LAS HERMANAS LING – 3

Ingrese en el quirófano a las 9 de la mañana, me saludaron todo el personal que me iba a atender, cuando me pusieron en la camilla, uno de los médicos me dijo.

Soy el Dr. Wang, el anestesista, cuando se lo diga comience a contar desde 100 a cero, lentamente, relájese y no se preocupe.

Comencé a contar, 100, 99, 98, 97, 96, 95, 94, 9…..

Según me dijeron, que salí del quirófano a las 7 de la tarde, me trasladaron a la sala de reanimación, donde me monitorizaron, en ella estuve 48 horas, cuando me desperté me llevaron a mi habitación, donde permanecí otras 48 horas sedada y semi inconsciente.

Al pasar esas 48 horas en mi habitación, me visito el médico, me dijo que todo había salido muy bien, primero habían efectuado el implante de mamas, siguieron con la cirugía facial, una pequeña rinoplastia para dejar la nariz acorde con los cánones que deseaba, luego los parpados para darle una forma a los ojos mas orientales, sin llegar a ojos chinos o japoneses, una forma almendrada, me perforaron las orejas, me hicieron una liposucción en el vientre y la grasa me la pusieron en caderas y glúteos, así tendría el pompis mas redondo y un poco respingón, y por ultimo efectuaron la reafirmación sexual.

Las persona que me viesen en ese momento, creerían, que era una momia, ya que tenia vendas por todo el cuerpo.

Estaba muy incómoda y dolorida, la alimentación era a base de suero y estaba sondada para poder orinar la nuez, no me la habían tocado ya que apenas tenía, los pómulos retoque en fin que cuando me sacasen todas las vendas ni yo misma me reconocería. Si os fijais hablo en femenino, no era Walter, era Mey Ling.

Permanecí con todas las vendas quince días, todos los días un equipo me hacia las correspondientes curas y cambio de las necesarias, revisaban los puntos de sutura.

Las primeras vendas que me sacaron fueron las de la liposucción  y me pusieron una faja con el fin de que la grasa aplicada en caderas y glúteos se fijase, naturalmente, luego fueron las de la cara, con el fin de que las pequeñas cicatrices fuesen cogiendo color y desapareciendo, no podía tocarme la cara, ni me dieron un espejo para verme. En los pechos me pusieron un sujetador especial que debería tenerlo como mínimo un mes, como no saldría de la clínica en dos meses no me preocupo. Por último fue la parte más importante, las revisiones de mi nuevo sexo eran diarias, y notaba que algo tenia puesto en su interior, cuando pregunte, me dijeron que era un dilatador vaginal, el de menor tamaño, eso evitaría que las paredes de mi vagina se unieran, todos los días al hacerme las curas me lo sacaban lubricaban bien y volvían a colocármelo, así estuve con ese tamaño durante 15 días, después me colocaron otro un poco más grueso, para ensanchar mas mi vagina, el set de dilatadores tenía 5 tamaños, cada vez que me lo sacaban me pedía que hiciese durante unos minutos, movimientos vaginales, para acostumbra a mi vagina a moverse en los casos de penetración, y que la misma no fuese como un tubo que me habían puesto y siempre tuviese el mismo tamaño, cuando no se utilizase estaría en reposo i con sus paredes casi tocándose, y durante las relaciones debería dilatarse para facilitar la penetración sin dolor, me dijeron que si quería antes de marchar me reconstruirían el himen, ya que no habían podido hacerlo por motivo de los dilatadores, de esa manera, tendría la sensación en la primera vez que tuviese un coito de un desfloramiento natural, me indicaron que sería con anestesia local y tardarían media hora, les dije que si que el día anterior a mi partida me lo hiciesen.

Pase el primer mes sin salir de la habitación, cada día me encontraba con mas fuerzas, caminaba con más soltura, pero aun tenia la sonda para orinar, un día me acerque a la tienda de ropa que tenían en la clínica, vi los modelos que tenían, pero no compre ninguno, ya que me habían dicho que mi facilitarían la ropa necesaria para salir a la calle sin costo alguno.

Un día me vino a visitar el director, me informo que ya estaba preparada para abandonar la clínica, solamente esperaban la recepción de los documentos y que para ello necesitaban hacerme unas fotografías para el pasaporte en carnet de conducir y el de identidad, me mandaría una maquilladora para que me maquillase y peinase, a la vez que la manicura, pero yo no vería mi rostro hasta el día que saliese.

Un dia vino con un sobre, me dio una serie de papeles para firmar, era un pasaporte en blanco, un carnet de conducir y uno de identidad, todos en blanco, solo tendría que firmarlos delante de un policía y un notario que daba fe de la firma, una vez me hiciesen las fotografías las acoplarían a los respectivos documentos. Firme todos los documentos que me pusieron delante y se marcharon, al día siguiente vino una peluquera y una maquilladora para peinarme maquillarme y hacerme las manos y los pies, estuvieron toda la mañana conmigo, les pedí que el maquillaje no fuese muy llamativo, me gustaban mas los colores suaves el peinado lo dejaba a la elección de ellas para no desentonar mis gustos con los de la gente normal, ya tendría tiempo de cambiarlo.

Cuando terminaron, quedaron completamente satisfechas, les di las gracias por su trabajo con la esperanza de que si las necesitaba, las pudiese llamar, me dieron una tarjeta y me dijeron,

Adiós Srta. MEY LING, era la primera vez que personas ajenas a la clínica me veían y me llamaban por mi nuevo nombre, por la tarde, vinieron a sacarme las fotografías, con el Policía y notario que estuvieron presentes durante las firmas.

