ANDREA – 16

Esa noche, y ya con los niños acostados, fue la presentación de mi nueva imagen, me puse el corsé blanco con ligueros, una braguita, sin llegar a tanga, medias blancas, todo haciendo juego, cubierta por un salto de cama muy sugerente.

Las tres sentadas en el sofá, como si estuviesen viendo una serie de TV, me puse delante de ellas y comencé haciéndoles un stripteases, al llegar al punto de interés y descubrir mi secreto, se quedaron con los ojos abiertos, se acercaron, lo tocaron y exclamaron.

-          Andrea, lo tienes como los nuestros cuando nos conociste, parece el coño de una chica de 20 años, cuando te lo vea Alberto flipara.

-          Para eso aun tardara mucho, de momento no hay nada, pero en ese caso seréis las primeras en saberlo. Antes tengo que acabar la carrera y encontrar trabajo.

Todas alagaron mi nueva anatomía y desearon que con ella encontrase lo que buscaba.

Al día siguiente fui a ver a Katrina, tenía que comunicarle que abandonaba el trabajo en su casa, mi meta se había cumplido, y quería reservarme para un futuro.  

Cuando llegue, me saludo como siempre, y me pregunto por el viaje con mis padres. Fue entonces cuando le dije:

-          Katrina, no fui con mis padres, fui a Tailandia a operarme, he venido a comunicarte que ya no necesito el trabajo que me ofreciste, mi meta está cumplida, mis padres me ayudan a mantener a mi familia, ya que saben de mi transformación, pero no de mi última operación. Además como las chicas ya están trabajando, con sus ingresos y lo que tenia ahorrado nos valemos las cuatro pues a ellas también las ayudan sus padres. Además también he venido para enseñarte como quede después de la operación, aparte de las chicas eres tú la única que lo verá.

En eso me levante la falda y me baje las bragas, al verme de esa guisa, se quedo con la boca abierta y dijo.

-          Menudo coño te han dejado, dime quien te lo hizo que le llamo para que me lo haga ama. En hora buena Andrea, es precioso, y cuando lo estrenas?

-          De momento me dijo el Dr. que esperase mínimo un año, no obstante todos los días me aplico unos dilatadores para evitar que las paredes se peguen y no me resulte doloroso el día de mi primera penetración.

-          En lo que respecta a tu trabajo, lo comprendo, hoy mismo, retiro de la pagina web la información sobre ti y si llamasen o preguntasen por ti les dire que marchaste al extranjero.

Quedamos toda la tarde charlando le explique todo el proceso de la operación, mis sensaciones, temores y alegrías que me había producido mi nueva fisonomía.

El último curso de mi carrera comenzaba, al reincorpórame a la escuela, me encontré con Alberto, se acerco y como siempre con la amabilidad que le caracterizaba me saludo, me pregunto qué tal el viaje con mis padres.

Le conteste que fue estupendo, visitamos diversas ciudades como Berlín, Frankfurt, Bonn, Bremen, Múnich. Durante todo el día estuvimos charlando y en un momento me dijo.

-          Andrea, te veo distinta, será que ese viaje con tus padres te sentó estupendamente, estas, mas comunicativa, más abierta  a nuevas perspectivas.

-          Sí, yo también lo he notado, ese viaje me hizo ver muchas cosas que antes no las quería ver aunque estuviesen a mi lado, además será también porque es el último curso y si todo sale bien en un año, seremos Arquitectos y nos apuntaremos al paro.

-          Por favor no seas tan trágica, seguro que encuentras trabajo en cualquier empresa.

-          Eso es lo que quiero y tú que planes tienes?

-          Bueno, como mi padre es también arquitecto empezare trabajando con él y después ya veremos.

-          Qué suerte, se puede decir que tienes la puerta media abierta.

-          Sí, pero me gustaría que la otra media me la abriese una persona muy especial a la que admiro.

-          Alberto, ya sé por dónde vas, ya te dije, que primero es mi carrera, y cuando termine ya hablaremos, ten paciencia.

Los meses fueron pasando con toda normalidad, yo con mis estudios, los niños creciendo y las chicas trabajando para sacar a nuestra especial familia adelante. Un día las reuní y les dije.

-          Durante estos años, hemos creado una familia muy especial, me pedisteis en su día que engendrase en vuestros vientres la semilla de la vida, sabéis que me opuse en un principio, hoy doy gracias por no haber conseguido quitaros de la cabeza esa idea, no sé qué planes tendréis para un futuro, pero creo que el mejor regalo que puedo haceros es el siguiente.

