Stag Life 9: Blonde Fire (1979)

La serie "Stag Life" es complemento de un trabajo por encargo consistente en reseñar el contenido de Memento (una memoria multimedia que concentra aquello que considero lo mejor del porno del siglo XX). La historia libre de su construcción se detalla en la serie "Vintage", mientras que el texto que resume la historia del porno se llama "La Vie in Porn".

Dirige: Bob Chinn

Título Región 4: Diamante de Fuego.

Performancers:

Crimson Rose [No Sexo]
Dorothy Le May La secuaz del enemigo misterioso
Fatima Hamoud La beduina
Jessie St. James La experta de seguridad de Mr. Simon
Kitty Shayne La Secretaria de Mr. Simon.
Phae Burd (como Fay Burd) Carmine, secuaz del enemigo misterioso.
Seka La Novia de Jhonny Wadd
C. Adams
Cory Scott
James Price
John Holmes Jhonny Wadd
John Seeman
Jon Martin Mr. Simon.
Peter Kenyata [No Sexo] El Mayordomo soplón.

Empleado del mes:

John Holmes.

Reseña:

Blonde Fire es el nombre de un diamante que Jhonny Wadd (Holmes) va a traficar a Sudafrica.

En una entrevista dada por Veronica Hart en 2009 contaba que John Holmes siempre quiso ser una estrella como Bruce Lee. Quizá toda la serie de Jhonny Wadd es un intento por lograr esta noble aspiración. Y es que las similitudes son muchas, Lee tiene en sus manos un arma mortal, Holmes la tiene en su bragueta; Lee era parte de una minoría y ello hacía que, para triunfar, tuviera que esforzarse de manera particular; Holmes (hay que decirlo) con sus 35 centímetros de verga es, desde luego, una minoría muy especial que al dedicarse al cine porno se vio confinado a una marginación existencial; todo mundo gusta de ver la obra de Lee, aunque nadie admite este gusto, igual pasa con Holmes. Por si fuera poco, ambos hacen cine de mucha acción, aunque en distintos departamentos.

En esta cinta, Jhonny Wadd llega a Sudafrica con la intención de pagar 4 millones de dólares por un raro diamante de nombre "Blonde Fire". Desde su arribo, ya hay gente espiándole.

Acude con Mr. Simon (Jon Martin), que es el vendedor de la piedra. La secretaria de éste (Kitty Shayne) le hace saber a Wadd que todos los días sale de trabajar a las cinco. Jhonny llega con Mr. Simon, quien le presenta a su experta en seguridad (Jessie St. James), y acto seguido se cercioran de que cada quien tiene su parte del trato (Simon, el diamante y Wadd el dinero).

Un enemigo misterioso (James Price?), por su cuenta, manda a una se sus agentes especiales, Corine (Phae Burd), para que le robe a Wadd el dinero; al enviarla le advierte: "Seguro lleva algún tipo de arma, ten cuidado"; y no puede ser más literal.

La trama está así tejida, hay un diamante, hay muchas involucradas, y en medio de todo está el buen Jhonny. La acción, la de verdad, puede ya comenzar.

Mientras Wadd se está bañando, Corine intenta robarle, pero es atrapada por el intuitivo Jhonny. La escena se presta al simbolismo, pues cada uno saca su arma y se hace evidente que Wadd la tiene más larga.

Empieza el cogedero. Wadd se coge a la agente especial, a la cual ata con esposas a la cabecera de la cama, regalando una escena de bondage blandísimo en el que la chica atada es expuesta a las técnicas interrogatorias de Jhonny Wadd. Ella suplica, "Por favor no, Mr. Wadd, es muy grande", no se refiere al revolver, desde luego, y tan bien desde luego Jhonny no ve en este tipo de quejas una razón para no meterla, de ser así no la metería nunca en ningún lado. Es luego de parchar que a Corine le parece injusto que se le deje amarrada.

Tocan a la puerta; es la secretaria de Mr. Simon. Wadd duerme a Corine de un chingadazo y la esconde en el armario.

La secretaria, que en ningún momento ocultó su deseo de acostarse con Jhonny es, una mosca muertísima. Jhonny la jode en la regadera, aprovechando la inercia para bañarse luego de ponchar con Corine minutos antes.

De la nada está Jhonny de nuevo, pero esta vez se coge a la especialista de seguridad. Entre tanto, el enemigo misterioso se empina a otra de sus asistentes (Dorothy Le May), la cual parece sucumbir a argumentos seductores que apelan a los celos y la envidia. "Estás muy buena" o algo así le dice el enemigo a Dorotyhy Le May, y ella replica "¿Más que Corine?". "Sí, más que Corine" (se necesita estar muy pendejo para no contestarle eso: imagínese la escena si él contestara "No, en realidad Corine te supera en todo, etc., etc., etc.". Le May le da una mamada muy a la Deep Throat, aunque la verdad, el pelado no la tiene tan inabarcable. Igual y no lo sé, nunca he investigado.

