MI PADRE CUMPLIO SU PROMESA

Año 2033, un lugar de Europa, un joven de 24 años, le declara su amor a su novia de 22, se llaman Esteban y Helga. Durante el resto del día, pasean su amor por los alrededores de su ciudad. Comunican a sus familias que se han comprometido, planean su vida y a los pocos meses se casan.

Las nuevas vidas de ambos transcurre con plena normalidad, en un matrimonio joven y lleno de amor mutuo, tras unos meses, Helga, le comunica a Esteban de que está embarazada, la alegría llega al hogar, el, la mima y cuida durante todo el embarazo preocupándose de su salud, acompañándola a las revisiones medicas y viviendo ambos el embarazo con felicidad.

Llega el momento y Helga da a luz un hermoso niño de 3,800 kg ojos negros y pelo negro, mide 54cm. le ponen el nombre de Carlos. Pero la salud de Helga se resiente tras el puerperio, visitan a varios médicos y el diagnostico es el mismo en todos, su embarazo aunque hubiese transcurrido con toda normalidad, como lo demuestra la salud de Carlos, ella no ha podido reponerse del mismo, constantes hemorragias le han producido una  anemia perniciosa ocasionándole una debilidad excesiva que la llevan a estar postrada en la cama durante meses, con algunas mejoras ocasionales. Así permanece durante 6 años hasta que se produce el desenlace final, dejando solos a Esteban y Carlos.

El dolor que siente Esteban y en la desesperación, jura ante el cuerpo de su esposa que el causante de su muerte lo pagara.

Pasan los años, Esteban aun siente el dolor de la perdida de Helga, Carlos, a la sazón con 12 años es ajeno al dolor de su padre, asiste al colegio con sus amigos, es un niño alegre y muy sociable, ávido de saber en cada momento el porqué de las cosas.

En su casa, Esteban había guardado en el trastero, todos aquellos objetos que le recordasen a Helga, fotos y ropa, habiéndole prohibido a Carlos entrar en el mismo. Pero los niños ya se saben como son, basta que les prohíbas una cosa para que se salten a la torera la prohibición.

Un día, estando Carlos solo en la casa, la curiosidad le invita a entrar en la habitación prohibida, en ella encuentra los recuerdos de su madre, sus joyas, su ropa, sus fotos le viene a la mente los recuerdos de cuando el tenia 6 años y su madre los dejo. A partir de ese día siempre que tenia ocasión se refugiaba en el trastero para recordar a su madre, acariciaba sus fotos, su ropa, sus perfumes lo que le provocaba transportarlo a los días en que él se refugiaba en sus brazos para recibir las caricias de ella. Un día, viendo una foto en que ella estaba embarazada, las lagrimas asomaron en sus ojos, de golpe guardo todo y salió corriendo del trastero. Esa experiencia cambio su manera de ser, se volvió más introvertido no quería salir con los amigos, y guardaba aquella foto que había encontrado entre sus libros, todos los días la veía y hablaba con ella.

Durante dos años, dejo de visitar el trastero, pero un día la curiosidad le volvió a llevar al mismo, abrió un baúl y saco la ropa de su madre y sin pensarlo se vistió con ella, se encontraba de esa forma más cerca de ella. Fue el detonante, todos los días subía al trastero y cada día se vestía con una ropa distinta.

Un día que Esteban, regreso antes de su trabajo, al no encontrarlo en su cuarto, comenzó a buscarlo, encontrándolo en el trastero, vestido con la ropa de su madre. Y le dijo:

-          Que haces Carlos, te he prohibido subir aquí porque estas vestido con esa ropa.

-          No lo sé, papá, algo me ha llevado a venir  y vi las cosas de mamá, y me recordaron a ella, su ropa es muy bonita y como no la recordaba así vestida me la puse.

-          Que sea la última vez que entras en este trastero, como te vuelva a encontrar te arrepentirás.

Durante meses, no volvió al trastero, pero en su mente algo le decía que tenía que ir y ver de nuevo a su madre reflejada en su figura con sus vestidos.

Tenía por entonces 15 años, su padre, Esteban había salido de viaje por trabajo y lo mantendría fuera de la ciudad durante unos días. Cuando Esteban se ausento, Carlos volvió al trastero, y nuevamente abrió aquel baúl y comenzó a vestirse con las ropas de su madre, permaneciendo todo el día con ella puesta cada día se cambiaba de ropa incluso para dormir se ponía los camisones o pijamas de su madre, hablaba como si ella estuviese presente dirigiéndose a un ser imaginario preguntándole como le sentaba esa ropa, para el ese ser le contestaba diciéndole que la ropa la hacía más guapa y hermosa.

Un día, su padre, adelanto el regreso, encontrando a Carlos por la casa, vestido con la ropa de su madre, al verlo, Carlos se quedo pálido y su padre le dijo.

-          Que te he dicho, con respecto a este asunto, te prohibí subir al trastero y andar con esa ropa me has desobedecido.

-          Perdona papá, pero necesitaba estar así para hablar con mamá, ella me escucha y me dice que estoy guapa.

-          Me estás diciendo, de que hablas con tu madre y ella te dice que esa ropa te favorece y que estas guapa, que te gusta vestirte de mujer.

-          Si papá, me gusta y a mama también le gusta que me vista así.

-          Bueno pues si te gusta, a partir de mañana te vestirás como una chica, yo me encargare de todo.

