MI FAMILIA – 6

A los pocos días, paso por la tienda la Sra. Que me había llamado, me pidió una faja y un sujetador de media copa color rojo y unas braguitas haciendo juego, me pidió que se las llevase a casa por la tarde, pago y se fue.

Hice el paquete y lo tuve preparado para llevárselo al cierre de la tienda, cuando cerramos, le dije a Marga que iba a llevar ese paquete y después me iría al cine con una amiga, que no me esperase.

Cuando llegue a su casa, me estaba esperando, le di el paquete y me invito a pasar a tomar un té, mientras lo tomábamos se acerco y me beso en la boca, al mismo tiempo que desabrochaba mi camisa, me quede con el sujetador y la falda, me cogió de la mano y me llevo a su alcoba, se sentó en la cama y me fue quitando la falda, mis bragas de color blanco quedaron al aire, paso la mano sobre ellas y noto que mi pene empezaba a engordar, se levanto y se acerco, puso las manos sobre mi cuello y me beso, yo aproveche para irla desnudando, las dos quedamos en ropa interior, su conjunto era de encaje, tanto las bragas como el sujetador en un color celeste, era de media copa sus pechos eran generosos y se movían con gracia cuando se los acariciaba. Le dije.

-          No comprendo cómo su marido no se fija en el tesoro que tiene en casa.

-          Por eso sospecho de que tiene una amante más joven que yo, aun no cumplí los 38, seguro que se encapricho de una puta de 22, esa seguro que le sacara los cuartos.

Se tumbo en la cama, y yo comencé a besarla desde la cabeza, sus orejas, labios, sus pechos grandes y generosos usaba una copa 38C con unas aureolas no muy oscuras pero con unos pezones que estaban preparados para dar de mamar, baje por el ombligo, al llegar a sus bragas, meti la mano y pude notar su pubis recién depilado, se las baje y le bese aquel pubis que estaba pidiendo una boca, le abrí las piernas y comencé a pasarle mi lengua, sus labios mayores sin tocarlos se separaron, dejando al descubierto la entrada de su vagina asi como el capuchón de su clítoris, mi lengua se puso en contacto con él y comencé a usarla, ella comenzó a gemir de placer, su clítoris crecía en mi boca y se ponía duro, con los dedos busque la entrada de su vagina y metí mi dedo corazón buscándole el punto G, se lo encontré, ya que de golpe dio un salto en la cama, golpeaba con mi legua su clítoris, ella gemía de placer, ponía los ojos en blanco, sus fluidos salían de su coño con manantial en el desierto, en eso dando un grito que seguro se oyó en el portal alcanzo el orgasmo deseado. Yo me separe y me quede viendo a aquella mujer que seguramente no había tenido un orgasmo en años, extendió los brazos para alcanzarme yo me acerque, ella me los cogió y tiro de mi hacia la cama, me dio un beso en la boca con lengua y me dijo.

-          Ahora quiero que me folles, descarga tu semen en mi coño, y si me dejas embarazada mejor, ya me excusare ante el cornudo de mi marido, le diré que es suyo, pero quiero que me dejes embarazada, si no es ahora te llamare para el mejor día. Y ahora follame bien cariño, bombea tu manguera en mi coño.

Comencé con los movimientos de cadera del mete y saca, despacio pero sin pausa, notaba como mi pene crecía en su interior, las paredes de su vagina estrecha ya que no había parido, apretaban mi pene, apuraba con los movimientos y ella me decía.

-          Sigue así cariño, follame bien follada, vacía tu manguera en el depósito que tengo, dame duro no la saque dame más rápido si quiero que me preñes, si así fuerte.

En eso me vino el momento y descargue todo mi semen dentro de su vagina, al mismo tiempo que ella clavaba sus uñas en mi culo respingón, cuando saque mi polla de su coño, ella cerro enseguida las piernas, diciendo.