-          Cuando os deje embarazadas, fui a un banco de semen e hice unas donaciones de mi esperma con el fin de que si algún día querías volver a tener hijos míos fueseis inseminadas con mi esperma que está guardado a vuestra disposición, tal vez os casareis y alomejor vuestros maridos son estériles, espero que no, siempre podréis recurrir a ese banco y pedir que os inseminen con mi esperma. La vida da muchas vueltas y nunca se sabe lo que podría pasar, ese esperma esta únicamente a vuestra disposición, si llegase el tiempo en que ya no podáis concebir podréis donarlo para uso de otras mujeres que deseen tener familia como de un donante anónimo.

Marga tomo la palabra y dijo.

-          Andrea, es muy loable tu donación pensando en nosotras por si un día queremos concebir nuevamente hijos tuyos, todas te queremos como el padre de nuestros hijos y te aseguro que tus hijos te quieren, no te podemos decir si le diremos la verdad a los niños, pero lo que si le diremos es que su padre fue una persona con un gran corazón, no solo para nosotras sino también para las mujeres, que sabe lo que sufren las mujeres por conseguir la felicidad de sus hijos y la suya propia. Te queremos y siempre estarás en nuestros corazones y en de tus hijos.

El curso termino, a la entrega de las titulaciones acudieron mis padres orgullosos de que su hija hubiese conseguido el titulo de Arquitecto con las mejores notas de la Escuela, a dicho acto también acudieron los padres de Alberto, que aprovecho para presentármelos diciendo.

-          Mamá, papá, esta es Andrea, la compañera de la que os hable y además una muy buena amiga y compañera durante todos estos años.

-          Encantada de conocerte Andrea, Alberto nos ha hablado mucho de ti, como compañera y amiga, eres monísima.

Me dijo la madre de Alberto, dándome un beso en la mejilla.

-          No es para tanto, creo que todos nos esforzamos para la llegada de este día, Alberto también es un buen amigo y magnifico estudiante, seguro que al lado de su padre tendrá mucho éxito.

-          No le quedara mas remedio

Dijo su padre.

-          Tiene que seguir la tradición y lo lleva en la sangre, me hablo mucho de ti, si no encuentras nada, pásate por el estudio y hablamos.

-          Muchas gracias, le conteste, pero ya estuve mucho tiempo aguantándolo déjeme alejarlo un poco, tal vez la distancia añore las amistades, de todas maneras estaremos en contacto, la experiencia es muy importante y Ud. la tiene.

Con esas palabras, si Alberto quiso entenderlas, le estaba diciendo que quería volver a verlo. Felicitaron a mis padres por mi carrera y alagando a mi madre por mi manera de ser y comportarme además por mi físico.

Tras unos días de descanso comencé a enviar Currículos a diferentes empresas de Construcción, a los pocos días  había recibido citaciones de tres de ellas, las más importantes de la capital, tras las entrevistas consabidas donde me expusieron las condiciones escogí la que me pareció la mejor, un buen sueldo y la dirección de construcción y diseño de una de las urbanizaciones más importantes de la capital.

Mi sueño estaba a punto de cumplirse en su totalidad. Era una mujer hermosa y deseada, Arquitecto, y con trabajo, solo me faltaba que la persona que había escogido me aceptase.

Un día me llamo Alberto, quedamos para tomar un café, charlamos sobre nuestras vidas laborales le explique lo que había conseguido y él me dijo que estaba trabajando con su padre en la construcción de unos hoteles en la costa. Pero la cita no era para hablar de trabajo y me dijo.

-          Andrea, el tiempo ha pasado, me dijiste que primero era tu carrera y encontrar trabajo, has conseguido todo yo también pero a mí me falta una cosa para conseguirlo yo quisiera …

-          Si, yo también quiero conseguir eso, y creo y puedo decir que estoy segura de que lo tengo delante de mí. Alberto, desde el primer día me llamaste la atención, por tu manera de ser, educación comportamiento y sin quererlo me fui enamorando de ti, pero yo tenía unas metas que tenía que cumplir, hoy día las he cumplido y puedo decirte que me sentiría muy feliz si me pidieses que fuese tu enamorada y te digo que estoy deseando de que me lo pidas.

-          Quieres serlo, Andrea?

-          Si, Alberto, tengo que contarte muchas cosas de mi vida, siempre he sido sincera con todo el mundo y mucho con la persona que quiero compartir mi vida, si después de lo que te diga, sigues con la misma idea.

Salimos de la cafetería y nos dirigimos a un parque, estábamos más libres, nos cogimos de la mano por primera vez, nos sentamos en el césped y me dispuse a contarle mi vida, pasamos toda la tarde hablando sobre mí, le conté todo, desde mi infancia hasta la última operación, el no dijo nada.

