miprimita.com

Mi Boda XVII

en Voyerismo

Mi boda XVII

Es sábado, me he levantado tarde y he comido una manzana. Voy a hacer ejercicio. Pongo dos toallas en la bolsa, mis cremas y champú, me pongo unas mallas, un mallot, me calzo unas deportivas y bajo en el ascensor. Saludo a Julián pero el ascensor continúa descendiendo, le veo tomar el telefonillo mientras me pierdo en el piso inferior, donde está el gimnasio. Voy al vestuario y dejo las cosas, todavía medio dormida, pero con ganas de hacer un poco de ejercicio e ir a la sauna.

Al salir del vestuario veo entrar al chiquillo que me encuentro por las mañanas. ¿Le habrá avisado Julián o será una coincidencia? No creo en las coincidencias. Empiezo mi calentamiento y pronto el chiquillo entra también a la sala de ejercicios. A través del espejo le veo y nos sonreímos saludándonos, pero no hablamos, cada uno a lo suyo. Veo su short empalmado, parece que se alegra de verme. También él calienta un poco corriendo antes de ponerse a hacer sus tablas de ejercicios.

Yo desciendo de mi cinta y busco las pesas, al poco él me sigue, aunque sus pesas son mucho mayores. Los dos hacemos unos cuantos ejercicios de brazos y entonces me tumbo en la banca para los pectorales con las pesas. Él está a mi lado con sus ejercicios. Veo que continúa alegrándose de mi presencia, su polla está completamente inflamada y se sale por el camal del short, no lleva calzoncillos. No se inmuta, se exhibe a mi lado sabiendo que su polla sobresale, sonríe con aire de suficiencia, ¡está exhibiéndose ante mí! Su polla es claramente visible y él también tiene que haberse dado cuenta en su reflejo ante el espejo, pero la está luciendo para que yo, tumbada en la banca a su lado, la tenga justo sobre mi mirada. Yo sigo con mis ejercicios.

Su polla es de buen tamaño, no puedo evitar fijarme. Después de lo de anoche con el tal Manuel estoy todavía caliente. Llegué a casa y me fui directa a dormir, pensé (inocente de mí) que con un poco de ejercicio me relajaría, pero la presencia de ese descarado niño con la polla al aire no puedo evitar que me excite. El mallot me cubre el cuerpo, pero seguro que mis pezones se me marcan claramente ahora. Es como un bañador de cuerpo entero, y las mallas de deporte debajo sólo hacen que me presione todavía más mi sexo. Noto cono una mano sobre mi vientre cada vez que me muevo y, ¡maldita sea! Me estoy excitando. Pero eso no puede quedar así, si le permito que se exhiba delante de mí lo tendré cada mañana restregándose como un perro contra mi pierna. Acabo mis ejercicios de pectorales y me siento en la banca para recuperarme un poco. Enfrentamos nuestras miradas en el espejo, él sonríe sabiendo que le miro su polla y sus músculos mientras no deja de mover los antebrazos flexionando con las pesas.

-          Perdona, pero se te ha salido la polla y se te puede enfriar, mejor que la recojas y la pongas en su sitio.

-          ¿No quieres hacerlo tú? – Me mira desafiante. No le respondo, me ha cogido por sorpresa. Aprovecha y se quita la camiseta sin mangas mostrando su precioso cuerpo marcado de músculos. Mi mirada no puede evitarlo y deriva a sus abdominales, tableta de chocolate perfecta. - ¿Me ayudas? – Vuelve a invitarme acercándoseme hasta que su sexo queda ante mí. No se cómo reaccionar, así que tomo el lateral de sus shorts y se los bajo.

-          Si lo prefieres, entonces mejor hacer ejercicio desnudo ¿no? – Le dejo con los shorts en los tobillos, me levanto y devuelvo las pesas al soporte donde están el resto. Vuelvo a la banqueta sin que él se haya movido y empiezo mi serie de flexiones.