-          No quiero que se pierda una sola gota de tu ser, estaré así tumbada ya toda la noche.

Le di un beso en la boca con lengua y me dispuse a vestirme. Cuando ya estaba lista ella alcanzo la cartera que tenía en la mesilla y me dio un billete de 500 y uno de 200€. Le di las gracias y me marche al despedirme me dijo,

-          Espero llamarte para el próximo mes, si me dejaste preñada es para decírtelo y sino para que tengamos otro intento. Adiós cariño, perdona que no te acompañe pero quiero que los bichitos suban.

Me acerque a un cine, saque una entrada tras ver la cartelera, busque una película que ya había visto, todo ello para justificar que había ido al cine y saber de qué se trataba la película, hice un poco de tiempo y me fui para casa.

Cuando llegue a casa, salude a todas y me retire, dije que me dolía la cabeza, Marga me siguió, me dio un masaje en el cuello y me dijo.

-          Jacinta, quería hablar contigo, de algo que nos atañe a las dos.

-          Dime, de que se trata.

-          Veras, desde que empezamos esta aventura, siento por ti algo más que lo que sentía cuando llegamos, te he modificado a mi antojo pero no porque yo lo quisiera, era por orden de mi madre, siempre ha querido ser el líder de la manada, que se haga lo que ella quiere, y ya ves como te trata, dándote ordenes en el tono más despectivo, siempre ha sido así, por eso no le ha durado ninguna relación con hombres, porque no se dejaban dominar, hasta que encontró a tu madre y le ha lavado el coco, yo me he enamorado de ti.

-          Bueno Marga, lo de tu madre ya me dijo la mía que es una mandona, quiere mandar en las vidas de las demás personas y que hagan lo que ella quiere incluso con mi madre hace de dominadora. Y eso no lo voy a permitir. En lo que respecta a tus sentimientos hacia mí, yo estoy comenzando a sentirme atraído por  ti y sobre todo desde que dormimos juntas, pero ahora estoy muy cansada, si quieres mañana podemos hacer algo.

-          Lo que quieras Jacinta.

-          Nos metimos en la cama y nos quedamos dormidas.

Al día siguiente, cuando nos despertamos y tras arreglarnos un poco, bajamos a desayunar, mi madre estaba poniendo la mesa del desayuno, la salude y nos sentamos. En eso apareció Rosa, se sentó y comenzó a dar órdenes.

-          Hortensia tráeme la prensa.

-          Marga, esta tarde tienes que ir a la peluquería, tienes el pelo como estropajo.

-          Jacinta, ayer llegaste muy tarde a donde fuiste.

-          Fui a llevar unos paquetes y después al cine.

-          A cual, que película viste.

-          Fui al Rex y vi Lo que el viento se llevo, quieres ver la entrada.

Mi madre se sentó y comenzó a desayunar, nuevamente Rosa dijo.

-          Hortensia no me pusiste el zumo de naranja, tráemelo.

En el momento que se iba a levantar, agarre por un brazo a mi madre y le dije.

-          Siéntate mamá.

-          Y tú, Rosa, si quieres el zumo de naranja, te levantas y lo coges, ya está bien de ser la que mandas en esta casa. Desde que llegaste te has apoderado de mi madre, la tienes como una esclava haciendo de tu sirvienta, esto se acabo.

-          Pero tú ves como se porta la puta de tu hija, Hortensia, es una mal criada.

-          Mira Rosa, si soy puta es porque me convertiste en eso y te digo no soy mal criada, tú y tu hija no estáis en vuestra casa. Esta casa es de mi madre y a partir de ahora ella ara lo que le salga del coño, se acabo de que sea tu esclava, ahora el que manda en esta casa soy yo y vas hacer lo que yo te diga, y si no quieres, coges las maletas y te largas.

-          Pero desde cuando una mocosa que recién abrió las piernas se atreve a hablarme de esa manera.

-          Desde que tengo cojones para hacerlo y ya sabes lo que tienes que hacer.

