MONIC – 8
Lara poniéndose de rodilla en la cama se acerco y me beso muy apasionadamente en la boca, le correspondí a sus besos, empujándola hacia la cama para que se tumbase, con una mano le acariciaba su pubis pelirrojos, introduciendo uno de mis dedos buscándole su clítoris que ya había descendido su erección, le fui abriendo la vagina y me coloque entre sus piernas.
Apoye, sus caderas sobre mis muslos, lo que le obligaba a levantar su culo y por tanto a poner su vagina a la altura de mi pene, que ya estaba creciendo al tamaño reglamentario. Le abrí bien las piernas, y con mi pene comencé a acariciarle su clítoris y labios menores pasaba mi glande sobre la puerta de su vagina, arriba y abajo, su clítoris comenzaba a crecer, cuando comprobé que comenzaba su excitación, fui introduciendo, mis 20 cm. de pene en aquella cueva misteriosa, cuando mi masculinidad fue engullida por su vagina totalmente, comencé con pequeños movimientos de mete y saca suaves.
Lara me decía:
- Monic, que maravilla tienes una verga que da gusto tenerla dentro constantemente, grande y gorda, la manejas muy bien, mi coño se está calentando con tus movimientos muy lentamente, me está llenando de un placer como nadie me lo ha dado antes, acelera un poco el ritmo, mi amor, jodeme bien jodida.
- Si cariño, lo que tú me pidas hare que de tu chichi salga humo que parecerá un volcán en erupción.
Acelere el ritmo, ella jadeaba con más intensidad, su cabeza la movía como si estuviese poseída por un demonio, pero la posesión era de mi pene en plena acción y a punto de explotar, de vez en cuando abría los ojos y veía mis grandes pechos cimbrearse al ritmo de mis movimientos y me decía.
- Me gusta cómo se mueven tus tetas, están bailando al ritmo que tu les marcas, eres maravillosa, muévete más quiero verlas bailar, déjamelas coger.
- Son tuyas mi amor y puedes masajeármelas lo que quieras.
Entonces Lara estirando los brazos me cogió los pechos y los acariciaba con un cariño especial, en eso vi que ponía los ojos en blanco y que daba un grito, señal de su orgasmo eyaculatorio, que provocó que el mío inundase su vagina.
- Cariño que maravilla, me dijo, tu semen a golpeado contra las paredes de mi vagina, produciéndome una sensación indescriptible, todos los que me han jodido no le llegan a la suela de tus zapatos, tienes que ser mi amante, te adoro.
Me incline sobre ella y la bese en la boca el sudor de ambas, hacia que ese beso fuese distinto un beso lleno de placer, agradecimiento y erotismo.
Poco a poco nos fuimos desacoplando y juntas las dos sobre la cama nos abrazamos, nos tomamos otra copa y comentamos:
- Monic, estarías dispuesta a ser mi amante, a vivir con migo a joderme las veces que ambas quisiéramos, incluso si quieres puedo pagarte la operación de cambio de sexo, pero necesito tu polla en mi coño eres maravillosa.
- Gracias por tu ofrecimiento, tendré que pensarlo, además, te costara mucho el sacarme de aquí, tengo un cliente que también está interesado por mí, quiero ser sincera, lo hablare con él y decidiremos entre los tres, te parece?
- Nos falta la última sesión, cuando quieras empezamos le dije.
- Estoy dispuesta, aunque te advierto de que nunca me la metieron por atrás, pero si eres tu seguro que no me harás daño.
- No te preocupes, te dolerá un poco pero enseguida sentirás placer.
Le indique que lo primero que teníamos que hacer era ponerle un enema, como los que me ponía yo, para limpiar el colon y suavizarlo.
- Sé que lo harás con mucho cariño, Monic, mi culo es tuyo, prepáralo bien.
Lo lubrique bien para introducirle la cánula muy lentamente, una vez dentro comencé a inyectarle la solución preparada le dije que la mantuviese como mínimo 5 minutos y cuando ya no pudiese la expulsase en el inodoro. Me obedeció sin replicar en nada, tras las consabidas repeticiones, su colon había quedado bien limpio.
