RICA- MI PERRA SUMISA
Esta es la historia de mi perra Rica, sumisa y deseosa siempre de complacer y ser complacida.
Me llamo Elena, soy abogada. Estoy casada tras un divorcio consensuado, tengo un hijo de tres años.
Mi primer marido, lo conocí en la Universidad, éramos compañeros de curso, nuestro noviazgo duro el tiempo de nuestra estancia en la universidad, siempre fue muy atento y complaciente me satisfacía todos mis caprichos, menos los sexuales, decía que quería que me mantuviese virgen hasta el matrimonio, de mutuo acuerdo lo aceptamos los dos, se llamaba Alberto.
Mis amigas, siempre me decían que él no me convenía que era un poco raro lo encontraban afeminado, sería el amor que sentía hacia él, pero yo no veía ningún signo de feminidad en su manera de ser.
Terminamos la carrera y tras unos meses de situarnos laboralmente, montamos en sociedad un bufet de abogados, nos casamos. Nuestra vida marital era intensa, hacíamos el amor tres veces por semana, pero yo no me quedaba embarazada, no le dimos importancia, los hijos ya vendrían cuando tuviesen que venir.
Afortunadamente, teníamos trabajo en abundancia, habíamos conseguido llevar la asesoría jurídica ve varias empresas importantes, además de las actuaciones judiciales particulares, habíamos comprado una pequeña casa a las afueras de la ciudad con un amplio jardín y piscina, periódicamente tanto él como yo, salíamos de viaje por negocios con el fin de atender a las empresas que eran clientes, y no solo viajes en el país, sino también en el extranjero.
Llevábamos, 5 años de casados, nuestra actividad sexual había descendido considerablemente, de tres veces a la semana paso a una al mes y siempre por mi insistencia, el decía que estaba cansado que no le apetecía, siempre ponía excusas llegue a sospechar que tenía una amante y decidí investigar.
Contrate un investigador privado para que me tuviese informada, al cabo de tres meses me paso un informe, en dicho informe se decía que asiduamente salía con un señor de aproximadamente su misma edad, me facilitaba fotografías de ambos en actitudes un poco “sospechosas” parece ser que no tenía una amante, que tenía un amante. Tenía que cogerlo infraganti.
Aprovechando mis viajes, al parecer traía a su amante a nuestra casa donde retozaban los dos durante mi ausencia, en realidad no sabía quién era el activo y quien el pasivo.
Un día le dije que tenía que salir de viaje y que estaría una semana fuera que le llamaría a diario para saber cómo iba la oficina, me puse en contacto con el investigador y preparamos un plan, yo me instalaría en un hotel cerca de la ciudad, el investigador lo tendría vigilado y me llamaría cuando el llegase a casa con su amante, entonces nos presentaríamos en casa y los cogeríamos a los dos en la cama, así quedamos. Cuando marche, me despedí como siempre, con un beso de tornillo y con lengua, sería el último beso que le di.
Al día siguiente, el investigador me llamo y me dijo que su amante lo había llamado y habían quedado que se mudaría a su casa el viernes para pasar con él el fin de semana y que tendría todo el fin de semana para hacerle el amor.
El sábado, con el investigador lo teníamos todo preparado, habíamos quedado en el centro en una cafetería con el fin de poner el plan en funcionamiento, nos acercaríamos a la casa a media noche esperaríamos un tiempo prudencial para que se preparasen y cogerlos en acción.
A la hora fijada, el investigador fue a la casa, se hizo pasar por una persona que buscaba el domicilio de un amigo en dicha urbanización pero que no sabía exactamente la dirección.
Llamo a la puerta y le abrió el amante,
- Por favor estoy buscando la casa de D. J.H. creo que es en esta calle Uds. Pueden indicarme.
El amante con un vaso de whisky en la mano dijo,
- No sé, espere que pregunto, Cariño tu sabes en que casa vive D. J.H.
- Un momento que voy, contesto Alberto
- A quien dice que busca?
- A un tal J.H
Al acercarse a la puerta, Alberto apareció con un delantal y una cuchara de cocina en la mano, al llegar a la altura de su amante le dio un beso en la boca.
No tenia los pantalones puestos y al voltearse mostro su culo cubierto con unas bragas de encaje color rosa, el investigador llevaba en la solapa, una cámara fotográfica que disparo en el momento del beso y al darse la vuelta Alberto fotografiando su culo en bragas.
Al regresar al coche, me informo de todo lo que había visto diciendo que tenía pruebas graficas, decidí esperar para entrar, los dejamos cenar, y ver la Tele, a la hora supuesta se retiraron al dormitorio, habían apagado la luz del salón y encendido la del dormitorio, comprobamos que apagaban la luz del dormitorio y encendían las de las mesitas de noche, luces más idóneas para hacer el amor, ya estaban en la cama.
Entonces muy sigilosamente entramos en la casa, subimos al dormitorio y de golpe abrimos la puerta.
Alberto tenia puesto un camisón mío de color rosa corto y un tanga, su amante estaba desnudo y quitándole el tanga, el investigador rápidamente se puso a sacar fotografías con otra cámara, los dos amantes quedaron sorprendidos en plena acción sexual. Mi reacción fue.
- Alberto, ahora sé porque estabas cansado y me rechazabas, eres una maricona, ya hablaremos con más calma. Dile a tu novio que salga de inmediato de mi casa así como esta en pelotas y que vaya al juzgado a buscar su ropa.
Aquel hombre no sabía dónde meterse, salió corriendo de la habitación bajo las escaleras de tres en tres y salió a la calle en pelotas, el investigador se retiro y me dijo que pasaría el lunes con las pruebas por el despacho.
Cuando nos quedamos solos, le dije a Alberto.
- Me has engañado, yo estaba tremendamente enamorada de ti, quería formar una familia tener hijos contigo, no quiero volver a verte.
Cerré la puerta y me fui a la habitación de invitados, pase toda la noche llorando, mi mundo de amor se había caído como un castillo de naipes.
Continuara