al verla de nuevo. En que puedo servirla?.

- Realmente en nada, mi visita es mas bien de agradecimiento. Dijo Blanche con la expresion mas calida que pudo.

- Agradecimiento por que, señora Benson?.

- Porque a pesar de que la ultima vez que estuve aqui me dijo no contara con su ayuda cuando surgieran las dificultades, sospecho que se ha preocupado por mi mas de lo que sus palabras hacian entrever.

- Es una de mis obligaciones, señora Benson. Dijo Arthur Warner poniendose serio.

- Quiero expresarle mi agradecimiento por los hombres que mando a la puerta de mi casa los primeros dias.

- Como lo ha descubierto?

- Yo nunca lo hubiera descubierto, pero hay personas que parecen tener un sexto sentido para esas cosas. Yo crei al principio que se trataba de una accion espontanea de unos hombres que querian ayudarme pero alguien me dijo que bien podia ocurrir que usted estuviera detras de ello.

- Puedo saber quien es ese alguien?

- Naturalmente que si, nuestra comun amiga Jesica.

- Jesica sigue siendo tan sagaz como siempre. Pero esta vez se equivoca al menos en parte. Es cierto que cuando me entere que usted introducia los perros de Jack en su casa pedi a dos de mis hombres que fueran a echar un vistazo pero lo cierto es que tras los primeros dias aparecieron otros hombres que nada tenian que ver conmigo. Asi que tanto Jesica como usted tienen razon.

- No me diga que fue una accion espontanea?.

- Espontanea quiza no, digamos que la presencia de mis hombres bien pudiera haberla inducido pero de lo que si puede estar segura que a la puerta de su casa no solo estaban mis hombres sino tambien otros hombres a los que nadie habia mandado alli.

- De todas maneras la estoy muy agradecida por su actitud, quiza si no hubiera sido por ellos no hubiera llegado a entrar definitivamente en la casa.

- Lo dudo señora Benson, si no me equivoco es usted una persona muy decidida.

- De todas maneras, Gracias señor Warner.

- Realmente me gustaria mas que me lo agradeciera contandome lo que encontro en la casa al entrar y como puede vivir en ella, por lo que veo de una forma bastante despreocupada. Ya sabe que esa casa ha sido mi obsesion durante muchos años y ella la achaco buena parte de mis males.

Blanche fue contando paso por paso lo acaecido desde que entro en la casa hasta el momento presente y despues hubo de responder infinitas preguntas del sheriff aclarando cuantos puntos oscuros habia dejado al contar su historia.

La mayoria de las respuestas de Blanche eran coreadas por el señor Warner con expresiones de asombro o de rabia de forma que cuando ya no se le ocurrieron mas preguntas Arthur Warner estaba profundamente impresionado.

- Soy yo quien debo estarle agradecido señora Benson. Dijo el sheriff, no puede imaginarse el peso que me ha quitado de encima. Hay cosas que todavia no comprendo pero estoy seguro que con el tiempo esas cosas se aclararan tanto para usted como para mi.

- Puede estar seguro que a medida que sepa nuevas cosas se las contare con mucho gusto.

- Me ha hablado usted de la existencia de un libro escrito por un tal Hiram ?

- Si, le gustaria leerlo ?. Pregunto Blanche en un intento de predisponer al sheriff a favor de ella.

- Naturalmente, que me gustaria si es que usted no tiene inconveniente.

- Ningun inconveniente, tan pronto como llegue a casa se lo mandare por mi negra. Lo unico que le pido es que no se deteriore, es un libro muy antiguo y al que tengo mucho aprecio porque me ha ayudado mucho.

- Descuide señora Benson, tan pronto como lo haya leido se lo devolvere.

- Perdon señor Warner, le importaria llamarme Blanche, me siento molesta de que una persona con la que ya tengo un cierto grado de confianza siga llamandome por mi nombre de casada.

- Prefiere que la llame señorita Somerset.

Por unos momentos Blanche palidecio al oirse llamar por su verdadero apellido. Que sabia aquel hombre sobre su pasado ?. Ella jamas habia usado su verdadero apellido desde hacia años.

- Prefiere que la llame Blanche, verdad ?. Si claro, ya me lo ha dicho. Dijo el sheriff al ver la turbacion de Blanche. Yo tambien preferiria que me llamara Arthur. Soy mayor que tu, pero me gustaria que llegaramos a ser buenos amigos.