Ya sobre la cama le indique que se pusiese a cuatro patas, entonces procedí a lubricarle bien su ano, lo unte a conciencia con el lubricante que yo utilizaba, lo masajee a conciencia, provocándole los movimientos involuntarios del esfínter a la reacción del lubricante, muy lentamente, comencé a introducirle mi dedo meñique masajeando su ano, luego el índice y terminando por el pulgar, según el grosor de mis dedos, luego fueron dos dedos y así progresivamente hasta poder meterle tres dedos.
En ningún momento se quejo de molestias o dolor, se había relajado de tal manera que mi labor fue mucho más sencilla.
Entonces lubrique a conciencia mi pene y lo coloque a la puerta de su culo ya un poco dilatado, poco a poco comencé a presionar, un pequeño quejido salió de sus labios. Pare inmediatamente y le pregunte si le dolía. Me dijo que sentía molestia pero no dolor, seguí presionando hasta que pude meter todo mi glande.
- Hay, dijo, me duele un poco.
- Tienes dentro mi glande, poco a poco seguiré presionando si te duele me lo dices.
- Bien cariño te aviso.
Lentamente fui empujando, Lara no se quejaba, pero notaba en sus manos que se agarraba fuertemente a la cama, entonces le dije.
- Ya esta, la tienes toda dentro, ahora comenzare lentamente con movimientos, de mete y saca, sentirás al principio un poco de calor, pero es normal seguiré lubricándote, para facilitar el movimiento.
Según empujaba con los movimientos, vertía sobre mi pene y su ano aceite corporal que utilizaba en la ducha, poco a poco fui incrementando la frecuencia de los movimientos, y Lara me dijo.
- Qué bien lo haces, me siento llena, noto como tu verga crece en mi interior, me da mucho gusto, acelera un poco el movimiento para darme más placer.
- Lo que tú me mandes cariño.
Y comencé a acelerar mas el movimiento, Lara gemía de placer, le gustaba mis movimientos, pedía mas rapidez en ellos, yo agarrándola por las caderas hacia más presión al empujar, notaba como mis huevos chocaban contra la puerta de su vagina, ese movimiento masajeaba mis testículos a punto de explotar y le dije:
- Lara, prepárate pues estoy a punto de llenarte el culo con mi esperma.
- Cuando quieras, Monic, estoy preparada.
En eso, di un grito de placer y mi pene descargo toda mi fuerza acumulada durante tanto tiempo de no estar con una mujer en el culo de Lara, al sentir mi esperma en su colon, ella grito.
- Qué maravilla cariño, me encanta que me des por el culo lléname con tu leche.
En eso, me deje caer sobre su espalda y en esa postura le agarre sus blancas tetas, estrujándoselas como si quisiese ordeñarla, las dos caímos de bruces sobre la cama y permanecimos enganchadas hasta que mi pene ya flácido, se retiro de su culo lentamente.
Se dio la vuelta y una vez de frente nos fundimos en un beso de amor.
Nos levantamos y directamente fuimos a la ducha, mutuamente nos enjabonamos, dándonos caricias por todo nuestro cuerpo, ya arregladas, la acompañe hasta el salón. Antes de salir de la habitación me dio una propina y me dijo.
- En unos días volveré y seguiremos hablando del asunto. Quiero que repitas esta sesión, eres maravillosa.
- Lara, si te gusto la penetración anal, cómprate un plug anal y mantenlo introducido como mínimo 24 horas antes de venir, aplícale un lubricante y límpiate con un enema como te hice hoy, aprovecharemos mas el tiempo.
Antes de salir, guarde el dinero en un preservativo y me lo metí en el culo, diciéndole, que no nos dejaban tener dinero y que revisaban las habitaciones después de cada visita.
Al salir, me dio un beso en la boca y una palmada en el culo, diciéndome, NOS VEMOS.
Cuando salió de la casa, me puse a pensar, que tipo de relación habíamos mantenido, Lesbiana, Bisexual, heterosexual, creo que las tres en una sola. Continuara……