360º EN MI VIDA - 8

A la mañana siguiente, Alfredo-María, se despertó primero, preparo el desayuno para Álvaro y se lo llevo a la cama, pero antes, desnuda como estaba, se acerco a él y cogiendo su pene se lo metió en la boca comenzando una mamada, era la primera vez que Alfredo-María hacia una mamada, ya que nunca había tenido relaciones con hombres, quería tener esa sensación de tener un pene en la boca y saborearlo, el al notarlo se despertó y le dijo.

-          Cariño, que forma más hermosa de despertarme.

-          Estoy preparando mi silla de montar, hoy tengo ganas de cabalgar.

Y sin decir nada mas, se subió a la cama, se puso a horcajadas sobre Álvaro, agarrando su pene lo puso a la puerta de su tesoro y se dejo caer, el pene ya estaba como el mástil de una bandera, y la penetración fue total. Comenzó a moverse girando sobre sus caderas y subiendo y bajando sobre su marido, el la agarraba por las caderas llevando el ritmo que le marcaba los movimientos de su esposa, le ayudaba a subir y bajar de su pene, la vagina comenzaba a apretarse sobre el pene de Álvaro gracias a los músculos de la vagina, sensación que fue del agrado de Álvaro. Mientras se movía, Álvaro aprovechaba para acariciar los pechos de su esposa y se excitaba mas al verlos moverse al ritmo que ella les imponía. Ella comenzó a excitarse, se frotaba el clítoris buscando un orgasmo inmediato, el se incorporó un poco alcanzando su cuerpo y la atrajo hacia el besándola y pegando su torso al de ella, fue entonces cuando Alfredo-María, le dijo.

-          Cariño me encanta que me folles de cualquier manera y sabes una cosa?

-          Dime

-          Me estoy corriendo me viene ya apura quiero sentir como me llenas mi coño

En eso Álvaro sintió que su pene era más apretado por la vagina lo que le produjo la eyaculación de inmediato. Se besaron y quedaron recostados un rato, mientras que ella le decía.

-          Vamos hacer un trato. Yo voy a escoger el nombre de los hijos varones y tu el de las niñas. Y ya tengo pensado el del primer varón.

-          Cual será?

-          Alfredo, me gusta.

Alfredo-María, estaba escogiendo su propio nombre, para su primer hijo.

Durante, todo el día no salieron de la casa, desayunaron, y volvieron a la cama a descansar y a divertirse, hablaban de sus proyectos, del viaje veían la televisión y todo ello en ropa interior, cuando Alfredo-María, tenía ganas de sexo, no tenía más que quitarse el sujetador, ofreciendo sus pechos a Álvaro, que enseguida cogía la indirecta, y allí mismo lo hacían, fuese en el baño, salón la cocina o el dormitorio. Alfredo-María quería desquitarse de los años en que no podía mostrar su sexualidad como mujer.

El resto de la semana la pasaron en esa actitud sesiones de sexo mañana, tarde y noche, únicamente salían a la calle para reponer los alimentos para su nevera. Durante el viaje a las islas Maldivas Álvaro pudo descansar durante unas horas ya que entre la espera en el Aeropuerto y el viaje, casi 10 horas, María había estado más sosegada, como si estuviese reponiendo fuerzas para desquitarse a la llegada.

Se alojaron en un bungaló, a las orillas del Indico, era una playa paradisiaca, por la diferencia horaria a su llegada les tenían preparada una cena fría, de platos típicos, tras degustarla se retiraron a descansar. Esa noche ambos estaban cansados y fue una noche tranquila para Álvaro, aunque sintió durante la misma que su pene estaba en manos de Alfredo-María que no lo soltaba.

A la mañana siguiente como siempre fue ella la primera en despertarse, tras asearse se acerco a su marido y siguiendo la costumbre lo despertó con una mamada, ya despierto y con el mástil en posición de presentar armas lo cabalgo una vez más se  había vuelto una ninfómana quería sexo a todas horas, el aguantaba todo lo indecible, ya que estaba enamorado de ella.

Todos los días de estancia en las islas esa era la rutina, mañana, ducha conjunta y mamada, tarde, siesta sexo ducha conjunta y mamada, noche cena, baile sexo sexo y más sexo.

Cuando regresaron y visitaron a sus respectivos padres a ella la encontraron muy bien, feliz y contenta, pero a el estaba agotado, lo había exprimido todos los días, tenía que ir al médico para que le recetara un reconstituyente, incluso su suegra le había preguntado a María.

-          María, veo muy desmejorado a Álvaro le pasa algo.

-          No mama, está cansado por el viaje tuvimos mucho trajín de aquí para allá.

-          Si hija, pero cuídale, no lo gastes todo ahora que después no tendrás para mas, ve con calma.

-          Mama, es que quiero quedarme embarazada pronto.

-          Olvídate de eso, cuando tengan que venir vendrán, no te obsesiones.

Asi pasaron 6 meses desde su regreso del viaje, pero María-Alfredo seguía con su deseo de quedar embarazada, y como no sucedía decidieron ir al médico. Pidieron cita y a la semana se presentaron los dos en la consulta. Ella le explico.

-          Vera Dr. llevamos 8 meses de casados y no me quedo embarazada, quisiera saber si en realidad puedo quedarme embarazada, si es por causa mía o por causa de mi marido.

El Dr. le hizo una exploración ginecológica, le pregunto cuando había tenido su ultima menstruación, cuantas veces tenían relaciones y con qué frecuencia. Tras contestar todas las preguntas le dijo.

