360º EN MI VIDA - 7
Álvaro esperaba en el dormitorio a María que se había metido en el baño a cambiarse, cuando apareció su cuerpo estaba tapado por un salto de cama largo, color blanco, que hacia juego con un camisón corto semitransparente que dejaba ver una braguitas blancas y un sujetador haciendo juego.
Se acerco a Álvaro y le hecho las manos al cuello rodeándolo con sus brazos, sus bocas se acercaron y se fundieron en un beso de pasión, sus lenguas se buscaban, ella le dijo.
- Cariño hoy es el día señalado, ese día que tanto tu como yo hemos esperado, soy toda tuya y puedes hacer de mi lo que quieras.
Álvaro la levanto en sus brazos y la traslado a la cama, depositándola con suavidad, ella cuando se vio libre se deshizo del salto de cama y se tumbo en el lecho esperando a su marido.
El se inclino sobre ella y comenzó a besar sus labios, sus manos recorrían todo su cuerpo, buscando sus tesoros, le quito el pequeño camisón quedando únicamente con las bragas y sujetador. El no paraba de besarla, sus labios, sus parpados, sus orejas, bajaba por el cuello y con los dientes le fue sacando los tirantes del sujetador, mientras que con una manos se lo soltaba de la parte trasera, lo retiro con sus dientes, dejando a la vista uno de los tesoros de María, sus pechos, redondos, con unas hermosas aureolas terminadas en unos pezones puntiagudos que estaban pidiendo ser besados, el apretaba aquellos pechos al mismo tiempo que los besaba, queriendo succionar la inexistente leche que en un futuro manaría para la alimentación de sus hijos, fue bajando sus besos, llegando al ombligo ya estaba muy cerca de la cueva del tesoro, con una mano deslizo la braguita que la ocultaba, vio su pubis perfectamente depilado, su lengua lamio toda la zona y sus dedos acariciaban la rajita donde se ocultaban sus sentimientos, aparto con los dedos los labios y paso su lengua por la puerta de su vagina. María dio un suspiro de placer, estaba llegando a su querido botón, la lengua de Álvaro lo buscaba, al encontrarlo sus labios se afincaron a él como si de un pezón se tratase y empezó a succionarlo, María gozaba de ese momento le pedía que fuese lentamente al mismo tiempo que emitía pequeños gritos de placer pidiéndole que no se parase, que permaneciese así que su coño se lo estaba pidiendo. Ella a cada momento le decía que fuese apurando, quería tener un orgasmo antes de ser penetrada, ya tenía experiencia en los orgasmos clitorianos y sabía que le producían mucho placer, ella extendió sus brazos agarrando la cabeza de Álvaro y la empujo fuertemente hacia su coño, no quería que se separase al mismo tiempo que le decía.
- Cariño, cómemelo bien es todo para ti, mete tu lengua dentro después metes la llave.
Álvaro insistía en comerse aquel tesoro que tanto había estado esperando, su lengua se introducía por su vagina recorriendo y sorbiendo los fluidos que producía tanto placer de sus esposa, en eso ella dio un grito y eyaculo en la misma boca de Álvaro, que se trago todos los fluidos.
- Ya cariño hazme tuya mete la llave en el cofre del tesoro y abre mi ser.
El se dispuso en posición, de rodillas frete a aquel maravilloso coño que mostraba María abriéndose bien de piernas, enfilo su pene de 20 cm hacia la cerradura y poco a poco fue introduciéndolo, ella no sentía ningún dolor, estaba muy bien lubricada, en eso el noto el tope que le indicaba la situación del himen, se retiro un poco y le dijo.
- Cariño, ha llegado el momento, perdóname si te hago daño.
- No te preocupes, te dije que era tuya y que podías hacer lo que quisieras conmigo empuja fuerte y déjame preñada hazme tu mujer para siempre.
Ella le echo las manos a sus nalgas con la idea de no dejarlo escapar, el apoyando los brazos a la altura de la cabeza de María, dio un golpe seco, un grito de dolor y de placer, salieron de los labios de María, mientras un hilillo de sangre salía de la vagina de María. Era la señal de que había dejado de ser virgen, unas pequeñas lágrimas salían de sus ojos, eran lágrimas de dolor y de felicidad. Se había abierto el cofre del tesoro.
El la beso apasionadamente, al mismo tiempo que comenzaba a moverse rítmicamente con un mete y saca, la cadencia era lenta hasta que ella se acostumbrase, en eso ella misma le pidió que apurase que necesitaba más ritmo. Como si de un deportivo se tratase, cambio de marcha, de la primera paso a la segunda, tercera y ya en la directa la velocidad era la que ella le decía.