-          Te prometo que te arrepentirás el quererte vestir de mujer

Al día siguiente, Esteban cogió toda la ropa de Carlos y la quemo, por internet, comenzó a comprar ropa de chica, para una chica de 15 años, facilitando las medidas, compro, vestidos, blusas, pantalones, camisas chaquetas, zapatos, bragas y sujetadores-formadores, le dijo que no se cortase el pelo, que cuando lo tuviese mas crecido iría a una peluquería para que le hiciesen un corte femenino.

Un día, lo llevo a una residencia especial. Hablo con el director, indicándole de que su hijo, sufría un trastorno que le hacía ver a su madre constantemente y según decía le indicaba que se vistiese de chica, que estaba muy guapa, y desde entonces siempre se vestía de chica.

El director le dijo.

-          No se preocupe, en el centro, nosotros le enseñaremos a vestirse y comportarse como una chica, estará contenta.

-          No es necesario de que venga a verla, si hubiese alguna necesidad le llamaríamos, déjela en nuestras manos, la prepararemos para un futuro muy prometedor.

Ese fue el ultimo día en que Carlos vio a su padre y el vio a Carlos.

Al marchar Esteban, el director se puso a hablar con Carlos, estudiando su comportamiento, y le dijo:

-          Bueno, me parece que contigo tendremos mucho trabajo, tu padre, me indico que te llamas Carlos, no es así?

-          Sí señor.

-          Bueno pues a partir de ahora te llamaras Carla, no es mucha la diferencia te acostumbraras más fácilmente, ahora te voy a enseñar tu habitación, aquí cada chica tiene su habitación individual, eso les da más intimidad durante los primeros meses, después ya veremos según tu evolución. En el armario tienes el uniforme de la residencia, deberás ponértelo todos los días, si necesitas algún cambio por las tallas se lo comunicas a la jefa de piso.

-          Mañana, antes de desayunar, iras al médico, te hará una revisión completa y te tomaran sangre para hacer unos análisis, aquí cuidamos mucho la salud de las chicas.

-          Los horarios de actividades los encontraras en el dormitorio, tendrás clases de idiomas, cultura general, urbanidad, compostura, cocina, planchado, te enseñaran a maquillarte y depilarte, ya que las señoritas no deben tener pelos en las piernas, brazos axilas y otros lugares. Ahora, te dejo sola, dúchate y ponte el uniforme que dentro de una hora se sirve la cena tienes que ser puntual, es muy importante sino recibirás un castigo.

Carla, se quedo sola en la habitación, la reviso en su totalidad, tenía una cama individual, las paredes estaban pintadas en un color pastel suave, su armario era amplio y tenia colgado varios uniformes con una etiqueta cada uno, diario, paseo, deportes, baño, en los cajones tenia dispuestas las prendas interiores, bragas y sujetadores copa 22A, y medias hasta la media pierna, zapatos negros de calle y zapatillas de deportes ropa de dormir consistentes en camisones, largos, cortos, pijamas largos y cortos. En el baño, gel, champú, mascarilla para el pelo cepillos para el pelo, cepillo de dientes, pasta de dientes, y todo un conjunto de maquillaje, pintalabios, base, rímel, lápiz de cejas, rizador de pestañas, un albornoz y juego de toallas. Lo único que no tenía como chica eran compresas higiénicas. Completaba el mobiliario de su cuarto una mesa de estudios con una pequeña lámpara sobre ella. Se ducho y cambio de ropa, poniéndose el uniforme de diario, consistente en una falda tipo escocesa, con una blusa blanca y un suéter color rojo, medias y zapatos.

Al llegar al comedor, vio a un grupo de chicas de aproximadamente de su edad que acudían al mismo, en una actitud de camaradería, charlando entre ellas. La jefa de comedor le asigno una mesa en la que estaban otras tres chicas y dirigiéndose a las mismas les dijo.

-          Chicas, esta es Carla, acaba de ingresar, será vuestra nueva compañera, presentaros e informarle de las costumbres de la residencia.

-          Hola Carla, yo me llamo, Elizabeth, pero me puedes llamar Liz, tengo 16 años.

-          Yo soy Ivonne y tengo 15 años.

-          Silvana, es mi nombre, y tengo 16.

-          Cuanto tiempo lleváis en la residencia?

-          Pues desde que empezó el curso, 7 meses, tendrás que aplicarte para ponerte al día.

-          Y solo sois vosotras?

-          No en total somos 14 el resto deben de estar a llegar, posiblemente se retrasen por haber tenido clase de gimnasia y mientras se duchan siempre se retrasan pero están en hora.

Le fueron informando de las clases que tenían, a una le gustaba más la cocina, a otra la cultura general pero a ninguna le gustaba planchar, a todas les gustaba la asignatura de estética y maquillaje, decían que era indispensable para estar guapas y seductoras.

-          Carla, mañana a primera hora, tienes que ir al médico, te hará un reconocimiento total y te medirán de pies a cabeza, no tengas miedo, es un profesional además es muy educado, después te sacara sangre para los análisis y según los resultados te dará la medicación necesaria, no te preocupes si llegas tarde a la primera clase, estas disculpada, las profesoras ya saben de tu ingreso.

Cenaron tranquilamente, comentando el día de clases, como era cada profesora la que era simpática y la que era un sargento. Al terminar se retiraron cada una a su cuarto hasta el día siguiente. Carla, se puso un camisón largo, estaban en invierno y ya tendría tiempo para ponerse los cortos o pijamas.

En realidad, Carla no sabía lo que le iba a pasar al entrar en esa residencia, se creía que como le gustaba vestirse de mujer, la trataban de esa forma y le daban una educación más femenina acorde de lo que ella decía de que hablaba con su madre, pensando en ella se quedo dormida.