Manos a la altura de las sienes, piernas flexionadas, tumbarme y levantarme… empiezo mi letanía, series de quince, tres repeticiones. Él se ha quedado quieto como una estatua, pero finalmente reacciona y se quita el short tranquilamente y lo tira al lado, con la camiseta y sigue con sus ejercicios, desnudo del todo salvo por los calcetines y las zapatillas. Por el rabillo del ojo, en el espejo, le veo orgullosos de su cuerpo, sonriendo satisfecho, sabiendo que le observaré. Su polla se alza, venosa, orgullosa, completamente empinada. ¡Maldita sea! Estoy todavía más excitada teniendo ese chiquillo al lado desnudo. ¿Chiquillo? Pero qué digo, es un macho, un macho joven y musculoso exhibiéndose desnudo ante mí.

Primera serie acabada. Me estiro y respiro para relajarme. Continúa a mi lado. ¿No se hartará de las pesas? Como si me hubiera escuchado va a dejarlas y descansa un poco.

-          ¿Te gusta lo que ves? – Me dice irritantemente seguro de sí mismo.

-          Sí, eres realmente bello. ¿Pero qué esperabas? ¿Qué me derritiera y te saltara a los brazos para que me follaras? – vuelvo a iniciar una serie de flexiones y él se me acerca. Ahora cuando alzo mi tórax con las flexiones su polla queda al lado de mi cabeza, la veo en el espejo, y también noto las palpitaciones en mi sexo.

-          Bueno… reconozco que me hubiera gustado.

-          O… hubieras preferido que me acercara… ¿y me la tragara enterita? – digo mientras sigo con el ejercicio. Él se me acerca más, dejando su polla a la altura de mi boca cuando yo hago la flexión.

-          Eso tampoco estaría nada mal, si gustas…

-          Creo que alucinas. – Y acabada la serie me dejo reposar estirada en la banca. Mis piernas, flexionadas ante el espejo, dejan mi almejita abierta a su vista.

-          Estás para comerte. Eres preciosa.

-          Podría ser tu madre. – Él ríe…

-          Si conocieras a mi madre no dirías eso. – Se toma la polla con su mano y se la descapulla mostrándome su prepucio abierto mientras su mirada se fija en mi cuerpo y, más exactamente, en mi conejito. Yo reinicio mis movimientos y él aprovecha para apuntarme con su polla ofreciéndomela, pero yo le ignoro y sigo con mis ejercicios, pese a tenerlo a escasos centímetros de mí, pese a poder olerla, pese a saberle dispuesto, pese a tener unas ganas inmensas de sexo.

-          No, realmente no sé quién es, pero seguro que no es una gran educadora.

-          Oh, eso sí que lo es, muy formal y correcta.

-          Pues su niño no ha salido así, eso sin duda. – Me quedo sentada en la banqueta y bajo las piernas a cada lado, con lo que mi palpitante chochito queda abierto a su mirada. Pongo las manos en mi nuca y hago giros de tórax al subir y bajar. Mis codos casi impactan en su miembro, así que se retira un poco porque ve que no pienso dejar de hacer mis ejercicios. Pero pronto vuelve a acercarse y deja la punta de su miembro cerca de mi boca cuando doy vuelta hacia él.

-          No, yo no he salido demasiado correcto, pero creo que tú tampoco, yo creo que te estás derritiendo por notarme dentro de ti. – Y el muy cerdo tenía razón, pero no pensaba claudicar.

-          Déjame en paz, estoy haciendo ejercicio.

-          Otro ejercicio es el que yo haría contigo.

-          Venga, ya está bien. – Dije deteniéndome al acabar la serie. Me alcé y me dirigí al vestuario mientras le decía: - En cualquier momento puede entrar un vecino y si te ve así creo que tu mamaíta se enfurecerá. – Y entré al vestuario. Allí me desnudé y pude comprobar cómo mis pezones se habían puesto duros como piedras y de mi chochito escapaba un hilillo de flujo. Me sequé con un poquito de papel del baño y me envolví en una toalla grande tomando mi guante de esparto. Salí del vestuario esperando encontrarme al chico, ¿deseando encontrármelo? Pero no, no estaba allí, así que, algo decepcionada, fui a la sauna.

