miprimita.com

Mi boda IX (CadaquésIII) 1ª parte

en Voyerismo

Mi boda IX (CadaquésIII) 1ª parte

Llegué al sex-shop y Laura estaba ya en la acera mirando si venía, pero no me esperaba en taxi, así que la sorprendí. Me sonrió y yo la arrastré del brazo dentro. Pasamos esa puerta y cortinas (¿por qué las cortinas?) y entramos en una sala con muchos estantes llenos de vídeos y vitrinas exponiendo juguetitos. Realmente era grande, y se veían más salas detrás e incluso el piso de arriba (había unas escaleras al fondo).

Yo iba recitando la lista en mi cabeza, pero Laura no paraba de interrumpirme, así que estaba segura que me dejaría algo. Pero claro, si hubiera querido tranquilidad hubiera ido sola (¿sola a un sex-shop? No, demasiado perverso para ir sola, mejor compartirlo). Le dije que necesitaba un traje de dómina y algunos juguetes más, y se quedó de piedra. “¿A Javier le mola eso?”. “No, no es exactamente para Javier pero…, pero creo que él también lo disfrutará”, le respondí. Laura no sabía qué pensar, pero no por ello dejó de ser mi amiga cómplice.

Como no veíamos nada por allí, nos acercamos al mostrador de caja para preguntar al dependiente de la tienda, un tipo cuarentón con gran barriga. Nos entendió exactamente, y nos indicó que en la planta de arriba estaban los disfraces (al decir disfraces sonrió). Se lo agradecí con una gran sonrisa y, cuando ya subíamos, nos dijo que una tal Yolanda estaba arriba y nos podía ayudar. Desde las escaleras se lo agradecimos de nuevo, sabiendo que él, desde abajo, tendría una perfecta vista de mis piernas que yo, amablemente, le ayudé a complementar al hacer una zancada larga, con lo que debió ver el fino hilo de la tanga o cómo se perdía entre mis cachetes.

Una vez arriba vimos una luz al fondo, el resto estaba oscuro, así que llamamos en voz alta: “¿Yolanda?”. “Vooooyyy…” fue la respuesta. Los fluorescentes empezaron a repicar y se iluminó el piso de arriba entero, mientras veíamos acercarse una figura menuda con jeans y camiseta. Llevaba el cabello de un tono lila y con un poco de lo que un día debía haber sido una cresta, piercing en la nariz y guantes sin dedos, de rejilla en las manos y antebrazo.

Efectivamente el piso de arriba, en realidad una buhardilla algo baja (casi me doy con la cabeza al subir, pero Javier seguro que se hubiera tenido que agachar) repleta de estantes con maniquís y complementos. Efectivamente era la sección de moda de la tienda. Cada pasillo era un desfile de maniquís de enfermeras, vampiresas, hombres lobo… y en las paredes los complementos, látigos, máscaras, antifaces… Así que no tenía demasiado sentido perderse en esa inmensidad, fui directa al grano y me encaré con Yolanda:

-          Veníamos buscando un traje de dómina para mí, y algunos complementos.

No dijo nada, simplemente asintió, me miró de arriba abajo como tomando medidas y nos dijo que la siguiéramos entre los pasillos hasta llegar a una zona donde todo estaba lleno de trajes y complementos de látex y cuero.

Me lo recorrí entero mirando cada modelo, pero sin convencerme, había hasta máscaras de gas. Laura me comentaba sobre uno de látex de cuerpo entero con cremalleras en los pezones y el bajo vientre, pero yo callaba (y también Yolanda, que me observaba).

-          No me convencen, esperaba algo más chic. El plástico no me dejará respirar la piel, y tenía pensado estar un tiempo con él puesto.

-          Tú lo que buscas es algo más profesional, ¿verdad? Pero entonces es algo más caro, esto son disfraces, si buscas algo mejor pasa por aquí.

Y nos condujo más al fondo, a otro pasillo que acababa en un cuarto. Curiosamente en medio había una mesa con una máquina de coser Singer y retales y cajas llenas de complementos (de cremalleras a botones). En diversos colgadores había vestidos cuidadosamente protegidos con bolsas plásticas como si fueran trajes de novia (y alguno de novia había). Seleccionó dos y se los colgó del brazo, me volvió a mirar y seleccionó un tercero. Despejó una larga mesa al lado y los mostró sacándolos con destreza de la funda de plástico.