-          Alberto, todo lo que te he dicho es la verdad, yo te quiero y comprendo que lo que te conté te dejase un poco aturdido, ahora que lo sabes, comprenderás muchas cosas mías, mis padres también sufrieron cuando se enteraron pero han comprendido que era mi felicidad. Piénsalo bien y cuando decidas lo que decidas, me llamas y hablamos, ten por seguro que no te guardare rencor y me gustaría que siguiésemos siendo amigos. Ahora tengo que irme, me puedes llevar a mi casa?

-          Sí, claro Andrea, déjame asimilar esta conversación y no te preocupes de mis labios no saldrá nada de lo que me contaste, solo lo sabrán aquellas personas que tu quieres que lo sepan y que son las que tu quieres de verdad.

Cuando llegue a casa le conté a las chicas, que Alberto me había pedido ser su enamorada y que yo había aceptado, pero también le conté mi historia, que había quedado en contestarme sobre mi historia.

Habían pasado 15 días, y Alberto me llamo a la oficina, quedamos en vernos nos citamos en una cafetería. Cuando llegue, el llevaba ya varios minutos esperando, al acercarme, se levanto y me dio un beso en la mejilla, me cogió de las manos y me dijo:

-          Andrea, tu sinceridad me abruma, pudiste mantener todo en secreto y no lo hiciste, me podías haber mentido, y no lo hiciste, ¿puedes decirme que es lo que te hace ser tan sincera? ¿Por qué eres así?

-          Alberto, se coge antes a un mentiroso que a un cojo, si quiero ser feliz tengo que ir con la verdad por delante, desnudarme ante el mundo y decirles de que yo soy así, que con mi manera de ser, no quiero hacer daño a nadie, solamente ser feliz y aquellas personas que de verdad me quieran sabrán solo al verme de que soy feliz. Cuando empezamos el último curso, me dijiste que me veías distinta, claro, era más feliz ya era como quería ser pero no te lo podía decir, no me importa si me dices que no podrías vivir con migo, lo comprendo y te querré mas, por haber sido sincero conmigo, no se puede vivir con una persona con la cual no se es sincera, no se puede vivir en una mentira constante, yo tengo una familia para los niños soy la Tía Andrea, tal vez sus madres se lo digan algún día cuando tengan uso de razón, pero seguro de que no le hablaran mal de su padre. Si de verdad me quieres, piensa que serás el tío Alberto y tendrás tres cuñadas.

-          Andrea, yo también quiero ser sincero, y para ello lo mejor es ser el compañero que buscas, te quiero y acepto a tu familia como la mía, sigo enamorado de ti y quiero compartir mi vida contigo, si no tenemos hijos, no me importa, tengo los tuyos, pero quiero hacerte mi esposa.

-          Alberto, si te acepto con tus virtudes y defectos, te amo.

Esa noche fuimos a cenar juntos a un sitio romántico y luego a bailar a un Pub, donde solamente ponían música romántica, no quería que se acabase la noche, quería estar en sus brazos moviéndome al son de aquellas melodías románticas que le escuchaba tararear a mi madre muchas veces.

El sábado, me invito a almorzar a su casa, quería comunicar a sus padres de que nos habíamos comprometido y que en unos meses seria la petición de mano y la boda. Luego iríamos a darles la noticia a mis padres.

A las chicas se la di al día siguiente, se quedaron de piedra, empezaron a preguntar donde viviríamos que sería de ellas.

Les esplique que nunca las abandonaría, iríamos a vivir a una casa en una urbanización, la casa era el regalo de sus padres, tenia 6 dormitorios y podrían ir a pasar los fines de semana con los niños, el seria el tío Alberto, ellas mis damas de honor en la boda, y yo les seguiría pagando la parte del alquiler que me correspondía además de una cantidad para los niños.

Cuando fuimos a casa de mis padres a darles la noticia, la sorpresa que se llevaron fue mayúscula ellos pensaban que yo me quedaría soltera por mi condición pero Alberto les dijo.

-          Cuando conocí a Andrea, en la escuela, pensé que esa chica seria para mí, la anduve rondando durante los años de nuestra carrera, ella siempre me daba largas poniendo la escusa de su carrera, cuando la terminamos me decidí un día a hablarle en serio y con el corazón en la mano, fue cuando me conto su historia, me quede sorprendido y no lo podía creer, tras unos días de recapacitación, comprendí que mi felicidad la conseguiría a su lado, ella había conseguido su felicidad con esfuerzo sacrificio y dolor siempre con la verdad por delante, por eso le dije que me ayudase a ser tan sincero en la vida como lo es ella y para conseguirlo lo mejor era compartir nuestras vidas, yo la quiero y la amo, y no podría ser feliz apartado de ella y ella me quiere. Su secreto me lo llevare a la tumba dentro de muchos años, años que espero ser feliz a su lado.