- Así cariño no pares dame toda tu leche, lléname el coño con tu esperma fecundador, quiero quedar preñada hoy mismo, dame fuerte lo necesito, te quiero.
Álvaro aceleraba el ritmo hasta que soltó un grito diciendo.
- Toma todo mi ser ahí lo tienes, todo para ti no dejes que salga nada.
- Gracias cariño, en ese mismo momento he tenido mi orgasmo, se que tendremos muchos hijos, me gusta que me folles como ahora, te quiero.
Rendido por el esfuerzo, se tumbo a su lado, una mano sobre uno de sus pechos y la otra acariciando su coño, María, lo besaba al mismo tiempo que acariciaba el pene de su marido.
Así se quedaron dormidos, pero en realidad que había pasado?
El desvirgamiento de María, si había abierto el cofre de su tesoro, pero también era la contraseña para abrir una carpeta en el disco duro de su cerebro, oculta en lo más remoto del mismo, en la que se encontraban los más profundos secretos de Alfredo, el donante.
Durante el sueño, afloraron aquellos secretos que nadie conocía.
En realidad, Alfredo si era el líder de la pandilla de sus amigos, pero él llevaba una doble vida. Su físico y simpatía le hacía ser deseado por las chicas, a las cuales no les hacia asco todo lo contrario, si alguna se le insinuaba para irse con él a la cama el accedía. Pero después en la soledad de su casa, en su habitación, donde se encerraba su personalidad cambiaba, todos los días, al llegar y tras ducharse, se cambiaba de ropa, se vestía con ropa femenina, de pies a cabeza, se maquillaba, incluso había comprado por internet unas prótesis de silicona para simular los pechos, el se depilaba totalmente, vivía en su intimidad como un travesti en el armario, no quería mostrar su lado oculto, ya que le supondría la pérdida del liderazgo de sus amigos, ser despreciado por su condición sexual, la única manera de descargar su feminidad eran los dibujos de figurines de moda que le hacía para su madre que ella vendía a modistas particulares, su madre conocía las inclinaciones de su hijo, pero no quería meterse en su vida privada, el siempre había querido ser una mujer, pero sus posibilidades económicas no le permitían el tratamiento para la transformación total además sabia que nunca podría tener hijos paridos por el. Deseaba ser penetrado por un hombre, y para ello se había comprado dilbos de varios tamaños y colores con verdaderas formas anatómicas en las que se reproducían las venas, incluso tenia uno con un depósito que se podía rellenar con cualquier líquido para simular el esperma, y eyacular en su interior. Por esa razón nunca se atrevió a decirle a Susana que si estaba enamorado de ella pues sabía que esa relación no llegaría a buen fin.
Había estado reprimido desde su niñez, y quería mostrarse como mujer.
Ahora, en el cuerpo de María, tenía la ocasión, todos su sueños se harían realidad. Sería una mujer, completa, amada, y deseada, quería tener hijos, muchos. Pero todo su secreto permanecería en la mente de María, que no podría decir nada, iba a poder mostrar su feminidad, su deseo de maternidad, aquellos pechos de María, servirían no solo para ser manoseados por su marido sino para alimentar a sus hijos, si se cuidaría físicamente como cualquier mujer, gimnasio, liposucciones, liftings, levantamiento de las tetas cuando las tenga caídas, por ella no pasarían los años y estaba dispuesta a tener un hijo cada dos años, era una mujer y las mujeres están en el mundo dedicadas a la procreación. Si los transexuales son personas atrapadas en un cuerpo que no les corresponde, Alfredo ya no lo era, ya que si estaba atrapado, pero en un cuerpo que le gustaba, era como le había dicho los médicos, una mujer y como tal se comportaría.
Alfredo ordenaba desde ese momento toda la vida sexual de María, cuando él quería sexo, en que postura, experimentaría todas las posturas posible y se vestiría siempre provocativa para su marido. Si en la soledad de su cuarto antes del accidente Alfredo se masturbaba introduciéndose consoladores por el ano, ahora solamente seria penetrada vaginalmente, dándole descanso a Álvaro los días que tuviese el periodo, se había vuelto en una ninfómana, había estado hasta esa fecha reprimida por no ser mujer, y no quería perder más días sin experimentar los placeres del coito.
CONTINUARA.
Nota: A partir del próximo capítulo, las escenas relacionadas con sexo serán protagonizadas por Alfredo-María y las escenas de la vida cotidiana o su trabajo serán protagonizadas por María-Alfredo.