-          Sra. Ud. Esta completamente sana y su marido también, vamos hacer una cosa. Su marido necesita un reposo sexual, es decir, necesita cargar las pilas, Ud. se las ha agotado, no por mucho hacer el amor tres veces al día, tener tres o cuatro orgasmos como dice, se va a quedar embarazada, tienen que programar las fechas de relaciones, le voy a dar un calendario en el que le indicara los mejores días para el coito, y no hace falta que en una sesión el tenga que eyacular tres o cuatro veces, con una puede ser suficiente. De momento, se abstendrán de relaciones durante 3 meses mientras su marido estará en tratamiento para reponerse, le voy a dar un complejo vitamínico que reforzara la producción de espermatozoides, pero eso sí, nada de relaciones hasta dentro de tres meses y las efectuaran los días fértiles que la tabla le indique.

Al salir, Álvaro le dio un fuerte apretón de manos al Dr. y le dijo por lo bajines.

-          Gracias Dr. me estaba secando no sabe la fogosidad que tiene en la cama.

-          Viendo como esta Ud. me lo supongo, si ellas dicen que les duele la cabeza cuando no quieren, también nosotros tenemos cabeza y nos puede doler. Vaya tranquilo y abstención durante tres meses.

Álvaro salió contento de la consulta, María, no tanto, su deseo de maternidad se había parado, pero si quería un hijo tenía que obedecer.

Durante esos tres meses, María, registraba su menstruación y marcaba los días más fértiles según la tabla que le había facilitado el Dr. Álvaro pudo dedicarse más a su trabajo sin el agobio de su esposa, dormía mejor, estaba mejorando de aspecto incluso se había animado a asistir a un gimnasio para hacer ejercicio.

Cuando termino el periodo de abstinencia, Alfredo-María, se presento esa noche muy sugerente, como aquella primera noche de bodas, los juegos preliminares fueron los que abrieron la necesidad de ambos, fue una noche de amor, de amor para procrear, al terminar como siempre se durmieron abrazados el uno al otro, los tres días en los cuales Alfredo-María era fértil la ceremonia de sexo era igual, únicamente cambiaban de postura, para darle a acto un poco mas de erotismo. Una vez terminados los días la abstinencia volvía a imponerse, bien porque Álvaro le indicaba que tenía mucho trabajo y se quedaba en el despacho de casa repasando documentación o preparando vistas de juicio o porque “le dolía la cabeza” y así durante los días en los que ella no era fértil.

Al mes siguiente, María-Alfredo, comprobó, que la regla se retrasaba, no le dio importancia tal vez un desajuste, pero ese desajuste parecía que era importante, se asusto, le pasaba algo, esperaría más tiempo antes de acudir nuevamente al médico. Un día, tras levantarse y después de desayunar, no se encontraba bien y tras asearse, le vinieron una nauseas que le obligaron a devolver toda la cena y desayuno. Llamo al médico pare pedirle cita, estaba de viaje y se la dieron para dentro de 15 días. Durante esos días, todas las mañanas sentía nauseas y tenia vómitos, comidas y olores que antes eran de su agrado ahora le eran repulsivos, se sentía cansada, y orinaba con mucha frecuencia, los pechos los sentía doloridos y más grandes.

El día de la cita fueron los dos al médico, ella le dijo lo que le pasaba y tras una prueba ginecológica le dijo.

-          Sra. Mi  en hora buena, esta Ud. embarazada, como ve las cosas de la naturaleza tienen sus pautas y si las alteramos el reloj se estropea, hay que darle tiempo al tiempo, vamos hacer unos análisis de sangre y tras los resultados pondremos un tratamiento de reforzamiento.

-          Gracias Dr. no sabe la alegría que nos da, seguiré todo lo que Ud. me indique.

Nos dio la orden para el laboratorio y al salir Álvaro, le dijo.

-          Ahora tendré unos meses de descanso, ya que su deseo se ve cumplido.

-          No se fie, a muchas mujeres con el embarazo la libido le sube, téngame informado.

Lo primero que hicieron al salir de la consulta es llamar a sus respectivos padres y citarlos a cenar esa noche en su casa, no dijeron el motivo.

Cuando se presentaron los respectivos suegros y durante la cena Álvaro se levanto y les dijo.

-          Hoy hace tres años que conocí a María, sabia en mi interior que sería mi esposa y madre de mis hijos, y hoy precisamente nos han comunicado de que María esta embarazada, vais a ser abuelos.

La alegría se desbordo en la casa, las felicitaciones de las consuegras a la futura mama, dándole consejos y los abrazos de los consuegros para el papa mostraban que la felicidad y el deseo de todos se comenzaba a cumplir.

Las clásicas preguntas, que quieres que sea, como lo llamareis, yo me encargo de la decoración de su cuarto, yo del cochecito, entre la abuelas le compraremos el ajuar.

Álvaro, nuevamente tomo la palabra y comenzó a contestar.

-          Queremos que sea lo que Dios quiera, si es varón, María a decidido llamarle Alfredo y si es hembra, yo he decidido que se llame como su madre, María.

-          Agradecemos vuestra generosidad en la aportación para el cuarto y enseres de nuestro hijo, pero prefiero que sea ella la que escoja, ya os pondréis de acuerdo para las compras, no obstante María, ahora y vosotras lo sabéis, necesita calma y tranquilidad.

La velada continuo y a una hora prudente para las tres parejas se retiraron.

Ya solos, Alfredo-María, se acerco a su marido y le dijo.

-          Cariño, te quiero mucho y como premio y para que veas que te quiero.

Y sin decir nada mas le bajo los pantalones, busco en su bóxer su pene lo metió en su boca y le hizo una mamada, el quedo sorprendido y le dijo.

-          María no hace falta sé que me quieres

-          Pero como ahora no podrás penetrarme de vez en cuando te hare una mamada, una por semana. ¿Vale?

-          Bueno si eso es lo que quieres acepto. Los sábados que así descanso todo el domingo.

CONTINUARA