-          Marga, sube y haz las maletas que nos vamos ahora mismo.

-          No mamá, yo me quedo, si quieres te vas tú sola, yo me quedo con Jacinta y Hortensia, estoy harta de que me trates como una criada, Marga haz esto, Marga haz lo otro, Jacinta tiene razón, además me he enamorado de ella y quiero vivir con ella, todo lo que le hice a Jacinta ha sido por orden tuya ella nunca pidió ser lo que es, tenía un futuro y tu se lo tiraste al suelo, yo me quedo.

Rosa se levanto de la mesa, subió a su dormitorio, hizo su maleta y se marcho. Al cruzar la puerta se giro y nos dijo. Esto me lo pagareis, no podréis vivir sin mí.

Tras su marcha, seguimos desayunando, mi madre me miro y me dijo.

-          Hija, crees que se vengara, vendrá y nos hará daño, seguro.

-          No mama, si viene será con el rabo entre las piernas y sumisa y obediente, alguien tenía que decirle cuatro cosas y he tenido que ser yo, no podía permitir que te humillase como venía haciéndolo y menos delante mía. Y tu Marga, lo que has dicho es verdad?

-          Si Jacinta, estoy enamorada de ti y si me permites quisiera vivir con vosotras. Odio a mi madre, siempre se porto con migo como si fuese su esclava tu me has dado las fuerzas para decírselo.

El día transcurrió con toda normalidad las ventas normales la caja cuadraba al cerrar el día, por la noche, Marga me llevo a su cuarto y me dijo.

-          Jacinta, te dije que estaba enamorada de ti, el otro día me comiste el coño, hoy quiero que me penetres vaginalmente, quiero que me folles, quiero tener un hijo tuyo.

-          Pero Marga, no crees que te apuras un poco, tenemos tiempo.

-          No, quiero que me folles y mañana, voy a comenzar los trámites propios para nuestro matrimonio, quiero que nos casemos cuanto antes. Tu podrás seguir trabajando como hasta ahora, satisfaciendo a hombres y a mujeres, no me importa si dejas a alguna preñada, solo sé que tu serás mi marido y el padre de mis hijos.

La bese en la boca como nunca la había besado, mi lengua busco la suya, al mismo tiempo que una de mis manos acariciaba su pecho y la otra su pubis, al sentir mis manos, comenzó a abrirse de piernas, pude meter mis dedos en su vagina, comprobando que ya rezumaban sus jugos, baje mi cabeza hasta su sexo y hundí mi lengua en su coño buscando su clítoris, al encontrarlo mis labios se afirmaron a él sin soltarlos, chupándolo como si fuese un helado, ella suspiraba, emitía gemidos de placer, me cogía de los pelos apretando mi cara sobre su sexo, sus ojos los ponía en blanco, comenzaba a agitar la cabeza de un lado para el otro, entonces dando un grito, soltó todos sus fluidos en mi boca, se separo y me dijo.

-          Cariño, penétrame hazme tuya.

Yo puse sus tobillos sobre mis hombros, levante sus muslos quedando su vagina a la altura de mi pene en plena erección, sin miramientos se la enchufe hasta el fondo de su coño y le oí decir.

-          Que rico, todo dentro, muévete, descarga tu manguera, me da mucho gusto que estés dentro de mí.

Comencé a moverme, lentamente y aumentando la frecuencia de mis movimientos, veía en su cara que estaba próxima a tener otro orgasmo, aceleraba los movimientos y ella me dijo.

-          Así cariño que me viene dame fuerte si así, dame mas mucho mas.

En eso descargue en su vagina todo lo que tenia almacenado en mis huevos, ella dio un grito señalando el orgasmo que tenía en ese momento. Nos desacoplamos, me acerque a sus labios y la bese, nos quedamos dormidos abrazados.