Mi madre se levanto y abrazando a Alberto le dijo.

-          Hijo, me haces muy feliz con tu decisión y sé que harás feliz a Andrea, sabemos que ella no te podrá dar los hijos que quieras pero hay muchas parejas que no tienen hijos y son inmensamente felices.

-          Ella me da los hijos que tiene, ya los quiero como si fuesen míos.

Pasamos esos dos días con mis padres, yo en casa de mis padres y Alberto en un hotel, no quería que me viese hasta el día señalado.

Al cabo de dos meses se celebro nuestra boda, mis damas de honor eran Marga, Rosa y Elvira por mi parte fueron invitados los padres de Marga, Rosa y Elvira además de Katrina, y los médicos que me ayudaron. Eran los únicos que sabían mi secreto. Por parte de Alberto, sus padres tíos y primos y algún amigo de la escuela, ellos no sabían nada.

Mi padre me llevo de su brazo al altar, fue un día muy feliz para todos aquellos que me querían.

Aquella noche fue la noche que toda mujer desea que llegue, en la soledad de nuestro alcoba Alberto me beso apasionadamente, sus labios se fundían con los míos sin querer separarse, lentamente me fue desnudando, bajo mi vestido llevaba puesto un conjunto blanco de corsé con liguero, medias blancas y braguita todo conjuntado, cuando me quito el corsé sus ojos se salían de las orbitas, me los beso, acaricio constantemente, yo le fui quitando la camisa, sus pectorales mostraban de que era una persona que cuidaba su cuerpo, apenas tenía pelos en el pecho, le desabroche el cinturón y sus pantalones cayeron al suelo, bajo su bóxer, se notaba su excitación, pase mi mano sobre el bóxer, estaba bien duro, nos tumbamos en la cama y las caricias fueron constantes, yo notaba humedad en mi nueva zona, el me quito las bragas al mismo tiempo que besaba mi cuello y lentamente bajaba su boca por todo mi cuerpo besándome, mis pechos recibían sus besos y los pezones se erguían al simple contacto de sus labios, sus manos acariciaban mi cintura, me besaba el ombligo, al llegar al pubis sentí una corriente que recorría todo mi cuerpo, comenzó a besar mi nueva anatomía, yo jadeaba de placer, su lengua recorría mi raja de arriba abajo buscando mi clítoris, al encontrarlo lo beso y succiono mis jadeos eran más intensos por momentos ya no aguantaba más y le dije:

-          Cariño, es el momento, penétrame, estrena mi nuevo cuerpo que es tuyo para eso lo he reservado, solo para ti.

Sin decir nada, se acerco a mis labios y besándome con pasión, al mismo tiempo que ponía su pene en la posición correcta me lo introdujo despacio, con cariño ya una vez dentro me dijo.

-          Mi amor, te voy hacer la mujer más feliz del mundo.

Y lentamente comenzó con los movimientos de mete y saca, acelerando poco a poco hasta que su pene parecía un taladro percutor, yo sentía un placer como nunca lo había sentido ni siquiera con las penetraciones anales , mis pierna se aferraban a sus caderas para evitar que se separara mis manos abrazaban su espalda arañándosela, mi cabeza sentía un placer extraordinario, en eso yo di un grito indicando que había tenido mi primer orgasmo vaginal, provocando en ese mismo momento la eyaculación de Alberto en mi vagina. Estoy segura de que si hubiese podido tener hijos, esa noche mu hubiese quedado preñada. Me beso con un amor imposible de describir, nos desacoplamos, puse mi cabezo sobre su pecho y le dije:

-          Cariño, me has hecho muy feliz, te amo, tenemos que repetirlo quiero que sea así siempre.

Hoy vivo con mi marido en nuestra casa, mis hijos me visitan todos los fines de semana y nos llaman tía Andrea  y tío Alberto, somos felices, hacemos el amor casi todos los días y disfruto mucho más que antes. He dejado la penetración anal, por delante es más romántica, por delante veo la cara de mi marido cuando me hace suya, me penetra profundamente y me besa, mis orgasmos son más intensos que antes, me vuelvo loca cuando me vienen soy inmensamente feliz y adicta al sexo.