Él estaba dentro, totalmente desnudo y con la polla todavía más empalmada si cabe, sentado y con una sonrisa de suficiencia en la cara. Cerré la puerta y me quedé de pie mirándolo. Él, desafiante, tomó su polla con la mano y me sonrió, descarado. Yo desanudé la toalla de mi cuerpo y me quedé desnuda ante él. Le di la espalda y me entretuve alisando la toalla sobre el banco delante suyo mientras sabía que él no apartaría los ojos de mi desnudo culito a menos de un palmo de su cara. Noté cómo su mano acariciaba mi nalga y me aparté.

-          Cuidado nene, nada de tocar. Si quieres estar desnudo, por mí no hay problema, siempre tomo la sauna desnuda. Pero nada de tocar ¿entendido? – Y me tumbé boca abajo encima de la toalla con las piernas ligeramente abiertas.

-          Eres una cerda – me dijo. – Te dedicas a provocarme en la sala y en la sauna, me dejas que te acaricie y luego… nada.

-          Soy una mujer casada. – Le dije mientras giraba mi cara y me quedaba su polla directamente frente a mis ojos. – No tendrás nada de mí.

Se puso de pie, ahora mi mirada quedaba frente a sus musculosos muslos, pero sabía que estaba admirándome. Noté que se movía, estaba a mis pies, debía estar viendo mi jugoso chochito. Entonces pude notar su mano en mi espalda inmovilizándome contra la banca y la otra se abalanzó en mi coño. Había perdido el control. Por suerte yo no, me lo veía venir. Tomé sus huevos en mi mano y estrujé.

-          Ni se te ocurra tratar de violarme. – Le estaba clavando las uñas en sus huevos y sus manos se retiraron de mi cuerpo. – Así está mejor. – La palabra “violarme” y mis uñas lo habían hecho reaccionar, pero ahora notaba su palpitante furia en su miembro y sabía que si le dejaba rápidamente volvería a tratar de violarme. – Siéntate. – Y lo hizo, pero yo mantenía sus huevos bien firmes, me alcé siguiéndole mientras él se sentaba. – Eres un chico precioso, seguro que todas las nenas se derriten ante ti y hacen todo lo que les pidas. – Le dije mientras me acercaba a él, mientras nuestras caras quedaban pegadas y mi aliento le llenaba. – pero nunca, nunca, nunca, conseguirás nada con la violencia ¿entiendes? Voy a dejarte y no intentarás tocarme. Puedes pajearte si quieres.

Me quedé de pie ante él. Mi cuerpo desnudo a menos de un palmo de su cara. Su mano fue a su entrepierna, pero no a masturbarse, sino a masajearse por el dolor. Yo seguí con mi discurso.

-          Lo tienes todo de cara, eres hermoso y tienes un cuerpo deseable. Pero si intentas forzar a una mujer lo perderás todo. Un chiquillo como tú lo desgracian muy rápido en la prisión ¿sabes? En cambio, con un poco de dulzura y ternura seguro que lo puedes conseguir todo de cualquier chica. – Y mi mano bajó a mi sexo y lo acarició lentamente, abriéndolo para él. Su mirada quedaba justamente frente a mi sexo y se podía oír fácilmente la succión húmeda de mi flor al abrirse con mi dedito. – ¿Te gusto? Naturalmente. ¿Me deseas? Seguro. Pero no por eso debes ser rudo. – Me agaché y dejé mis pechos ante su mirada, me dolían de lo duros que estaban. - ¿Te gustaría lamerlos? ¿Chupar mis pezones? ¿Mordisquearlos? Pues nunca podrás con violencia. – Ahora su mano ya no acariciaba su sexo para desentumecerlo, estaba claramente masturbándose. Me senté en el banco de la sauna frente a él y puse los pies a los lados con las piernas encogidas. Mi sexo se abría ante él y mi dedito lo acariciaba arriba y abajo mientras mi otra mano acariciaba y pellizcaba uno de mis pezones. Le tenía masturbándose ante mí y yo le continuaba excitando. – Esta flor sólo se abre por placer, para darlo y recibirlo, no por la fuerza. Es mucho mejor cuando la pareja también siente y quiere dar placer, es mucho más cálida… húmeda… acogedora… - Su mano bailaba frenética en aquel enorme y venoso sexo, tan rápido que casi ni podía verla. Pero su mirada estaba fija en mi cuerpo, como ida, extasiado con el sonido de mi voz. – Sólo así la entrega es total, la pasión… - y cuando mi dedo se empezó a insinuar dentro de mi sexo él gimió y se convulsiono soltando enormes chorros de semen al aire. Tres, cuatro, hasta cinco tremendos chorros que fueron a impactar en mi cuerpo, el primero en mi cuello, el segundo y tercero en mis pechos, el cuarto y quinto ligeramente más abajo. Mi dedito siguió inspeccionando y entrando en mi sexo, pero mi otra mano se dedicó a extender su semen por mi piel. Él se repuso, todavía tenso, se relajó pero sin dejar de mirar mi cuerpo ni como me extendía su leche por mi cuerpo. Anda, ve a la ducha semental. – Le dije sonriendo. En ese momento volvía a ser un chiquillo y, cabizbajo, resignado, salió a la ducha.