A última hora de la tarde, me vinieron a buscar para llevarme al quirófano, me harían la reconstrucción del clítoris, me pusieron una anestesia local y a la media hora me habían devuelto a mi habitación. Dormí toda la noche algo nerviosa, por lo que me dieron una pastilla para relajarme.

Cuando desperté sobre las 10 de la mañana tenia sobre la mesa una serie de paquetes con ropa, zapatos complementos y un pequeño neceser con algunos cosméticos los dilatadores, y alguna ropa interior de repuesto, exactamente tres bragas y dos sujetadores en una caja grande un vestido.

Una enfermera me trajo el desayuno, diciendo.

Buenos días Srta. Mey Ling, hoy es un gran día, nos deja, una compañera mía vendrá para ayudarle a vestirse y arreglarle el maquillaje y el pelo, y cuando esté preparada vendrá el Dr. para despedirla.

Efectivamente, desayune, me duche y en eso apareció una de las maquilladoras, para darme unos retoques y peinarme, me ayudo a vestirme.

Primero me puse las bragas, eran de color celeste adornadas en todo su borde con fino encaje, el sujetador hacia juego con las bragas, era la primera vez que me ponía un sujetador, la chica me ayudo a ajustarlo, las copas me quedaban recogidas pero insinuantes sobresaliendo un poco sobre la parte superior, unos zapatos de tacón de 16 cm color rojo y el vestido era el clásico vestido chino cerrado hasta el cuello, con una abertura en un lateral que llegaba hasta el muslo, una pequeña pulsera y un collar de fantasía , el Dr. había escogido ese modelo para hacer honor a mi nombre MEY LING, nombre de origen chino, en eso apareció el Dr. y me entrego un sobre con toda la documentación, detrás dos chicas portaban un espejo del tamaño de una puerta y el Dr. dijo : Srta. le presento a la Srta. MEY LING, y pusieron el espejo ante mí.

El sobre que tenía en la mano se me cayó al suelo, no podía dar crédito de lo que estaba viendo, mi aspecto era completamente distinto, no me reconocía me di vueltas ante el espejo, vi mi trasero, redondito y respingón no muy grande, de perfil mis pechos eran perfectos, mi cadera, mi cara era casi igual que la de Sharon, mas alargada, mis ojos almendrados, mi nariz perfecta, le dije:

Dr. es Ud. mi Pigmalión, esa persona que está en el espejo nos es Walter Dios le bendiga, cuando alguien quiera hacerse un arreglo se la mandare.

Me dan ganas de llorar, pero se me ira todo el maquillaje, Dr. no tengo palabras para agradecérselo, estaremos en contacto. Recogí el sobre con los documentos, en el estaba mi pasaporte, con la fotografía, era un pasaporte de Suecia, autentico, tenia nacionalidad Sueca, mi permiso de conducir era de Tailandia pero con valía en todo el mundo, y mi documentación era un permiso de residencia de Tailandia donde vivía. Además estaba los resultados de las pruebas de ADN que informaban que mi nombre de nacimiento era Walter Spitz y era un varón, al que se le había efectuado una reafirmación sexual.

Me acompaño hasta la puerta de la clínica y un automóvil propiedad del centro me traslado hasta mi casa.

Cuando llegue, me pasee por delante de todos los espejos de la casa, me desnude para ver mi cuerpo completamente cambiado, me toque los pechos, acerque un espejo a mi vagina para verla con detenimiento, era una autentica mujer y además muy hermosa, llame por teléfono a Sharon para informarle de que había regresado del viaje y que en unos 20 días mi secretaria la visitaría para ir a buscarla y traerla a mi lado, le pareció estupendo, mi secretaria era yo, llame también a mi representante indicándole que le iría a visitar la gerente de la escuela de modelos que había abierto en Bangkok, para informarle de mis planes. Todo estaba en marcha.

Me vestí nuevamente, llame a un taxi y me fui a almorzar a uno de los mejores restaurantes de Bangkok, cuando entre, percibí que mi presencia llamaba la atención, sobre todo en los Srs., preguntaban quien era yo, nadie me conocía. Me senté con mucha tranquilidad, pedí la carta y me dispuse a almorzar como si no hubiese pasado nada.

Cuando termine, pague con tarjeta de crédito a nombre de Mey Ling, antes de ingresar en la clínica abrí una cuenta en un banco de la ciudad con firma indistintamente de Walter y Mey Ling, con tarjeta de crédito ilimitado chequera y demás ventajas, el saldo que tenia era de 1.000.000 de €.

Luego llame un taxi y me fui de compras, compre ropa, pantalones, faldas vestidos, blusas, zapatos, bolsos, pendientes gafas de sol, reloj pulseras, pendientes ropa interior, conjuntos de sostén con tanga, culote y braga tenía tres juegos para cada día de la semana. Me fui también al supermercado y compre la alimentación necesaria, leche fruta, carne verduras, arroz, pasta etc., di orden de que me lo mandasen a a mi casa a partir de las 8 de la tarde que era la hora en que estaría yo.

Cuando regrese a mi domicilio, tenía un montón de cartas con las documentaciones que había solicitado de las y los candidatos a la escuela, comencé a estudiarlas y hacer una selección no quería tener muchas alumnas con tan solo 10 de momento me eran suficientes.

Cuando me llegaron las compras me puse como loca, estaba como una niña con zapatos nuevos el día de Navidad abriendo paquetes y ordenando las cosas.

Termine la jornada, completamente agotada, cene una ensalada y un sándwich y me acoste.