miprimita.com

Mi boda X

en Voyerismo

Mi boda X

Volvimos de la luna de miel acaramelados, morenos, empalagosos… y algo hartos, hay que reconocerlo. Tenía hasta ganas de volver al trabajo ¿os lo podéis imaginar? Hacer algo, dejar de leer, excursiones, paseos de la mano bajo la luz de la luna, aceptar besos en todo momento con una sonrisa, caricias y halagos, …

El taxi nos dejó en una abochornante tarde delante de casa. Suerte que Julián acudió rápido para ayudar a Javier, porque el equipaje necesitó de cuatro viajes para llegar completo a la sala de estar de nuestro piso. Veníamos cansados del vuelo, me pesaban los huesos y sólo quería dormir. Pero Javier tuvo una gran idea, deshacer sólo lo imprescindible e ir al gimnasio del bloque y tomar una relajante sauna.

Y eso fue lo que hicimos (¿Veis como soy una buena esposa y hago lo que mi maridito quiere…? a veces). Todavía nunca habíamos bajado al gimnasio como propietarios, sí lo habíamos visto antes de comprar el apartamento, pero con todo el trajín de la boda ni lo habíamos pisado como propietarios, así que bajamos con una bolsa, albornoces y chanclas hasta la planta menos uno del edificio, donde estaba el gimnasio y las instalaciones comunes (la piscina estaba en los jardines).

Era pronto todavía, sobre las siete, pero el gimnasio estaba desierto, así que lo recorrimos para familiarizarnos con él. Habían cinco cintas de correr, bicicletas estáticas, pesas, espalderas en las paredes, colchonetas, dos máquinas de remos y algunos bancos de abdominales o para pesas, con un gran espejo en una de las paredes. Al fondo, dos jacuzzis y la sauna. En los extremos, los vestidores con sus duchas. Pude observar como en la sala de ejercicios había cámaras, pero no en vestuarios ni duchas. Dejamos nuestras cosas en los vestuarios, cada uno en el suyo, y volvimos a reunirnos frente a la sauna. Colgamos los albornoces en los ganchos de fuera de la sauna y entramos cada uno con una toalla. Era una sauna seca de madera, no había agua ni ramas para azotarse (los catalanes sólo son medio civilizados), pero el calor nos envolvió mientras nos estirábamos y rápidamente me relajé. No sé cuánto rato estuvimos así, pero no debía ser mucho porque Javier no aguanta demasiado.

Antes de que se fuera le pedí que me raspara con el guante de esparto la espalda. Me estiré sobre el banco (con la toalla debajo) y disfruté de su firme masaje con el guante de esparto en mis hombros y bajando por la espalda sin dejar ni un centímetro sin enrojecer. Llegó a las nalgas y las recorrió enteras, raspando la piel y quitándome el cansancio con ello, para seguir por las piernas, muslos y hasta las plantas de los pies. Apartó el guante y me lo dejó a mano para que fuera yo la que hiciera el resto mientras oía cómo se alzaba. Pero no oí la puerta, volvió a sentarse a mis pies y entonces pude notar sus manos abriendo mis nalgas y acariciándolas. Amasaba mis nalgas a manos llenas, abriéndomelas y yo notaba cómo mis propias carnes friccionaban mi sexo con su amasar a los lados y arriba y abajo.

Yo me dejaba hacer, pasiva, disfrutando de saberle excitado recorriendo con su vista cómo se abría y cerraba mi sexo, mi ano. Estuvo así un rato, yo estaba toda sudada y brillante, pero relajada y disfrutando del... llamémosle masaje. Entonces sus dedos empezaron a explorar mientras masajeaban, sus pulgares llegaban a acariciar las paredes de mi sexo y se internaban hasta entrar en contacto con mi ano, saliendo, retirándose y volviendo a amasar mis carnes y resbalar por mis interioridades sin llegar a penetrarme. No pude evitar mi reacción, mi sexo se humedeció, y no era de sudor solamente. Mi ano empezó a palpitar, mi rosada abertura se abría y cerraba con espasmos respondiendo a sus caricias y al deseo de que sus pulgares penetraran más allá. Yo ocultaba mi cabeza entre mis cruzados brazos y mi respiración se aceleraba.

Sus manos forzaron una vez más mis nalgas a abrirse, pero esta vez no continuaron con el recorrido inverso, me sabía expuesta, totalmente expuesta a su mirada, a su escrutinio, brillante, húmeda y oliendo a sexo. Entonces noté su lengua recorriendo toda mi raja, recogiendo sudor y flujos y sexo, tragando y limpiando. Me recorrió entera desde el final de la espalda hasta el sexo, dejándome el recorrido de su saliva en mí, pero limpiando y tragando mi sudor y flujos, me dejó suave y brillante, sólo con su saliva, antes de que su lengua penetrara en mi preparado ano y su pulgar en mi sexo pinzando mi clítoris. Abrí un poco más mis piernas y no pude contener un gemido ni un espasmo que todavía me abrió más a él, que aprovechó para profundizar con su lengua y apretar tomando todavía con más firmeza mi clítoris y prensarlo y pellizcarlo moviendo los dedos contra él.