Tres increíbles trajes de dómina ante mí, esos sí eran chic. Uno con una corta falda, negro, los otros dos bien entallados de cuerpo completo, piernas y brazos largos uno y el otro con espalda descubierta. Me acerqué y los miré y toqué. Eran de piel. Cuero brillante, pero verdadera piel, no látex ni plástico como los de fuera. Estaban cortados y con las juntas rematadas a mano, pero los bajos y laterales estaban descosidos. Pese a parecerme tan bonitos, el hecho que estuvieran a medias me dejó sorprendida, yo lo necesitaba para llevármelo.

-          Se ven preciosos, pero es una lástima, yo necesito llevármelo hoy.

-          Pues claro, pero estos trajes no son de outlet chica, hay que ajustarlos a mano para cada clienta. Eso se paga. – Dijo Yolanda encendiendo un canuto que se había estado liando.

-          ¿Hoy?

-          De quince a veinte minutos, mientras escoges los complementos, pero entonces hay un plus para mí.

-          Quiero probarme este. – Dije indicando el de los hombros descubiertos.

-          Sin problema, pero no me lo ensucies. Venga.

-          ¿Aquí?

-          ¿Dónde sino? ¿Tienes prisa o no? - Me quité la faldita y me quedé sólo con la minúscula tanguita. – No te la quites para no mancharlo. – Me advirtió Yolanda mientras tomaba una larga calada a su canuto y me repasaba con su caliente mirada. Me di cuenta que me miraba con deseo, así que seguí desnudándome y dándole un buen espectáculo. Laura tomaba mis prendas cuando yo se las pasaba. Me moví para quedar sobre un trozo de moqueta y me desprendí también de los zapatos y sostén, quedándome desnuda salvo por el minúsculo y transparente triángulo de la tanga y sus hilos, que por detrás se perdían entre mis cachetes.

Yolanda se acercó para tenderme el traje y me ayudó a ponérmelo con cuidado de no tirar de las costuras abiertas para no desgarrarlo. Enfundar mis piernas fue difícil, porque me ajustaba mucho, pero así tenía que ser. Cuando mi culo quedó cubierto Yolanda me acercó un taburete y, sentada, ella me ajustó la parte del traje de arriba, que apenas si cubría mis pechos, dejando los pezones al aire.

Entonces tomó una caja con agujas y me pasó a mí el canuto. Le di una calada y se lo pasé a Laura, que fue quien se lo quedó el resto del tiempo. Y aquí ya no pude leer ningún deseo en Yolanda, sino sólo profesionalidad. Me hizo alzar y estuvo tironeando de la tela hasta dejarla perfectamente estirada al límite. Sujetó y marcó con agujas mis tobillos y volvió a tirar arriba marcando perfectamente mis labios vaginales con sus dedos. Una cremallera recorría mi entrepierna y era francamente molesta. El resto del traje me quedaba tan pegado que notaba los dedos de Yolanda recorriéndome entera, pero la entrepierna me molestaba y así se lo dije.

-          Puedo dejarla abierta o sin cremallera, pero eso lo decides tú. - Claro, sin cremallera no podría… nada. Y dejarla abierta era tener que ir con el sexo al aire (debajo no me podía poner nada). – O podríamos hacer dos partes, piernas y cuerpo, tengo otro por ahí.

-          Si no lo has sacado antes por algo será, pero ir abierta ya de entrada sería demasiado obvio.

-          Esperas, ya sé lo que necesitas. – Dijo dejándome allí en medio y liándose entre los percheros. Salió de entre ellos con una sonrisa y me retiró todo lo que llevaba, con lo que volví a quedar sólo con la tanga. Cuando empezó a sacar retales me fue difícil imaginar lo que era, pero ella no me dejó opinar. Esta vez era piel de un tono burdeos, brillante y mucho más fina y delicada, pero también resistente cuero.