Me masturbé en la sauna, pero no me dejó satisfecha. Tenía ganas de ese escultural cuerpo y de esa inmensa polla en mí. Salí habiendo sudado sudor y sexo, pero insatisfecha y frustrada. Me duché y volví a casa, decepcionada, todavía con deseo en el cuerpo.

Espero vuestros comentarios.

Besos perversos a tod@s,

Sandra

Mas de sandrahotbcn

En el autobús

Regalo para mis lectores

Por qué no quedo con mis admiradores de Internet 2

Por qué no quedo con mis admiradores de Internet

En un bar

Barcelona en verano

Lunes, huelga de metro en Barcelona

Mi marido me ofrece a un vagabundo

Laura (Capítulo de Vida de Casada)

Mi Boda XIX

Mi boda XX

Mi boda XVIII

Mi boda XIX

Mi boda XVIII

Mi boda XVI

Mi boda XV

Mi boda XIV

Mi Boda XIII

Mi boda XI

Mi boda X

Mi boda IX (CadaquésVIII)

Mi boda IX (Cadaqués VII)

Mi boba IX (Cadaqués VI)

Mi boda IX (CadaquésV)

Mi boda IX (CadaquésIV)

Mi boda IX (CadaquésIII) 1ª parte

Mi boda IX (CadaquésIII)_2ª parte

Mi boda IX (CadaquésII)

Mi boda IX (Cadaqués)

Mi boda VIII (el baile)

Mi boda VII (antes del baile)

Mi boda VI (el banquete)

Mi boda V (la boda)

Mi boda IV (lista para la boda)

Mi boda III (casi lista)

Mi boda II (Preparativos)

Mi boda I (preliminares)

Caliente_1

Excitando 5 – Parte 8

Excitando 5 - Parte 7

Excitando 5 - parte 6

Excitando 5 - Parte 5

Excitando 5 - Parte 4

Excitando 5 – Parte 3

Excitando 5 (parte 2)

Excitando 5 (primera parte)

Excitando 4 – El sobrinito de la vecina (y parte 5

Excitando 4 – El sobrinito de la vecina (parte 4)

Excitando 4 – El sobrinito de la vecina (parte 3)

Excitando 4 – El sobrinito de la vecina (parte 2)

Ecitando 4 (parte 1)

Excitando 3

Regalo de Navidad 3 (o de fin de año)

Regalo de Navidad

Regalo de Navidad (2)

Shorts

En el tren

El Partido 5

El Partido 3

El Partido 4

El partido 2

El Partido 1

Excitando 2

Núria

Viaje (11)

Viaje (y 12)

Viaje (10)

Viaje (9)

Viaje (8)

Viaje (7)

Viaje (6)

Viaje (4)

Viaje (5)

Viaje (3)

Viaje (2)

Viaje (1)

Metro 2

Mi antiguo trabajo (y 13)

Mi antiguo trabajo (12)

Mi antiguo trabajo (11)

Mi antiguo trabajo (9,5)

Mi antiguo trabajo (10)

Mi antiguo trabajo (8)

Mi antiguo trabajo (9)

Mi antiguo trabajo (7)

Para Raúl

Mi antiguo trabajo (6)

Mi antiguo trabajo (5)

Mi antiguo trabajo (3)

Mi antiguo trabajo (4)

Mi antiguo trabajo (2)

Mi antiguo trabajo (1, el inicio)

Metro1

Excitando