Al día siguiente, Marga comenzó con los tramites de nuestra boda y a los quince días estábamos ante un juez para celebrar nuestro casamiento.

Habían pasado cinco meses desde nuestra boda, de momento no había señales de descendencia, yo seguía con las actuaciones en casa, satisfacía a señores deseosos de que una buena polla les perforase el culo y señoras de que seles comiese el coño incluso de que les diesen por delante y por detrás. Con Marga, buscábamos la descendencia una vez a la semana, principalmente los días fértiles y a mi madre también la satisfacía de vez en cuando.

Un día en la tienda, apareció una señora, en estado de buena esperanza (preñada) se dirigió a mí y me dijo.

-          Hola Jacinta, no te acuerdas de mí?

Era aquella señora que me había invitado a su casa, le di la en hora buena por su estado y me dijo.

-          Es una niña, y es tuya, si aquella tarde me quede embarazada, cuando regreso de viaje mi marido, me dijo que tenía muchas ganas de follarme, para castigarlo, le dije que me dolía la cabeza, así lo mantuve durante una semana y cuando vi que tenia los días secos(infértiles) me lo lleve a la cama, sin preservativo ni píldoras, me follo muy bien pero no tanto como tú, cuando me di cuenta de que estaba embarazada, eche las cuentas y coincidió de que habías sido tu, a él le dije que era suyo y está muy contento ahora me mima mas no obstante, quiero que vengas mañana por la tarde y me des un repasito.

-          No tengo inconveniente aunque tenemos ahora menos personal ya que mi suegra se despidió se quedan mi madre y mi esposa.

-          No me digas que te casaste y que, viene familia?

-          Si me case hace 5 meses y todavía no viene nada, pero ya vendrá, estamos en eso.

-          Bueno, ya sabes que de momento te viene una hija en camino.

Aquella noche mientras cenábamos, llamaron a la puerta, fui abrir, era Rosa, me dijo que quería hablar con migo. Paso al salón y delante de Marga y de mi madre me dijo.

-          Jacinta, quiero pedirte perdón, a ti, a tu madre y a Marga, reconozco que he sido una egoísta, dominante en todos los sentidos. Durante estos meses he tratado de sobrevivir, me prostituí por las calles, apenas he sacado para pagar una pensión donde dormir, me han sometido a los servicios más denigrantes, he tenido que dejarme violar por un perro para que su amo me diese algo para comer. He venido para pedirte perdón y que me dejes vivir con vosotros, se que tu y Marga os habéis casado, estoy en tus manos y acatare todo aquello que me mandes sin oposición alguna.

Tras pensarlo, y viendo a Marga, que con su mirada, me pedía que la acogiese y a mi madre que también me lo pedía le dije.

-          Rosa, te vas a quedar aquí, mañana Marga te llevara al médico, y te harán un chequeo total, análisis de sangre, orina todo lo necesario que me confirme que estas limpia.

-          Dormirás en el cuarto del sótano. Te dedicaras a la limpieza de la casa y de la tienda y obedecerás cualquier cosa que te digamos, sea de la índole que sea, serás una mucama sumisa y dispuesta a todo, si algún cliente viene y puja por ti harás lo que te mande, te voy a incluir en la carpeta de adicta a sado, serás una sumisa obediente.

-          Lo que tú quieras Jacinta, seré tu esclava, gracias.

-          Ahora, vete al baño, dúchate come algo en la cocina y acuéstate.

Sin decir nada, recogió sus pocas pertenecías, Marga la acompaño al baño para que se duchara, luego, en la cocina le dio de comer y la acompaño al sótano a su cuarto para que descansase. Al día siguiente, la acompaño al médico, le hicieron todo tipo de análisis ya en casa se le corto el pelo como si fuese un chico, se le dio un uniforme y comenzó a trabajar limpiando la casa. Por la tarde noche tenía que ir a la tienda para hacer la limpieza y volver a casa al terminar, prepara la cena y servirla, ella comía en la cocina.

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