Con agujas y destreza empezó a envolverme las piernas sin darme opción a nada. Quedaron mis dos piernas enfundadas en cuero sujeto con agujas hasta los muslos. Después una especie de liga de cuero lo unía a un top también de cuero parecido al anterior, pero este mucho más delicado y con cordones en la espalda para atarlo bien ajustado (pero, de nuevo, con los pezones al aire). Finalmente sacó una tanga de cuero y me la incrustó entre mis cachetes y labios. Recorrió trazos en el cuero con tiza, ajustó algunas agujas más y, finalmente, antes de las últimas marcas, sus dedos volvieron a recorrer mi sexo, marcando perfectamente mi entrepierna con sus dedos, deleitándose al notarme caliente. Una sonrisa asomó a sus labios y mientras su dedo índice recorría mi vulva sobre la tanga me miró a los ojos.

-          Vuelve a subir en 15 minutos, esto será un verdadero placer.

Y, sin más, me desnudó en un santiamén y se fue con los retales. Me puse la falda y camiseta y bajé, toda colorada, con Laura a la parte de abajo.

De nuevo no llego a Cadaqués, pero os prometo que en el próximo relato seguro. Al fin y al cabo… ¿qué puede suceder en un simple viaje en coche de Barcelona a Cadaqués?

Besos perversos a tod@s, y a ver si me dejáis algún comentario diciendo qué os parece.

Sandra

Mas de sandrahotbcn

En el autobús

Regalo para mis lectores

Por qué no quedo con mis admiradores de Internet 2

Por qué no quedo con mis admiradores de Internet

En un bar

Barcelona en verano

Lunes, huelga de metro en Barcelona

Mi marido me ofrece a un vagabundo

Laura (Capítulo de Vida de Casada)

Mi Boda XIX

Mi boda XX

Mi boda XVIII

Mi boda XIX

Mi boda XVIII

Mi Boda XVII

Mi boda XVI

Mi boda XV

Mi boda XIV

Mi Boda XIII

Mi boda XI

Mi boda X

Mi boda IX (CadaquésVIII)

Mi boda IX (Cadaqués VII)

Mi boba IX (Cadaqués VI)

Mi boda IX (CadaquésV)

Mi boda IX (CadaquésIV)

Mi boda IX (CadaquésIII)_2ª parte

Mi boda IX (CadaquésII)

Mi boda IX (Cadaqués)

Mi boda VIII (el baile)

Mi boda VII (antes del baile)

Mi boda VI (el banquete)

Mi boda V (la boda)

Mi boda IV (lista para la boda)

Mi boda III (casi lista)

Mi boda II (Preparativos)

Mi boda I (preliminares)

Caliente_1

Excitando 5 – Parte 8

Excitando 5 - Parte 7

Excitando 5 - parte 6

Excitando 5 - Parte 5

Excitando 5 - Parte 4

Excitando 5 – Parte 3

Excitando 5 (parte 2)

Excitando 5 (primera parte)

Excitando 4 – El sobrinito de la vecina (y parte 5

Excitando 4 – El sobrinito de la vecina (parte 4)

Excitando 4 – El sobrinito de la vecina (parte 3)

Excitando 4 – El sobrinito de la vecina (parte 2)

Ecitando 4 (parte 1)

Excitando 3

Regalo de Navidad 3 (o de fin de año)

Regalo de Navidad

Regalo de Navidad (2)

Shorts

En el tren

El Partido 5

El Partido 3

El Partido 4

El partido 2

El Partido 1

Excitando 2

Núria

Viaje (11)

Viaje (y 12)

Viaje (10)

Viaje (9)

Viaje (8)

Viaje (7)

Viaje (6)

Viaje (4)

Viaje (5)

Viaje (3)

Viaje (2)

Viaje (1)

Metro 2

Mi antiguo trabajo (y 13)

Mi antiguo trabajo (12)

Mi antiguo trabajo (11)

Mi antiguo trabajo (9,5)

Mi antiguo trabajo (10)

Mi antiguo trabajo (8)

Mi antiguo trabajo (9)

Mi antiguo trabajo (7)

Para Raúl

Mi antiguo trabajo (6)

Mi antiguo trabajo (5)

Mi antiguo trabajo (3)

Mi antiguo trabajo (4)

Mi antiguo trabajo (2)

Mi antiguo trabajo (1, el inicio)

Metro1

Excitando