Ante la tardanza de la agente especial que fue a intentar robar a Wadd, Le May va a ver qué pasa. Resulta que la chica está de nuevo esposada, lo cual implica un accidente en la realidad cósmica, pues, cuando Wadd la tuvo que dormir de un putazo fue porque no quería crear conflicto de intereses con la secretaria de Mr. Simon, quien seguramente se pondría celosa de ver otra chica atada en la cama (cabe decir, en un acto de desorientación geográfica de Wadd, quien para esas alturas debía saber que estaba en ese universo paralelo que es el porno y que ahí el tener amarrada a una chica no da celos, y si los da tampoco éstos impiden nada, sino al contrario).

Como sea, a mí me quedan muchas interrogantes de cómo le hizo Wadd para atar de nuevo a la intrusa, suponiendo que respetara aquello de no encelar a la secretaria.

Imagino a Wadd y a la secretaria saliendo del cuarto de hotel en el que Wadd se registró con nombre falso y éste le diga "Espera, olvidé algo". Se regresa al interior de la habitación, seguro se escucharían portazos del armario, rechinidos del colchón, alguna lámpara que pudo haberse caído en la maniobra luego acomodar a la chica y esposarla otra vez. Luego saldría de nuevo Wadd al pasillo, visiblemente descompuesto pero con cara de que había olvidado quitar de la estufa los frijoles o apagar un foco o cerrar la pasta de dientes, sonriendo y diciendo "Listo".

Johnny se adentra entonces a un barrio bajo (va a donde parece guiarlo una pista que de obvia da risa: una cajetilla de cerillos con publicidad del bar donde se guarece el mero maloso, misma que llevaba consigo Corine), entra al bar y ahí lo dopan y lo llevan a una especie de tienda beduina donde una chica (Fatima Hamoud) da un revolcón con él en medio de una atmósfera que te hace sentir que estás echando un palo mientras en el pecho te pega un vientecillo de un amanecer en Estambul mientras escuchas a lo lejos ladrar un perro criollo que también está cogiendo.

Al final hay una serie de engaños, traiciones y sorpresas, las cuales se engarzan de manera sobresaliente, estando a la altura de las mejores cintas de cine B. La trama es divertida, y hay mucha acción, de la del tipo de Wadd, no de la de Bruce Lee. Durante el final la historia da varias vueltas de tuerca, y son tan inverosímiles que resultan hilarantes. Si el director hubiese usado el recurso de poner risas después de ciertas escenas hubiera construido una comedia memorable.

Sin embargo, al ver que todo se está resolviendo, el espectador vuelve en sí y recuerda que al abrir la película se observa la leyenda "Introducing: Seka".

¿Cómo cabe Seka en esta trama ya agotada? Al final Wadd dice: "Por suerte en San Francisco me espera mi novia". ¡Y ya! ¡A retozar! La película está muy bien musicalizada, aunque se abusa de la canción tema, sin embargo, cumple su cometido de presentar las escenas como si ocurrieran en un país extranjero, con un toque de exotismo. En fin, es Jhonny Wadd en perfecta forma.

Memorabilia:

Por momentos se pensaría que la mejor escena será, al final de cuentas, el palito que se avienta John Holmes con esa suculenta beduina que resulta ser Fatima Hamoud.

Hamoud resulta ser una desconocida que le saca ventaja a experimentadas actrices como Dorothy Le May o Jessie St. James, por mucho que esta última eche mano de una de sus cartas fuertes: la maniobra (debe usarse esta palabra en su más puro significado etimológico) de hacer correr al actor de turno con una mamada seguida de una ordeña a dos manos con la que, o te riegas, o te riegas.

Sin embargo, todo pasa a segundo término cuando empieza ese duelo de titanes que son Seka y John Holmes.

Seka no se amedrenta y sale adelante con los muchos recursos que tiene. La filmación desde un plano superior muestra lo hermoso que es el culo de Seka, mientras que el largo del pito de Holmes ayuda a tomar conciencia de la realidad de su contacto. Es una escena imperdible.

Esta escena, sola, eleva a la categoría de cinco chiles a este filme que en lo demás es regular.

Diría que si Seka entró a la industria con esta película, lo hizo con el pie derecho, sin embargo, tengo mis dudas de que sea en verdad su "Introducing", pues se reconoce como el inicio de su carrera Love at first Bite (1978), cuando no que había intervenido en stag films anteriores a esta última cinta, recopilados en el collage de 1985, The Seduction of Seka.

En realidad es una nimiedad. Y dado que los stag films de que hablo son producciones guarrísimas en las que Seka ni siquiera traía su característico cabello platino ni ostentaba ese porte de reina gata, resolveré este predicamento como sigue:

Seka nació el 15 de abril de 1954, bajo el nombre de Dorothy Hundley Patton. Es probable que Dorothy haya rodado algunos stag films, pero fue hasta 1979, en Blonde Fire, que nace su alter ego Seka, con el cual exorciza para siempre la estética hippie que imperaba en la época y apuesta por el glamour de figuras como Marilyin Monroe o Jane Maynsfield. Podemos decir así que Seka nació a los 25 años de Dorothy Hundley Patton. 25 años.

Calificación:

Cuatro chiles.