- Como sabe mi apellido de soltera ?. Pregunto Blanche decidida a plantar cara a su pasado si es que aquel hombre sabia algo de el.

- Por favor Blanche no te sientas inquieta. El estar informado de ciertas cosas es parte de mis obligaciones, pero puedes estar tranquila, no hay nada en tu pasado que deba preocuparte, es posible que otra persona diera mas importancia a ciertos hechos, pero yo no suelo juzgar a las personas por su pasado a no ser que este realmente sea delictivo y peligroso. Aun asi prefiero dar una oportunidad a cualquiera que llegue a la ciudad, es frecuente que personas con pasado turbio lleguen decididas a cambiar de vida y que cuando se les da la oportunidad que esperan cambien y sean realmente productivas para la comunidad.

- Pero es que yo no pienso cambiar. Dijo Blanche convencida de que todo aquel sermon era simplemente una encerrona.

- No veo por que has de hacerlo ?.

- Quieres decir que no tiene inconveniente de que me dedique a la prostitucion ?.

Esta vez fue el sheriff el sorprendido y pasaron unos instantes antes de que pudiera reaccionar.

- No veo las razones que te pueden impulsar a ello pero si ese es tu deseo yo no tengo ningun inconveniente siempre que te atengas a ciertas reglas.

- Como cuales ?.

- Ya sabes que alrededor de la prostitucion suele formarse un mundo de delincuencia que poco tiene que ver con la finalidad inicial.

Tan solo te pido que si detectas a alguien que este cometiendo acciones delictivas me lo comuniques lo antes posible. Es una forma de garantizar el orden y que las cosas sirvan para lo que fueron creadas.

- Nada mas ?. Pregunto Blanche con una sonrisa.

- Si claro que hay mas, si por casualidad te das cuenta, Dios no lo quiera, que has contraido una enfermedad vergonzante, debes suspender tu actividad, de lo contrario seria yo quien me veria obligado a intervenir.

- Señor Warner ... Dijo Blanche molesta por las palabras del Sheriff.

- Arthur, por favor, llamame Arthur.

- Esta bien Arthur, crees que seria capaz de seguir acostandome con los hombres si supiera que estoy enferma ?.

- No lo se Blanche, las personas tenemos muy distintas formas de reaccionar y uno no sabe lo que puede suceder llegado el momento.

- Ademas, yo no tengo intencion de ir acostandome con todos los hombres que soliciten mis servicios. Por fortuna tengo suficiente dinero como para poder seleccionar mis clientes.

- Ah !, es eso ?. Yo a eso no lo llamaria ni siquiera prostitucion.

- Maldita sea Arthur, parece que no entiendes nada de nada.

- Explicate Blanche, dijo Arthur sorprendido por las palabras y la energia de Blanche.

- Parece mentira que conociendo mi pasado no seas capaz de imaginarte lo que quiero. O es que realmente no conoces mi pasado ?.

- Lo que se de ti te lo resumo en un momento. Se de una jovencita que un dia llego a Natchez con mucha mas hambre que fortuna y se dedico a la prostitucion sin mucho exito.

Durante pocos años viviste alli hasta que un dia emprendiste un largo camino que te llevo hasta la casa de un hombre que habia muerto unos dias antes. No se que intenciones te empujarian a emprender aquel viaje pero lo cierto es que te casaste con su hijo y cuando este se suicido vendiste la casa que al parecer contenia una autentica fortuna y viniste aqui.

- Blanche se quedo impresionada por la claridad del resumen de Arthur, sin duda le faltaban unos pocos detalles como que ella habia sido quien habia robado a Peter Benson el dinero y que el otro viejo fue ahorcado como culpable pero esto no podia saberlo ni Arthur ni nadie.

- Si sabes todo eso no te sera dificil imaginar lo que quiero.

- Sigo sin entenderte Blanche.

- Pues es muy sencillo, quiero abrir una casa en la que sean bien acogidos todos los hombres que lo deseen.

- Ya empiezo a comprender, quieres decir que no seras tu la unica mujer.

- Eso es, quiero decir que empezare con mis negras pero que poco a poco ire ampliando la plantilla con toda aquella mujer que lo desee y me convenga.

Continuara...

Datos del autor/a:

    Nombre: Adela.

    E-mail: aadelaa@yahoo.com

    Fuente: Historia originalmente publicada en la lista de correo "morbo".

    Relato protegido e inscrito en el registro de propiedad intelectual.