Me corrí con un gran grito mientras él no dejaba ir la presa y me sacudí mientras su cara me apretaba contra la banqueta y su mano me obligaba a contorsionar mi sexo contra sus dedos. Me sacudí entera tres veces, hasta un cuarto espasmo que me encorvó y me dejó suspendida de brazos y rodillas para permitirme relajarme después, suavemente, mientras él se retiraba.

Oí la puerta cerrarse pero yo no me moví. Me quedé allí estirada, satisfecha, sudando y depurando mis carnes sin pensar en nada, sólo relajándome más y más, con la cabeza reposando entre mis brazos y mi cuerpo sudando. Volví a oír la puerta no sé cuánto tiempo después.

-          ¿Olvidaste algo cariño? – dije somnolienta.

-          Mnooo, ñoooo. – Susurró.

Noté cómo se volvía a sentar a mis pies y volví a mi éxtasis particular donde no hay tiempo ni espacio. De vez en cuando se movía y yo, pícara, en todo ese rato sólo mantuve mis abiertas piernas por si le tentaba, aunque realmente tampoco tenía ganas de nada. De nuevo, no sé cuánto tiempo pasó hasta que volví a oír la puerta.

-          Dúchate, yo voy en un rato. -Y seguí sudando y sudando hasta que todos y cada uno de mis músculos quedó relajado y deshecho.

Sólo entonces salí tomando la toalla y dirigiéndome al vestuario femenino, donde me duché al inicio con agua fría, disfrutando del contraste, para luego empaparme de agua caliente y ponerme jabones y geles. Tenía otra toalla para secarme, y me entretuve con las cremas y aceites corporales. Me cepillé el pelo y me miré al espejo, una diosa desnuda sin nada de maquillaje, como más me gusta. Comprobé que mis glúteos siguen prietos y firmes, mis pechos apuntando al frente todavía (cambiará, lo sé, cambiará, pero con treinta y cinco está todavía muy bien) y, satisfecha, tomé mis cosas y salí en busca del albornoz desnuda. Me cubrí y anudé el albornoz tomando mi bolsa y yendo hacia el ascensor de nuevo.

-          Cariño, ¿has vuelto a la sauna después de salir?

-          No, he ido a la ducha directamente. Te he preparado un poco de cena.

¿Quién había sido entonces el que había entrado en la sauna mientras yo estaba echada, desnuda? ¿Quién había estado observando mi expuesto sexo y ano?

Espero vuestros comentarios.

Besos perversos a tod@s,

Sandra

Mas de sandrahotbcn

En el autobús

Regalo para mis lectores

Por qué no quedo con mis admiradores de Internet 2

Por qué no quedo con mis admiradores de Internet

En un bar

Barcelona en verano

Lunes, huelga de metro en Barcelona

Mi marido me ofrece a un vagabundo

Laura (Capítulo de Vida de Casada)

Mi Boda XIX

Mi boda XX

Mi boda XVIII

Mi boda XIX

Mi boda XVIII

Mi Boda XVII

Mi boda XVI

Mi boda XV

Mi boda XIV

Mi Boda XIII

Mi boda XI

Mi boda IX (CadaquésVIII)

Mi boda IX (Cadaqués VII)

Mi boba IX (Cadaqués VI)

Mi boda IX (CadaquésV)

Mi boda IX (CadaquésIV)

Mi boda IX (CadaquésIII) 1ª parte

Mi boda IX (CadaquésIII)_2ª parte

Mi boda IX (CadaquésII)

Mi boda IX (Cadaqués)

Mi boda VIII (el baile)

Mi boda VII (antes del baile)

Mi boda VI (el banquete)

Mi boda V (la boda)

Mi boda IV (lista para la boda)

Mi boda III (casi lista)

Mi boda II (Preparativos)

Mi boda I (preliminares)

Caliente_1

Excitando 5 – Parte 8

Excitando 5 - Parte 7

Excitando 5 - parte 6

Excitando 5 - Parte 5

Excitando 5 - Parte 4

Excitando 5 – Parte 3

Excitando 5 (parte 2)

Excitando 5 (primera parte)

Excitando 4 – El sobrinito de la vecina (y parte 5

Excitando 4 – El sobrinito de la vecina (parte 4)

Excitando 4 – El sobrinito de la vecina (parte 3)

Excitando 4 – El sobrinito de la vecina (parte 2)

Ecitando 4 (parte 1)

Excitando 3

Regalo de Navidad 3 (o de fin de año)

Regalo de Navidad

Regalo de Navidad (2)

Shorts

En el tren

El Partido 5

El Partido 3

El Partido 4

El partido 2

El Partido 1

Excitando 2

Núria

Viaje (11)

Viaje (y 12)

Viaje (10)

Viaje (9)

Viaje (8)

Viaje (7)

Viaje (6)

Viaje (4)

Viaje (5)

Viaje (3)

Viaje (2)

Viaje (1)

Metro 2

Mi antiguo trabajo (y 13)

Mi antiguo trabajo (12)

Mi antiguo trabajo (11)

Mi antiguo trabajo (9,5)

Mi antiguo trabajo (10)

Mi antiguo trabajo (8)

Mi antiguo trabajo (9)

Mi antiguo trabajo (7)

Para Raúl

Mi antiguo trabajo (6)

Mi antiguo trabajo (5)

Mi antiguo trabajo (3)

Mi antiguo trabajo (4)

Mi antiguo trabajo (2)

Mi antiguo trabajo (1, el inicio)

Metro1

Excitando